Partida Rol por web

Legado Oscuro I: Vitae

Capítulo I: La Fiesta de la Cosecha

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19/04/2016, 20:54
Narrador

Avanzaste por el bosque a toda velocidad, dejando rápidamente el linde atrás. A pesar de la oscuridad, esquivaste los troncos, ramas y raíces traicioneras con la familiaridad que te daba la experiencia de haber recorrido aquél paisaje cientos de veces.

Muy pronto, encontraste a tu objetivo: una figura corpulenta cuya silueta se destacaba en la oscuridad y que parecía estar buscando algo. Justo sobre él, en el árbol, viste unas figuras más pequeñas y gráciles, mirando hacia abajo.

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19/04/2016, 20:56
Narrador

Pocos segundos después apareció justo debajo del árbol donde os habíais encaramados alguien. Era alto y corpulento. Apenas era una sombra en la oscuridad de la noche en el bosque. La figura parecía estar mirando al suelo, como buscando algo. Se agachó un par de veces, removiendo la hojarasca. Se alejó unos pasos hacia el interior del bosque, sólo para volver rápidamente junto al tronco.

Justo estaba rascándose la cabeza cuando captaste otro movimiento, esta vez mucho más violento. Algo se estaba moviendo a gran velocidad desde la dirección de la aldea, e iba directamente contra la figura bajo el árbol, que no parecía haberse percatado.

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19/04/2016, 21:00
Narrador

Os mantuvisteis en silencio, muy cerca el uno del otro, debido al poco espacio. Al principio estabais atentos, alerta ante cualquier ruido, cualquier posible movimiento que pudierais captar desde vuestro improvisado escondite. Pero después Jean Paul te sorprendió con un beso en el cuello. Y luego otro. Y otro. Dulces, tiernos. Simplemente estabais demasiado cerca el uno del otro como para ignoraros durante demasiado tiempo. Te cogió de la cintura acercándote aún más a él.

Un ruido os devolvió de repente a la realidad. Otro más. Pasos. Ramas partiéndose. Voces masculinas. Os quedasteis quietos, muy quietos, paralizados quizá por la sorpresa y el miedo.

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19/04/2016, 21:32
Elouan Leclair

Clavo el tacón del pie derecho en el suelo para frenar en seco, aprovechando el movimiento para dar media vuelta y esconderme detrás de un árbol, con la espalda apoyada en el tronco. Asomo la cabeza para observar, sintiendo alivio al percatarme de la presencia de Daphné (o eso supongo), arriba, en las ramas.

Desato la cuerda que mantiene mi arco a mi espalda junto al carcaj, cogiendo también una flecha. Cierro los ojos durante unos segundos, murmurando oraciones al Astado en susurros. Salgo de detrás de mi escondite y estiro el brazo izquierdo lo máximo posible hacia adelante, tratando de mantenerme relajado y para evitar tensar los músculos y perder precisión. Tenso la cuerda llevándome la mano derecha hacia la mejilla del mismo lado, rozando con la cuerda la comisura de mi labio. Apunto al extraño ser, preparado para incapacitarle o matarle al menor movimiento hostil.

- ¿Quién eres y qué buscas aquí? -Pregunto en voz alta, intentando sonar amenazador. - Date la vuelta poco a poco y no hagas ningún otro movimiento. -Trago saliva, lanzando una furtiva mirada hacia los demás. - ¿Tú le has hecho eso a Eric en la Iglesia?
 

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19/04/2016, 21:36
Justine Lesauvage

