Partida Rol por web

A la mañana siguiente, según lo acordado, Charlie y Roy fueron a buscar a Lew a su despacho y tras recogerle los tres se presentaron frente a la puerta de la mansión de la Logia, hacía un día espléndido con un sol radiante y la temperatura era magnífica.

¿qué les parece? ¿Entramos? Charlie, usted podía entrar si no me equivoco, seguramente también nos dejen entrar a nosotros si vamos con usted-

MIs palabras suenan convencidas, realmente y a pesar de las circunstancias estoy encantado con la idea de poder entrar a la logía fuera de las reuniones ordinarias

No es problema, será mejor que echemos un vistazo a ver que encontramos, entre los tres iremos mas rápido. Obtengan lo que puedan y luego en la comida lo comentamos-dijo con un suspiro-bueno, espero que hayan desayunado fuerte por que me parece que esto va a ser un trabajo agotador.

Charlie y Roy me habían esperado en la puerta del despacho mientras llamaba por teléfono a Edward Call, pero como les conté después parecía que no se encontraba en la ciudad y por tanto no pude hablar con él. Nos pusimos en marcha hacia la Logia y yo insistí en llevar mi vehículo, les dije que llevaba en él ciertas cosas que podían ser útiles. La mansión tenía un aire siniestro aquel día, no tenía nada que ver con los días en los que había reunión, casi no había nadie en los alrededores. Decidí aparcar a una manzana de allí, para no levantar sospechas, había que ser cuidadoso a partir de ahora.

- No estoy seguro de que el señor Crowley pueda entrar por las buenas dado que hoy no hay reunión - dije recordando algunos de los preceptos básicos que tenía ya casi olvidados - No creo que sea adecuado intentarlo, quedaría sospechoso que nos presentáramos con él cuando deberíamos saber que no tiene permitido el acceso... Hay que pensar en otra cosa...

Entonces abrí el maletero de mi coche y saqué mi escopeta recortada, que era lo mejor para estos cosas, era pequeña y potente. No pensaba atacar la Logia, pero si algo salía mal yo quería tener una vía de escape.

- Yo ya estoy listo, caballeros - dije mientras cargaba un par de cartuchos en la escopeta y después la guardaba en el interior de la chaqueta.

¿Y parecía el más normal?¿Piensa entrar a la logia así?

Escucheme Lew...no creo que sea conveniente que entre armado. Déjeme su arma y usted tambien Charlie, hay un arbol cerca de la ventana...treparé por esta y se las arrojaré. LUego intentaré entrar. Dejaré al perro vigilando entre los arbustos por si hay mucho movimiento y para que no lo vean.

Señor Crowley, me temo que yo no voy armado. Ni hace falta que vaya. Solo voy a entrar a la casa, como ya he echo otras veces, no veo cual puede ser el problema. Respecto a esa escopeta...señor Harper ¿de verdad cree que es necesario?-le pregunto instandole con la mirada a que era una locura llevar un arma como esa sin motivo.

- Confío en que no sea necesario, pero cuando se camina por la cuerda floja de la clandestinidad toda precaución es poca - les dije sonriendo - Es mi trabajo, si no fuese armado a estas alturas estaría muerto, además nadie tiene por qué enterarse... Volviendo a lo que nos interesa, tengo un plan para que el señor Crowley venga con nosotros, confíen en mi, le caigo bien al tipo de la entrada.

Le diríamos al tipo de la entrada que estamos inmersos en una importante investigación y que necesitamos la colaboración activa del señor Crowley, puesto que es profesor en la universidad y se le considera un entendido en el tema. Eso debería funcionar viniendo de un maestro de la Logia como Charlie, y si no... bueno, supongo que se mostrará más receptivo si le deslizo unos billetes en el bolsillo.

Claro-digo sin tener ni idea de cual será el lan pero dispuesto a seguirle la corriente...No es que desconfiase de las capacidades de mis colegas, pero relamente yo era muy habil buscando información en los libros. lo que a ello podía llevarles horas a mi me llevaría probablemente la mitad del tiempo

Está bien señor Harper, pero por favor absténgase de tratar de entrar a la fuerza con eso-dijo señalándole con la mirada a la escopeta- Recuerden que solo vamos a investigar unos libros, no tenemos de que preocuparnos. Así que adelante, usted primero-le indicó a Harper, mientras notaba bajo su axila el peso de su pistola.

Llamáis a la puerta y os abre el mayordomo de turno , el cual reconoce en seguida a Charlie y a Lew de haberles visto otras veces. El mayordomo conoce el nombre y aspecto de todos los maestros de la orden - Señor O´Conail buenos días, bienvenido. Veo que viene acompañado... no quisiera ser descortés pero ¿ tienen permitida la entrada los hombres que le acompañan? siento tener que preguntarle ésto, pero son las normas de esta casa.

Me adelanté a Charlie dedicándole a aquel tipo la mejor de mis sonrisas.

