Partida Rol por web

La gótica pasa a encabezar la marcha de manera autómata. Si, salgamos de aquí...

Lady Bathory, el apodo que le tienen puesto a Elizabeth, parece ausente. A pesar de que la situación es extrema, Eliz parece pensar en otra cosa.

Rick ha aparecido de la nada con un desconocido que ha huido a saber con qué intenciones. Marcos está al borde de sus fuerzas y el cadáver de un desconocido armado con un hacha yace en el suelo empapando de sangre el enlosado. Todos parecen haber olvidado que lo han matado brutalmente a goles...

Tras la esotérica va Rubí y terminan el grupo Fabiano y Spinner cargando con Saez. De repente es Mark el que recuerda algo!

Mierda! Eliz, la escalera, cuidado!

Justo en el momento en que el pensamiento del arquitecto va a convertirse en voz de alarma se escucha el crujir de las tablas del escalón y el grito agudo de Hutchinson. Las linternas y las miradas se dirigen al suelo donde el pie de Eliz aparece tragado por las maderas. El pánico se refleja en su cara.

Ibas pensando en el diario, en los nexos espirituales que has podido experimentar, en el libro de los muertos, en todos menos en la puñetera escalera y en sus trampas. Mark os orientó al subir, pero no lo has recordado al bajar.

La pierna te duele. Como poco se ha rasguñado con las maderas rotas. Pero hay algo más. Notas un tremendo cosquilleo en el pie y puedes observar como decenas de pequeños arácnidos suben por tu pierna...

Mierda!!!

Iba pensando en todo lo que hemos pasado y en salir lo más rápido posible de allí que ni me acordé de la trampa de la escalera. Escucho el crac de la madera crujiendo y Eli con su pie metido en la trampa, su cara de pánico...

Eli!!!!

Grito y me abalanzo sobre ella para sacarla del escalón. Mi primer impulso es quitarle las arañas con las manos pero me paro justo a tiempo, me quito el anorak y empiezo a apartar las arañas de ella, rápidamente, sin poder disimular el miedo que tengo que le hayan picado. Mark, ayudála!

Confiando en que Rick pueda con el bueno de Marcos, le dejo a su cuidado. Me acerco al borde de la escalera, donde está Rubi quitándole las arañas a Eli.. Con fuerza la cojo del brazo y tiro de ella, para que pueda apoyarse en mí y salir del agujero que hay donde antes estaba un escalón..

- Tenía que haberme acordado!! me recrimino mientras con la mirada intento detectar a cualquier bicho que intente acercarse a mí..

Mierda!

La madera cruje bajo uno de sus pies que se hunde casi hasta la rodilla. El golpe no ha sido demasiado duro, pero a juzgar por el punzante dolor, alguna astilla ha tenido que atravesar la piel. Cuando consigue sacar la pierna de nuevo ayudada por Mark, las heridas provocadas por la madera podrida pasan a un segundo plano. El puñado de arañas que trepan por su pantorrilla son mucho más peligrosas.

- Joder, quitádmelas, quitádmelas!! - Sacude la pierna y con el diario que aún sujeta en la mano imita a Rubí para alejarlas de su cuerpo.

Elizabeth recibe asistencia inmediata por parte de Mark y la siempre atenta Rubí!

Decenas de arácnidos caminan por encima de las medias de rejillas de la gótica, de agujeros lo suficientemente grandes como para que cualquiera de ella la pueda picar sin problemas.

El alcance del incidente aun es desconocido.

El semblante de Rick parece demasiado estático como para reflejar pena o alegría por la desgracia de Elizabeth. No deben haber sido pocas la veces, en un pasado reciente, que el grandullón ha deseado que la gótica tuviera motivos para estarse calladita. En otro momento le habría hecho gracia el incidente, pero ahora no hay nada en esta casa que le haga reir.

Entre muchos, y turbios, pensamientos, el que más destaca es: 

No a Rubí. Rubí está bien...

Ayudaaaaaaaaadla.

Grito gutural. Marcos extiende su brazo derecho hacia la chiquilla y casi se cae al suelo al soltarse de su apoyo derecho.

Que alguien se quite la camisa y golpee con la ropa a las arañas. Ayudadla inmediatamente.

Mientras torpemente se acerca hacia Eli para tratar de ayudarla él mismo.

Con ayuda de algunos consiguen sacar la pierna de Elizabeth del agujero y espantar en lo posible a las arañas. Es difícil saber si le han picado. Al menos hasta dentro de quince minutos o media hora no se producirán las primeras señales. Y de ser así... ¿que ocurrirá si resulta que la gótica ha sido picada por media docena de arañas venenosas? ¿Daría tiempo de llegar al hospital? Si alguien sabe responder a esas preguntas es la propia Lady Bathory. Las arañas, al igual que ella, son criaturas nocturnas, y por tanto han merecido su atención y estudio previo.

