Partida Rol por web

Martin no dejó de picar mientras hablaba, pero procuraba hacerlo en voz baja. El joven se sentía como los presos picapedreros de los seriales baratos y no le gustaba un pelo.

—Ya te lo dije colega...con la cuervo de esta no salimos. Y el viejo parece interesado en ella... Pa'mi que tienen relación. Que se conocen vamos.

Adrian forzó el cuerpo para que los golpes fuesen mas fuertes y por tanto sonasen mas alto.Llevandose por un segundo las manos a la espalda lanzó un gruñido.

—Uffffffff... —resopló—si intentan liarnosla no me voy a andar con tonterias. Se que te jode salirte del plan pero me da en la oreja que si hace falta salirnos y no lo hacemos acabaremos ahí dentro. Colega, no sé tú, pero para mí, mi pellejo y el tuyo lo primero...

Penrod se rascó el mentón, pensativo.

—Pues, si te soy sincero, no lo recuerdo —contestó casi inmediatamente—. Recuerdo que había alguno más pero mi investigación era sólo mía, eso seguro.

Por fin alguien empezaba a hablar claro. Hasta ahora ese grupo no había sido claro, no le había dicho siquiera de que lado venían y Penrod había tenido que maniobrar como buenamente había podido. No estaba claro si Penrod recordaba algo más o si era cierto lo que decía. Lo que estaba claro es que si mentía era un estupendo actor.

Vale, descansa y trata de hacer memoría mientras despejamos la entrada.- le dijo a Penrod amistosamente- cualquier cosa que recuerdes será de gran ayuda. Voy a echarles una mano o no terminaremos nunca- dijo señalando a sus compañeros que estaban picando.

Se levanto y se alejó de la sombra del árbol mientras pensaba en el futuro del físico.

Cuando llegó al hormigón cogió un pico y comenzó a ayudarles.

Tantos músculos y al final tiene que ser una mujer la que acaba haciendo el trabajo duro.- les dijo mientras trabajaba junto a ellos.

—Nena, ¿has recibido un tiro como el colega?—preguntó molesto Adrian haciendo un movimiento con la cabeza.—¿Has estado colgada del puto brazo media hora?  El joven llevaba toda la mañana picando otro mientras ella se p mientras la chica había estado al fresco del árbol, rompiendo toda la superficie y la parte mas dura del hormigón y ahora venia a presumir moviendo su firme culito... No. Ella había estado todo el viaje sentada haciendo y diciendo estupideces, algunas tan gordas que ni el mismo Adrian las habría hecho. Empezaba a pensar que no era un cuervo, simplemente tonta del bote y ahora venía a darselas de chica dura.

No sé como Martín a podido estar picando más de tres horas - reconoció al sirviente. No creía que con aquella herida pudiese hacerlo, y le había sorprendido gratamente-  ¿Pero tú? No me jodas Adrián. Estuviste colgado antes de entrar en la nave de Penrod, entre la charla y el viaje pasaron horas suficientes para que descansara tu sufrido brazo.¡Pero si hasta tuviste tiempo de emborracharte un par de veces!

Adrian tardó unos segundos en responder debido a que estaba muy ocupado picando, que era lo que tenían que hacer.

—Mira maja, todos sabemos por que estas aquí —replicó sin dejar de picar— pero no vengas a dartelas ahora de wonderwoman por dar dos hostias a una piedra despues de un día al fresco. Y no me he emborrachado. No tenía suficiente alcohol, así que pica y calla, como todos o no piques. Umpfff —exclamó de pronto. —Creo que esto ya está abierto

Iluminame Adrián, no te cortes ¿Por qué estoy aquí?- Le dijo. - Porque yo creo que es para evitar que acabes cagándola.

No le gustaba aquel tipo, de eso estaba segura, no le gustana nada en absoluto, en cuanto acabara está misión y la ascendieran se ocuparía de que no lo volvieran a llamar para ningún otro operativo. Iba a seguir contestandole cuando el grandullón del pendiente consiguió perforar por fin el hormigón.

Kellen había observado la discusión mientras Adrian discutía con Ilse. Examinaba a la muchacha en todo momento tratando de no interferir en su trato con el grupo. Ella era quien dirigía aquello y por lo tanto la superior. Adrian se había pasado pero no era él quien debía reprenderlo sino la propia Ilse. Había aguantado aquel desprecio durante todos esos años y ahora era su oportunidad de demostrar que estaba a la altura.  De pronto se levantó e hizo levantarse a Penrod cuando Martin hizo un gesto para que se acercaran. 

Habían pasado 4 horas, cuatro largas horas y ya había empezado a anochecer pero por fin habían encontrado la entrada del bunker.

Una vez apartado los escombros del cemento pudieron ver la entrada al bunker B047. Como puerta una escotilla de mecanismo rotatorio para su apertura pero que estaba visiblemente deteriorado por el paso del tiempo. Apenas tenían luz para iluminarse excepto los faros del coche y la noche se hacía cada vez más oscura, pero por fin descubrirían que era lo que se ocultaba en aquel bunker y que se ocultaba en la memoria del antiguo Caballero.

