Partida Rol por web

 - ¿Y a donde vamos exactamente, si dices que todo esto no es real?. - Le pregunté a mi guía, mientras miraba a mi alrededor, atento a cualquier posible peligro.

- No es que no sea real...lo que ves es solo un adorno, pero el camino existe...ahora mismo os estoy llevando a la Comuna, es el lugar donde la gente como yo y bueno... te miró hacia tí mirándote al completo ...supongo que ahora también como tú vivimos, simplemente es un espacio donde los seres de la Sombra no circulan por ello no nos atormentan y molestan, en cualquier caso allí estamos todos...quizás alguno de los sabios sepa algo sobre tí...en el mejor de los casos sabrás lo que haces aquí y como volver...en el peor...bueno, no quiero ponerte nervioso y desanimarte diciéndote aquello que no sé...pienso que es la mejor idea, ¿no crees?.

 Me encogí de hombros, con actitud despreocupada:

 - Supongo que tienes razón. ¿Queda muy lejos ese lugar que dices?.

- Está cerca tranquilo... andaron en torno a diez minutos hasta llegar a un edificio de unos 10 metros de altura, poco ostentoso, pues estaba hecha con roca gris apenas trabajada, un pequeño kronos (escalones de acceso), unas simples columnas a lado y lado sin capitel que las decorase, era una auténtica comuna, todos por el suelo con una manta como mucho para tumbarse...el edificio no tenía mayor decoración interior que las columnas bastas que sustentaban el techo, había personas de varias razas...todas del norte, elfos como bien te señalarón antes no había ninguno, la longitud de la nave sería aproximada a unos 200 metros, por lo que era un edificio grande a fin de cuentas ...imagino que no es la mejor imágen que habrás visto de un templo, sé que los de vuestra raza son maravillosos.

 Asentí, con una expresión compresiva y lleva de piedad:

 - Cierto, pero comprendo que, dadas vuestras circunstancias, no tenéis mucho con lo que trabajar. Estoy seguro que los dioses de la luz a quienes recéis lo comprenderán y agradecerán vuestro esfuerzo.

- Supongo que aquí los rezos de nadie llegan a su sitio correspondiente... durante varios minutos la pareja se acercaba a veteranos ancianos, que ya a simple vista no eran más que otros ancianos desarrapados...la existencia en este lugar era un auténtico tobogán de sensaciones. Cuando ya se iba acabando la busqueda ambos fueron llamados con un gesto de mano por un hombre mayor, no especialmente alto, de barba canosa hasta el inicio de la zona pectoral y vestido con una túnica roja larga con capucha.

- Hola... dijo el anciano que permencia sentado ...soy Lutrhic de Astorga...tengo información sobre una profecía que quizás os sirviese de ayuda, según se cuenta entre el nexo de ambos mundos se encuentra una especie de guardián...algo así como un infiltrado entre las sombras y la luz...el problema es que para hablar con él, aquí debes de ser de luz y no de sombras...ninguno de ustedes lo eraís...pero sí tu nuevo amigo.

 Escuché con mucha atención al anciano mientras se presentaba y escuchaba lo que me tenía que decir:

 - Saludos, Lutrhic. Yo soy Erin. ¿Que más me puedes decir de ese guardián y de lo que dice esa profecía, exactamente?. Es mejor andar con pies de plomo con estas cosas...

Extendió los brazos...- Es una criatura indefinida, tiene forma física, pero al mismo tiempo es cambiante...las profecías dicen que aparece en lo más recondito del bosque espeso, no es un ayudante, pero tampoco es tu enemigo...por lo que lo bueno y lo malo con él suceden a la vez, éste aparece cuando un viajero extraviado entre los mundos llega...y bueno...eso es todo en realidad.

 Me rasqué la cabeza, un tanto confuso:

 - Pues tal y como le describes podría ser cualquiera. ¿Hay alguna manera de distinguirlo de una persona normal?. ¿O solo puedo depender de mi intuición?.

- Ah eso... dijo el hombre meciéndose las barbas ...perdona me faltó esa parte...dicen que cuando lo requieras..."camines abandonado por la senda de hojas amarillentas, cuanto más lejos esten tus pasos de aquello que conoces, el guardián...el vigilante o el mercader...aparecerá ante el necesitado, para ayudarle en su camino"...eso es lo que decía, ese era con lo que terminaba el escrito.

 - ¡Caray, que cosa tan rara!. - Pensé, tan escuchar el enigmático texto. A continuación les pregunté al hombre:

 - ¿Esa senda es algo simbólico o es algo real?. Porque nuestra amiga me a dicho que aquí nada lo es realmente...

- Bueno, es relativo...sería algo así, como que lo que ves fue en su día algo real...y se ha copiado en este lugar, al no existir en el otro lugar... el homre intentaba definir el complicado concepto ...lo que quiero decir es que cuando se destruyó lo que ves en el mundo del que vienes apareció aquí...no sé, quizás alguna de esas regiones este aquí...como el tiempo aquí es siempre constante, debe de ser una zona de otoño...si esto es ciclico y es invierno...debe de estar cerca.

- Yo... dijo la chica un poco conmocionada ...yo conozco un lugar así, otoñal...exactamente como describe...quiero decir...sé que ha dicho una descripción muy vaga del lugar, pero es que solo he visto algo que se le parezca...

El anciano se sorprendió moderadamente...- ¿Muy lejos de aquí joven?...

- No...no demasiado en realidad, apenas unos minutos largos, estaríamos allí enseguida... tomó del brazo al elfo ...sé que es mucha responsabilidad...y más pedirte yo un favor sin ni tan siquiera habernos mirados dos veces, pero...¿vendrías conmigo a esta búsqueda?.

 Miré a la chica, con determinación:

 - Vamos allá, te sigo...

 De todas formas, no es que tuviera demasiadas opciones de todas formas. Aunque no quisiera hacerlo, carecía de otra alternativa, aunque presentía que podía confiar en ellos. Era una lástima que toda la ayuda que pudiera darles era poner fin a su sufrimiento y no darles una nueva vida.

Ambos abandonaron el lugar...pero tal cual salieron de allí sonaron los relinches de varios caballos...parecía que la temperatura incluso había descendido, hacia frio...- Son ellos...tenemos que salir corriendo de aquí inmediatamente...¡vamos!... ambos salieron corriendo a carrera, Erin no era un mal corredor en velocidad, pero sin en aguante y veía su vista dar tumbos de un lado para otro mientras corría de espaldas al inminente peligro, la respiración se le agitaba, la sudoración comenzaba a molestar y perturbar sus sensaciones...tras un rato por el camino terrizo casi sin orientación para Erin descendieron por un pequeño desnivel y se adentraron en el bosque.

Al cabo de un rato dejaron de escucharse las bestias en la lejanía...el bosque había cambiado...el color de la hierba era oscuro y su tacto más rudo...había calvas en el suelo...y los árboles eran diferentes...sus hojas tomaban el color del otoño...con cada pequeña rafaga de viento caían de los árboles...- Es aquí...tiene que ser aquí... ambos caminaron muy juntos caminando por el bosque, tomando precaución de cualquier peligro que pudiera aproximarse...y lo encontraron...de pronto sus pisadas eran lo único que oían, grande, fuerte, poderoso...respiración ruda, peludo con cabello castaño y dos pares de cuernos enrollados con ojos vacíos le aportaban la presentación.