Partida Rol por web

Resultaba que al final podía haberse ahorrado la moestia, porque estaba aquí al lado todo... ¡ahora se sentía estúpido por haber organizado todo aquel tinglado! Y por presuponer que nadie que trabajase en el ayuntamiento querría andar más de cincuenta metros seguidos, claro.

-Oh hey Galaxia -hizo un gesto hacia la mesa- ¿Un café?

No había costado mucho seguirlos a ninguno y ahora estaba sobre todo alargando un café eternamente, una de las habilidades fruto de su entrenamiento laboral. Estaba con un macciato (il favorito de italiano spiderman!) en aquellos momentos.

-Están ahí en el edificio que hace esquina. Pensaba... no sé, ¿esperar por si pasase algo y asegurarnos de que no pase si pasa? ¿Es como funciona?
 

- Ah, las viejas horas de espera cuando se está vigilando un sospechoso - por un momento Galaxia suena como todo un poli de Los Ángeles, pero carraspea y vuelve a su yo "natural" - ejem, ¿me estas proponiendo una cita? No se, tendré que pensármelo, no es que esté comprometida ni nada, pero esperar todas las noches en vela a un hombre de acción como tú sin saber si volverá... no es para mi.

Galaxia levanta la mano y le pide al camarero un sol y sombra.

- Pero bueno, no tiene porqué ser una relación seria, a nadie le amarga un rollo de una noche. Además, he traído protección - te lanza uno de sus inquitantes guiños mientras te alarga bajo la mesa un puño americano. - Ya sabes, una nunca puede asegurar como va a acabar la noche.

Pasa el rato con esta y otras charlas más o menos del mismo tono en las que no terminas de saber si Galaxia es una loca o el agente infiltrado mejor preparado que has conocido jamás. Desde luego, como pareja de mus seguro que no tiene precio.

Aquella debía ser la peor película de espías del mundo.

O la mejor, teniendo en cuenta que Galaxia era la femme-fatale con músculos como pianos y se había traído un puño americano. Y es que por un lado era... bueno, ella... pero por el otro lado era una especie de veterano de guerra súper-badass que posiblemente se hubiera enfrentado en algún momento de su vida a un avión lleno de terroristas que amenazaban con exterminar el peluche de conejito de su hija en lugar de ponerlo en su caja.

"ejem, ¿me estas proponiendo una cita? No se, tendré que pensármelo, no es que esté comprometida ni nada, pero esperar todas las noches en vela a un hombre de acción como tú sin saber si volverá... no es para mi"

-Pah, no me lo permitiría. A una mujer tan sofisticada primero habría que cortejarla.

Dijo con un pequeño brillo automático en sus lentes acompañando a su sonrisa.

Bajo la mesa, tomó el puño de combate y se lo guardó. Teniendo en cuenta que era lo único que sabía hacer (le hacía una ilusión loca aprender a meter tiros pero era muy manta) se agradecía igual, no fuera a haber alguna traición o estuviesen por medio los muy capullos del Sabadete, que cuando uno abraza su mierdas y requetetraidor interior dedicar el tiempo sólo a joder a la gente era algo que venía de calle.

Enfrascado en una conversación tan interesante y pendiente de mantener el nivel justo de ligoteo para no encandilar a Galaxia, estás apunto de perderte el hecho de que una furgoneta negra ha aparcado frente al portal hace 5 minutos, pero nadie parece haberse bajado de ella.

Es una ciencia precisa queeeee...

-¿Um, Galaxia? -dijo, llevándose el café a los labios para tratar de disimular- Nadie ha salido de esa furgoneta. Y lleva demasiado tiempo cerca del portal. ¿Crees que sea sospechoso?

A él le parecía sospechoso, nadie en su sano juicio llevaba furgonetas negras para cosas ilegales: hasta a ellos les llevaban los sobornos emolumentos adicionales en furgonetas blancas. Una furgoneta negra de la que no sale nadie parecía algo que montaría un villano, o la CIA, valga la redundancia... o un pelotón de macutes.

