Partida Rol por web

La Toreador se llevó dos dedos al puente de la nariz, con hastío.

- Por segunda vez, no. No se qué querían exactamente, solo se que aquél mago lo repitió dos veces antes de empezar a matar a los mios. Un mago, o un Tremere, o un demonio, o qué se yo. Bastante que pude retener aquellas palabras antes de huir. Podría ser un mago antitribu, o un humano, o un cazador. Lo que si se es que son un peligro, y una clara violación de la tregua del Príncipe. - hablaba como si Bowesley aún no hubiera sido coronada - Y que hay que detenerlos. Los cadáveres de mis sirvientes no están, si los capturaron e interrogaron, podrían... podrían...

Las palabras se le atragantaron en la boca, sin capacidad para argumentarlas, para soltarlas al aire.

...aquél mago lo repitió dos veces antes de empezar a matar a los míos (...) Los cadáveres de mis sirvientes no están, si los capturaron e interrogaron, podrían... podrían...

Asisto al desgarrador conflicto en que se halla La Marchita:

- Intenta recordar cuáles fueron sus palabras exactas, es de vital importancia! - Me duele, profundamente, tener que presionarla de esta manera - Verás: En estas diez noches han pasado muchas cosas, demasiadas y no precisamente buenas - mi mirada vuelve al punto inicial, escrutando la oscuridad -. Nos enfrentamos a un grave peligro: El tipo que asaltó el Club puede desatar la furia de Los Merodeadores así que, por el bien de todos, de La Camarilla, es mejor que no te guardes nada de lo que puedas saber, cualquier detalle puede resultar crucial... - Hundo el craneo entre mis hombros - La situación es desesperada, lo entiendes, verdad? - Casi una disculpa, un lamento por estarla presionando como lo estoy haciendo... 

Busqué asiento cerca de la florecilla mientras me sentía asqueada por la actitud de Leroy. Suplicando como un gusano estaba perdiendo todo el aprecio que algún día pudiera tenerle.

No obstante puede que aún con esa repugnante actitud pudiera sacar mas información que yo a la florecilla, llevaba mal las amenazas, al igual que yo llevaba mal eso de dialogar sin llegar a las manos. Esperaría a que respondiera.

Apretó aún más el puente de la nariz con los dedos, y puso aún más cara de disgusto.

- En serio, me estás levantando dolor de cabeza. Es lo único que sé, por ahora. Si me hubiera quedado más tiempo, sería un hermoso montoncito de cenizas. Tengo que investigar con detenimiento qué ha pasado en mi local, pero eso llevará tiempo. Y ni siquiera sé lo que es un merodeador, así que no me atosigues. Lo que quiero decir... - dijo, sacando aplomo - ...es que si interrogaron a mis sirvientes, averiguarán con facilidad la localización del Eliseo. Y eso... eso es una catástrofe.

O quiza la catástrofe fuera que la localización se hubiera revelado por su causa, y las repercusiones que tendría sobre ella a largo plazo. Pero el hecho era que el Eliseo podía arder en cualquier momento.

...ni siquiera sé lo que es un merodeador...

Una mueca en mi desfigurado rostro: Una sonrisa? Acaso desagrado??? Algo me dice que más pronto que tarde tendréis que saber quienes son...

Por el momento, la pareja de chicas Toreador no parecen excesivamente interesadas así que no voy a ser quien las atormente, Bendita inocencia! En cualquier caso, La Reina me ordenó ayudar a Evelyn y es lo que haré.

Me veo venir un rápido trayecto al Eliseo pero antes quiero inspeccionar la Sala de los frigoríficos, el lugar que alberga el cadáver de Miller; así que contrariado por la ausencia de respuestas, me yergo mientras niego socarronamente con la cabeza y arrastro mi penosa pierna tullida hasta la Sala que aún no he podido revisar... 

No sabe quién son Los Merodeadores! Será posible!!! Niego de nuevo con la chaveta aunque, a decir verdad, hasta hace bien poco yo tampoco lo sabía! Tampoco descarto que el calvo de rostro tatuado se tratara, en realidad, de uno de ellos, de un Merodeador! Mi cabeza hierve llena de dudas pendientes de desentrañar!

Inspeccionar la Sala de los frigoríficos: Aprovecho para echar una ojeada por si hay algo de interés para la investigación que nos ocupa pero mi objetivo real es encontrar Sangre! He perdido mucha para reanimar a mi Amada y necesito recuperarla... Imperiosamente!

Empiezo por el resto que dejó Evelyn para, mientras lo devoro con avidez, escudriñar el resto de frigoríficos: Quizás haya algún otro encendido o encuentre más Sangre en otro rincón... Era un local de Vampiros, por Dios! 

Lamentablemente, no encuentras ninguna otra bolsa de plasma.

