Partida Rol por web

Mañana del día 19 del octavo mes del año 298.

Fuller aparece a unos metros de distancia saliendo de entre los caballos con un saco en una de sus manos. Al mirarte notas un poco de desconcierto al no ser habitual que vengas al establo. Aprendiste a montar de pequeña y a veces has empleado alguna montura acompañando a tu padre, al Maestre Gilbert o como oficial del mercado pero muy pocas veces durante el año. No te extraña su sorpresa al encontrarte aquí.

Su expresión se va suavizando y notas como va recorriendo con sus ojos todo tu cuerpo y no centrándose precisamente en tu cara. Cuando llega a tu lado sonríe amigablemente se inclina un poco deseando medir un pie mas o que tu midieras uno menos. – Qué desea señora Vanesha, ¿le preparo una montura? – Mirándote intensa y calidamente añade, – siempre le puedo dar clases privadas para montar, no haría falta contárselo a nadie. Le aseguro que no tendría queja.

Dirías que nunca le habías visto un semblante tan feliz como cuando te hacé esta propuesta que te suena absolutamente sincera por su parte.

Mañana del día 19 del octavo mes del año 298.

Sonríe levemente al escuchar a Stuart por los tragos de más y al señalar a los soldados –tienes razón, aunque a veces uno tiene sus privilegios jejeje-

Y en ese momento es cuando el Maestre Stuart casi es arrollado por Sharra  y como a todos no puedo aguantar las risas –jajajaja-

En eso Stuart vuelve a susurrar y le contesto con otro susurro –pues sinceramente primo nunca me he puesto en ese plan, el salir de caza se vuelve muy emocionante para mí y no pienso en otras cosas, es mas lo tomo como una forma de distraerme y poder ser yo mismo, para mi estar aquí encerrado todo el dio no es lo mío-

En eso escucho a Cedric  hablar de algo que debe hacer Lord Kevan por lo que volteo a verle mientras pienso –seguro es por el regreso de Lady Lysa- y aunque casi nunca me metía en esos asuntos la inquietud de lo que pudiera pasar después no me dejaba tranquilo

Mañana del día 19 del octavo mes del año 298.

Y en ese momento es cuando el Maestre Stuart casi es arrollado por Sharra  y como a todos no puedo aguantar las risas –jajajaja-

En eso escucho a Cedric  hablar de algo que debe hacer Lord Kevan por lo que volteo a verle mientras pienso –seguro es por el regreso de Lady Lysa- y aunque casi nunca me metía en esos asuntos la inquietud de lo que pudiera pasar después no me dejaba tranquilo

Mañana del día 19 del octavo mes del año 298.

Vanesha dio un par de pasos hacia uno de los habitáculos de los caballos apoyando la mano en una de las columnas de madera mientras la ojeaba de arriba a abajo durante un instante, como analizando su firmeza y robustez,  para volver a mirar a Fuller acto seguido.

Parecía confiado, seguro de sí mismo. Eso era bueno. La prepotencia limitaba la visión, como si de un embudo se tratase, evitando ver los peligros y malas intencionesa a tu alrededor. En cierta manera la prepotencia tenía mucho en común con la inocencia.

-Estoy segura de que es así.- Reconoció con falsa ingenuidad. Miró una de sus mangas, hacia la costura, tomando con la mano opuesta la misma y tirando con fuerza varias veces seguidas hasta rasgarla. Hizo lo propio con el escote, el cual también se había encargado de debilitar para que la tarea no fuese complicada incluso para un niño, dejando entrever el inicio de un canalillo oculto por una fina combinación de lino blanco.