Realmente estaba asustada. No sabía lo que ocurría en la aldea y los gritos que escuchamos no ayudaban. Pero aquel pequeño escondite y estar entre los brazos de Jean Paul, me daban la seguridad que necesitaba para no derrumbarme. Permanecí alerta, a la espera de cualquier cosa. Pero no ocurría nada, sólo que el bosque iba siendo engullido por la oscuridad de la noche o el canto de algún búho recién levantado.
Pronto la tensión se comenzó a disipar. A pesar de todo, nos manteniamos abrazados, aunque con menos fuerza que al principio. Yo aun alzaba la cabeza, tratando de ver algo a través del follaje de nuestro escondite, cuando comencé a sentir los labios de Jean-Paul en mi cuello. No fue el único que me dió, venía acompañado de varios más. A cada cual más dulce, más cariñoso. Descendió sus manos y me agarró de la cintura, pegandome a él. Mi respiración comenzaba a agitarse y mi corazón latía con fuerza. No había mucho sitio para moverse y yo empezaba a querer más. Con cuidado, me fui moviendo de mi postura y me subí de nuevo a horcajadas sobre él. Tomé su rostro con mis manos y justo cuando nuestros labios fueron a encontrarse, voces de hombres, pasos y ruido de ramas quedándose nos sacaron de nuestro sueño.
Permanecí inmovil, subida sobre Jean-Paul. Guardando silencio mientras miraba a mi alrededor tratando de ver algo a través de la hojarasca y las ramas que nos protegían. Agudice mi oído, tratando de reconocer las voces o entender que decían.

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21/04/2016, 01:20
Daphné Sabineau
Sólo para el director

La sombra se convirtió en una silueta definida, aunque sólo eso, no pudo reconocerle. Se preguntaba qué estaría buscando. ¿Podría haber perdido algo que trataba ahora de recuperar, o tal vez había ocultado algo con antelación y ahora volvía a buscarlo?

Percibió otra sombra que avanzaba a gran velocidad desde la aldea de una forma decidida y feroz. Tenía el objetivo claro, y éste no era otro que el tipo corpulento que se hallaba junto al árbol. Por un lado, sintió el deseo de prevenirle, ya que no se había percatado de que su cuerpo, además de sobre la hojarasca, se hallaba también impreso en la retina de aquel otro hombre que se acercaba implacable. Pero el deseo estaba lejos de la decisión. En su mente se barajaban varias posibilidades de la escena que podía sucederse: dado el agresivo avance de aquél otro desconocido, parecía que podía desencadenarse una inminente pelea, en la que la desventaja, en un principio, la tendría el tipo que estaba junto al árbol, pero también podría ser que el otro hombre no hubiese tenido en cuenta la capacidad de su adversario. Realmente no sabía qué interés atraía a este punto a ninguno de los dos, ni qué clase de personas eran. Además, otra posibilidad era que aquellos dos tipos fuesen aliados, y de ahí que el otro tampoco estuviese especialmente alerta. Aunque le parecía menos probable no dejaba de ser una opción que no podía descartar.

No sabía qué ocurriría ni cómo les afectaría a ellos, pero en cualquier caso tenía claro lo que harían: seguir ocultos. Protegidos entre los dos hermanos mayores, los pequeños seguían durmiendo, y era mejor así. Miró a su hermano Fabien y con la mirada le transmitió sus pensamientos acompañándolos con un leve gesto negando con la cabeza. No pensaba delatar su posición ni la de sus hermanos. A saber en qué andaban metidos aquellos dos hombres a esas horas y qué estaban buscando. ¿Acaso habían tenido la mala suerte de elegir ocultarse en un árbol bajo el cual se hallaba enterrado el mismísimo tesoro de Carlomagno?

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21/04/2016, 16:45
Narrador

La figura que se abalanzaba veloz a través del bosque paró en seco y se ocultó durante un momento detrás de un árbol. Al cabo de unos segundos, salió de su improvisado escondite empuñando un arco y una flecha, y apuntando al desconocido que aún se hallaba bajo el árbol, aparentemente ajeno a todo aquello. La figura del arco alzó la voz lo suficiente como para que vosotros lo oyerais perfectamente. Lo reconociste al instante.

- ¿Quién eres y qué buscas aquí? -Preguntó Elouan en voz alta, intentando sonar amenazador. - Date la vuelta poco a poco y no hagas ningún otro movimiento. -Tragó saliva, lanzando una furtiva mirada hacia donde te encontrabas tú y tus hermanos - ¿Tú le has hecho eso a Eric en la Iglesia?

