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Londres Nocturno: El precio del poder

Capítulo 2: Cenizas

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21/10/2014, 04:20
Director

Os reunís en cuanto se pone el sol. La noche anterior fue bastante intensa, y no os dio tiempo a concretar vuestro curso de acción en la presente noche, y realmente había mucho que hacer.

Notas de juego

Restaros 1 ps

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28/10/2014, 00:11
Ernest Worthington III

Tras una breve y concisa despedida, seguida de un letargo diurno intranquilo y repleto de oscuras tribulaciones, Ernest se dispuso para otra noche de probables infortunios, pues estos parecían seguir la estela de todo lo que estuviese cerca de Morgan, su inesperado y flamante compañero.

El conde siempre había creído que el azar no regia en el destino de una persona, si no que uno se labraba un futuro gracias a su esfuerzo personal y las decisiones que tomaba a lo largo de su vida. Sin embargo, aunque este no fuese el foco de los problemas, cuando se encontraba cerca del ventrue, parecía que incluso las mas frías y tranquilas noches pudiesen estallar en cualquier momento como si de un polvorín se tratase.

Ya fuera para bien o para mal, lo que estaba claro es que desde que se habían conocido hacía ya dos veladas atrás, sus noches habían estado repletas de situaciones inesperadas y repletas de peligro y tensión a partes iguales.

Sin embargo pararse a pensar en aquellas preocupaciones sería perder el tiempo, así que se dispuso a vestirse y a partir lo mas rápido posible, pues de nuevo tenían una misión encomendada por la mismísima Reina en persona y no tenía pensado hacerla esperar mas de lo necesario para que esta viese cumplidos sus designios.

En aquella ocasión Alphonse, su ayudante de cámara, había tenido en cuenta que no sería una velada de celebraciones, por lo que le había seleccionado un traje elegante, pero sin duda mas discreto que el esmoquin de la noche de la coronación, por no hablar del uniforme de gala de la velada anterior. El traje era por supuesto hecho a medida y de un estilo ingles formal o levitón de un sobrio color negro, acompañado por una impecable camisa blanca de estilo pajarita, con un chaleco y un plastrón de seda, ambos de color gris. Unos zapatos negros y pulidos y unos sobrios gemelos de plata acababan de dar un tono elegante a la par que distinguido a su figura.

Sonriendo agradeció a Alphonse su profesionalidad y buen gusto, le pidió que avisase al chófer de que aquella noche volvería a necesitar de sus servicios.

Antes de salir de la casa para subir al coche, escogió uno de sus bastones de caballero, cuyo pomo, sobrio y contundente, combinaba madreperla y metal bañado en plata. La vara, negra y pulida era de madera de sheesham, y la virola, de plata de primera ley que embellecía aún más aquel bastón de corte clásico. No llegaba a ser como su bastón preferido, que había tenido que partir en dos durante la coronación para estacar a aquel descastado de Leroy, pero sin duda serviría para su función. Al menos, hasta que encontrase otro remplazo mas apropiado y ceñido a su gusto.

Cada vez que recordaba la exquisita factura del pomo, con forma de cabeza de lobo, se entristecía por la perdida de aquel bastón, pero sin duda lamentaba aun mas no haber aprovechado la ocasión y haberle arrancado el corazón a aquella rata traicionera. Un error que sin duda no se iba a volver a repetir.

Sentado en el asiento trasero del vehículo, indicó al chófer la dirección donde había quedado con Morgan, y después permaneció sumido en sus pensamientos en completo silencio.

Notas de juego

PD: Dejo a discreción de Morgan cual será el lugar de nuestra reunión. ^^

PD2: El modelito de Ernest sería algo parecido a esto.

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28/10/2014, 21:58
Morgan

Las cosas, en el otro extremo del campo, eran flagrantemente diferentes.

El Ventrue, Morgan, no daba consideraciones al azar o a otra cosa: como hombre que había estado en una guerra, no creía que todo pudiera aplicarse al desempeño personal, y como alguien descendido de una antigua raigambre aristocrática no estaba en su flema admitir que el esfuerzo fuera el único que lo midiese todo. Oh, eran importantes, eran importantes, pero sólo eran una herramienta más, y glorificar la herramienta en lugar de la escultura era tan corto de miras...

