Partida Rol por web

Le vio al fondo, hablando amable pero distraidamente con un hombre anciano. Parecía impaciente porque se reanudara la función.

Vyktor se levanta y se despereza un poco. Después comienza a avanzar, algo dudoso hacía el lugar donde está Amber. Pero, ¿Que iba a improvisar? Bueno, en esas reuniones de cortesía la mentira y el falso interés eran el pan de cada día... El problema sería si Amber lo recordaba de la noche anterior (Iba mascara y cubierto de sombras, pero los rasgos eran los mismos). Pero Amber no podía arriesgarse a montar un escándalo en ese lugar, ¿Sería su conversación un juego de amenazas encubiertas? Aunque algo le a Vyktor decía que quizás Amber no lo quisiera muerto, o no veía a Vyktor como una amenaza... Ya le perdono la vida una vez.  

En definitiva, tendría que sacarse su chuleta y conseguir alargarla con la poca información que tenía de ese hombre.

Una vez está cerca se para y espera a captar la atención de los dos hombres antes de comenzar a hablar. Habla en un tono discreto, no le interesaba que la conversación saliera de allí. 

- Disculpad que les interrumpa. - Dice Vyktor, y comienza con una pregunta para tantear el terreno. - Usted es el Dr. Amber, ¿Verdad? 

- Quedemos dentro de dos días cuando caiga el sol. Tengo un compromiso muy importante mañana espero que le vaya bien igualmente. - 

-Por supuesto, sin problema. En dos días nos vemos entonces, sr. Galaliel. Traigame por favor su presupuesto detallado. ¿Le importa que venga también el Dr. Molina? Es el encargado de las relaciones de mi fortuna con la universidad. Nos dará otra visión sobre la gestión. Aunque no sé si estará ocupado pasado mañana. 

El hombre mira a Vyktor con curiosidad.

-Así es, joven. ¿Y usted es...?

- Vyktor Von Weissman. - Dice extendiéndole la mano. - Es un honor conocerle. Me hubiese gustado hablar con usted ayer, pero con el desastre que ocurrió no tuve oportunidad. Cuando quise darme cuenta ya lo había perdido de vista. - Tras una pausa (Durante la cual Amber supongo que pregunta que es lo quiere Vyktor), continua. - Verá, soy escritor, y me dedico a extraer historias interesantes de todas partes. He escuchado grandes cosas sobre usted y sobre los logros que ha conseguido en sus trabajos... - Hace otra pausa, para que asimile la información. - Si no es mucho atrevimiento, ¿Podría concertar una entrevista con usted? No quiero atosigarle a preguntas aquí. Y menos seguir interrumpiendo la conversación que estuvieran teniendo. - Hago un gesto con la cabeza, como si me disculpara con el otro hombre. 

-Oh.. qué hombre más curioso, sí señor. Si no le apetece hablar aquí, podríamos acordar una entrevista. Aunque no se preocupe por mi buen amigo Harris...está sordo como una tapia. Podría venir usted a mi casa y conocer a mi querida Dora. ¿Mañana le parece bien? ¿A la hora del te?

Vyktor no sabe como interpretar la palabra "curioso", por lo que no muda la impresión. Después pone una cara de arrepentimiento. 

- Oh, discúlpeme si rechazo esa generosa oferta... - Vyktor mantiene la cara de arrepentimiento varios segundos. - Verá, prefiero entrevistar a la gente en sus entornos de trabajo, la mayoría de las veces se encuentran más relajados allí con el tipo de preguntas que hago, o pueden brindarme información que desde su hogar no podrían. En todo caso, si pudieramos quedar allí, ¿Podría ser más tarde? Entiendo que durante el día ese lugar debe ser un caos de ajetreo. 

-No suelo recibir a gente en mi trabajo...pero tengo una operación pública pronto, pasado mañana. Un meningioma. Adoro los meningiomas. Si quiere puede hacerme la entrevista mientras tanto y podría verme trabajar. No me llevo bien con la dirección del hospital y por no tener no tengo ni despacho casi. Todo el papeleo e investigación lo hago desde casa.

¿Una operación pública? Eso era una suicidio para Vyktor, tendría que seguir dándole vueltas. 

- Sería una lástima que no pudiéramos tener la entrevista en un entorno privado... Si pudiéramos encontrar un momento tras la operación, le podría hacer preguntas de carácter más discreto. No es como si fuera a ir divulgando datos personales, es solo que suelo ser muy minucioso con algunos detalles, ya sabe, para poder dar toda la credibilidad posible a la historia. - Entonces Vyktor finge recordar algo. - Lo lamento pero... creo que me sería imposible ir a la operación, tengo otros compromisos. Quizás... quizás podamos volver a la proposición inicial, si no es molestia. ¿Mañana a la hora del té, le parece bien?

-¿En mi casa? Por supuesto, sin problema.

- Asi será. - Sentencia Vyktor. - Gracias por darme esta oportunidad. 

Dicho esto le pide indicaciones y se despide de ambos hombres cordialmente con un gesto de cabeza. Su apariencia era la de un hombre entusiasta que acababa de conseguir una oportunidad, pero en su interior, su yo más desconfiado, sospechaba que algo no iba a salir bien. El Dr. Amber no le había reconocido, y Vyktor no sabía si alegrarse o ponerse más alerta. Quizás si lo hubiera hecho y lo de la casa era solo una trampa, pero en todo caso Amber no se mostraba tan insistente como alguien que quiere atrapar desprevenido a su presa. 

En todo caso, Vyktor tendría que aprovechar la oportunidad que se le había presentado. No tenía pistas con las que incriminar a Amber, por lo que tendría que ser lo más sutil que pudiera. Y si Amber no tenía nada que ver con el robo de la cabeza, siempre se podría divertir con él.

Vyktor vuelve a sentarse donde estaba. El solo hecho de pensar en volver a entrar en la sala lo incomoda, pero sabría que iba a ser necesario para poder mantener las apariencias.  

- En absoluto. Solo pediría si puede también participar mi acompañante. - Señalo a Victoria con la mano para introducirla. 

- La señorita VonHanch ha llegado hace poco a Agartha, nuestras familias allá en Suramerica hicieron grandes negocios juntas y me pidieron que le enseñara el mundo de la alta sociedad  en el viejo continente. 

- Si no le importa, Sr Von Die. - Concluyo. 

Von Die parece extrañado, pero parece que nada le importa ya del joven extravagante.

-Bien bien, como quiera. Pasado mañana a la hora del té.

- Perfecto. Allí estaremos - Sonrío y después de una reverencia vuelvo al teatro. 

Paseo distraidamente por la sala, asegurandome en mi labor de acomodador de que todo esta llendo adecuadamente. Al pasar a cierta distancia por delante de Victoria no puedo evitar detenerme y mirarla directamente, asegurandome de que ella me vea, mientras su compañero esta ocupado charlando con un carcamal.

Te ve y no hace nada. Se hace la distraida.

Decidi mantenerme discretamente al margen, sin perder de vista a Victoria. No habia que ser un genio para intuir que algo raro pasaba

La obra transcurrió sin incidentes. La música, el ambiente. Todo fue regocijo. Todo el mundo se puso al día. Solo faltaba Goullard. Aster volvía a estar exultante...parecía qeu la ciudad hubiera olvidado el incidente de la noche anterior.