Partida Rol por web

Licor y sangre

2. Una noche cualquiera

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25/10/2011, 12:47
Director

23 de octubre de 1923 - 22:57

John le condujo hasta su casa. El chico estaba animado: en el club, una de las chicas no dejaba de hacerle ojitos. Aunque Matthias, que era perro viejo, sospechase que no se trataba más que de una zorra con ganas de juerga, John parecía realmente encandilado. Sin embargo, se cuidó de decir nada y sólo cantó mientras tamborileaba sobre el volante. Tenía una bonita voz.

Al llegar a casa, John aparcó delante y le abrió la puerta. El servicio los recibió con la humildad y silencio que los caracterizaba y le dijeron que Cristen tenía uno de sus días buenos. Al entrar en la sala de estar Matthias pudo verla. Estaba sentada en uno de los sillones que daban al fuego, con una manta cubriéndole hasta la línea de las axilas. Su rostro tenía el tono de la cera y sus ojos estaban hundidos, pero la trémula sonrisa que mostró al verle iluminó su expresión.

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25/10/2011, 12:52
Cristen

-Matthias... mi amor -murmuró Cristen, extendiendo la mano para tomar la suya-. ¿Qué tal? -Ladeó la cabeza y saludó a John-. ¿Cómo estás, John?

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25/10/2011, 12:53
John

-Muy bien, señora Galais. ¿Y usted?

Cristen se encogió de hombros y volvió su mirada hacia su marido.

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25/10/2011, 12:55
Matthias Galais

Matthias se desprendió de la ropa de abrigo y entró en el salón mirando con adulación a Cristen. Nunca había sido una mujer especialmente vivaz, pero le removía las entrañas verla postrada. Tomó su mano entre las suyas, acariciándola, y le dio un beso tierno en la sien.

-Bien, querida. Me alegra ver que hoy te encuentras mejor. ¿Has cenado ya?

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25/10/2011, 12:59
Cristen

-Te estaba esperando.

Cristen le beso la mano y lo miró como un cachorro herido.

-Me apetecía sopa de cebolla, pero he pedido que te trajeran unos filetes para ti, por si quieres. John, ¿te gusta la sopa de cebolla?

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25/10/2011, 13:01
John

-Sí, claro, señora Galais. Me encanta -contestó el chico poniendo las manos a la espalda.

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25/10/2011, 13:03
Matthias Galais

-De acuerdo -dijo mientas le acariciaba el pelo-. Jonh, diles que preparen la cena, por favor.
Cuando el muchacho abandonó la estancia, Matthias besó suavemente los labios de su mujer y la rodeó con sus brazos, como queriendo protegerla de todo el mal que había en el mundo.

-Más tarde tengo que salir un rato a solucionar unos asuntos. Pero volveré lo antes posible.

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25/10/2011, 13:08
Cristen

John se apresuró a cumplir con lo que Matthias ordenaba. Cristen suspiró, fastidiada.

-Estaba pensando que podríamos pasar la velada juntos, Matthias... ¿Tienes que irte de verdad?

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25/10/2011, 13:13
Matthias Galais

-Hoy me temo que es imprescindible. Mandaría al muchacho, pero todavía no le puedo dejar al cargo de estas cosas. -Volvió a besarle la frente-. Te prometo que estaré de vuelta cuanto antes.

Sabía que era mentira y que le iba a llevar gran parte de la noche, pero con suerte, estaría cansada y se dormiría pronto. Mañana se quedaría con ella un rato.

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31/10/2011, 23:20
Director

Poco después, John conducía el coche al lugar indicado por Tommy. El joven iba silbando una cancioncilla mientras el vehículo humeaba por las oscuras calles de Chicago. Pasaron cerca de uno de los almacenes que suministraba alcohol a The Green Mill y el vigilante saludó al paso de Matthias. Se movía mucha pasta en ese almacén y Matthias no era ajeno a una parte del pastel.

El cruce de calles que debían vigilar se encontraba cerca. John redujo la marcha.

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31/10/2011, 23:22
John

-Tú dirás, Matthias -dijo el chico.

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02/11/2011, 01:17
Matthias Galais

"Hugh Anderson" leyó de nuevo en la nota. La guardó en el bolsillo y miró a través del cristal. No sabía que aspecto tenía, así que debería esperar a que apareciese alguien.

-Para aquí -dijo en tono imperativo. No le había importado la alegría del zagal, pero aquello era serio y quería que él también se lo tomase así-. Vas a conocer otro de los lados de la vida de un ganster. Tenemos que vigilar a alguien. Por el bien del negocio.

