Mediodía del día 22 del octavo mes del mes del año 298 en Puerto Gaviota.
En un sitio como este, ningun dia es igual a otro, eso puede ser bueno o no, pero desde luego es un lugar interesante.
Mediodía del día 22 del octavo mes del mes del año 298 en Puerto Gaviota.
Notas como tu hermana Joana recorre con sus ojos la estancia con docenas de invitados sentados a las mesas. En vuestra casa coméis solo vuestra familia y solamente de forma ocasional alguno de los sirvientes.
– Después quiero subir arriba del todo de la torre. Así podremos ver la ciudad, no me perdonaría haber estado en Puerto Gaviota para haber visto solamente el puerto y una calle. Y mañana sino hay ningún compromiso como representantes de nuestra casa salir por la puerta en que se conocieron nuestra tía Katheryn y Ser Hector.
Sabes que es la única faceta romántica de tu hermana, como se conocieron, además de como murió defendiendo a unos campesinos que intentaban refugiarse trás de las murallas de Puerto Gaviota.
Mediodía del día 22 del octavo mes del mes del año 298 en Puerto Gaviota.
Claro, subiremos a la torre y veremos la ciudad desde allí, mañana podemos pasar por la puerta, allí tu besas a un chico y yo a una chica y nos vamos a conocer la ciudad.
La digo, mientras doy un beso exagerado al aire en tono burlón.
Mediodía del día 22 del octavo mes del mes del año 298 en Puerto Gaviota.
Desde que llegasteis Joana se ha mostrado alegre y animada pero cuando hablas de beso vuelve a despertar su genio. Lanza su puño hacia ti frenándolo en el último instante convirtiéndose en un golpe amistoso.
Zane interviene conteniendo la risa con un gran esfuerzo. – Stuart, ya sabes que hay palabras que hacen enfurecer a tu hermana Joana, y no seria la primera vez que nos calienta. – La última parte en voz baja para que solamente lo oigáis vosotros.
Mediodía del día 22 del octavo mes del mes del año 298 en Puerto Gaviota.
Vamos hermanita, no te enfades, te acompaño a donde quieras, aprovechemos el viaje y divirtamonos.
Mediodía del día 22 del octavo mes del mes del año 298 en Puerto Gaviota.
Visiblemente relajada después del pequeño golpe de genio os sonríe mientras os dice a todos en voz baja.
– Vosotros también podéis venir primos.
Nada más oírlo un enfadado Roland inerviene. – Yo no pienso acompañados, ya no soy un niño. – Mirando por enésima vez al estrado y a su hermano Zane. – Nosotros deberíamos estar allí, por lo menos yo.
Su hermano Zane niega con la cabeza intentando ocultar la sonrisa. – Roland eres incorregible, todavía no eres el Lord.
Mediodía del día 22 del octavo mes del mes del año 298 en Puerto Gaviota.
Comes cada día, tienes un lecho donde dormir y ropa con la que vestirte, no busques demasiado pronto un puesto que lo único que te dará es responsabilidad y quebraderos de cabeza, todo llegara, de momento disfruta.
Mediodía del día 22 del octavo mes del mes del año 298 en Puerto Gaviota.
Roland se pone por momentos ya que se siente realmente menospreciado al ser tratado como la mayoría de los que hay en la sala.
Zane al verlo a punto de volver a protestar dice para que solamente le oigáis vosotros aprovechando el ruido de la gente. – Roland, ¿no querrás atraer la atención de nuestro padre de esa manera?
Con un gran esfuerzo este comienza a relajarse.
Todo se interrumpe con los sirvientes retirando los entrantes y sirviéndoos una sopa de pescado con numerosos trozos en cada bol.
me encojo de hombros y sigo disfrutando de la comida y la bebida.
Tarde del día 22 del octavo mes del mes del año 298 en Puerto Gaviota.
Mientras prosigue la comida no os pasa inadvertido que una sirvienta servicialmente le rellena la jarra a Roland repetidamente. Al cabo de dos platos mas ya no parece sentirse menospreciado. Esta mirando muy atentamente a la chica, pero es evidente que difícilmente podrá caminar y le será imposible seguirla a menos que ella así lo quiera.
Cuando acabáis los postres Roland esta apenas con fuerzas para mantenerse erguido.