Si yo fuera él los habría interrogado. El eliseo está bien jodido...

Dejé escapar un ligero gruñido mientras apoyaba una de mis manos sobre la cara, con expresión cansada.

- Si necesitas algo te lo proporcionaremos... mientras no sea mas sangre. Pero hay que moverse, mi contacto estimará muy valiosa esta información y debemos ponerte a salvo, si es en el Eliseo tanto mejor.

Me levanté perezosamente, como si mi cuerpo pesara veinte kilos de mas y observé los movimientos de Leroy. No sabía a que atenerme con él, pues estaba hechizado por la mujer, sus movimientos podían ser... imprevisibles.

- Haz el favor de liberarle de esa mierda -Me dirigí a la Toreador nuevamente, no me parecía adecuado volver a los modales hasta que la situación no fuera un poco mas favorable para mi, y no me gustaba estar en desventaja- Ya has visto que no somos tus enemigos.

La Toreador se sonrió un momento, antes de volver al rostro de preocupación.

- En cuanto os vayáis del local el sortilegio se desvanecerá. - dijo, con un dedo en la mejilla - Por ahora no necesito nada aparte de tiempo para examinar mi local. Dudo que vuelvan por aquí, así que estaré a salvo. Por lo demás, si averiguo algo, ¿cómo podré contactaros?

Mi regreso, de la Sala contigua, me permite escuchar las palabras de mi amada Marchita...

En cuanto os vayáis del local el sortilegio se desvanecerá.

Igual que un fiel lacayo, permanezco en un rincón de la Sala, prácticamente invisible entre las Sombras, esperando lo que sea que quieran hacer a continuación. La certeza que, al salir del Halley, mi hechizo por la Toreador expirará, me resulta dolorosa, terriblemente angustiosa: En mi atormentada existencia, el mero hecho de experimentar un atisbo de humanidad resulta un regalo... aún tratándose de falsos e impuestos sentimientos, su sola manifestación son un dulce néctar en mi paladar que no quiero que se desvanezca!

Sacudo la cabeza, negando la evidencia que, cuando salga de ahí, esa enamorada faceta desaparecerá, siendo substituida por el habitual monstruo que habita en mi...

  si averiguo algo, ¿cómo podré contactaros?

Sigo a la expectativa: Por lo que a mi respecta, mi absurda existencia en las alcantarillas me impide disponer de medios susceptibles de recoger los encargos de mi amada... acaso Evelyn disponga de mayores recursos al respecto! Solo puedo prometer regresar al Club y señalar algún lugar oculto en que mi idolatrada mustia nos deje nota acerca de sus progresos...

Sea como fuere, prefiero no aventurarme al respecto... No en Su presencia!

Observé como el Nosferatu no tenía nada que decir al respecto, la información que la florecilla recabara podría ser muy valiosa, si, pero no disponía de medios fiables para intercambiar información, y los que tenía no podían ser usados, no a menos que le diera la dirección de mi refugio... y no podía exponerme de esa manera. De ningún modo.

Carraspeé, si no me importara la vida de esa niña como fuente de información ahora estaría intentando arrancarle la cabeza debido a mi frustración. Pero había otra forma...

¿Por qué no? El poder de la sangre puede volver en una simple marioneta al mortal mas fuerte. Pude verlo con mis propios ojos hace diez años... "ellos" lo hacían.

- Un mortal de mi confianza vendrá cada noche a visitarte, será nuestro puente de información.

Maldición! El reloj corre en nuestra contra! Quizás no dispongamos de demasiadas noches como para perder el tiempo con la información que La Marchita nos pueda brindar!

- Ejem... - lamento entrometerme, surjo de la penumbra en la que andaba sumido para dirigirme a Evelyn, mi aparición parece acompañarse de una nauseabunda pestilencia - ...si me permite: Quizás requiramos lo que Ella descubra de modo inmediato, perentorio... - busco por la barra algo con que escribir y anoto un nombre y un número de teléfono: El de Tom Daugherty, en la caseta de la Compañía de Aguas; le brindo lo anotado a la Mustia -. Es Tom, de mi entera confianza: Lo que sea que descubra, por irrelevante que le parezca, se lo comunica añadiéndole que es un mensaje para Leroy... - el pedazo de papel, al pasar de mi mano a la de mi amada, me transmite una sensual corriente eléctrica -. Tom es fiel pero no tiene muchas luces: Asegúrese que entiende el mensaje!  

- Bien. Entonces será mejor que os apresuréis al Eliseo y déis las noticias. Realmente estan en peligro, todos ellos... - dijo, con cierto atisbo de angustia finjida.

...será mejor que os apresuréis al Eliseo y deis las noticias. Realmente están en peligro, todos ellos...