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02/11/2011, 14:18
John

-¿Un competidor? -preguntó John echándose hacia delante y apoyando la barbilla en el volante-. Humf.

Volvió a apoyarse en el asiento del coche, algo desanimado. Tenía pinta de ir para largo.

Notas de juego

Detalla lo que llevas encima.

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02/11/2011, 17:51
Matthias Galais

-Algo así –respondió Matthias concentrando su visión en el exterior a la espera de algo.

Notas de juego

Cartera con dinero, pistola mediana, imagino, y algún objeto personal estilo reloj de bolsillo, etc.

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02/11/2011, 22:07
John

La noche se les hizo eterna. Matthias miró al reloj en varias ocasiones y en una podría jurar que en una había ido hacia atrás. Pero no. Eran las cuatro y media de la mañana y empezaba a hacer un frío de mil demonios, de aquel lugar no salía nadie interesante y la luna se había ocultado tras los edificios.

Cuando estaba a punto de darse por vencido, dos hombres vestidos con sombrero y gabardina salieron del edificio y subieron a un coche cercano. John se irguió, repentinamente despierto, y se recolocó la gorra.

-¿Qué hago, jefe?

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02/11/2011, 22:32
Matthias Galais

Prácticamente estaba dormido, a punto de decirle a John que volviesen a casa cuando aparecieron los dos individuos. Al contrario que su joven cochero, mantuvo la posición hasta que hubieron montado en el coche. Entonces se incorporó.

-Sígueles, pero espera a que hayan arrancado y estén en marcha.

Matthias vigilaría el tráfico. A aquellas horas apenas había y si no estaban pendientes sería muy obvio que les estaban siguiendo. No podía correr ese riesgo.

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03/11/2011, 01:03
Director

El coche de arrancó y avanzó tan sigilosamente como podía avanzar un vehículo a motor. Siguieron al otro coche a mucha distancia, a veces por intuición más que por otra cosa. Dio varias vueltas y acabó llevándolos al puerto. Incluso a esa hora había mucho trabajo, con cargamentos que no dejaban de llegar y estibadores que se ocupaban de almacenarlos y realojarlos. El coche se detuvo en la entrada y los hombres bajaron a pie.

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03/11/2011, 01:36
Matthias Galais

Matthias se mantuvo alerta, dándole indicaciones al muchacho llegando incluso a perder de vista al otro coche. Pero al final, llegaron a su destino. El puerto. Eso significaba mercancías, importación y contrabando.

-Para más adelante -dijo, señalándole un lugar concreto.

Una vez aparcaron, se bajó del auto y se encendió un cigarro mientras por señas le decía a John que le siguiera. Se colocó la gabardina para resguardarse del frío y comenzó la investigación.

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03/11/2011, 14:03
Director

Los dos hombres se internaron en el muelle siguiendo a los otros dos. Pasaron frente a varios contenedores cuya mercancía desconocía. Los estibadores los miraron de soslayo, pero siguieron a lo suyo. Lo más normal a aquellas horas de la noche, tratándose de hombres de traje, eran o gangsters o policía prohibicionista en busca de alcohol de contrabando, y en ninguno de los dos casos se debían meter las narices en sus asuntos.

Con John pegado a sus talones, Matthias observó desde la lejanía los movimientos de los dos hombres sospechosos. El más alto de ellos se puso a hablar con un oficial de la policía del puerto junto a una caseta de vigilancia mientras el segundo vigilaba. El policía recibió un sobre marrón bastante abultado que procedió a guardarse bajo la chaqueta mientras el otro le daba una bofetada cariñosa. El policía se fue y los dos hombres hablaron en voz baja. Después regresaron hacia el coche.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Tiro oculto sigilo y destreza tuyos y de John.

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08/11/2011, 19:00
Matthias Galais

Matthias memorizó el lugar y el rostro del tipo al que le habían dado el dinero. Un pago por algo, probablemente, aunque todavía había que averiguar el qué. Cuando los dos hombres volvieron hacia el coche él se entretuvo en el puerto. No tenía intención de arriesgarse a que le descubriesen, y estas cosas era mejor hacerlas poco a poco. Deambuló junto a John haciéndole algún que otro comentario y cuando consideró que había pasado el tiempo suficiente, regresó al coche con intención de volver a casa.

Mañana, con tiempo, conseguiría algunos documentos e iría a abordar al oficial mientras John vigilaba el mismo cruce de antes.