Se me eriza el vello de la nuca, y el pelo de las puntas, casi parece que tenga unas orejas en alerta. Cuando el autómata extiende las alas gruño y me escondo un poco detrás de Hans, hay algo que me pone nerviosa y desagrada de las máquinas de Goulliard and Sons, y cuanto más grande es y más cerca lo tengo peor me siento. Aprieto fuerte su brazo y le digo bajito:
- Alejémonos de aquí por favor... - Hans parece no oírme, totalmente absorto en la máquina.
"Ese poder será nuestro si obedeces mis órdenes y te andas con cuidado"-Resonaba en la mente de Kavi
Vyktor también estaba sorprendido por aquello, pero dentro de su sorpresa quiso aparentar las apariencias. De entre todos los inventos que se habían barajado en su cabeza, nunca hubiera imaginado nada tan sofisticado. Pero otro pensamiento, más siniestro le nubló la mente.
"Un arma para detener a aquellos que estén en nuestra contra."
Era conocido en el mundo el poder de Agartha... ¿Planeaba expandir aún más sus dominios? Pero esa teoría dio paso a otros temores.
"¿Luchará ese ser contra cualquiera que ose levantar la mano sobre la ciudad? ¿Tendré que enfrentarme a eso alguna vez?" El miedo que comenzó a crecer en Vyktor se tornó de pronto en emoción. "Si es así, será mejor que al menos observe cuales son sus limites."
Sonrió. No se iba a perder ningún detalle de ese espectáculo.
Sigues al gato, está detrás del escenario.
Suena la voz del tal Guilliard. Qué gato más extraño, piensas.
Jurarías que era más pequeño cuando entró. Jurarías que no parecía una personita cuando entró...
Aparece el autómata en el escenario.
Observo la estatua de metal… Sólo le dedico un momento.
Me acerco al gato para inspeccionarlo y tratar de cogerlo por si me puede dar alguna pista.
Para cuando vuelves a mirar, el gato ya no es un gato. Es un ninja de metro y medio. Cubierto de negro de pies a cabeza, solo se distinguen sus ojos. Te mira un instante y se esconde detrás del escenario.
Persigo insistentemente al ninja, puesto que puede serme de utilidad en algún sentido o momento.
Tengo que descubrir por qué está aquí y que pretende.
- Espera, por favor. (intento llamarle por encima del estruendo, pero con cuidado de que sólo él me oiga)
De detrás del escenario surge una figura vestida de negro, de movimientos felinos. Aparece de golpe, como aparecido de la nada.
Nadie da crédito a sus ojos. Se acerca a la estatua por detrás y en un instante le coge de la cabeza.
Anton, el guarda de Goulliard se pone en guardia y comienza a subir al escenario. Todo el mundo está petrificado.
Al ver que el ninja me ignora y se da a conocer ante la multitud, mantengo las distancias. No quiero dejarme ver por los espectadores. Me mantengo escondida sin perderme ningún detalle a la espera de los acontecimientos.
"Y yo que pensaba que me iba a aburrir..."
Vyktor observaba la situación, divertido. Busca con la vista a Aedalus y se acerca (En caso de que se hubiese alejado).
- ¿Crees que esto será parte del espectáculo? - Vyktor hace la pregunta en tono de broma, se nota de que esta convencido de que la respuesta será negativa.
Al ver a la seguridad del evento entrar en acción, lanzo un hechizo para asustar y casi frenar al hombre que persigue al ninja, para darle así una oportunidad al ninja y ver si lo que pretende me puede ser de ayuda en un futuro.
-AAAAH!
El enorme guardia enmascarado se desplomó sin razón aparente, quedando temblando en el suelo. Fue todo cuestión de un instante.
-Verdaderamente curiosa- dije sonriendo
En cuanto el guardia cae al suelo lanzo un hechizo de ilusión para crear varias figuras mas como el enmascarado subiendo por la estatua. Mi instinto me dice que le ayude
De la nada surgieron otras siete figuras enmascaradas iguale subiendo por el escenario, rodeando la estatua.
Motivo: Ilusiones
Tirada: 1d10
Dificultad: 3+
Resultado: 10 (Exito)
De la nada surgieron otras siete figuras enmascaradas iguale subiendo por el escenario, rodeando la estatua.
El ninja miró a un lado y a otro, y de un golpe seco, arrancó la cabeza de la estatua.
El Icarus emitió un chirrido y se desplomó.
Voy a usar las ilusiones para cubrir la huida del desconocido. Unas se queden y otras vayan con el y se separen en varias direcciones luego
El ninja metió la cabeza en su traje y con un salto felino se encaramó a una viga, y a la siguiente y saltó por la ventana abierta.
Detrás le siguieron tres de las figuras, el resto parecían guardar la retaguardia. Cuando los ninjas del techo desaparecieron, los otros se perdieron en la confusión de la gente que hablaba entre sí, se abrazaba, miraba anonadada...
Todo había ocurrido tan rápido...
Gill Goulliard estaba rojo de ira, costándole respirar en su voluminoso cuerpo. Sus ojos brillaban de odio. Anton temblaba en el suelo.
Una mujer de negro que había pasado desapercibida hasta entonces y un hombre con una máscara de médico de la peste que lo hacía irreconocible se precipitaron hacia las puertas de cristal.
Amalia Aster temblaba y musitaba en el sitio, sin saber qué hacer.
Salgo corriendo del recinto por si veo algún rastro de los intrusos desde el exterior o capto algún otro evento inusual
Ves cómo el hombre de la máscara está al pie de las escaleras, respirando pesadamente.
La mujer ha ido por la izquierda, se ve su chahal en el suelo. Van hacia la orilla del puerto.
No hay ni rastro de las figuras. Eran muchos pero ya no queda ninguno, parece.
Motivo: Detección
Tirada: 1d10
Dificultad: 5+
Resultado: 6 (Exito)
Es de noche y no tienes pluses en percepcion, más de 5