Partida Rol por web

Todos llegais al hogar de Eddy, un chico que conociais de vista en el institulo pero en realidad un extraño. Aun asi entrais en su casa, aceptando una hospitalidad forzosa y esperando que esto os sirva para sobrevivir otra noche.

La luna a sido hace rato y eso os inquieta a todos.

Una vez cogí todas mis cosas y cada vez dudando más si era una buena idea el presentarme en casa de un auténtico desconocido para pasar la noche, sabiendo como eran mis pesadillas, acabé coduciendo hasta allí.

Me encendí un cigarro en el coche y miré al bar donde había quedado con él, siguiendo con mi montaña de dudas y pensando si bajar o no, si volver por donde había venido o probar si podía en realidad ayudarme, pues después de haber visto como una antigua alumna se suicidaba delante de mis narices por estar en la misma situación que yo, cualquier opción terminaba por parecerme aceptable.

Al parecer no sería la única que estaría allí aquella noche y de forma nerviosa accedí a aquella casa, sin hablar demasiado porque la verdad, es que no sabía qué decir y menos, cuando estaba tan asustada por aquella noche como si fuera una niña de cinco años que mira apesadumbrada el armario.

- Tío te agradezco el que intentes ayudarnos. - Dije, pues las presentaciones ya estaban hechas. - Aunque me siento como un poco incómoda en tu casa, es como si no quisiera estar aquí pero a la vez sí..

Estaba hablando con toda mi sinceridad, pero sin saber muy bien qué decir para no parecer una jodida loca de siquiátrico, pero el subnormal del siquiatra no aceptó mi petición de encerrarme.

Bethany llega al bar y luego vamos a mi casa, aunque me dedica unas palabras sinceras, cosa que agradezco.

-No te preocupes, en serio, sé lo que es ésto, además me han dado un libro que nos puede ayudar. Aún no me ha dado tiempo a leerlo, pero ya verás como todo sale bien. Solo nos tenemos que preocupar un poco los unos de los otros. Por lo de la incomodéz, mira, piensa que es como una especie de alberge, o un hostal, pero que todos tenemos en común un hecho sucedido años atrás. Estás en tú casa, vale? Cualquier cosa que necesites me lo dices.-

La digo con sinceridad también, sé muy bien por lo que esta pasando, y obviamente solo los que estamos en ésto nos podemos ayudar....

Asentí a las palabras de Eddy, pues desde luego lo que más necesitaba era ayuda, pero me era imposible estar tranquila, aunque bueno, llevaba años sin acordarme de lo que era estar verdaderamente tranquila y tampoco era ninguna novedad.

Dejé mis cosas sobre uno de sus sofás, ya que no sabía dónde tenía que dejarlas y luego me senté como intentando parecer pareciente, pero aquello no estaba hecho para mí, no lo de estar más de dos minutos quieta en aquella situación, así que cogí el tabaco del bolso y salí al balcón a fumar, quizás así conseguiría relajarme un poco, cosa que tampoco solía suceder, aunque al menos ahí no molestaría, porque si no me iba a poner a dar vueltas sin poder detenerme por todo el salón.

Llegué a casa de Eddy. El tatuador vivía en una bohardilla. No sabía bien que iba a encontrarme al otro lado de la puerta, pero al menos había cedido a ver sin más, sin conocerme y asegurándole una historia que lo mismo no se creía, pero no tenía otro remedio. Una vez allí, me dirigí hacia la puerta y la toqué varias veces.

- ¿Eddy? Soy Robert - le dije en tono seco, esperando que me abriese.

Bethany se va al balcón, parece que necesita relajarse, o se va a tirar?! Nah, no creo que me haga esa putada, aún asi, me lio un porro de marihuana y salgo a ofrecerselo. -Ésto me tranquiliza cuando las cosas me superan, no esque fume mucho, bueno, al menos hasta hace unas semanas..... Tú me entiendes...- La digo con una sonrisa, entonces llaman a la puerta, y me dirijo para allí, abriendola.

-Mmmm... Hola Robert, pasa, si, soy Eddy. Qué era eso tan impactante?-

Le comento haciendole pasar a mi casa....

Uno de tus tatuajes comienza a picarte mucho, es antiguo y no debeira molestarte pero la comezon te esta matando.

Me cago en la puta Pienso arrascandome el tattoo y mirandolo, a ver si veo algo extraño en él, me esta picando de forma extraña, y me dirijo al baño a por la crema analgésica. -Un segundo, Robert, voy al baño.- Le indico con una mueca de picór.