Estaba oscureciendo, y dudada que alguien del grupo hubiese tenido la previsión de coger linternas.Dejó el pico en el suelo y se fue hacia el coche, encendió el motor y lo acercó para que los faros iluminaran la entrada al bunker.

Cuando bajo del coche les preguntó a sus compañeros y especialmente a Adrian que era quien la había traído.- ¿Usamos ya la dinamita o prefieres primero probar a hacer palanca con los picos?

Parece que Ilse, después de mucho meter la pata, había comenzado a soltarse y a ponerse en su lugar. Sonrío satisfecho aunque los modos de Adrian no son los que me gustarían y debería mostrar más respeto por su superior. No quiero volver a intervenir, pero si tengo que hacerlo lo haré y más si sigue tratándola de aquel modo.

Me mantengo al margen observando cada movimiento de cada uno.

—Joder, vaya mierda bunker sería si conseguimos abrirlo con explosivos o picos— masculló el joven mientras miraba a Penrod inquisitivamente. El chico no necesitaba decir más. Estaba claro que el viejo sabría que podían hacer para abrirlo.

— Penrod abre la escotilla.— dijo Martin dejando el pico cerca del coche

— Y esto no es una petición — desde luego que no lo era. Ya estaba cansado de tanta historia y de aquella mierda de misión. El viejo había acabado por tocarle las narices y era hora de acabar con ésto de una vez por todas asi que agarró su pistola y la recolocó en la espalda entre el jersey y el cinturón.

Ilse sonrió con las palabras de Martin. Si el viejo caballero se las había arreglado para evitar darles ninguna pista sobre ese sitio mucho se temía la chica que fuese a ayudarles ahora.

De todas formas, pensaba que no les haría falta, simplemente habría que hacer girar el mecanismo rotatorio agarrotado por el tiempo.

No creo que Penrod, tenga la fuerza necesaria para girar ese volante, Martin-  dijo- Y menos herido como está. Pero sí que podría ayudarnos si nos confirma que no hay ningún mecanismo de protección adicional.

— Penrod no es nuestro invitado Ilse. Es nuestro prisionero. No lo olvides. — Martin empezaba a enfurecer por momentos con aquel trato de favor hacia el viejo despistado.

— Deja que baje y lo intente. —

— Venga Penrod. — movió la cabeza señalando a Steindel el camino desde su posición hasta la escotilla del búnker.

Penrod levantó la cabeza mirando fijamente a Martin.

—¿De verdad soy tu prisionero? —dijo enfadado—. Yo más bien creía que era vuestro libro de instrucciones. Me necesitáis para entrar aquí, no se por qué, pero me necesitáis.

El viejo se asoma al agujero e inmediatamente se vuelve.

—Mira, en esta ocasión si os voy a dar información. Sólo hay que girar con fuerza y se abrirá... y no me hace falta haber estado dentro para saber eso. Y, antes de que me lo digas, por mucho que lo intentara yo no podría moverlo, así que deberás de hacerlo tú, grandullón —dijo mientras le palmeaba el hombro y se alejaba del agujero.

El caso era que Penrod le gustaba más cada segundo que pasaba. Aquellos dos estaban deseando darle una paliza a alguien en cualquier momento y el viejo no dejaba de esforzarse en cabrearlos más y más. Igual siempre había sido un "toca pelotas" o quizás fueran los años de aislamiento, pero estaba demostrando una sangre fría propia de todo un caballero.

En eso te equivocas Penrod, como físico, deberías saber que solo es información si nos cuentas algo que no sepamos. Y lo de hacer fuerza ya lo sabíamos. Y aunque no has contestado a la pregunta de las medidas "extras" de seguridad, confiaré en que si hay explosivos adosados a la trampilla nos lo habrías dicho.

Dicho esto bajo a la trampilla y con ayuda del pico que llevaba hizo palanca para desbloquear el mecanismo. Pero no se movió ni un milímetro.- Tal vez si alguno me ayudará entre los dos podríamos moverlo.- volvió a repetir una vez más.

Adrian bajó a ayudar a la chica de un salto, cuando vio que esta no era capaz de hacer un mínimo de fuerza. Mujer tenía que ser.... Antes de saltar Adrian avisó a Martin.

—Colega...alejate y apunta al viejo...y si aquí explota algo metele un tiro en los huevos de mi parte.

Pero aquello no fue necesario. Adrian se las apañó para hacer girar la pesada rueda y haciendo fuerza junto con Ilse la levantaron dejando al descubierto el bunker. Unas escaleras de mano descienden hasta el punto de no alcanzar a ver lo que hay al fondo. Allí abajo todo está en silencio, igual que a vuestro alrededor donde solo soplaba el viento y se escuchaba la respiración agitada de Adrian e Ilse. Por fin se había abierto aquella puerta que llevaba tanto tiempo cerrada...

— El momento se acerca viejo.— dijo sonriendo sarcasticamente a Penrod.

— Ahora veremos si tienes algo ahí dentro que nos pueda servir o no. Pero sea como sea, pronto dejarás de sernos útil. Así que yo de tí, dejará el sarcasmo para otra ocasión. — Martin se quedó al lado de Penrod con el arma en la mano esperando a que alguno de los otros bajara a echar un vistazo.