Dejó que sus acólitos lo lavaran con abluciones y le tendieran la toalla. Acabada la ceremonia tomó el cáliz, bebiendo un suspiro, y lo pasó a sus acólitos diciendo algo que se perdió en la noche de los susurros. Eso harían en conmemoración suya y de la Luz de Oriente mientras él se ponía la camisa: nada le gustaba más que el tacto de una camisa nueva tras las escarificaciones sanadas y lavadas: sentaban como victoria. Le hacían sentirse como un señor, que lo era, y como alguien que no tenía nada que temer del mundo, que también lo era pero con el pequeño inconveniente de que el mundo simplemente no se arredraba ante la falta de miedo. Se ajustó la camisa y buscó los gemelos mientras buscaba un chaqué. Su criterio de moda había quedado por los años 30, un criterio que no se había perdido aún demasiado debido a la recuperación posguerra, y su criterio de la vestimenta de un hombre incluía zapatos, camisa y chaqué mínimo inevitablemente. El bastón y el sombrero eran opcionales, pero en su caso un gusto definitivamente adquirido: aunque Worthington no hubiera sido exactamente santo de su devoción, debía admitir que su elección de bastones era apropiada y de gusto cierto.

El lugar de encuentro era el Thamesmead, enfrente de la puerta vieja: cuando el lugar todavía era un sitio agradable para pasear y no la ruina de hormigón que la ambición de los hombres convertiría a la zona en décadas por venir.

-Worthington -dijo, saludando a la presencia- Celebro verle.

 

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30/10/2014, 17:03
Director

En el cielo de Londres, levemente iluminado por la ciudad con un permanente manto gris, podéis ver una columna de humo negruzco, en la dirección en la que, según los papeles de la Reina, se encontraba la tetería de la Tremere.

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30/10/2014, 17:31
Ernest Worthington III

Worthington llevaba ya unos pocos minutos esperando mientras admiraba la estampa nocturna del Támesis, cuando Morgan llegó y le saludó con perfecta etiqueta británica. El conde correspondió al saludo levantando levemente el ala de sus sombrero de copa con un gracioso gesto y una leve inclinación.

   - Buenas noches - Respondió con tiento.- Celebro verle también.-

Tal vez ambos no se llevaran especialmente bien ni fueran amigos, pero al menos habían llegado a un entendimiento en el cual podían guardar las formas y el protocolo. Un sentimiento de respeto mutuo, por leve que fuera.

Volviéndose observó con gravedad las ligeras volutas de humo negruzco que ascendían perezosamente hacia el oscuro firmamento.

   - Será mejor que nos pongamos en marcha.- Comentó con gesto adusto.- Si esperamos demasiado las pistas podrían enfriarse, y nunca mejor dicho.- Prosiguió con un tono ligeramente irónico.

Haciendo un gesto para que le acompañase, comenzó a caminar en dirección a la tetería de los Tremere.

   - ¿Ha llevado alguna vez una investigación?- Preguntó intentando dar un poco de conversación a su compañero.

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31/10/2014, 01:09
Morgan

Asintió, brevemente.

-Por supuesto.

Como si no esperase otra cosa, y realmente no lo había hecho. Morgan era la clase de persona que había interiorizado el protocolo y la etiqueta, en lugar de practicarla: era un Ventrue y tenía la crianza de uno, después de todo. Y en este caso, no esperaba otra cosa sino que su compañero fuera competente y guardara las apariencias: lejos de ello, no le importaban las grotescas abominaciones contra su persona, la naturaleza o Dios que practicase en su intimidad, si no le repercutía en absoluto. Es parte de una sociedad ordenada.

-La noche comienza bien -dijo mirando el humo, con un leve matiz de desaprobación- No sé en qué piensan estos salvajes causando fuegos cuando la mayoría de las reconstrucciones son de madera.

Sacudió la cabeza levemente, pensativo y desafortunado. Todo muy afectado.

-Jamás -le respondió- Ni fui nunca un intendente ni tuve que inmiscuirme en los asuntos de mis semejantes: ese es su oficio y su autoridad, Alguacil. Y dado que siguió siéndolo en su momento deduzco que es un profesional cuanto menos.

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06/11/2014, 12:06
Ernest Worthington III

   - Eso intento.- Aseveró Ernest con un deje de sana ironía en su voz.- Aunque como imaginará en el mundo que vivimos es difícil mantener a todos los vástagos en vereda. Siempre hay alguno que cree que las leyes y las normas no existen para él.-

Caminaban a buen ritmo, atravesando la ciudad con presteza en dirección de la desafortunada tetería de los Tremere, y el Conde ya podía percibir el olor de la madera quemada y el hollín en el aire. Un funesto avance de la destrucción que recorrería la ciudad si las sospechas de la amenaza de los cazadores y los magos era algo mas que un mero rumor.

