Partida Rol por web

Mientras la comitiva de la viejecilla sale del Melcadona, Jordi y Milo comienzan su investigación en el almacén. Los momentos de tensión de entrar en un lugar prohibido les dan la sensación de que el tiempo se ralentiza, como si hubiesen pasado días desde que Jordi consiguió abrir la puerta ( :P ).

Milo presta atención a todo lo que le rodea. Todos esos palés de mercancía sin un pasillo recto hacen que sea imposible ver nada más sin avanzar, pero hasta donde le llega la vista sus años de experiencia militar le dicen que todo concuerda con un almacén de mercancía normal y corriente (salvo por la extraña colocación laberíntica). 

Jordi, más pragmático (o más inconsciente, vaya usté a saber) se adelanta y comienza a recorrer pasillos y pasillos de cajas y productos embalados en plástico. Tras haber andado un rato se encuentra en una trifuración (¿existe ese palabro?) con 3 posibles caminos frente a él. Tiene una ligera idea de como hacer para volver a donde empezó, le parece que no ha atravesado ningún cruce por ahora.

Milo empieza a pensar que eso de aventurarse en una trastienda no fue una de sus mejores ideas pero por lo menos de momento está más vacía que un ministerio un viernes a las 18h.

Sigo a Jordi hasta la triple encrucijada y manteniento un tono susurrante
"Vale Johnny Ramone de Chamberí ,¿Cuál es tu plan? Si no acertamos con el pasillo correcto, te recomiendo que memorices esto: 对不起，我找了冰冻区 (Duìbùqǐ, wǒ zhǎole bīngdòng qū)

Para ser un momento heroico estaba siendo lo más aburrido del mundo.

"VIE-JAAAA, ¡QUE LE VA A DAR UN A-TAAAA-QUEEEE!"

El resto del camino fue más o menos fácil porque asentir sin escuchar y enlazar algunas frases para que la otra persona se creyese que la estabas escuchando formaba parte de su trabajo día a día, cuando no formaba parte de las hordas de la oscuridad y todas esas gambas. No sabía qué es lo que tramaban los chinorris, pero escoltada por él y por el otro armario empotrado que acababa de conocer la mujer debería tener poco que temer. Menos al menos que si fuera sola, que están las calles mu malas.

-Deja de ladrar ya picolo- le digo a Milo que no se calla ni debajo del agua.

Miro los tres caminos posibles valorando a cual ir y me pongo a echarlo a suerte me sale el de en medio y camino sin decirle nada pero con navaja en mano por si las cosas se ponen chungas.

Milo resignado ,negando con la cabeza, sigue los pasos de Jordi mientras le dice:
-Impresionante eminencia, de tres opciones has elegido la peor...como decía un grande, siempre debes elegir el camino que tenga el aire menos viciado.
Por cierto ¿acaso soy verde y tengo antenas en la cabeza? Por que tengo lo mismo de picolo que tú de graduado en la ESO.
Y por último teenager de los 80' guarda ese cortaúñas que al final te harás daño en la mano-

Mientras la anciana sigue buscando en su bolso, Joselillo se percata de que hay algo raro. Se inclina hacia su (por ahora) compañero y le susurra

- Oye, ¿no te parece algo raro que haya 5 cubos de basura? Al menos en mi barrio con uno o dos por edificio suelen ir sobrados...

Jordi avanza por el pasillo del centro mientras Milo le sigue a regañadientes. Después de avanzar un rato entre palets de latas de atún y desodorantes, al girar una esquina ven frente a ellos, como a 20 pasos, una típica puerta con ventana de cristal y persiana de láminas. La persiana está casi cerrada del todo, pero se intuyen 2 siluetas dentro de la oficina.

Al ver la puerta y las figuras a tras luz, me pongo a la altura de Jordi. Mediante signos básicos con las manos le intento decir "que no haga ruido que espere un momento que me voy acerca a la puerta para ver si oigo algo".
Empiezo andar casi gateando con dirección a la puerta ,recomiendo esos 20 pasos lo más silencioso que puedo hasta poder oír o ver lo que pasa dentro tras la puerta.

Siendo ajenos a toda la pelea que teían los otros dos de la raza, Joselillo y Narisson iban demostrando que la justicia es en general mazo más de legal yendo con buena concordia cada uno por su lado protegiendo a una buena señora de... no sabían muy bien de qué, sólo seguían su instinto. Ese instinto que tan bien les había avisado en su momento de que estaban entrando en contacto con un virus súper-mortífero. Aunque así dicho a las claras sonaba peor, seguía siendo buena idea.