Galaxia se enredaba su peluca en un dedo haciendo tirabuzones mientras te escuchaba y tarareaba la banda sonora del guardaespaldas cuando le haces el comentario de la furgoneta.

En ese momento, si hubiese sido un gato... bueno, una gata... Bueno, lo que fuese.
Si hubiese sido un felino toda la espalda se le habría erizado.

Ves que mira por la ventana, frunce el ceño y te dice:

- Hazme un favor amor, ve a la barra a preguntar si tienen un platano. ¿O quieres que nos acerquemos a preguntarle por alguna calle o algo?

Se encogió de hombros.

-Hey, yo no soy el especialista aquí, Galaxia. Sólo digo que... bueno, eso.

Pensó que tendrían que actuar, y se acercó a la barra pero a pagar los cafés: era posible que en unos momentos tuvieran acción frenética y constante con momentos de respiro que les hiciesen cuestionar el valor de la humanidad, y dejarse una cluja en el bar de la esquina, encontraba, le quitaría mucha magia.

"Eh, por qué no"

-Un caféconleche y un croissant, eran... ¿y tiene plátanos, jefe?

Rozó el peso de las nudilleras en el bolsillo. ¿Iban a acabar de verdad dándose de hostias contra el opresor del estado por la libertad y la justicia en nombre de la Resistencia? BADASS
 

El camarero te mira con el gesto torcido. No sabrías decir si en plan "este tipo está pirado" o "eres el quinto iluminado que me pides plátanos esta noche", pero el caso es que se mete a la cocina y te lo trae junto con la cuenta con el café, el croissant y el solysombra de Galaxia.

En la mesa ves que Galaxia va levantándose y palpa algo a su espalda.

Asintió y sacó el dinero. Dejando una propina por lo del plátano. Treinta céntimos, que tampoco se había hinchado.

Dejó el dinero (suelto), tomó el plátano y se lo llevó al bolsillo (¿para que hubiese confusión si alguien creía que se alegraba de verle?) y se dirigió hacia Gary Galaxia que estaba echándose mano a la espalda. Porque llevaría un arma allí escondida y demás? Siempre había imaginado que las llevarían escondidas en los pantalones, o en una funda mágica debajo del sobaco, pero ahora que lo pensaba la gente debería darse cuenta de esas cosas, muy sutil no parecía.

"..."

Igual debería dejar de elucubrar tontás y seguir acercándose a la agente, por lo de la furgo.

- Muchas gracias pequeño. Veo que tenían platano, genial. Podíamos hacerlo de otro modo, pero soy una amante de los clásicos, es mi debilidad incurable - sonrisilla pícara

- Nos vamos a marcar un Eddie Murphy. No se si te lo han enseñado en la Resistencia, pero te lo explico rápidamente. Yo voy a entretener al conductor, tú mientras te acercas por detrás a la furgoneta y le metes el platano por el tubo de escape, bien dentro. Usa esto - se saca una porra larga de detrás, quiero decir, de la espalda - para ayudarte. Si no son de fiar, cuando traten de irse, no puedan y se bajen a ver que anda mal, actuamos

¡Plátano en el tubo de escape, eh! ¡No tenía ni idea de que eso funcionaba en la vida real, pero estaba dispuestísimo a enterarse!

"Cool refrance"

-Sabes, creo que debería entretenerlos yo y que fueras tú quien se acercase. Tú eres el operativo especial con experiencia en todas estas operaciones y yo soy... bueno, yo.

Sonrió. Ser él no estaba tan mal: definitivamente era tubular. Pero aun así le veía más posibilidades a un comando de élite entrenado en acercarse con sigilo a una furgoneta sin que le vieran por los retrovisores.

- Claro encanto, no hay problema. Entiendo que no quieras que me acerque a otros hombres jijiji. En cuanto vea que los tienes entretenidos voy para allá

Galaxia coge el platano y sale por la puerta. Anda unos cuantos pasos despreocupadamente y se queda en posición a una distancia prudencial.

Yeeeeesh.

