Partida Rol por web

Tras dos minutos de desconcierto y angustia, Amber se gira, buscando algo con la mirada. 

Mira hacia ti.

Se iergue cuan largo es y toma el bastón. Tira de la cabezar y saca lo que parece una Katana.

Todo el mundo se gira.

Ya en la calle, rodeados de gente, Vyktor localiza a Victoria y a Amber en dirección a la Isla.

Se miran el uno al otro.

Amber vuelve a estar enmascarado y ha sacado una katana del bastón.

Todo el mundo se gira.

Hay policías cerca.

Abro mucho los ojos a causa de la sorpresa… No me queda mucha más magia con la que protegerme así que decido huir, volver donde mis compañeros.

Si no los encuentro, tendré que intentar una última jugada. 

Vyktor avanza con calma por la calle, como si no ocurriese nada. Va en la dirección de Amber, lo mira fijamente.

- Dígame, doctor, ¿Cuál es su historia? Aún siento una gran curiosidad. 

Vyktor aprovecha el ser el foco de atención unos segundos para expandir su sombra hacía Amber. 

El tórax del Dr. sube y baja más rápido y más perceptiblemente de lo que debiera.

Guarda la catana y grita a un policía de cerca del fumadero.

-¡Inspector Godoy!- Su tono tiene una mezcla de alegre sorpresa y llamada al orden

- La historia de un cobarde, eh. Es una lástima, esa ya me la conozco.

Vyktor le dedica una sonrisa a Amber y de pronto es como si lo engullera la tierra y desapareciera por completo.

Al rato parece que Amber tiene unas ligeras convulsiones y de pronto Vyktor vuelve a aparecer a sus pies, como si hubiera salido de la sombra de Amber. Amber parece estar en perfecto estaba pero Vyktor esta algo exhausto y sorprendido. Se queda paralizado unos segundos y se nota que la rabia comienza a crecer en él. 

En el tiempo que está dentro de la sombra de Amber, Vyktor ve a través de él. Y ve como si la gente fueran sangre, tripas nervios y músculos.

No sabe si es parte del proceso, fue una alucinación de Amber...

-¿Está usted bien?- parece un perrito asustado

-Creo que estos dos jóvenes tienen información sobre la explosión en el fumadero. Yo que usted no les dejaba ir en un buen rato. Tómeles bien los datos. Buenas noches, Inspector Godoy.

Desde la butaca, sentado miro la escena con tranquilidad. No tardo demasiado en acabar de quitarme las astillas clavadas en las partes que no tengo protegidas de mi cuerpo. Cuando acabo de comprobar mis heridas camino con pasos firmes hacía la chica. 

Me coloco delante suyo para ver con detalle lo que está haciendo. Pese a  la preocupación de que en cualquier momento la sala se llene de miradas indiscretas observo pacientemente. 

Cuando considero que el brazo del japonés está suficientemente masticado me agacho para tener los ojos a la misma altura que la chica y digo. - Ya compartes nuestro destino. -

Pongo mi gabardina encima suyo y intentando que no me pueda morder la agarro del cuello para levantarla. - Si tu naturaleza es esta. - Lo digo mirando el brazo mutilado del japonés - No te preocupes, tengo en casa "comida" para saciarte pero tenemos que dejar este lugar con celeridad. 

Dejando su cuello saco un pañuelo blanco, que uso para secarle las lagrimas un poco. Después lo ato a la cara de la chica para que no se vea la sangre. 

Me giro hacía una de las salidas de emergencia para salir sin llamar demasiado la atención y cuando me dispongo a empezar a correr digo. - ¿Vamos?- 

-Sí, señor.

-Ustedes acompáñenme al fumadero- Hay un tono de desprecio en su voz. La pistola de su compañero parece convincente. 

Amber se queda mirandoos en la acera.

- ¿Por qué a mi?

Son las únicas palabras que digo, aún masticando un último trozo de carne. Aún así, me dejo llevar por ese hombre que al menos no parece un enemigo. Al fin y al cabo, estaba armado y yo sigo viva.

- ¿Quién soy? ¿Qué sabes de mi?

Estas palabras sonaban extrañas hasta para mi. Lo normal sería hacer las preguntas sobre la otra persona, pero era un caso bastante especial.

Os sentais en una mesa con una botella de un vodka azul extraño.

El policía le da un lingotazo.

-En fin... ¿Nombres?

Lanzo un hechizo que provoca miedo irracional al hombre que nos apunta con la pistola… y mientras me dirijo a Godoy - Disculpe señor, pero no tengo ningún tipo de información. Al oír el estruendo salí corriendo por miedo que fuera un atentado - digo esto con voz dulce y cara de no haber roto nunca un plato - y encuanto a este joven - señalo a Vyctor - temo que esté herido - me acerco a Godoy y de forma seductora añado - y usted no querrá poner la vida de nadie en peligro, ¿verdad? 

Todo esto intento que sirva de distracción.

[Ainara me ha dicho que solo hay una entrada/salida que es pasando todo el bar]

Justo cuando voy a salir caigo en la cuenta que hay solo podemos salir por puerta principal. 

Me acerco a la chica y busco con la mano dentro de la gabardina. Saco un par de cilindros mientras contesto. - Vi algo especial en ti. 

Me giro pero antes de lanzar los cilindros por debajo de las escaleras sonrío y digo a la chica. - Toma aire. - 

Cuando los cilindros caen en la sala se llena de humo y cuando casi no hay visibilidad dentro de la sala agarro a la chica de la mano y pasamos los dos entre la gente para salir del bar entre la confusión. 

Se llena todo de humo denso negro dentro del bar. La gente empieza a entrar en pánico.

El poli de la pistola se hace un ovillo en el suelo y tiembla.