Partida Rol por web

Selisse estaba mirando lo que decian y se queda pensando y mirando, su curiosidad era demasiado grande como para no acercarse a la mujer de los labios cosidos, mira a su alrededor como tratando de averiguar quienes habian recibido el mensaje ya que suponia que era a varias personas.

Selisse mira a la mujer y se queda pensando:

- Su señor? quien puede ser su señor....

Se acerca a la joven y le pregunta en un tono normal:

- Quien es tu sueñor y que es lo que quiere que hagamos, porque me gustaria saberlo antes de aceptar, aunque la verdad tengo muchisima curiosidad

Tal y como me temía ahí estaban... Aquellos asquerosos gusanos habían sentido la presencia de una fácil comida e iban a por ella directos y, aunque a nosotros no parecían habernos "visto", eso sólo indicaba que podíamos disponer de unos segundos más para prepararnos.

-Pues que estamos bien jodidos Mikor...

Seguí con atención el avance de los gusanos sujetando con fuerza mi arma, preparada para entrar en acción al primer ataque.

-Tú procura no moverte demasiado... ni hablar demasiado alto. Parece que detectan a sus presas de esa forma.
 

— Sara, me llamo Sara—  contesto. 

Una vez en la arena, miro con desagrado a los gusanos. Adiós a mi ansiado paseo al aire libre. Frunzo el ceño de muy mal humor, esta misión tiene cada vez peor pinta. 

- Es lo que pasa cuando no pagas bien a los reclutadores, que son facilmente sobornables. Ha sido un gran movimiento por tu parte, Lyonell- contesto con acritud. 

Estoy tan molesta que no dudo en contestar a la voz en mi cabeza. 

-Con tal de salir de aquí, lo que sea. Cuenta conmigo. 

La comisura de mis labios se alza levemente en una sonrisa cuando veo a al sargento, si bien no le conocía me alegraba que los daños que había sufrido fuesen mínimos, me senté en la arena haciendo una mueca por el dolor de la espalda, podría haber sido mucho peor y eso era lo que me consolaba.

Pronto Knin también apareció con unos bichos y ofreciendo transporte, alcé una ceja al oírle pero preferí callar por el momento, no tenía intención de cruzar palabra con aquél que me había desafiado solo por ser lo que soy, pero callar no fue por miedo, sino por evitar un enfrentamiento en el que tenía claramente la desventaja, mas Tian no estaba por la labor de mantenerse callado, y replicó sus palabras con las que la bestia aquella que se hacía llamar persona había hablado minutos antes de la explosión.

Soy Casandra. - me presenté para aquellos que no me conocían,mas una voz en mi cabeza me distrajo de todo pensamiento, una voz que ofrecía sacarnos de este infierno que no había hecho más que empezar a cambio de una propuesta, miré a Tian y luego a la mujer de labios sellados que nos hablaba en la cabeza – Qué propuesta es esa? – susurré sin levantarme del suelo, no iba a aceptar nada hasta no saber dónde me estaba metiendo.

Los gusanos siguen durante un momento atacando a la arena, antes de volver a enterrarse en la arena. Por ahora os han perdido el rastro, pero el vagón sigue estando a unos 20 metros y no hay superficie rocosa en este mar de arena. Solo es cuestión de tiempo que tengáis que moveros o deshidrataros en el sol de justicia que esta dando el calor del mediodia.

El hombre se apoya en uno de los asientos que andan poco a poco poniendose perpendiculares, en tanto que el vagón se clava más firmemente en la arena. -Yo con quien no quiero asuntos es con los brujos, bastante daño hacen al mundo.- Su cara muestra odio por un momento, pero finalmente más calmado, afirma:- Pero ya que deben existir, los prefiero que estén bien lejos. En tanto a que pueda llevar a 5 conmigo solamente, es que mis aptitudes con los animales solo podrían mantenernos a salvo a ese numero de personas.- 

Lyonell se atusa las ropas en tanto que confirma lo dicho por Knin:- Sabe de animales y es por eso que lo llame para venir a la ciudad. En realidad, los reclutadores habrán permitido esto, más por miedo que por dinero. Sin duda los hermanos de la princesa han pensado en eliminar parte de sus fuerzas para que la misión que está llevando a cabo en la ciudad fracase. Pero eso no quita que su traición sea menor.-  Se queda mirando a la mujer con los labios sellados al ver como se acerca Selisse y le empieza a hablar, sin duda sabe que es mentalista y que le haya hablado sobre un "señor" y una oferta no le hace menos sospechosa.- Señora Alma, si tiene una propuesta digala para to... - Entonces su mirada se queda en blanco junto con la de Knin.