   - En cuanto a los asaltantes que han quemado el local, no creo que les importe mucho arrasar media ciudad si con ello eliminan de la ecuación a alguno de los nuestros.- Prosiguió con un tono de voz mas serio.- Pretenden cazarnos exaltando el nombre de Dios, borrachos de una fe que probablemente no alcanzan a comprender realmente, como tantos otros asesinos de masas ya hicieron en el pasado. Si no fuese por que sus acciones suponen una amenaza, su comportamiento limitado e infantil sería objeto de la mas profunda de las condescendencias.-

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10/11/2014, 21:38
Director

Llegais al lugar de los hechos. Aunque aún hay columnas de humo en algunas zonas de pilares de madera, el lugar está húmedo por el agua de los bomberos, y no queda rastro de fuego activo. El fuego ha consumido no solo la tetería, sino también las dos construcciones aledañas, dejando tres muertos. Los equipos de contención ya se han retirado, y esta previsto que para pasado mañana vengan los técnicos a evaluar el bloque completo y llegar a la conclusión de si se puede restaurar el lugar o si debe ser desalojado y derribado. Una traza de acción que no deja de tener cierta sorna, teniendo en cuenta que los barrios pobres del extrarradio aún siguen esperando a que reconstruyan muchos de sus hogares, en ruinas tras el Blitz.

La calle está en silencio, y totalmente solitaria, a excepción de dos figuras oscuras en el umbral de aquella desolación. No parecen estar haciendo nada más que permanecer allí de pie, y la diferencia de estatura entre ambas es bastante notable. Una de ellas no llega al metro sesenta de estatura. La iluminación es escasa, pero podéis imaginaros de quién se trata.

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12/11/2014, 01:51
Morgan

Morgan hizo un ademán casi imperceptible con los hombros.

-No está usted muerto, y hay gente que le odia, señor Conde. Yo calificaría eso como señales de un trabajo adecuado.

Asintió a sus palabras mientras caminaban. Ambos eran hombres de mundo curtidos por la vida, lo que a grandes rasgos venía a querer decir que se veían validados en ser unos cabrones racistas e intolerantes. Excepto en la parte de la correspondencia, estaba esencialmente de acuerdo con la compañía de aquel hombre, que cuanto menos parecía escarmentar raro de sus errores. Estaba desarrollando cierto afecto por él: lo que venía a significar que disfrutarían de la mutua compañía hasta que alguno traicionase al otro; pero si se hacía con el suficiente decoro, podrían mantener aún las formas. No había razón por la que no llevar la situación con propiedad si no se podía todo personal. No eran Brujah allí, incluso si el linaje de Worthington... dejaba que desear. Pero si hasta los indios pudieron convertirse en buenos súbditos, un Gangrel podía serlo también. 

-Bueno. Parece que tenemos compañía, sr. Worthington -le comentó quedo, pero tranquilo, al llegar allí- ¿Le parece que deberíamos presentar nuestros respetos, o sería una violación de su intimidad en esta noche moderadamente tolerable?

Habló, tras consultar brevemente el reloj de cadena y volverlo a colocar en su lugar. Podía querer tener claro el horario para poder preparar un margen de actuación, o simplemente el gesto de mirar el reloj. Los relojes de cadena son una simbología en sí mismos, después de todo.

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13/11/2014, 19:29
Director

Notas de juego

Las siete de la tarde en Londres, y oscuro como la boca del lobo. Ventajas del invierno para los vampiros.

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15/11/2014, 11:47
Ernest Worthington III

   - En lo personal preferiría que nadie tuviese motivos para odiarme.- Respondió Ernest con humor y sana ironía.- Seguro que eso me quitaría unos cuantos problemas de encima, cosa que nunca le viene mal a uno...-

Atento a cualquier posible peligro el conde avanzó por la calle con todos los sentidos aguzados al máximo. El olor de los rescoldos de la gran hoguera que había sido la tetería descendía por la calle saturando el ambiente casi como si se tratase de un incensario de proporciones desmesuradas. Sus sentidos aumentados le permitían "degustar" en las volutas de humo los olores característicos de las diferentes maderas nobles que allí habían ardido, hasta el punto que probablemente de haber tenido los conocimientos necesarios podría haberlas catalogado.

Aunque no fuese necesario, Morgan le hizo notar la presencia de las dos figuras que esperaban pacientes frente al edificio derruido.