Zane os dice indicando con la cabeza el estrado. – Ayudarme a llevarlo a su habitación. Si nuestro padre se da cuenta es capaz de embarcarnos en uno de los navíos y enviarnos de vuelta a casa.
Tarde del día 22 del octavo mes del mes del año 298 en Puerto Gaviota.
le cojo de un brazo y ayudo a Zane a llevar a Roland a su habitación con el mayor disimulo posible.
Tarde del día 22 del octavo mes del mes del año 298 en Puerto Gaviota.
Parece que no sea alguna cosa que sorprenda a los sirvientes, o estos simulan no darse cuenta del estado de Roland. Vosotros tampoco intentáis llamar la atención.
Joana se ha unido a vosotros y cuando estáis a punto de llegar a la puerta se os adelanta para abrir la puerta y hace lo mismo con la cama. Consiguió una habitación para el solo en parte debido a no acudieron vuestros abuelos por su elevada edad. Roland se la adjudico sin pensárselo dos veces.
– Desnudarlo antes de meterlo en la cama y, – sacando el orinal de debajo de la cama, – dejarle la cabeza por fuera centrada aquí. Os esperare fuera, no se lo tomaría nada bien si se entera que estaba aquí mientras lo desnudabais. – Acaba un poco nerviosa, dirigiéndose hacía la puerta.
Tarde del día 22 del octavo mes del mes del año 298 en Puerto Gaviota.
ayudo a Zane a desnudar a Roland y tumbarlo en la cama.
Tu hermano debe aprender a beber, Zane.
Tarde del día 22 del octavo mes del mes del año 298 en Puerto Gaviota.
Zane te responde divertido en voz baja mientras arropa a Roland.
– No si él sabes que no suele emborracharse. Estoy prácticamente seguro de que lo hicieron los sirvientes hartos de sus continuas quejas. Se han asegurado de pasar una noche tranquila. Y para ellos son menos valiosas unas ánforas de bebida que hacer que una de sus compañeras ahora estuviera aquí en su cama.
Tarde del día 22 del octavo mes del mes del año 298 en Puerto Gaviota.
Bajemos al banquete, queda mucho por comer, beber y hacer¡¡
salgo de la habitación y regreso al banquete.
Tarde del día 22 del octavo mes del mes del año 298 en Puerto Gaviota.
Tu hermana Joana te retiene suavemente tocando tu hombro. – Espera voy a buscar a Zane que nos acompañe, sino es capaz de quedarse pendiente de su hermano Roland.
Entra y al cabo de unos segundos sale medio arrastrando a Zane, es evidente que con el tampoco acepta un no por respuesta.
Tarde del día 22 del octavo mes del mes del año 298 en Puerto Gaviota.
Miro divertido a Zane y sigo disfrutando del banquete, buscando de paso alguna bella mujer por el salon
Tarde del día 22 del octavo mes del mes del año 298 en Puerto Gaviota.
Mientras estabais fuera han retirado las mesas centrales dejando espacio para quienes desean bailar, y muchos otros han abandonado la Gran Sala. No tenéis problemas para sentados en una de las laterales donde siguen sirviendo bebida para acompañar dulces y piezas de fruta.
Stuart no tiene problemas en lograr cruzar su mirada con algunas de las jóvenes sirvientas intercambiando sonrisas. En un momento dado ves a tu hermana sonriéndote para evidenciar que se ha dado cuenta.
Mientras Zane esta hablando, a vuestro lado, con su amigo de la infancia Janos.
Tarde del día 22 del octavo mes del mes del año 298 en Puerto Gaviota.
¿Estarás bien, si te dejo sola, hermanita?
me fijo en la sirvienta mas atractiva que vea y coqueteo con ella con la mirada.
Tarde del día 22 del octavo mes del mes del año 298 en Puerto Gaviota.
Puedes leer perfectamente como tu hermana expresa un sonoro, aunque sólo tú seas capaz de interpretar, como no.
– Yo por mi parte no tengo ganas de que ninguno me toque con la excusa de que ha bebido demasiado. Dare una vuelta con Shara por las murallas y me retirare a nuestra habitación. – Golpea enérgicamente con el dedo el pecho añadiendo. – Ni se te ocurra llevártela allí, no pienso compartir mi cama con ninguna otra ni me iré a pasear con Sharra.
Ves como esta, como si entendiera lo que decís, ahora a sólo unos dedos de las piernas de Joana. Muy difícilmente alguien podrá tocarla sin su consentimiento explicito.