"Oye, ¿no te parece algo raro que haya 5 cubos de basura?"

*Y... sí* asintió, devolviendo el susurro *prepárate por si las cosas se ponen feas no nos pille de sobreaviso*

Se puso de nuevo al lado de la señora, de cara a la calle manteniéndose a su lado por si de repente salían asaltantes salvajes de las malvadas hordas del comunismo-ateísmo masón asiático.
 

Ignoro a ese tio, la verdad es un pesado...

-la ESO la tengo enterado- digo casi sin pensar y veo las siluetas me callo y guardo silencio, esto es como en la peli de "Perros Callejeros" cuando Torete se esconde debajo de la cama para que no le pillen después de haber estado con la novia del colega. Camino escondiendome lentamente detrás de un palet, me quedo ahí acoplado escuchando.

Jordi avanza un poco y se esconde para tratar de pasar inadvertido, pero desde su posición está muy lejos para oir nada, aunque puede ver bien las siluetas de la oficina asomándose un poco,.

Por su parte, Milo avanza en absoluto silencio, cubriendo perfectamente el ángulo muerto de visión desde la puerta. Cuando se encuentra a apenas 2 pasos comienza a escuchar lo que se dice dentro.

- Pero... ¿Cómo es posible que lo haya encontrado ella? ¡Con la cantidad de buenos candidatos que había en la tienda y se lo ha tenido que llevar esa vieja

- No se pleocupe señol Rogelio, mis chicos en seguida estalán de vuelta con la melcancía.

- La cosa es que estoy segura de haberlas cogido al salir... Como se estropean las cabezas, con lo que yo he sido. Antes me sabía de memoria todos los poemas de los grandes genios del siglo de oro, como ese que decía "Arrecogiendo bellotas te he visto el culo y si no te lo he visto me lo figuro", pero ahora ya, ni para encontrar las llaves vale una

Continuáis protegiendo a la anciana, que sigue en busca de sus llaves, como si en vez tener la mano metida en un bolso se tratase de un portal al infinito espacio de la Zona Negativa.

Entre tanto, una mujer con gabardina y sombrero se acerca al grupo desde el mismo lado de la calle por el que habéis llegado. No es la típica mujer de belleza arrebatadora, más bien es del montón pero camina como si la calle fuese suya.  Llega a vuestra altura y os pregunta Perdonad, ¿tenéis fuego?

En este momento Milo es consciente que realmente la señora del carro va correr peligro de verdad.
Retrocedo hasta alcanzar a Jordi y susurrándole :
"Lumbreras sígueme, tenemos un problema con esa señora y no creo que tengas ganas que te metan un cargo por cómplice de asesinato y fijo que no le haría gracia a tu agente de la condicional ¿Verdad?

Comienzo a retirarme dirección a la puerta esperando que los otros 2 que van con la vieja no estén ya fiambres

Paso directamente del picolo y me quedo en el mismo sitio escuchando la conversación, intento a gatas ir hacia otras cajas más cercanas donde me permita más escuchar que está pasando. Directamente hago oidos sordos

Demasiado grande, y llamativo se teme en mitad de aquel lugar- Lo siento señora pero no fumo- señora, si SEÑORA. Pero es que le habían enseñado que desde que te cambia la voz ya eres un señor o una señora. 

Los cubos de basura le seguían preocupando, pero...¿Y si era al contrario? Oteó sutilmente a la mujer mayor, que tardaba demasiado, luego a las ventanas. ¿Y si los asiáticos solo querían hacer el bien? ¿Y si la anciana era un recadero de alguna sub-mafia canibal? 

En cualquier caso hacer aquello hubiera sido una idea horrible. Pero no puedes tener a un funcionario de clase alta y que no lleve un mechero encima para trabarse con alguna mujer de mínimo buen ver (todo es ennegosiable) como un admirador, un amigo, un esclavo o un siervo. ¡Y si no te gusta veste a rusia!

*clic*

Acercó el fuego del mechero hacia el cigarrillo que tenía la mujer.

-Claro guapa -se lo encendió- Me llamo Richie. ¿Qué hay por aquí?

Él no fumaba mucho, más que en el trabajo, pero muy mal estaría la cosa si con ser miembro de la Resistencia (más o menos) con gente como Ridliscott o Konstantin no llevara un mechero encima. Fumar molaba, esto era así, aunque no fuese su vicio. Y de vicio entenía desde hacía un tiempo.