Partida Rol por web

Okita había permanecido en la misma posición, silencioso, pero definitivamente sabía que tenía que tener las cosas claras, después de todo conocía a la gente sencilla hasta cierto punto. En su fuero interno sabía que iba a llegar el momento donde había que dejar un poco al lado la sutileza y el silencio sobre la desaparecida, pero no iba a ser el quien soltara su identidad, sobre todo a sabiendas de que seguramente lo que se diga aquí no quedaría secreto por tanto tiempo, y que el precio que se pidiera por la colaboración no lo iba a pagar el.

-Dicen que las palabras corren como el viento, y hay sitios donde el viento sopla con más fuerza. Buscamos a una mujer, desapareció ayer en circunstancias sospechosas y sus huellas nos han llevado a esta casa a por información. 

Asiento de forma inconsciente a las palabras de Okita.

Bien dicho...

Y me mantengo en un estado algo ajeno, como si estuviera en otro lugar, pero estando allí, a la espera de la respuesta de Ogura.

Nakato observaba ojo avizor, como el topo, a las reacciones de la dueña cuando de repente un pensamiento cruzó su cabeza, durante una fracción de segundo tuvo una genial idea en la punta de la lengua pero después se difuminó.

Poco a poco, presa dela frustración, en su intento por atrapar aquella idea fabulosa se ensimismó y  dejo de atender a todo y todos cuanto tenía delante y al final cuando se dio por vencido y salió de su ensimismamiento...

"¿Que dice okita?" se pregunto abriendo mucho los ojos "¿Como hemos empezado a hablar de esto?" presa del desconcierto miró al resto de sus compañeros a ver si la expresión de sus rostros le podía revelar algo, pero era inútil.

Había perdido el hilo de la conversación y poco podría decir salvo asentir como si supiera de que iba la cosa hasta que se enterara de lo que se había perdido.

Ogura relajó el tono afable de su rostro y lo mudó por un rictus de preocupación. No...No sé de que me habla. Aquí no ha sido. Os han debido mentir si os han hecho creer que estoy implicada en esa desaparición. Creía que algún conocido suyo se había demorado en mi casa, pero definitivamente no sé sobre desapariciones.

Una figura trás el biombo se levanta y se aleja. Dejais de notar su silueta.

La joven te señala la otra puerta de la habitación, una que no es tan ostentosa y que seguramente de a los pasillos dónde se encuentran las otras habitaciones privadas de la casa. Te levantas y te escabulles por allí esperando que ninguno se haya quedado abajo. Pues en ese caso el cruce sería inevitable a no ser que saltaras por una ventana.

Si Nakato era quien estaba liderando la operación, entonces sería precavido y puede que hubiera dejado a alguien esperando, al menos, yo lo haría.

En cuanto me crucé con alguna de las chicas la frene, a fin de preguntarle si había algún samurai en la parte de abajo o alguna mujer de cabello blanco, nunca se sabía como la grulla podría haber influenciado a sus perros falderos...

Nada más decir que buscaban aquella silueta parecía ponerse en movimiento. Sospechoso cuanto menos y era lo único que su suspicacia necesitaba para crispar sus nervios.

¿Quien es? dijo Nakato de improviso, brusco y cortante haciendo un gesto a la silueta del biombo que acababa de desaparecer Que venga, le invitaremos a bebida. en sus palabras no había amabilidad pese al ofrecimiento.

Estaba sumamente molesto por la deferencia mostrada hacia la privacidad de los demás y la displicencia y laxitud que se tenía aparentemente hacia su privacidad. Los dobles raseros era algo que no soportaba demasiado bien y menos cuando venían de sus inferiores.

Hai, por favor... Que venga aquí. Es muy descortés tenerlo allí esperando cuando podría compartir este momento con nosotros. A nosotros no nos importa su compañía, y estoy seguro que a él no le importará si se trata, como seguro que es así, un samurai honorable.

Añado a los argumentos de Nakato. Está claro que nos están espiando y que esta mujer sabe más de lo que dice. La sangre me bulle por su forma de actuar tan descortés y desconsiderada. Lo de dejar que nos espien ya es la gota que lo colma, aunque me esfuerzo por no exteriorizar nada de lo que siento. Los nudillos de mi mano derecha se ponen blancos por la fuerza de mi puño apretado, resistiéndome a coger mi katana y darle una lección a esa despreciable mujer.

Todo depende de su forma de actuar para que reaccione mejor o peor. La necesitamos para conseguir lo que sabe, pero tales ofensas no pueden quedar sin resouesta.

No es importante quien pueda haber. Ustedes son ahora mismo lo más importante. Si notó la turbación que poseíais,omitiócualquier reacción.

Nakato se levantó sin previo aviso y mientras pasaba al lado de la señora dijo sin más

Os dejo con mis compañeros, si me disculpáis. dijo levantándose y dirigiéndose a la salida donde convergería con la silueta. 

La chica no supo que responderte. Sabía que habíasamurais en lacasa, pero hasta verte a tí no había visto a ninguno y creía que estaba reunidoscon  Ogura.

Recorres raudo la distancia que te separa dela estancia inferior. No obstante si había algún samurai aquí ya no está. No puede haber llegado antes que tú,sin embargo.

Nakato se marcha conn rapidez por dónde habíais entrado.

Ogura parece ponerse nerviosa, aunque en su situación ¿quien no lo estaría?

Volviendo a lo de la persona que buscan...¿cómo es esa mujer? Continuó en un intento por encuazar las reacciones por un camino menos airado.

Hice un ademán con la mano para quitarle importancia al asunto y dejar que la chica siguiese en lo suyo, mientras me prestaba a salir del lugar, de encontrarme con algún samurai ya vería que hacer...

Ignoro educadamente los movimientos de Nakato, contento en mi fuero interno por su reacción.

Hai...

Continuo, hablando con voz suave a Ogura.

Sois muy perspicaz al adivinar que se trata de una mujer... Habría dicho que vuestro local está más frecuentado por hombres...

Comento con una sonrisa neutra.

Por otra parte, nadie ha dicho que esa persona haya desaparecido en vuestra casa... Simplemente se nos ha dicho que sois una persona con oídos y ojos en muchas partes, neh? Si nos ayuda a encontrarla os estaremos muy agradecidos. Es muy importante dar con ella.

Continuo, para calmarla y darle una salida. Lo primero es encontrarla.

La mujer miró curiosa a Jin.¿Perspicaz?, si su compañero mencionó que buscaban a una mujer. Comentó refiriéndose a Okita. Aunque aclarado que no desapareció aquí ni hacia aquí suponen que me entero de cosas. Es un halago. La mujer agachó la cabeza un momento pensativa.Deben sospechar que no ha sido una desaparición voluntaria, y además la mujer es bella, o al menos joven. Puedo tratar de ayudarles, aunque lo que piden no es loque suelo ofrecer a quienes solicitan mi ayuda.

Nakato se hallaba en la estancia de entrada al igual que auquella mujer y el bebé, cuando Kyo bajó las escaleras.

Nakato miró brevemente a Kyo y siguió caminando hacia la salida que era su rumbo inicial, esperaba que este le siguiera casualmente y allí poder intercambiar algunas palabras discretas.

Al ver a Nakato sonreí por debajo de la máscara y no dije nada más, saliendo del lugar para encontrarme con el afuera.

Mirando hacía la dirección contraria y casi dándole la espalda dije:

-"Aquí no esta lo que buscamos...y los hechos con drogas abundan en todo el distrito..."-