Partida Rol por web

Haría falta aún más sangre, el cadáver estaba por entero momificado, y aunque poco a poco su cuerpo iba perdiendo aquel rictus horrible, aún haría falta al menos la misma cantidad de sangre que le habíais dado para despertarla.

Contemplé al Nosferatu bañando con su vitae las entrañas de aquella momia, aún no era suficiente, como una flor mustia, necesitaba sangre en gran cantidad para volver a poseer el vigor de los caídos. Arrugué la cara con ligero fastidio.

Normalmente me alimento de ratas, y aquí estoy, regalandole mi bien mas preciado a una ramera momificada... mas le vale cantar o esta sangre volverá a su dueña.

Aparté suavemente al vástago que me había ayudado a investigar el lugar, viendo que no aportaría mas vitae al asunto, mi expresión no cambió en lo mas mínimo, quería que despertara, y para eso necesitaba un atracón. Bien, se lo daría.

- He escuchado que en estos casos pueden enfurecer... prepare su fuerza señor Leroy -Dije apremiante nada mas apartar el brazo, dispuesta a ver la reacción de esa flor marchita.

...en estos casos pueden enfurecer... prepare su fuerza señor Leroy

Repentinamente reparo en la extraordinaria grabedad del asunto:

- Cierto... - en mi confundida psique se agolpan imágenes en que aparezco yo mismo, tras un velo rojizo, encolerizado, fuera de mi... Aún aturdido por la constancia de lo que pueda acaecer, contemplo la estaca en mi mano, consciente que se trata de nuestra única garantía frente a un terrible enfrentamiento -. Permítame, Miss Black... - me hago espacio mientras la muchacha tiende su brazo a la Marchita, a la que hundo nuevamente la estaca en su pecho, asegurando su inmovilidad.

Cuando la chica, se retira de la estacada la miro, trascendentalmente:

- Deberemos alimentarla hasta que esté debidamente saciada... Será la única manera... - vuelvo a tender mi brazo hacia la inmóvil criatura -. Mi turno.

La muchacha, con el precioso líquido aún goteando en su boca, comenzó a volver definitivamente a la vida, mientras Leroy se disponía a estacarla de nuevo. Un grito de dolor fuera de lo humano surgió de su garganta maltratada.

- ¡IaaaarrGGGHHGHRRRrrrr! - estaba poseída por la bestia, totalmente fuera de si, y sin nada que le impidiera moverse libremente.

Mis peores temores se hicieron realidad, la flor había vuelto a la vida y quería mas sangre.

Eres una puta desagradecida...  Pensé malhumorada.

- Editado por el narrador -

La estaca atravesó el pecho de la muchacha con brutalidad, devolviéndola al estado inicial, mientras os mirabais anonadados. La habitación había empezado a apestar sobremanera, debido a la nauseabunda sangre de Leroy, que en lugar de ser roja, tornaba un negro viscoso, poco salubre incluso para un vástago hambriento. Estaba claro que eso no iba a funcionar bien.

Milagrosamente, mi brazo estacado surca el aire y empala a La Marchita, deteniendo, en el acto, el terrible ataque que disponía e inmovilizándola instantáneamente...

El seco crujir de la madera quebrando el cuerpo y costillas de la Criatura precede el  frío silencio en que queda la estancia una vez concluido el enfrentamiento: La calma tras la tormenta...

- Deberemos alimentarla, chica... - vuelvo a arremangarme la camisa, dejando nuevamente desnudo mi escuálido brazo - ...tendremos que hacerlo hasta que podamos quitarle la estaca sin riesgo: Hay que interrogarla -. Mis palabras no dejan lugar a duda - Empezaré yo pero deberemos hacerlo entre los dos...

Repito la operación anterior, alimentando a la feroz Criatura con mi Sangre apestada.

Dispuesta a combatir, me llevé un leve sobresalto con la fría precisión del engendro, de aspecto arruinado y maltrecho, si, pero solo de apariencia. Mantuve mi silencio mientras el Nosferatu entregaba mas sangre infecta, que inundaba la estancia con un olor a podrido casi insoportable para quien estuviera vivo, aunque a mi no me importara, hacía años que no me afectaban esas trivialidades.

La situación pasaba de castaño oscuro para mi, pero el golpe no la había complicado mas, afortunadamente... Solo necesitaba mas sangre. Volví a ofrecer mi brazo cuando fue mi turno, esta vez sin delicadeza alguna, agarré burdamente el cuello de la florecilla con la mano derecha, casi como si fuera a arrancarle la cabeza ahí mismo, y en vez de hacerlo reabrí mi herida en la muñeca izquierda, ofreciendo la dulce vitae...