-Creo que voy a necesitar un vestido nuevo...- Susurró con malicia, mientras cerraba el puño y comenzo a golpearse el rostro con fuerza, intensidad, y rapidez  en nariz, boca, cejas y pómulos. Casi a la par golpeó con la cabeza en la columna de madera cayendo al suelo. No se contuvo en la caida apoyando las manos. Dejó que la mugre del establo empañase su vestdo y su pelo. Se llevó la mano a boca y nariz dejando que la sangre la manchase y esparcirla  de forma irregular, justo antes de comenzar a gritar aterrorizada y apabullada entre sollozos. Bien sabía Vanesha de lo escandaloso de la sangre por su padre y tío. Como un ligero corte podía parecer una herida terrible si la sangre lo empapaba todo.

-¡¡¡Aaaaaaaahhh...por favor....ayuda...!!!-

Aún no era consciente de lo que estaba ocurriendo. Prueba de ello era la disposición por ayudarla a incorporarse. Casi sintió lástima por él durante un fugaz instante, que fue dispado ante el pensamiento de lo que hizo con Sharra y las otras. Pero sobre todo con la idea de lo que podría intentar con la pequeña Cat. Había notado tanto su tono como su mirada lasciva sobre ella, con total impunidad, siendo sobrina del capitán de la guardia e hija del maestro de armas. Qué le detendría de no hacer lo mismo con la hija del Lord, aprovechando la ingenuidad e inocencia de su edad...

Se aseguró de agarrar la mano de Fuller con las suyas manchadas de sangre para impregnarle, mientras algo conmocionada por los golpes apoyó, un instante la frente en su pecho, mientras se incorporaba, dejando que la sangre de su nariz y boca se esparciesen por la ropa del agresor. Alzó su mirada para encontrar la del hombre, dibujando frente a él un gesto de terror en un proceso no oculto que comenzaba en cierto gesto de satisfacción, hasta convertirse en la expresión de alguien desesperado por salvaguardar su integridad.

Volvió a gritar entre sollozos.

-¡¡¡ Sueltameeee...Ayudaaaaaaa... !!!

Estuvo tentada de susurrarle algo como a ver a quién montas ahora, cerdo. Pero se contuvo, para no pecar de lo mismo que Fuller...de prepotencia. Aquello solo era el primer paso. Nada se había resuelto aún y necesitaba estar completamente atenta e inmersa en la situación, como si fuese lo más real posible. Tratándo incluso de creerse ella misma que era real para que fuese totalmente convincente.

Mañana del día 19 del octavo mes del año 298.

De pronto os parece oír unos gritos de auxilio pero de seguida sed sobrepone otro sonido.

Los que tenéis cerca alguien de la casa Ferragut veis que desenfundan sus dagas colocándose en posición de combate intentando localizar que ha provocado que Sharra la gatosombra de sus señoras haya lanzado su rugido de desafio. Allí no puede ser por uno de sus parientes salvajes.

Mañana del día 19 del octavo mes del año 298.

Sharra, la doncella comienza a gritar señalando a los establos. – Ha sido la voz de Vanesha la he visto entrar los establos alguien la ha debido atacar.

Salé corriendo sin parar de gritar señalando los establos. – Correr, ayudarla.

Se detiene un instante al lado de uno de los soldados de los Falcon, Hug. – Corre ves a la torre de los Maestres a avisarlos y a Berta la sanadora. – Mientras le habla lo gira del hombro en la dirección que le indica insistiendo hasta que este asiente saliendo corriendo en esa dirección. Inmediatamente prosigue su carrera hasta la puerta de la armería cuyos centinelas alertados por sus gritos le abren a su llegada.

Mañana del día 19 del octavo mes del año 298.

Alia alarmada por primero el extraño rugido y los gritos de Sharra deja caer en el suelo la jarra de cerveza y los restos de la empanada dirigiéndose mientras desenvaina su daga hacía los establos.

Mañana del día 19 del octavo mes del año 298.

De pronto Sharra se pone a rugir poniéndose al mismo tiempo protectoramente entre la pequeña Catelyn y la parte central del patio. Los Greta Royce y sus hijos nada mas comenzar a rugir Sharra se giran hacía donde lo hace desenfundando Stuart y Joana sus dagas.