   - No se preocupe, sin duda deben de ser esas personas deben de ser la sheriff Parr y mi compañero, el alguacil Holmes.- Declaró con convicción.

Sin pensárselo dos veces se aproximó a aquellas dos figuras dispuesto a entablar la conveniente conversación, dejando que su presencia quedase claramente delatada, por el taconeo de su bastón al tocar el suelo empedrado de la calle.

   - Buenas noches.- Saludó con una cortes reverencia nada mas llegar a su altura.

Notas de juego

Sorry por tardar, he estado varios días enfermo y con fiebre. Pero ya estoy de vuelta.

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17/11/2014, 20:42
Ray Holmes

Ray se volvió hacia los dos recién llegados, pero Parr, envuelta en su abrigo, nisiquiera reparó en vosotros. Tenía los ojos vidriosos, vacíos y ausentes.

¡Oh vaya! Así que vuelves flamante con tu recobrado título de manos de la misma Reina. Pero lamento comunicarte que toda la flama ya se extinguió aquí. La jefa sigue inmersa en sus indagaciones, y me tiene aquí, de Guardia Real. - entonces reparó en Morgan - Vaya, señor Collingwood, que agradable verle por aquí. Me alegra ver que consiguieron conciliar una paz más o menos estable.

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20/11/2014, 22:36
Morgan

Aquella observación no mereció más que un casi imperceptible movimiento de mentón.

-Creo que debería reconsiderar sus ambiciones dadas las características de nuestra sociedad...

Guardó el reloj. Elegantemente con margen. El elegantemente tarde se convierte en la especie vampírica en la posibilidad de una horrible muerte, y se considera por tanto algo no tan popular. Por otra parte, es algo propio de patanes y jovencitos y por tanto nunca debería ponerse de moda, así que seguían siendo ganadores en ese aspecto. Worthington parecía ser incapaz de aceptar las pequeñas bellezas de la sociedad que le incluía acompañadas del resto de características que la hacían de uno y querida, pero probablemente lo entendiera con el tiempo: sin duda sus años habían sido de alguna mala clase de misguado idealismo. Simplemente tenía que crecer, superar esos años y amar a su sociedad por lo que era, y sentirse orgulloso de ella precisamente por ser como era; lo contrario sonaba terriblemente austríaco, y por tanto de mal gusto.

-Mis Parr, es un auténtico placer -saludó con mayor respeto. Que ella contestase o no era absolutamente irrelevante- Igualmente, señor Holmes -asintió, en reconocimiento y respeto a un igual que (y esto es importante) inmediatamente no era una amenaza- Por supuesto que no podía pasar otra cosa: se me ordenó que supervisara su conducta y nuestro mutuo amigo el señor Conde aquí presente, aislando cierto episodio fruto quizás de un exceso de celo, es un hombre cabal que conoce su trabajo y su lugar. Por algo es nuestro Alguacil a noche de hoy.

Era agradable hablar con Holmes: sabía lo que era realmente importante, como correspondía a su antiguo puesto en la aviación. Worthington podía ser un hombre cabal, pero Ray era un hombre en condiciones.

-¿Tiene alguna noticia inusual para nosotros, por un casual?
 

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23/11/2014, 04:08
Ray Holmes

Holmes se encogió de hombros.

Poca cosa. El fuego se desató pasadas las diez de la noche. Testigos oculares afirman haber visto entrar a una mujer y a un hombre con un abrigo negro y la cabeza completamente calva, pero únicamente salió el hombre, aunque es posible que no haya suficientes testigos para reproducir toda la secuencia, no es una zona muy frecuentada. Sí aseguran que el hombre salió del lugar poco antes de que las llamas se hicieran visibles. - removió un poco las cenizas con el zapato, sin llegar a mancharse - Todo dentro de lo normal, el incendio pudo provocarse por una lámpara de aceite defectuosa, ya ha ocurrido antes, y esa es la versión que se les dará a las autoridades. Pero la verdad es que este lugar tenía tantos sellos y perímetros mágicos que era imposible que nada prendiera dentro sin el consentimiento de un Tremere. ¿Ven aquella casa derruida, una manzana más abajo? - dijo, señalando con la mano una casa en ruinas no muy alejada del lugar - Ocurrió durante el Blitz. El obús iba a caer justamente sobre este local, pero rebotó como si hubiera caido en una cama elástica gigante, cinco metros por encima del tejado, y describió una parábola perfecta hasta el edificio, destrozándolo. Afortunadamente apenas hubo testigos oculares, así que la Jefa solo tuvo que hacer unas pocas visitas. - el testimonio le sonaba vagamente a Ernest, aunque fuera totalmente nuevo para Morgan. Las redadas de ese tipo se llevaban con la más absoluta discrección, y además había ocurrido poco antes del abrazo de todos aquellos chiquillos - Una de dos, o Bainbridge quiere ocultar pruebas, o algo realmente gordo se esta cociendo aquí como para saltarse los rituales de esta manera. Sinceramente, espero que sea la primera... - se rascó la cabeza, con cara de preocupación. Los alguaciles eran los primeros responsables en enfrentar la amenaza, pero algo os dice que Holmes no se siente preparado para afrontar tamaño desafio.