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21/04/2016, 16:48
Narrador

La figura se volvió inmediatamente hacia Elouan, alarmado por su presencia y por sus palabras. Muy despacio, dio unos pasos en su dirección y empezó a hablar, con tono tranquilo. Al acercarse hacia Elouan, un pequeño hueco entre las copas de los árboles, por donde se colaba la luz de la luna, hizo que pudiérais verle el rostro con más claridad.

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21/04/2016, 16:51
Reynaud Legrand

El rostro de Reynaud era una mezcla a partes iguales de sorpresa, furia y desagrado. Se encaró a Elouan irguiéndose cual alto era, dejando patente su evidente superioridad física, a pesar de la poca luz que había en el bosque. Su potente voz resonó entre los árboles

- Sólo tú podrías ser tan estúpido, Alexandre. ¿Qué crees que estoy haciendo aquí? ¡Buscando a la gente de la aldea! Creo que vi a Daphné y a sus hermanos tomar esta dirección. Les he seguido el rastro hasta aquí, pero... - se volvió a un lado y a otro, torciendo el gesto, antes de reconocer, muy a su pesar - creo que lo he perdido. - miró de nuevo hacia el cazador y le espetó sin miramientos - No seas más imbécil y deja de apuntarme con eso. Y ayúdame a buscarlos.

La conversación entre los dos jóvenes, a pies del árbol donde Daphné y sus hermanos se habían encaramado, pareció despertar a los más pequeños, que se removieron en sueños de forma peligrosa, colgados de las ramas. El pequeño Ronan dio un mal giro y resbaló de la rama. A duras penas pudo cogerse a tiempo con sus pequeñas manos a la rama, aunque estaba claro para quien lo mirara que no duraría mucho tiempo. El rostro del pequeño estaba congelado en un un mudo grito de auténtico pavor.

El ruido en las ramas hizo que Reynaud alzara la cabeza y encontrara al fin a los hermanos. Alertado por la precaria situación del pequeño, no tardó en reaccionar y extendió los brazos, situándose bajo él.

- ¡Tranquilo, Ronan! - gritó - ¡Te tengo! ¡Suéltate! ¡Confía en mi!

El pequeño, paralizado, miraba a Daphné con horror, al tiempo que le resbalaban por las mejillas gruesos lagrimones.

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21/04/2016, 17:01
Narrador

Las voces y el ruido de pasos descuidados a través de la hojarasca se fueron haciendo cada vez más fuertes, hasta que prácticamente sentisteis que los teníais encima. Tres pares de botas, algo gastadas, de campesino, aparecieron a través del hueco del ramaje por el que vigilabais. Reconocisteis rápidamente las voces como las de Alvar, Sébastien y Onfroy, tres labriegos de la aldea, en la plenitud de sus fuerzas.

- Santa Madre de Dios... pobre desgraciado... no se merecía...

- Calla, Onfroy, y deja de tentar a la suerte. Da mal fario hablar de esas cosas en la oscuridad del bosque.

- Sébastien, para ti todo da mal fario.

- ¡Eso no es verdad!

- Sí, Alvar tiene razón. El otro día dijiste que separar la paja del trigo cuando una mujer sangra traía mal fario...

- ¡Callaos los dos! Vergüenza debería daros. ¿Dónde se habrán metido todos? ¿Por qué se han internado tanto en el bosque?

- Creerían que les traerías mal fario...

La conversación continuó en la misma línea, aunque ya empezaban a alejarse, adentrándose en el bosque, cuando de repente Alvar, el más alto de los tres, se paró en seco.

- Esperad... me parece que he oído algo - elevó un poco la voz antes de seguir - ¿Hola? ¿Hay alguien ahí?

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22/04/2016, 02:08
Elouan Leclair

Le permito girarse, ya que es algo que todo animal acorralado hace. Se lo permito, porque quiero ver su cara. No me engaña, él es el que está perturbando la esencia del Bosque, no puedo afimarlo completamente pero estoy casi seguro de que es el mismo que ha matado a Eric y quiero ver su rostro antes de llevar su cadáver a la família Tavernier.