Greta le dice a su cuñada Lay Selyce intentando parecer mas tranquila de lo que esta. – No te preocupes por la pequeña Sharra no consentida que le ocurra nada nos avisa de que están atacando a alguien.

Volviéndose hacía su hijo. – Organiza a nuestros hombres hay que saber que ocurre. Joana… – gira la cabeza indicándole a la pequeña. Los dos asienten marchando Stuart a convocar a su lado a sus soldados y una Joana un tanto resignada aferrando con fuerza su daga.

Lady Selyce reacciona con una rapidez inusitada seguramente por el temor por sus hijos mientras grita a los guardias de la puerta de la torre de los Maestres. – Avisar uno a los Maestres y la sanadora. – Tú, – mirando a su compañero, – protegerás a mi hija hasta nueva orden.

Inmediatamente se gira hacía los que guardan desconcertados la puerta del ala de oficiales. – Uno ir a alertar a Lord Kevan y el otro con nosotros.

Por su lado la pequeña Catelyn se queda desconcertada apoyada en el lomo de Sharra consciente de que algo no va bien.

Mañana del día 19 del octavo mes del año 298.

De pronto por encima de vuestras conversaciones escucháis gritos y un rugido que la mayoría no reconocéis pero que hace que Normand y Karl se incorporen echando la mano a sus dagas.

Normand habla mientras Karl desenfunda su daga.

– Esa ha sido Sharra la gatosombra de mi esposa e hija. Solo ruge así si nos atacan o hay muchos extraños cerca.

El resto de vosotros los miráis desconcertados sin saber muy bien que hacer mientras parece que ahora se incrementan los gritos y las carreras en el patio de armas.

Mañana del día 19 del octavo mes del año 298.

Apenas escuchar el grito llama mi atención de inmediato pero Sharra se da cuenta más rápido que cualquiera de donde proviene, aparte la actitud de mis primos y de Greta Royce delata que la situación es más grave de lo que podría imaginar, por lo que no podía quedarme de brazos cruzado

-voy a averiguar que sucede- y me giro de inmediato para salir casi a la carrera al centro del patio pero justo al llegar a la esquina del edificio me encuentro con un soldado y de inmediato le pregunto -oye que fue ese grito? Que ha sucedido?-en mi voz se nota la preocupación pero manteniendome firme ya que desespérame no ayudara en nada

Mañana del día 19 del octavo mes del año 298.

Al reconocerte el soldado con la librea de la casa Falcon frena su carrera.

– Señor Derek, – notas que en su nerviosismo no ha hecho la leve inclinación que todos efectúan ante cualquier miembro de la Casa Falcon, – Sharra, la doncella dice que reconoció la voz de Vanehsa que había entrado en el establo.

Tu la puedes ver, a la doncella, detrás suyo corriendo sin detenerse a pensar lo que se ha subido las faldas a punto de llegar a la puerta de la armería.

Después de coger un poco mas de airé continua Hug. – Pedía a la gente que fuéramos a averiguar que ocurría y a mí avisar a los Maestres y la sanadora. Uno por lo menos estará en su torre. – Notas en su mirada que cree que es muy importante que le dejes cumplir su cometido en avisar de posibles heridos.

Cojo una espada y lo primero que hago es comprobar la situación de todos los presentes, más por deformación profesional que por sospechar, aunque un poco de todo, no lo voy a negar. Que desenvainen armas a mi lado no me gusta, ni aunque esté justificado. Así que seguiré mi instinto y sólo me fiaré de los miembros de la casa a la que sirvi y a mis familiares y conocidos próximos. Los gritos de fuera no me dan buena espina. Miro a Brazh y asiento con la cabeza.

-Vayamos a ver qué ocurre y preparaos para cualquier contingencia. Normand, si lo que has dicho sobre el gatosombra es cierto, trata de unir a tus hombres por si hay que responder a un ataque. Brazh, deberías ir a por los gladiadores. Movámonos señores.