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28/11/2014, 03:56
Morgan
Sólo para el director

Notas de juego

¿Espero a Ernest?

Lo digo porque yo le estoy esperando a él porque le toca, pero si resulta que me está esperando a mí por la conversación podría ser un impasse bien chorras X_X

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29/11/2014, 18:44
Director

Notas de juego

Ernest esta pasando una mala racha, y no puede postear con la frecuencia que le gustaria. Postea y que se reenganche cuando pueda.

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02/12/2014, 18:59
Ernest Worthington III

   - Yo no descartaría lo segundo.- Respondió Ernest con tono lúgubre.

Parado entre aquella destrucción miró a su alrededor, calibrando la situación. No era ningún experto en fuegos, pero aun así intentó imaginar donde se había iniciado el incendio. Si la información de Ray era correcta, invariablemente en todo aquel asunto tenía que ver con asuntos mágicos, ya fuese por parte de los Tremere, como por algún factor externo. ¿Los agentes de la inquisición tendrían las aptitudes para destruir los hechizos tejidos por los Tremere?

Había percibido la preocupación de Ray, y la verdad es que no era para menos. Se enfrentaban a fuerzas que superaban la comprensión humana, y su deber era solucionar aquel desbarajuste, poner orden fuese quien fuese el responsable y aquello nunca era fácil.

   - No te preocupes.- Le dijo con un tono mas neutro que transmitía tranquilidad.- Sea quien sea el responsable de todo esto tendrá que responder ante la Reina.-

Volviéndose hacia la sheriff esperó a ver si está finalizaba sus pesquisas y reaccionaba finalmente a su presencia.

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03/12/2014, 12:41
Morgan

La convicción de Worthington era halagadora, pero... sinceramente, hubiera preferido que su compañero se guiase más por las apariencias como el resto de la gente de bien. La gente sin un núcleo sólido de creencias es, después de todo, más adaptable y dispuesta a cambiar su fundamento, una cualidad necesaria en las noches de hoy.

"O ambas"

Si él fuera Bainbridge desde luego que no hubiera actuado sin una oportuna cabeza de turco sobre la que desviar sospechas, y sacrificar a su "chico" hubiera podido ser el garante definitivo, la razón por la que habría tenido esa pérdida de compostura en el Elysium.

-¿Cree que podemos entrar y comprobar la zona, sr. Holmes?

 

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03/12/2014, 20:06
Ray Holmes

La Sheriff no respondió, inmersa como seguía en sus indagaciones. Holmes se movió inquieto, era evidente que ya tardaba demasiado, pero no había nada que pudiera hacer al respecto.

Sí, eso hacemos. Arreglar lo que otros se empeñan en destrozar... - no sonaba muy animado - Sí, pueden pasar, las llamas hace horas que se extinguieron, y solo quedarán algunas brasas inofensivas. Pero tengan cuidado, el plano del edificio sugiere una planta inferior al nivel de la calle, y mientras no se desescombre el siniestro, no sabemos en que estado se encuentra el suelo o si podría ceder bajo su peso. El perito vendrá mañana para cuantificar los daños y el estado de la estructura, pero creo que no tenemos tiempo para esperar su informe, ¿cierto?

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10/12/2014, 22:15
Morgan

Ni ellos tampoco, demasiado. Quizá si alguien había grabado símbolos en los pilares fundamentales como para invocar la esencia de Ra-Ha podrían encontrar algo, pero... no estaba seguro.

-Cierto -confirmó, asintiendo- ¿Procedemos, Alguacil?

Empezó a internarse allí. Posiblemente el suelo fuera inestable, así que esperaba que Ernest tuviera cabeza como para no estar completamente pegado a él.

Notas de juego

¿tirada para saber si se acaba derrumbando algo? ¿O se lleva en privado?