Profundamente apesadumbrado, me despido de La Marchita con un extraño visaje inevitablemente mal recibido.

La convicción acerca de disponer de la eternidad para conquistarla se va desvaneciendo a medida que, siguiendo los pasos de Evelyn, dejo atrás a la dueña de mi estático corazón.

Ya en la salida del Halley, la Toreador a la que devolvimos la muerte es solo un dulce recuerdo de lo que fue, lo que podía haber sido y lo que jamás será... una ridícula idea que, con un leve aspaviento frente a mi rostro, me saco de la sesera para regresar a mi habitualmente huraño temperamento.

Saco del bolsillo las llaves del coche y, algo chulesco, las agito frente a las narices de mi graciosa acompañante:

- Temo que debamos visitar el Globe... diligentemente! - Súbitamente, ceso el sonajeo de llaves - Chica, dispones de vehículo o vas a dejar que te lleve? - Una fea mueca emerge en mi rostro deforme: Estoy hambriento, agotado... necesito un respiro, un momento de calma en el que alimentarme y recuperarme... encontrar mi lugar en el mundo... pero eso será más tarde, luego quizás, ahora tenemos cosas que hacer!   

La idea de utilizar un Ghoul como herramienta no pareció calar ya que el Nosferatu abrió otra vía mas rápida y efectiva para comunicarse con ella, la rapidez primaba ante todo y sería una lástima que el Elíseo fuera masacrado por recibir tarde una información vital...

Me quedé en silencio y de brazos cruzados, observando a la muchacha de la que seguiría desconfiando, y cuando no hubo nada mas que decir -Esto ha sido todo- Avancé hacia la puerta de salida para comprobar que Leroy saldría también a los pocos segundos.

El poder de la florecilla parecía agotarse, aunque desde su deforme apariencia solo podía apreciarse un sutil cambio de actitud. Mi encierro en el refugio me estaba apartando cada vez mas de los protocolos sociales, ver en un individuo señales de afecto por otro me resultaba fascinante, al igual que la enorme fealdad de Leroy, sentía gran interés por investigar y catalogar cada fenómeno que afectara al cuerpo o al psique de un individuo. Supervisar la transformación de un Mortal en Nosferatu sería algo sublime.

Y ahí estaba también esa irritante manía por llamarme chica. Calma.

- No me importaría ir con usted mientras me deje abrir la ventanilla de copiloto señor Leroy -Respondí con una leve sonrisa.

No me importaría ir con usted mientras me deje abrir la ventanilla...

- Sin problema, andando! - Arrastro mi pierna tullida, guiando a mi socia hasta el desmadejado vehículo; le abro la puerta del copiloto invitándola a que acceda con una torpe, desmañada y absurda reverencia... no puedo evitar sorber sonoramente cuando la Chica pasa por mi lado. Ya con Ella sentada, cierro de un sonoro portazo y, cojeando, rodeo el turismo hasta la posición de piloto.

Hago girar la llave en el contacto y, tras un par de intentos, el motor ronca de manera mórbida, permitiéndome iniciar la marcha hacia el Eliseo:

- Veamos qué tiene que decirnos Sir William... - Los focos iluminan débilmente las calles desiertas de Londres, camino al Globe Theatre.  

Al llegar al teatro, este aún sigue entero y en calma, por el momento. Leroy se arrastró fuera del coche aunque no llego a tiempo para abrirle la puerta a Evelyn, que no esperó a que el tullido se arrastrara hasta ella para premiarla con su hedor.

Tras ello, Leroy llamó a la puerta del teatro, una puerta que no era la principal, sino una especialmente reservada para los de vuestra condición. La puerta se abrió al poco.

- Oh, es usted otra vez. Pase por favor. - dijo, abriéndoos la puerta. Evelyn captó de inmediato quien era, y no dió crédito a sus ojos.

Me alivia, me satisface profundamente que el Globe aún no sea un montón de escombros... todavía permanece en pie, veremos cuánto dura!

Al llamar a la puerta me sorprende que sea William, el propio Guardián, y no Robert quien nos abra.

...es usted otra vez. Pase por favor.

- Hola Will... - por extrañas razones, mi atormentada psique parece esforzarse en exhibir mi absoluta carencia de modales allí donde voy - ...iam -. Me apresuro, por lo menos, a terminar el nombre de pila del Guardián: Es lo mínimo teniendo en cuenta que rendimos audiencia con una de las plumas más laureadas y consagradas de todos los tiempos!

Me hago a un lado, buscando refugio en la penumbra, cediendo el protagonismo a Evelyn: En mis absurdas cavilaciones imagino que, por el mero hecho de ser del mismo Clan, se entenderán mejor que si arranco la vista con mi insensata verborrea e incontinencia oral... Expóngale, Miss Black, nuestras alarmantes novedades!