Saldré de los últimos, no quiero dejar mi espalda libre para un apuñalaniento, nada más tenga campo de visión miraré el patio a ver si veo el origen de los alaridos para identificar qué nos ataca. Luego iré a ver a Lord Kevan, por si debo protegerle a él o a los miembros de su familia.

Mañana del día 19 del octavo mes del año 298.

Antes de que podáis salir entra Sharra, la doncella, tan exhausta que necesita unos segundos para recuperar el aliento. Cedric nota que los dos centinelas has desenvainado las espadas y lo miran a él en lugar de hacerlo al Capitán de la Guardia o al Castellano, sus superiores.

– Señ...r Cedric, – mirándote angustiada, – su hija Vanesha… en… el establo grita… auxilio.

Acaba de entrar apoyándose en el muro interior.

Mañana del día 19 del octavo mes del año 298.

Os parece que hay un pequeño alboroto pero las gruesas paredes de la edificación principal hacen que aparte de alguno girando la cabeza en un primer momento todo siga su curso.

Cuando entran soldados que estaban de guardia por la puerta principal y por la del ala de los oficiales todos se detienen y callan por lo inusitado de que lo hayan hecho corriendo. Se detienen un instante como buscando a alguien en la mesa principal y finalmente el procedente del ala de los oficiales es el primero en hablar mirando a Roland y sus abuelos. – Me envía Lady Selyce, en busca de Lord Kevan ha ocurrido algo en el patio de armas que ha alarmado a la gatosombra de los Ferragut.

Antes de que podáis responderle los procedentes de la entrada principal añaden. – Sharra, la doncella gritaba que era Vanesha quién gritaba y que acababa de entrar en los establos.

Se quedan los tres esperando vuestras ordenes mientras todos los demás sirvientes están atentos a lo que se acaba de decir, comenzando los primeros murmuraciones en pequeños grupos.

Mañana del día 19 del octavo mes del año 298.

Rápidamente reaccionas poniéndote en pie le indicas al primer soldado que se dirija a la planta superior a avisar a tu padre y también a tu hermano Zane. Después te encaras con los otros dos. – ¿No bastaba con uno de vosotros y el otro a comprobar que ocurría? Rogar a los Dioses que no sea nada grave.

Mirando a sus abuelos. – Voy a ver que sucede, quedate con la abuela Lord Steven. – Sin esperar respuesta, tampoco puedes imponerle que es lo que debe hacer tu abuelo, miras a los maestres. – Maestre Stuart acompáñeme por si hubiera que atender a alguien, no se donde esta Berta.

El Maestre Suart te contesta. – Esta en nuestra torre le acaba de preparar un poco de poleo al Maestre Gilbert y se lo he traído.

Girándose hace acudir al sirviente mas cercano y lo hacé ir a buscarla y decirle que vaya a los establos.

Con la mano apoyada en tu daga llegas a las puertas principales.

Mañana del día 19 del octavo mes del año 298.

Al fijarte en Sharra ves que los guardias le abren la puerta sin que tenga que detenerse y entra dentro.

Hug te hace un inclinación mas acentuado y en un tono de disculpa te dice antes de seguir hacía la torre de los maestres. – Lo siento señor Derek, pero si Sharra tiene razón Vanesha necesitada ser atendida por Berta.

Se separa de ti siguiendo rápidamente hacia la torre de los Maestres.

Mañana del día 19 del octavo mes del año 298.

El otro guardia en la puerta de la Torre de los Maestres entra en ella siguiendo las ordenes de Lady Selyse, es un veterano y que recuerde es la primera vez que la ve dándolas pero no tiene ningún motivo para ignorarlas. Si hay alguien herido evidentemente hay que ir a buscar a la sanadora.

Nada mas comenzar a subir las escaleras esta se asoma preguntándole. – ¿Que ocurre se oye mucho ruido en el patio?