El susto ha sido mayúsculo y solo acrecienta las ganas de salir de este lugar de una maldita vez. Mark vuelve a tomar la delantera y a bajar las escaleras con precaución. Las trampas están, al parecer en el primer y último escalón.

Sin más miramientos dejan arriba el cadáver del hombre armado con el hacha. Descienden a duras penas las escaleras, cargando con Marcos y encaran el pasillo de vuelta al hall principal y al exterior.

A medida que se acerca la salida aumentan si cabe la presión arterial y la frecuencia cardiaca. Mentes como la de Rick, al borde de la pulverización, resisten a duras penas.

Spinner encabeza la marcha desde que lideró el descenso de la escalera. Es el primero en llegar al hall y en ver la puerta semiabierta del exterior.

Fuera sigue lloviendo. El aire está más frío que nunca. Pero todo eso da igual. El ambiente de la casa es opresivo e insamo para la mente.

Pero algo llama tu atención.

Luces!!!

En el exterior hay luces. También parecen de linterna, pero luces al fin y al cabo. Los demás no han visto aun nada. Te asomas rápida y discretamente al dintel de la puerta.

Las luces provienen de la furgoneta. Hay alguien en la furgoneta!

La mirada de Ricky pasea por las paredes como si pretendiera memorizar cada detalle. El grado de abstracción mental del deportista es muy infrecuente en él, más acostumbrado a la acción directa.

Sigue al grupo, siempre muy cerca de Rubí, sin poner pegas ni hacer ningún comentario al incidente sufrido por Eli. Cuando sus ojos se cruzan con los de la gótica, Rick parece estar a punto de decir algo, pero cambia de idea y mantiene el silencio. A pesar de cierto instinto que le fuerza a ser - o al menos parecer - empático, lo cierto es que no logra que en su mirada se refleje demasiada preocupación.

El capitán del equipo de rugby enumera con la mirada los amigos que le acompañan y visiblemente vuelve a echar en falta a "Diamante".

Después de Mark bajo los escalones, preocupada por lo de las arañas y esperando que ninguna le haya picado a Eli, junto a la que estoy. De vez en cuando giro la cabeza para asegurarme que tanto Marcos como Rick están bien.

Cada vez me preocupa más Rick y ese aire ausente que tiene, como si tuviera que desmayarse o peor, volverse loco y quedarse en plan autista o atacarnos pensando que somos vete a saber quien.

Joder, por si no fuera suficiente con el loco del hacha y las apariciones, y la muñeca, y el diario, y... déjalo Rubí, o te volverás loca. Ahora hay que salir de aquí y luego ya pensaremos.

La lluvia cae sin piedad sobre la tierra ya inundada del exterior. Al fondo, donde dejamos la furgoneta hace ya lo que parecen siglos, luces de linterna se mueven en su interior. La puerta, semiabierta para mi tranquilidad dado que había llegado a temer que la encontraríamos atrancada, ofrece una salida fácil de la amenazadora casa.. como si nos invitara a calarnos hasta los huesos en el exterior.

- Rick, ¿dónde están los demás? ¿qué ha pasado? ¿están en la furgoneta? le digo mientras desde la misma puerta, esperando a que lleguen los demás, no dejo de mirar nuestro vehículo.

- Coño que susto. Creo que no me han picado

Se examina las piernas en busca de alguna señal y baja las escaleras rápidamente sin perder de vista a las encantadoras criaturas.

- Si lo han hecho, no duraré mucho

Se acerca hasta la puerta cabizbaja. Le pica todo el cuerpo, pero no sabe si es por simple sugestión. Aunque siempre le han fascinado las arañas, en aquel momento podía decir que las odiaba a muerte.

El gigante mira a la gótica mientras hace fúnebres predicciones pero toda su atención la atrae Mark cuando se dirige a él. La locura vuelve a teñir su rostro y el enfado provoca que su cara se enrojezca.

¡Estaban con vosotros la última vez que los vi!¡os lo dije! ¡no pienso irme sin Diamante!

El tono de voz del jugador de Rugby, a mi espalda, denotan de nuevo la locura contenida.. - Rubi, contrólale pienso, o más bien deseo, sin girar la cabeza.

Mi atención sigue fija en las luces de la furgoneta, pero mis oídos buscan cualquier ruido a mi espalda que pueda darme a entender que Rick se acerca a mí..

Buscaremos un médico en el pueblo más cercano, Eli.

Rick, cariño, nadie se irá sin dejar a nadie. Y esto también lo digo a vosotros. De ahora en adelante todos juntos, nada de ir cada uno por un lado.

Diamante y sus hermanos salieron tras de ti cuando te dio aquel ataque de pánico. y saliste corriendo dejándonos a nosotros en bolas!!! No sabemos dónde están.

Pero vayamos a la furgoneta a esperarlos. Al menos no nos mojaremos y podremos leer el diario de la monja tranquilamente y dejar a Marcos en un lugar más o menos cómodo.