- Ya... -Aparté el brazo, con el ceño fruncido- Con esto debería ser suficiente entre los dos, quitele la estaca señor Leroy, y veamos que tiene que decir.

Está bien: Entre mi Sangre y la de Miss Black, La Marchita debiera estar lo suficientemente saciada como para no resultar una fiera desbocada al volver a arrancarle la estaca...

- Chiquilla... - susurro al oído de la aún empalada muchacha - ...te hemos alimentado, cariñosamente... - mi pútrido hedor inunda su alrededor, surtiéndolo de mis fétidos vapores - ...ahora te arrancaré el madero que te atenaza para que recobres la conciencia y te comportes como la dulce gatita que sé que sabes ser... - aprovecho ese último instante aprisionada para darle un fugaz y prácticamente imperceptible lengüetazo en la mejilla, lo más cerca que estaré de volver a catar a una mujer...

Entonces, manteniendo la estaca en mi mano y la guardia bien alta por si se le ocurre atacar de nuevo, le arranco el trozo de Madero a La Criatura!

La muchacha volvió en sí de nuevo. Tras unos espasmos de dolor, y varios quejidos que denotaban el grado en que estaba herida, pudo abrir los ojos y ver.

- Qu... quienes sois... - preguntó, desorientada.

La Marchita recobra la conciencia y lo primero que hace es andar preguntando:

- Los que te hemos sacado del letargo, muñeca... - le muestro la estaca, aún ensangrentada y que unos momentos antes le cruzaba la caja torácica. Me separo de ella, cediendo el protagonismo a Miss Black -. Ninguna pregunta más hasta que atiendas a mi compañera... - El grave semblante no admite rechazo, ni contestación, resulta demasiado obvio que "Como sigas así de impertinente te mando, estacada, a la Torre de Londres!".

Con un gesto, doy pie a que Evelyn inicie el interrogatorio, me planto en un discreto segundo plano, con los brazos cruzados y la mano cerrada en la estaca, presta a actuar si es menester!  

Una vez mas Leroy tomó la iniciativa ante la recién despierta, pero luego de considerar que no era un peligro se apartó para dejarme paso a mi. El Nosferatu desde luego era muy útil.

Avancé dos pasos, lo suficiente para que pudiera ver mi semblante pálido y severo, y le ofrecí mi helada mano para que se incorporara.

- Puede llamarme señorita Black, venimos a ayudar -Anuncié en un tono quizá excesivamente frío para la situación, pero mejor dejar las cosas claras desde el principio...- Le basta con saber que estábamos investigando lo ocurrido en este lugar cuando la encontramos, díganos lo que recuerda y estaremos empezando con buen pie señorita.

Sonreí levemente con los ojos muy abiertos en espera de una respuesta.

La muchacha seguía totalmente desorientada, aunque una evidente mueca de asco afloró en su rostro demacrado ante el olor que había invadido ya toda la habitación, en conjunción con el rostro de Leroy.

- ¿Cuánto... cuánto tiempo ha transcurrido? ¿Qué día es hoy? - dijo, tratando de incorporarse sin éxito.

Inevitablemente, La Marchita consigue crisparme los nervios: No solo corresponde a mi valiosa sangre con evidentes muestras de asco sino que, además de no dar las oportunas explicaciones, se dedica a preguntar sin ton ni son... Maldita débil!!!

- Escúchame!!! - Mi torso se inclina entre ella y Miss Black, inundando nuevamente su frágil espacio personal con mi hedor inmundo - Presta mucha atención a lo que la Señorita y yo te estamos contando, diablos!!! - Estoy tentado a agarrarla de las solapas y sacudirla pero prefiero evitar el contacto físico, mis ojos irradian un infinito menosprecio - Estamos a 24 de enero, según mis cálculos hace unos 4 días que eres un embutido inerte y precisamos... No, me equivoco: La Reina precisa saber qué ha ocurrido aquí!!! - Mi brazo se extiende, impaciente - Hay un lío de mil demonios y no hay tiempo que perder: Atiende a la Señorita... - señalo a Miss Black - ...o me encargaré personalmente que sea alguien mucho más horrible que yo y con peores modales que los míos quien te interrogue!!!

Mi torso retrocede de nuevo, confiando que mi aterradora presencia saque a la chiquita de su embobamiento!