- ¿Reynaud? -Sorprendido, destenso un poco el arco, apuntando con la flecha hacia el suelo. "¡Esto sí que no me lo esperaba! ¿¡El tonto de las cavernas ha llegado antes que yo!? Vaya... tal vez mis instintos me han fallado y el asesino está en otra parte. Aunque todo apuntaba...". Me lo quedo mirando, no del todo convencido. ¿Y las huellas? Reconozco el patrón de movimiento de un cazador, no el de alguien que busca ayudar.

Me decido al resbalarse Ronan y verle la cara. No tiene miedo de caerse, tiene miedo de quién hay abajo.

- ¡Apártate de él! -Le grito, volviendo a tensar el arco y apuntándole, directo a la espalda. - Si se cae tampoco le pasará mucho, ya es lo suficientemente mayor como para que a esa altura, el golpe, sólo le duela unos días.

- Has sido tú. -Le acuso. - ¿Que venías a buscarlos? Y una mierda. Reconozco unas huellas de un cazador en acción cuando las veo. -Lucho con todas mis fuerzas por no soltar la cuerda, pero de verdad siento tanta rabia que siento que debo matarle. Ni siquiera pienso en la posibilidad de que me estoy equivocando. - ¿Y por qué entonces se escondían de ti, eh?

- ¿Has matado a Eric Tavernier, Reynaud? -Me tiembla la voz al decirlo en voz alta. - Tú has sido el único capaz de hacerlo, tanto por la fuerza para someterlo y rajarlo, como por el tiempo. -Al menos, es mucho más creíble que la idea de un extranjero que ha llegado y por casualidad le da por matar y desaparecer. - ¿Por qué llegaste tan tarde a la misa, eh? ¿Te deshacías de los ojos o de toda la sangre?

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23/04/2016, 02:22
Daphné Sabineau

¿Cómo había podido pasar? ¡Creía que estaba todo controlado! Fabien y ella asentados en las ramas y los pequeños protegidos entre ellos. ¿Fue la sorpresa al reconocer la voz de Elouan o la intriga por descubrir el rostro del otro desconocido lo que le había hecho descuidar lo más importante? ¿Tal vez la conversación entre ellos? En realidad no importaba la causa, sólo su hermano.

El corazón de Daphné dio un tremendo vuelco al ver cómo Ronan resbalaba del árbol al que ella le había hecho subir. Afortunadamente había podido agarrarse a la rama, ¡pero no aguantaría mucho! Él la miraba con miedo mientras ella intentaba ocultarle el propio. ¡La situación era desesperante!

-Tranquilo Ronan... -murmuró mirándole fijamente intentando infundirle confianza y valor.

Reaccionó rápidamente intentando cogerle de las manos antes de que fuera tarde mientras rezaba en silencio para que su hermano no sufriese ningún mal. Necesitaba ayudarle por encima de todo, que aquello quedase solo en un susto, estrechar su pequeño cuerpo entre sus brazos, consolándole, secar las lágrimas de su rostro y verle sonreír aliviado.

-¡Por favor ayudad a mi hermano! -gritó suplicante mientras trataba de subirlo de nuevo al árbol, o al menos intentar mantenerlo cogido el tiempo suficiente para controlar el descenso y el rescate. Si ella no lo conseguía sólo podía confiar en que lo cogiesen a tiempo Reynaud o Elouan, quien parecía más interesado en discutir con su amigo que en socorrer al pequeño. ¿Acaso él no veía la importancia de actuar con presteza?- ¡No nos ocultábamos de él! -exclamó angustiada cuando escuchó a su amigo ordenar a Reynaud que se alejase de Ronan. Daphné se sentía tan culpable... si algo le ocurría a su hermano no podría perdonárselo jamás.

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23/04/2016, 07:17
Justine Lesauvage

Mi corazón latía con fuerza, pero esta vez no por Jean-Paul, sino por la situación. Los pasos sonaban más cercanos, al igual que las voces las cuales se hicieron entendibles en poco tiempo. A través de las ramas pudimos ver las botas de los aldenos, cuyas voces reconocí de las veces que pasaron por la taberna.