Deteniéndose el soldado responde. – No lo se, Lady Selyse me ha ordenado que subiera a buscarla por si hubiera algún herido. – Berta parece algo desconcertada pero reacciona al cabo de un instante. – Acaba de subir me ayudaras a llevar la mochila para atender los heridos, así tendré las manos libres, rápido.

Al cabo de un par de minutos Berta sale de la torre dirigiéndose hacía Lady Selyse con el soldado con la mochila en las espaldas detrás de ella.

Me quedo un segundo mirando fijamente a Sharra. Es como si todo mi mundo se tambaleara y perdiera el pie. Mi hija está en peligro y ni siquiera lo he visto. -¿Mi hija? Sin pensarlo un solo segundo más voy corriendo hacia los establos. Cojo una espada larga o una bastarda, la primera que tenga a mano en la armería y salgo a socorrer a Vanesha.

Mañana del día 19 del octavo mes del año 298.

Oyes ruido de voces en la puerta y finalmente se abre entrando uno de los centinelas acompañado de uno de los soldados que guardaban tu puerta.

El centinela es quién habla. – Disculpar Lord Kevan pero en el patio se han sentido gritos y la gatosombra parece haber indicado… – Notas como titubea dudando si continuar.

Comienzas a picar con los dedos en la mesa impaciente irritado. Finalmente acaba de decir todo lo que cree saber. – Las damas Ferragut y el señor Stuart Ferragut coincidieron en que eso sólo lo hace si se acercan muchos desconocidos o hay alguna lucha cerca. Lady Selyse me ordeno venir a avisarlo mientras mi compañero subia a buscar a Berta la sanadora.

Tomando un poco de aire sigue hablando. – Abajo se lo comunique al vuestro hijo Roland y a Lord Steven Feragut. Los centinelas de la puerta principal indicaron que Sharra la doncella creía que fue Vanesha la que grito pidiendo auxilio poco después de entrar en los establos. Roland me ordeno que avisará a su hermano el señor Zane también.

Al oír que la hija de tu amigo Cedric puede haber sido atacada en tu propio castillo donde nació y ha estado toda la vida te enfureces. Dirigiéndote al soldado que ha acompañado al centinela, y que actuá como tu ayuda de cámara. – Mi espada, no hay tiempo para la armadura. – Señalando al otro guardia de su puerta. – Ir a buscar la espada de Lord Steven, no sea que este implicado uno de sus hombres y escoltarlo.

Mirando al centinela al salir. – Decirle a Zane que también lleve sus armas.

Mañana del día 19 del octavo mes del año 298.

Estas disfrutando tanto de tu baño que estas prácticamente dormido. Sabes que algunas de las sirvientas que te lo han preparado sólo esperaban una invitación para compartirlo contigo pero ahora querías estar solo

Te parece oír ruido de voces junto con golpes en la puerta y finalmente se abre entrando uno de los centinelas acompañado de uno de los soldados que guardaban tu puerta.

El centinela se queda paralizado y finalmente habla. – Disculpar señor Zane pero en el patio se han sentido gritos y la gatosombra parece haber indicado… – Notas como titubea dudando si continuar.

Comienzas a salir del sopor en que estabas pero no sabes si no estas soñando no dice nada coherente. – Las damas Ferragut y el señor Stuart Ferragut coincidieron en que eso sólo lo hace si se acercan muchos desconocidos o hay alguna lucha cerca. Lady Selyse me ordeno venir a avisar a Lord Kevan mientras mi compañero subía a buscar a Berta la sanadora.

Tomando un poco de aire sigue hablando. – Abajo se lo comunique al vuestro hermano Roland y a vuestro abuelo Lord Steven Feragut. Los centinelas de la puerta principal indicaron que Sharra la doncella creía que fue Vanesha la que grito pidiendo auxilio poco después de entrar en los establos. Roland me ordeno que os avisará también.

Al oír que la hija de Cedric puede haber sido atacada en tu propio castillo donde nació y ha estado toda la vida te despiertas completamente ya que no puede ser lo que soñabas ya que recuerdas la sensación de bienestar.