Tenía suerte de ser una boss-ass bitch. Como casi toda la gente de la Resistencia, si uno lo pensaba bien. Debían dar cursos de como ser un durezas extraordinario en los seminarios... era una lástima que se los hubiera perdido todos, pero ahora que era una especie de mutante atómico adicto hasta las cachas la vida le había sonreído. Bueno, más o menos. Como fuese, ahora podía ser él también lo más suave del mundo.

Se acercó hasta la furgoneta, comprobando quiénes estaban dentro. Si estaba cerrada la ventana, llamaría unos segundos al cristal con los nudillos para llamar la atención. Si no...

-Buenas nocheeeesssss... ¿tiene un momentito?

Mañana te actualizo, que se me ha hecho tarde.

Sales de la cafetería. La calle está bastante vacía y bien iluminada por las farolas, como corresponde a las horas. Algún transeunte suelto pasa de cuando en cuando paseando por la acera (el tipico paseante de perrete, alguien haciendo footing nocturno, alguna persona rebuscando en las papeleras...). Hay poco tráfico de coches también.

Te acercas a la furgoneta. Ya más cerca distingues que, efectivamente, no tiene ni un solo detalle, ni un logo... nada de nada. Llegas a la parte de delante y llamas a la ventanilla (que efectivamente está cerrada, cristales tintados).

Contra todo pronóstico, la ventanilla no se abre.

Hora de actuar.

-Hay que hoerrrse...

Empezó a darle considerables mazapanes con el puño cerrado y la parte de fuera a la ventana, como uno aporrearía la ventana.

-¡APARICIO! ¡Como no me salgas ahora mismo de ahí te echo de comer a los perros! ¡Cagoncristoenvolován!

A ver cuánto tiempo necesitaba Galaxia para hacer lo suyo, porque como ahí empezaran a salir macutes iban a darle de macutazos hasta en el carnet de identidad.
 

Ante tu insistencia la ventanilla baja con el clásico sonido mecánico Ññiiiiiiiii y ves el rostro de un chino/japones/todoslosasiaticossoniguales. Con esa capacidad que tienen de transmitir que te quieren sacar las tripas con una sonrisa te dice:

- Amigo, tu estal molestando bastante. Yo no saber quien Apalicio ese, pol favol, dejal de glital

A través de la ventanilla ves que no hay nadie montado en el asiento del copiloto. Galaxia comienza a acercarse por el lado contrario de la furgoneta y se agacha por detrás.

...

Eso no es un Macute. O un Fanhunter.

"¿Creo?"

Se ocupó de poner una cara de culpabilidad y de "tierra trágame" bastante creíble, a lo que ayudaba que hubiera salido quien menos se esperaba. ¿Al menos estaba solo y esa gente solía aparecer en legión? Pero eso ahora sólo lo hacía más sospechoso a su parecer, y no por racismo, sino porque al menos si estuvieran cazando fanes, o a famosos en pelotas, al menos se explicaría toda la sospechosidad.

-Uy usted disimule caballero... ¿no habrá visto usted por esta zona una furgoneta del mismo tipo que la suya verdad? -dijo, buscando palabras para tratar de distraer y dejar que Galaxia hiciera su magia eddiemurphera- Cristales tintados y todo pero conducida por un tipo más bien calvo que lleva una camisa imperio. Se suponía que habíamos quedado bajo la hora con el santo y seña pero no hay rastro por aquí de otra furgona de ese tipo que no sea la auya, así que... no sé... si me dice si lo ha visto o si hay otra furgona como la suya por ahí... me quitaría usted un buen rato de encima, jefe.

El chino entrecierra los ojos (sí, aún más) y se te queda mirando con una cara de extrañeza e incredulidad bastante importante.
Justo cuando iba a abrir la boca para replicar y en el momento en que el master está a punto de pedirte que hagas una tirada de Mentir, se abre la puerta del copiloto y un segundo personaje asiático sube a toda prisa y le espeta algo como: "Wǒmen dōu bùshì yǒuyòng de, wǒmen jiāng bùdé bù jìxù jìhuà B."

El conductor vuelve a mirarte de arriba abajo, sube la ventanilla y sin mediar más palabra arranca... con nulos resultados. El motor hace un puf puf puf y es incapaz de arrancar.