Mi rostro se relajó al igual que el de Jean-Paul. Tenía intención de salir, pero la conversación que mantenían me frenó. ¿Pobre desgraciado? ¿Qué habrá pasado? Me preguntaba a mi misma mientras seguían hablando. Cuando ví que la conversación se iba zanjando, me moví para salir, pero Jean-Paul me detuvo, agarrándome con fuerza de la cintura y negando con la cabeza. Tras lo cual me regaló una sonrisa pícara y traviesa.

Escuchamos como los tres hombres se alejaban, como sus voces comenzaban a perder en la noche. En el silencio del bosque besé a mi amado y me abracé con fuerza a él. Calculando mal y sin apenas ver, mi movimiento hizo que unas ramas de nuestro escondite crujiesen y se zarandeasen. Acto seguido escuchamos a Alvar preguntar en voz alta.

Con ellos estaremos más seguros. Susurré a Jean-Paul. Además podrán ayudarte a caminar. Salgamos... Concluí dándole un pequeño beso en los labios y sonriéndole. Jean-Paul me soltó mientras me miraba con resignación.

¿Alvar? pregunté haciéndome la despistada. ¿Eres tú? Soy yo, Justine. Le respondí mientras iba saliendo poco a poco del arbusto. Tras ponerme en pie les hice señas. ¡Gracias al Señor que sois vosotros! ¿Qué haceis aquí? ¿Qué ocurre en la aldea? pregunté enseguida, antes de que ellos me preguntasen a mi. ¿Va todo bien?

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24/04/2016, 11:11
Elouan Leclair

Bajo los hombros, chafado, con lo que dice Daphné. "¿¡¡Eeeeeh!!? ¿¡Entonces el saco de músculos no es el culpable!?". Dejo de tensar la cuerda y de la misma inercia, la flecha se cae al suelo. Bufo, decepcionado. "¿En serioo? Estaba convencido de que era él". Recojo la flecha del suelo y la guardo en el carcaj, poniendo también el arco en mi espalda.

Luego observo a Ronan y la histeria general que se ha levantado porque se va a caer. Pongo los ojos en blanco.

- ¡Sin miedo! -Le animo, poniendo mis manos alrededor de mi boca para que se me escuche entre los gritos de su hermana y del tonto. - Déjate caer sin miedo. ¡Así, mira, así! -Le enseño como caer, dando saltitos y mostrando la postura de piernas, rodillas y espalda al aterrizar. Vale, tal vez no es sencillo de entender para nadie más, pero sí para mí.

De verdad, ni que se fuera a matar por caer de ahí arriba. Daph y sus padres lo tienen sobreprotegido, así siempre será una nenaza. Me llevo las manos a la cabeza cuando caigo en algo.

¡Ya sé quién ha matado a Eric! ¡Ha sido el Herrero! ¿Pues no fue él quien le dijo que la próxima vez que persiguiese a su hija, le arrancaría los ojos y se los haría comer? ¡Mi instinto de cazador me lo dice! ¡Ha sido él! Aunque juraría que no dijo "ojos", sino "cojones".

Ah, sí, Ronan. ¿Ha saltado ya?

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24/04/2016, 22:34
Reynaud Legrand

La mueca de desprecio que le dirigió Reynaud a Elouan fue apreciable incluso en la oscuridad del bosque.

- Eres despreciable, Alexandre. ¿Dejarías que se rompiera una pierna con tal de dispararme? Además, bien podrías haberte encargado tú del pobre Eric. Al fin y al cabo, tú lo descubriste, ¿no? Muy oportuno...

El hombre volvió a mirar hacia arriba, extendiendo de nuevo los brazos.

- Ánimo, pequeño. Yo te cojo.

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24/04/2016, 22:36
Narrador

Daphné y sus hermanos intentaron coger a Ronan. Sin embargo, la posición era forzada y se arriesgaban a que alguno más cayera si intentaban hacer fuerza para subirle o agarrarle mejor. La rama del árbol, aunque gruesa, se bamboleaba de forma ostensible debido al peso concentrado de todos los hermanos entorno al pequeño mudo.

En uno de esos movimientos, la rama crujió, aterradoramente, y se sacudió con violencia, haciendo que el pequeño Ronan resbalase y...

