Partida Rol por web

Vaya, creo que he sido demasiado dura con él. Lo acaban de intentar matar y yo diciéndole que se levante como si tal cosa...

Dipositando suavemente el hacha en el suelo para que no haga ruido, me acerco a Rick y le pongo mi mano en su hombro, acariciándolo y hablándole con voz mucho más suave, tranquilizándolo.

Rick, cariño, lo siento. He estado demasiado dura. El mismo tipo que te atacó también nos atacó a nosotros. Y hirió a Marcos que estaba desangrándose, casi le perdemos.
No sé donde está Steve, ni Jimmy ni Gregory, salieron a buscarte y nos separamos. Hemos estado en la biblioteca los cuatro y decidimos venir aquí en busca de un diario que parece ser que tiene respuestas sobre lo que ocurre en este caserón maldito.
Si el tío ese se asustó quizá llame a más gente o a la poli y podremos salir de aquí. Venga, apóyate en mi. Dime, puedes ayudar a Marcos? Está muy malherido y necesitamos tu ayuda.

La mirada y el lenguaje corporal del gigante, mirándome a mí directamente como si yo le hubiera hecho algo, me hacen dudar si seguir avanzando hacia las escaleras. Camino que se encuentra bloqueado por el saco de músculos con nombre..

La intervención de Rubi me alivia al pensar que puede hacer que cambie la actitud del capitán de football. No obstante, no dejo de estar prevenido por lo que pudiera mover al inestable Rick.

Las palabras de Rubí domestican al corpulento joven. El montón de instintos temblorosos y músculo que solía ser Ricky parece calmarse con el trato suave de la rubia.

Los nervios - y la cordura - de Rick están en el borde de la navaja pero, incluso en sus momentos más lúcidos, Fabiano siempre se había doblegado ante aquél tono de voz y las palabras dulces de Rubí.

Observando sus heridas, el gigante camina guiado por la chica. A donde sea que le lleve.

Marcos respira con dificultad. Un pitido sale de sus pulmones cada vez que inhala y exhala aire.

Vamos muchachos. Todo esto lo recordaréis de una manera muy diferente con el paso de los años. Si ya estamos todos, lo mejor es que salgamos de esta casa y vayamos al coche. Vámonos a un lugar seguro a buscar ayuda.

La cara de Marcos inspira confianza a todos.

Relajado en parte por el dominio que ejerce Rubi sobre su novio, o lo que sea a estas alturas, continuamos hacia las escaleras, con clara intención de abandonar la casa.. llueve o truene en el exterior.

- ¿Dónde estarán los demás? ¿qué habrá pasado con ellos? salieron detrás de Rick y uno estaba, casi seguro, intoxicado por el veneno de una araña.. estás preguntas que surgen en mi mente intentan abrirse paso hasta mis labios,, pero consciente de lo que podrían causar en el maltrecho encefalograma plano del jugador de Football, se quedan en simples preguntas en el interior de mi cabeza..

Aguanta el peso de Marcos como puede, esperando la ayuda de Rick. Está a punto de decir algo ofensivo como solía hacer, pero hay algo extraño en su cara. Mejor permanecer en silencio, aunque si no le ayuda pronto, Marcos acabará cayendo al suelo.

Instintivamente le abrazo y le beso la mejilla en recuerdo del cariño que aún le tengo a pesar de que ya no estemos tan bien como antes y que puede que después de esto no volvamos a ser los mismos.

Rick, por favor, te necesito. Puedes moverte?
Estaba preocupada por ti! No vuelvas a escaparte y dejarnos solos, entiendes? Me alegro que estés con nosotros. Alejémonos de aquí, por favor. Estás mejor?

Le cogo la mano y casi le arrastro hasta donde está Marcos, que el pobre está a punto de caer al suelo aplastando a Eli y Mark, y le alejo del cabrón del hacha que ahora ya no volverá a hacer daño a nadie, afortunadamente.

Si el trato infantil que recibe de Rubí le molesta, Ricky no puede dar muestras más que de lo contrario. Hay cosas que prefiere no recordar, cosas que le apetece ignorar y varias cuestiones del futuro cercano sobre las que no pensará si puede evitarlo.

Los fuertes brazos del corpulento jugador de rugby conservan casi toda su solidez, si quisiera podría cargar con el viejo Marcos a hombros, pero su mente no se recupera con la misma facilidad. Algo en su mirada le sigue haciendo parecer ausente, y algo en sus ojos continúa resultando inquietante. Los pies del grandullón tropiezan con el hacha y se queda embobado mirándola hasta que Rubí vuelve a hacerle reaccionar. Quizá Rick tampoco vuelva a ser el mismo nunca. Quizá si sigue sometido a la presión que agita su voluntad acabe convirtiéndose en parte de esta maldita casa, tal vez los siniestros homicidas de hoy no fueron más que víctimas en su momento; atormenatadas por la casa hasta hacerles perder todo vestigio de cordura. Quién sabe... si ese hacha...

Sí, Rubí.

Rick no hace otra cosa que seguir dócilmente a su rubia compañera. Lo único que enfocan sus ojos vacíos es a Marcos, y los brazos de deportista alzándolo cuidadosamente. Los movimientos de Ricky son lentos, como si tuviera miedo de romperse.

Gracias a todos. Vamos muchachos, salgamos. Ahora mismo es muy importante que nos reunamos todos, que mantengamos la calma y que no dejemos a nadie atrás. No dejemos que los miedos, los nervios o la tensión puedan con nosotros. Ahora mismo no hay nada a lo que temer. Nos han atacado pero seguimos unidos. ¿Estáis todos de acuerdo? Si lo estáis, salgamos de esta casa con tranquilidad y manteniendo la cabeza fría.