Una vez en el baño, me miro el tatuaje bien....

Lo del porro no me parecía mala idea y lo cogí cuando me lo ofreció.

- Gracias, eso sin duda será una ayuda.. - Le sonreí por ser tan amable conmigo, pues agradecía muchísimo lo que estaba haciendo por mí, bueno que intentara ayudarnos a todos, pero siendo sincera el problema que realmente me importaba era el mío, no el de gente con la que no tenía trato.

No tardó en sonar la puerta y Eddy fue a abrir, por lo que yo me giré para ver quién entraba y saludé desde el balcón haciendo un gesto con la cabeza.

Vas al baño. Ves el tatuaje enrojecido por el picor. Te fijas en el y te parece que su forma cambia por un instante formando la cara de una niña. Esa cria iba a tu clase, reconoces sus trenzas. Se llamaba Carol y su madre era una cantante de opera famosa.

Ves como el tatuaje te muestra una linea en roja en su cuello. Abajo se forman unos numeros. 1:30 al lado la fecha del dia siguiente. Es como una muestra de lo que pasara.

El tatuaje comienza a quemarte y enrojecerse mas por un momento antes de volver a su forma habitual.

-Arggggg!!!!- Grito de dolór cuando el tatuaje me quema, y miro mi cara desencajada de dolór en el espejo, espantado por lo que he visto.

Poco a poco el quemazón desaparece, y respirando con dificultad me lavo la cara pensando en lo visto.

Salgo del baño nervioso, con bastante prisa y cierta agonia. -Oye, conoceis a una chica llamada Carol? Su madre era una famosa cantante de opera....-

Comento cogiendo el portátil y buscando el nombre completo para buscar a la chica en la guia de teléfonos.

Al escuchar la voz de Eddy al poco rato en el salón dejé algo más de la " chusta " en el balcón para que se la encendiera luego y ahora así, algo más tranquila entre en el salón.

- ¿ Carol?

Negué con la cabeza a modo de " ahora no caigo ", pues con todo lo que había pasado mi memoria no era tan buena como me gustaría y por alguna razón siempre recordaba lo malo de todo y nunca a las personas normales o las cosas buenas.

- Pero a mí no me hagas mucho caso, siempre he sido un poco torpe asociando nombres con la cara de la gente..

De lo que me di cuenta es de que tenía peor cara ahora que cuando había salido al balcón.

- ¿ Te encuentras bien?

-No se como, pero estan jugando conmigo. Me han mostrado que matarán a Carol mañana a la 01:30, tenemos que impedirlo, avisarla o ayudarla.- Comento a Bethany. -Ahora si me encuentro bien, pero me ardía un tatuaje, y me ha mostrado eso.... Suena loco, verdad? pero me teneís que hacer caso, por favor...- Por qué mi voz suena tán suplicante? Por qué necesito salvarlos a todos? Pienso mientras busco el nombre completo de la chica.

-No os voy a engañar, me estan ocurriendo cosas paranormales, sin una explicación racional. Tenemos que averiguar que nos puede ayudar de éste libro...- Digo señalando el libro que me ha dado Martin -... Y encontrar a Carol para ayudarla.- Explico para ver si estan conmigo o no...

Me sonaba la cara de aquel tipo, aunque parecía muy cambiado desde la última vez que lo ví, hace ya bastante años. Vivía en sitio bonito, pero parecía un tipo raro. Nada más verme se fue corriendo al servicio.

- Tranquilo colega, estás en tu casa.

Dí unas pequeña vuelta al salón y ví el balcón, abierto, allí había una chica, más bien gótica, fumándose un porro.

- Hola - le dije mientras me encendía un pitillo - Me llamo Robert, tu cara también me suena, no será esto una fiesta de viejos alumnos ¿no? - le dije para romper el hielo, parecía algo nervios, pero apenas sonrió cuando el tal Eddy llegó del servicio y nos reunimos todos en el salón.

Cita:

- Por eso mismo vengo yo - les dije - bueno, ante todo decir que yo estuve en San Gabriel, internado el año de la masacre - y les miré a la cara - quizás esto resuma todo un poco y pasemos a la acción - esperé alguna respuesta - Como a tí te pasa, he tenido varios sueños, aunque reales, donde nuestro "amigo" Iam venía a recordarnos a que nos iba a quitar la puta cabeza - le di la última calada y lo apagué en el cenicero - Iba a joderme a mí también, pero si todos cooperábamos podríamos hacer algo, y veo que vosotros también sabeis del tema ¿verdad? - hice una pequeña pausa - ¿Quién esa tal Carol, también estudio con nosotros? Si es así vamos a por ella,  pero parece que no hay mucha información. Está bien ¿qué es ese libro del que hablas?