- No debe preocuparse por preguntar, es su trabajo - le dije con tono de camaradería - Y como seguro ya sabe, conocemos bien las reglas... Estamos inmersos en una importantísima investigación acerca de los medios rurales canadienses, una retrospectiva sobre su cultura, costrumbres, leyendas... - trataba de utilizar palabras grandilocuentes para que el discurso sonase mucho más convincente - ¿Ha oído hablar del Wendigo? Esa criatura nos tiene fascinados, sus leyendas son tan reales... entre usted y yo, apostaría a que ese ser existe en realidad, sería fascinante verlo ¿verdad? - parecía que ya le había confundido lo suficiente así que había que seguir - El señor O'Conaill y yo encabezamos la investigación desde la Logia, se puede decir que nos ocupamos de la parte más esotérica de la leyenda del Wendigo, mientras que el señor Crowley, también miembro de nuestra amada Orden, se dedica a la investigación de los textos, digamos, más mundanos... Ya lleva un tiempo con nosotros y pronto será ascendido a Iniciado, estoy seguro, así que pensamos que no habría problema en que el señor Crowley nos acompañase.

Hice una pausa para pensar en el siguiente paso, pero parecía que mi discurso le estaba convenciendo, después de todo casi se podría decir que no estaba mintiendo. Casi todo era más o menos cierto, excepto el asunto del Wendigo.

- El señor O'Conaill me advirtió que aún así debíamos hacer esto de la manera adecuada, ya sabe, por respeto a los demás fráteres - continué con mi alegato - me dijo " Lew, amigo mío, será mejor que pidamos permiso, nuestro amado líder nos lo concederá sin problemas dado que el señor Crowley es un respetado miembro de nuestra comunidad" y efectivamente yo debí rendirme a la sabiduría de sus palabras... - me estaba enrollando a propósito pero ya era hora de terminar - Perdón si me extiendo demasiado, debo ir al grano, el caso es que nos concedieron el permiso y además una compensación para usted, por las molestias - eché mano a la billetera y le solté 10$, era mucho pero aquel tipo ya debía saber que en la Logia se mueve mucho dinero - Aquí tiene usted, y ahora ¿podemos pasar? ¡No debemos hacer esperar a la Ciencia y la Cultura!

Charlie puso su mejor cara de poker mientras Harper trataba de convencer a aquel muchacho. Si le salía bien la jugada no tendrían mayor problema pero si no, tendrían que buscar la manera de meter a Roy y eso sería un quebradero de cabeza.
Cuando Lew termino de charlar, Charlie asintió con la cabeza afirmando todo lo que había dicho Harper.

El hombre sonríe y coge los 10 pavos y tras embolsárselos contesta - Miren yo no entiendo de rangos de esta casa, pero si tienen ustedes permiso del mismísimo Señor Scott, tienen permitida la entrada. Apuntaré sus nombres en el libro de registro de entrada. Pasen por favor. Disculpen si no podemos ofrecerles nada de comer, pero hoy estoy yo sólo.- hace un ademán para que entréis.

Muchas gracias-le dijo Charlie con una sonrrísa.

Cuando hubieron caminado unos pasos, lejos de los oídos del portero se dirigió a sus compañeros.

-Ya han oído, estamos solos en la casa. podremos echar un ojo a la Biblioteca tranquilamente y quizás a algún sitio mas. ¿Por donde quieren empezar?-no se había dado cuenta pero poco a poco ese espiritu investigador, como el de un niño pequeño, se había apoderado de él y deseaba descubrir algun oscuro secreto, algo que sonase tan extraordinario como la inmortalidad.

Muchas Gracias digo con toda la seriedad que puedo. Realmente estoy sorprendido por la habilidad de Harper a la hora de tratar con la gente. Aunque yo se improvisar muy bien mentir, o malinterpretar la verdad no es uno de mis fuertes. En seguida se me nota en la cara...Bien. Vayamos a la biblioteca

- Muy bien, vayamos a la biblioteca sin perder más tiempo, la ciencia no debe esperar - traté de que el tipo de la entrada escuchara mis palabras.

Pero cuando llegamos al piso de arrriba pensé que sería un momento más que adecuado para curiosear acerca de lo que se estaba construyendo, había mucho secretismo en torno a eso también, y ya puestos a esclarecer la verdad...

- ¿Qué les parece si echamos un vistazo a lo que están cosntruyendo aquí arriba? Tengo curiosidad - les dije una vez estábamos delante de la puerta de la biblioteca.

Es una buena idea, pero debemos andarnos con cuidado. Demos un vistazo rápido y vayamos a la biblioteca después.

Toda esta situación me recordaba a los libros que leía de niño y estaba empezando a notar la adrenalina en mi cuerpo y Demonios...era mucho más apasionante que las clases de la universidad

Tranquilamente y sin hacer mucho ruido subís al primer piso. Las escaleras que continúan o continuarán mejor dicho al segundo piso están tapiadas.

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No se puede acceder al segundo piso, al menos no por las escaleras.

Extraño...comento ¿porque cerrar la entrada de esta manera? Meneo la cabeza -creo que será mejor que vayamos a la biblioteca. Está claro que aqui no podemos entrar con métodos convencionales

- Bueno... según se mire - dije en rspuesta al comentario del señor Crowley - no es raro que si las obras están en marcha la entrada esté tapiada, por seguridad mayormente, aunque si que es extraño que un día como hoy no haya nadie trabajando... Aún así creo que deberíamos concerderles el beneficio de la duda, a pesar de nuestras sospechas.

Nos dirigíamos a la biblioteca, pero antes de entrar eché un rápido vistazo al salón de las ceremonias. Nunca lo había visto tan vacío y tan... al alcance. Mi naturaleza curiosa me empujó a entrar allí.

- Si no les importa vayan entrando en la biblioteca, yo voy a echar un vistazo por el salón... lo cierto es que nunca lo había visto tan vacío y tengo curiosidad.