La hermosa y siniestra mujer le dedica una mirada asesina a Selisse y mentalmente os comenta a todos:- He tenido  que paralizar al sargento y al otro hombre. No me gusta dañar ni menoscabar el libre albedrío de nadie...-  Pero volviendo a recomponer su compostura proclama:- Yo soy Alma, la pupila del maestro Izku, famoso por sus conocimientos en los artefactos y costumbres de la 5 era. Me hizo venir para buscar cierto objeto de la ciudad de Pejite. Objeto que están buscando sin saber el peligro que conlleva, ha de ser destruido sino se desataría un mal horrible. El mismo mal que acabo con la civilización de la 5 era.- Antes de que preguntéis por ello os explica:- Puedo hacer que la criatura que tiraba del vagón os acompañe hasta la ciudad y por lo tanto esteis protegidos de los gusanos.- Señala con la cabeza a los gusanos que están trepando intentando cazar a los supervivientes. Los cuales empiezan a subir por los asientos, son unos 10 aunque, 4 están bastante mal, parece que han escuchado la propuesta de Knin y creen que deberían ser ELLOS quien pudiesen escapar junto él.

Selisse no termina de entender porque le mira mal, se qued aun poco extrañada y ante lo que dice la mujer asiente, en especial cuando habla de aquel hombre:

- Uno de los mayores conocedores de los artefactos de la quinta edad quiere que le ayudemos a encontrar un artefacto? espera, eso es una muy buena idea y una gran oportunidad que no podemos perder, tenemos que ir, si yo quiero ir con ella aunque la verdad me da un poco de mal rollo

Se acerca a la mujer y asiente y dice:

- Sera un placer estar con usted

Respiré aliviada, aunque sabía que sólo sería cuestión de minutos que los gusanos volvieran a aparecer, sobre todo si nos movíamos lo más mínimo. Pero no podíamos quedarnos allí esperando una ayuda que, con toda seguridad, no llegaría. El sol ya quemaba lo suficiente para saber que tampoco era buena idea quedarse allí parados.

-¿Te ves con fuerza para correr el riesgo de llegar hasta el vagón?

Era una locura y lo sabía, pero prefería tener una oportunidad plantando cara a aquellos malditos gusanos que morir achicharrada sin hacer nada. Había que arriesgarse, por lo menos había que intentarlo.
 

¡Esto va a ser divertido! Saltemos pués...

Mikor coge toda la carrerilla que el arenosos suelo le permite para al final impulsarse y saltar sobre el vagón intentando aferrarse a uno de los ventanucos solo habría una oportunidad que no se debe desaprovechar.

Respiré hondo intentando concentrarme los suficiente para llegar al vagón sin que los gusanos volvieran a salir, tarea por otra parte harto difícil. Pero me consideraba lo suficientemente rápida para conseguirlo, tenía una oportunidad y no la desaprovecharía.

Imitando a Mikor, me impulsé con todas mis fuerzas y eché a correr como si me fuera la vida en ello... Bueno, la vida sí me iba en ello y si no llegaba hasta el vagón, las posibilidades de mantenerla caerían en picado.

Miro con desagrado cómo el resto de los presentes se quedan paralizados. El poder de la mujer debe ser considerable para poder afectar a tanta gente al mismo tiempo, lo que me hace dudar de hasta qué punto ella o su señor pueden necesitarnos para esto. Por otro lado, no me hace mucha gracia que juegue con la mente de la gente... ni con la nuestra.

Desgraciadamente, Selisse se adelantó y su intervención arruinó la prueba que había pensado para comprobar si Alma también era capaz de leer nuestros pensamientos. Aunque, en cierto modo, el ofrecimiento de la siniestra mujer ha tocado la fibra sensible de la nano: la investigación de los numenéra de épocas pasadas es lo que ha traido a Selisse hasta aquí.

- La 5ª era... - repito. Las connotaciones de eso hace que casi me sienta mareado. Como casi todo el mundo, sé que estamos en la novena era y que al menos ocho grandes civilizaciones existieron antes que nosotros, pero se extinguieron hace eones y sólo nos ha llegado parte de su tecnología. Normalmente ni me molesto en pensar en ello, pues bastante tenemos con sobrevivir día a día, pero plantearme que alguien se dedica a estudiar algo tan antiguo y de lo que se conoce tan poco casi me da dolor de cabeza.

- ¿Qué es ese artefacto y qué mal es ese? - pregunto, tratando de refrenar a Selisse. Por muy interesada que esté la nano, deberíamos tener más información antes de aceptar cualquier tipo de encargo.