 

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Destreza + Atletismo

Dificultad: 6

Tirada (6 dados): 2, 5, 4, 6, 8, 8

Éxitos: 3

Notas de juego

Tiradas de Destreza + Atletismo. Dif 6 para Elouan, 8 para Daphné.

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24/04/2016, 22:41
Narrador

Los tres se giraron casi a la vez, sobresaltados al oírte y verte aparecer por detrás del arbusto que habíais utilizado eficazmente como escondite. Las caras de sorpresa de los labriegos no tenían precio, y en cualquier otra situación hubieran resultado cómicas, pero no en aquél momento.

- ¡Diablos, Justine! ¿Qué haces aquí sola? ¿No te han dicho nunca que el bosque es peligroso? Deberías haber ido con los demás. - dijo Alvar

Cuando le preguntaste por lo ocurrido en la aldea, el semblante de los tres cambió, adoptando una expresión mucho más sombría, lúgubre.

- Ah, claro, no te has enterado... Es... es... - la voz de Sébastien se quebró y no pudo continuar.

- Es Eric... ha muerto. Lo han matado - sentenció finalmente Onfroy.

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24/04/2016, 23:01
Daphné Sabineau
- Tiradas (1)

Motivo: Destreza + Atletismo

Dificultad: 8

Tirada (5 dados): 10, 6, 7, 2, 10

Éxitos: 2

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24/04/2016, 23:05
Elouan Leclair

Me hierve la sangre escuchar al saco de músculos decir que yo también podría haberlo hecho. ¡JA! Todos sabemos que quien más quiere largarse de Séráfin es él. ¿Y quién fue el que casi me mata a golpes, eh? Así que no puedo dejar esto así. Que él salve a Ronan es lo peor que podría pasar, así que decido adelantarme.

Corro rápido hacia la posición de Reynaud, me agacho y entre el hueco que deja con sus zarpas de oso alzadas, me cuelo y me pongo frente a él. Luego salto con los brazos extendidos para agarrar al niño en el aire. Chúpate esa.

- Tiradas (1)

Motivo: Coger a Ronan

Dificultad: 6

Tirada (8 dados): 3, 7, 7, 10, 4, 10, 2, 1

Éxitos: 3

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24/04/2016, 22:53
Justine Lesauvage

¿Ir con los demás? Pregunté con curiosidad evitando responder a la compañía que tenía conmigo. En serio, ¿Qué está pasando en la aldea? Mi preocupación aumentaba, al igual que mis preguntas.

Cuando les vi las miradas, la voz de Sebastian. Onfroy me dió la noticia.

¿E-Eric? Pregunté incrédula y asustada a la vez. ¿Muerto? Nooooo.... Noooooo Mi voz temblaba. No puede ser. Eric no. Mis ojos se empañaron de lágrimas. ¿Cómo ha sido? ¿Quien lo ha hecho? Pregunté mientras trataba de tragarme el dolor y contener el llanto. Me llevé las manos a la boca, tratando de contener el grito de dolor que mi cuerpo exigía vomitar, mientras esperaba respuestas a mis preguntas. ¿Y por qué? ¿Por qué salís todos de la aldea? ¿por qué no os quedáis para ajusticiar al cobarde que le mato?

Eric no era mal chico, su mente era la de un niño. Tenía la fuerza de un hombre, el deseo carnal de un adolescente, la cabeza de un niño y el corazón de un ángel. No podía haber muerto. Pero el semblante de los tres campesinos no cambiaba. Mi cuerpo comenzó a temblar. Gina, Dominique... Señor, ¿Por qué les castigas así?

Mis piernas flaquearon, haciéndome caer de rodillas. Dejé de contener mis lágrimas. Tanto tiempo con él, Eric se había convertido en uno de mis hijos perdidos y su pérdida me dolía casi tanto como cuando perdí a los míos propios. Golpee el suelo con fuerza con mis puños, descargando toda mi ira y dolor en cada golpe.

Notas de juego

Claroooo, como Eric es tontooooo. Pobrin, sabía que le sobreviviría, pero esperaba que viviese algo más. :_(