No recordaba mucho tampoco a aquel chico, pero si algo me habían enseñado era a presentarme, así que eso hice, ahora sonriendo después de haber estado fumando la maría que me había ofrecido Eddy.

- Hola. Soy Bethany Drake, pero por aquel entonces todo el mundo me llama Beth y sí, yo estaba en aquel momento en el instituto. - Como si me sintiera obligada a contarles todo levanté mi falda, que llegaba hasta mis pies a la altura de la rodilla y les mostré una enorme cicatriz, como una quemadura, aunque sólo se veía lo que asomaba por encima de mis botas.

- Yo.. estaba.. en el laboratorio de ciencias aquel día y me quemé con ácido. Lleva torturándome con volver a echarme ácido por encima desde hace unos días y te aseguro que es como si a un claustrofóbico le amenazan con meterlo en un ataud bajo tierra...

Por unos instantes la sensación de terror invadió mi cuerpo, pero en seguida se suavizó gracias a la felicidad de lo que había fumado.

Escucho a ambos con interés, y miro la hora en mi relój; no me he olvidado de la camarera, y ésta tiene que estar a punto de salir ya.

-Oye, vamos al pub enfrente de mi trabajo, falta otra compañera más del instituto, quizás ella si sepa quién es Carol....-

Luego retomo el hilo que nos acontece. Pongo cara de dolór cuando Beth muestra la cicatriz, he hecho escalfaciones y tal, vamos, que estoy puesto en el tema, y una de las cosas que más duele es el acido...

Asiento a Robert, pues piensa como yo, eso esta bien. Además, no sé por qué, me imaginaba que era uno de los supervivientes....

-Robert, el libro es un libro de símbolos y ritos contra la magia negra, espiritus, y quizás demonios.... Cuando sepamos qué son ahora Alexia e Izam, podré tatuarnos un símbolo de protrección contra ellos.- Le aclaro instandoles a ir al pub, no sin antes posar una mano en el hombro de Beth con una sonrisa tranquilizadora.

-No te preocupes Beth, no te pasará nada, te lo prometo.- La digo con sinceridad en mi mirada, al menos yo pondré todo de mi parte para cumplir esta promesa.

Parecía que la situación comenzaba a aclararse poco a poco y todos coincidiamos en lo mismo. Éramos supervivientes de San Gabriel, pero todavía no estábamos todos juntos, faltaba alguien más. Una tal Carol, decía Eddy, tendríamos que recogerla en el pub de enfrente de su casa.

- Siento mucho lo de tu pierna - le dije a Beth, aquella marca era horrible y para más inri para una mujer, a quienes le gustan enseñar sus piernas con faldas atrevidas.

- ¿Un tatuaje? joder, no tengo ninguno y el primero va a ser contra un maldito fantasma, en fin, espero que al menos esté chulo - dije mientras me levantaba del sofá - está bien. vamos a por esa tal Carol, aquí parados solo perdermos más tiempo.

Asentí por sus palabras, aunque la cicatriz era lo que menos me molestaba de todo, a fin de cuentas, si la hubiera querido hacer desaparecer me hubiera sometido a una operación de cirugía, para eso tenía un padre con mucho dinero, pero por alguna razón, nunca me había atevido a ello.

- Gracias Eddy. - Terminé diciendo tras sus palabras, aunque me parecía que ya le había dado demasiadas veces las gracias desde que había llegado. - Vamos a buscarla entonces.

Cogí mi bolso dispuesta a salir por la puerta, aunque no sabía a qué clase de pub íbamos, y yo como siempre, iba vestida con mi habitual facha, lo que era cuando menos llamativo dependiendo del lugar en el que me metieran.

- Yo sí que tengo un tatuaje, así que no tengo ningún problema en hacerme otro.

Sonrio. -Robert, la camarera no es Carol, al menos eso creo... Ella me dio el telefono de Beth... Ostias, tengo que llamar a otra, una tal Erika...- Comento acordandome de la libreta que me dió la camarera.

Bajamos y vamos al pub, no esta muy lejos, y mirando la hora, aún estamos a tiempo hasta de tomar una copilla.....