Mikor empieza la carrera, pero pronto es superada por la gracil figura de Lya, que es veloz como el viento. Bajo vuestros pies decenas de gusanos horadan la arena en busca de victimas que llevarse a la boca, pero sois más rápidos que ellos y conseguis que no os alcancen sus voraces bocas. Cuando decidís que podéis alcanzar el vagón saltáis con todas vuestras fuerzas, rezando que vuestras manos alcancen la madera y metal de la que está compuesta el vagón. 

Y aunque Mikor lo consigue por poco y Lya se encarama con rapidez felina, conseguís amarraros en la parte del vagón anclada en la arena, que se une a la otra parte en una especie de piramide que se hace más pequeña, según se va hundiendo. 

Alma refleja en vuestra cabeza la imagen mental del artefacto, una especie de bola llena de surcos y un pequeño pulsador, algo que en otro momento tomaríais como un cripto del menor nivel, e incluso ahora, no sabéis si pensar que la chica  no estan inteligente como parece. En cuanto a la otra pregunta de Tian es respondida con unas cuantas palabras, pero no es la voz de la mujer, sino la de un hombre algo anciano, que imagináis que es el maestro de Alma:- El mal tiene un nombre tan raro como impronunciable, pero puede ser traducido como "Lo que acaba con la guerra". Ese artefacto puede hacer volver a la existencia a ese mal.-

Pero en tanto que estáis en esas veis acercarse a los mercenarios supervivientes, hombres duchos con las armas, pero que jamás se han enfrentado a una batalla real, y que ahora que han catado los horrores de la guerra han perdido el sentido común, que sacan sus armas y uno de ellos grita:- Knin, ni se te ocurra dejar que vayan contigo esos. Maldita sea, puedo pagar o que sea.- Otro grita:- ¡Que leches! Matemos a esos bastardos y verá como tiene hueco para nosotros.- Si esto sigue así vais a tener que enfrentaros a ellos.

Suspiro inquieta. La paciencia no es una de mis virtudes. He aceptado la misión y por lo tanto, quiero irme ya. Todo el numerito de artefacto mágicos y demás, me aburre soberanamente.

Sonrío cuando empieza la acción. Mientras el resto hablan, yo puedo deshacerme de esa panda de cretinos con demasiada testosterona en el cuerpo. Sin pensarlo demasiado, apunto a primero y aprieto el gatillo.

Selisse escucha lo que se va hablando y asinte a lo que dice el anciano, cada vez tenia mas interes y curiosidad por ir a ver lo que era eso, conocerlo y estudiarlo, era muy tentador y si habia algo como eso sin duda habria automatas o al menos podria aprender algo sobre ellos, a fin de cuentas su sueño era poder construir automatas, pero unos hombres, mercenarios asustados llegaron y empezaron a amenazar, Salisse dice:

- Yo no voy a ir con el, ire con ella y ese señor asi que por mi no se preocu....

En ese momento escucha un disparo y ve como Sara dispara a uno de los mercenarios, su cara es de sorpresa, aquella accion no creia que fuera necesaria, sin duda ahora si que iban a tener problemas

- ¡Oh, mierda!

Sara llevaba demasiado tiempo callada, lo cual nunca había sido buena señal y, conociendo la escasa paciencia de la gladio, los comentarios nerviosos del resto de los mercenarios le habían hecho actuar precipitadamente.

- Knin os llevará a vosotros, eso ya debería estar claro - digo mientras embrazo nuevamente mi escudo y mi espada, sabiendo que probablemente sea demasiado tarde salvo que Sara haya decidido hacer un disparo de advertencia. De cualquier forma, después de la presentación del mercenario al ver a Casandra, parecía evidente que nosotros no íbamos a ir con él.

"Parece que, si quedaba alguna duda, ahora está claro que vamos contigo, Alma..." pienso. "Aunque no sé si eres capaz de entender esto si no lo digo en voz alta". Es una opción desesperada, tratar de comunicarme en silencio con la extraña mujer que ha demostrado poder incapacitar a la gente a su alrededor para que esto no se convierta en una matanza. De cualquier forma, el mal ya está hecho: los mercenarios probablemente se pongan en nuestra contra después de esto, por lo que vamos a tener que entrar en una ciudad sitiada como enemigos de ambos ejércitos.

Como me esperaba, fue echar a correr y aquellos malditos gusanos detectarnos. Menos mal que los dos éramos lo suficientemente rápidos para llegar al vagón sin mayores consecuencias, sólo pensar en tener que enfrentarme a decenas de esos bichos bajo aquel asfixiante me asqueaba.

Una vez subida en el vagón, comprobé que Mikor también lo había logrado, ahora sólo teníamos que reunirnos con el resto y llegar a aquella condenada ciudad de una vez por todas. Por otra parte, tampoco sabía si alguno de nuestros compañeros había resultado muerto o herido.

-Vamos Mikor, casi lo hemos logrado.