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Los acuerdos de Pazo Pajar

Introducción: Cuando el río suena...

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24/08/2017, 14:01
Director

Egil salvó la escasa distancia que le quedaba hasta el patio de armas descendiendo el puñado de escalones que restaba. La mayoría de los soldados había permanecido fiel a su tarea manteniéndose en su puesto para la vigilancia de la muralla, nunca se sabía cuándo y de dónde podía venir la amenaza.

El protocolo y los procedimientos había que respetarlos: mientras Jerome se adelantaba para dar el aviso al gran salón donde se sabía que estaban tanto Lord Thalassos como el Castellano, uno de los soldados pidió revisar el sello de lacre para comprobar la autenticidad del mensaje. Otro por su parte revisó que no tuviera armas.

Ese mensajero podía ser una distracción para una invasión mayor, sin embargo los mismos soldados que hacían la ronda no podían reprimir dar de cuando en cuando alguna mirada de curiosidad hacia el recién llegado. Los colores de la Casa Buckler que portaba eran la confirmación de los rumores que se habían escuchado en las tabernas y los muros, mientras entrenaban y mientras comían. La posibilidad de una gloria próxima para la Casa a la que servían era algo que mantenía a todos excitados así como las perspectivas de crecimiento con la misma.

El estruendo de los cascos al galope no pasó desapercibido para el vulgo: algunos curiosos se acercaron para enterarse de la última noticia, la cual podía afectar en mayor o menor medida a su rutinaria vida; ni para la pareja de hermanos Myria y Samuel quienes según Egil recordaba, habían salido a dar un paseo por las tierras.

Notas de juego

Sin problema lo de la persona. Lo de los dados guardados viene explicado en reglas. Ok a Othar

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24/08/2017, 14:02
Director

-Egil -dijo repentinamente el soldado que había revisado el sello de lacre, tras devolvérselo al mensajero para que pudiera terminar su misión- creo que deberías escoltarle tú hasta el gran salón –“vuestro padre está allí” eran frases que no se decían y quedaban implícitas, y una metedura de pata siempre era más liviana para alguien de la familia. No en vano la sangre es más espesa que el agua-. Jerome se ha adelantado a dar la noticia por lo que estarán al tanto.

-Pobre diablo…

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24/08/2017, 14:04
Director

Repentinamente la puerta se abrió interrumpiendo así la planificación que se estaba gestando. En el umbral apareció la enjuta figura de uno de los encargados de hacer la patrulla del muro de aquel día: Jerome. Un buen tipo y leal, sin embargo más verde que el verano tal y como delataba aquel acto, una osadía estando como estaban en audiencia privada.

-Yo… el mensajero...perdona mi señor… -El pobre diablo no paraba de hablar atropelladamente siendo consciente de la osadía que acababa de cometer, afortunadamente no tardó en recomponerse ante una señal de uno de los que estaban en aquel lugar, nunca recordaría quién la dio, fue entonces cuando empezó a hablar más calmadamente.- No quería interrumpiros mi señor. Sin embargo acaba de llegar un mensajero urgente de la Casa Buckler, hemos confirmado el sello de lacre comprobando que contaba con las tres hebillas de bronce y le hemos cacheado. Ningún arma.

-¿Concedéis vuestro permiso para hacerle pasar? ¿O por el contrario preferís salir? No sé qué es lo que se hace en estos casos.

Notas de juego

Nota 1: Ya sabéis que sois más pobres que las ratas y no tenéis maestre. Tampoco tenéis alguien que sepa algo de manejar y adiestrar cuervos por lo que no llegan a donde estáis. Suele llegaros la información vía jinete sobre caballo, y muchas veces este mensaje ha sido ya leído por el maestre receptor del cuervo.

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24/08/2017, 18:11
Samuel Thalassos

Bajé de Pisapinos relativamente rápido, aunque yo no era quién corría, estaba algo agitado pero mi rostro denotaba satisfacción, había hecho una excelente carrera aunque ahora estaba de vuelta allí. Mi hermana no estaría contenta por haberle arruinado el paseo. 

-¿Ha pasado algo?- pregunté a Egil o alguno de los soldados si es que alguien me respondía. Parecía ser algún asunto serio el que se traían entre manos. 

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26/08/2017, 00:35
Myria Thalassos

Con paso suave llegamos hasta la puerta de nuestro hogar, veo a mi hermanito junto al mensajero, en el patio. Continuo hacia él, el repiquetear de los cascos de mi yegua se detiene cuando me coloco junto a Samuel, lo miro algo seria y le susurro.

-Deberíamos haber seguido paseando, ya verás…- Almendra suelta un bufido, mostrando su conformidad conmigo o quizás le desagrada terminar su paseo tan rápidamente.

Saludé a los demás algo tímidamente, no por vergüenza, sino para que no se fijaran mucho en mí. Era mejor pasar desapercibida, aunque todos me conocían, tal vez si estaban muy ocupados en algo pasarían por alto que había llegado, era realmente improbable, pero no tenía muchas más opciones.

Creía que el mensaje podía tener que ver con los rumores, pero tampoco estaba segura, lo que sabía era que lo más probable era que acabáramos en algún tipo de reunión aburrida, por suerte tenía pensado evitarlo de alguna forma.

Me bajé de mi yegua y cogí las riendas para llevarla a su cuadra, esperaba que no me echaran mucho en falta.

-Voy a guardar a Almendrita ¿Quieres que me lleve a Pisapinos?- Quería darles una manzana o aunque fuera un poco de heno, necesitaban comer mucho y hoy no habían podido comer las hierbas cercanas al oasis, que eran las más tiernas y a mi parecer sus favoritas.

Me detuve un momento esperando a ver si mi hermano me daba las riendas de su caballo, sino continuaría. Menos trabajo para mí.

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26/08/2017, 03:28
Lord Cleesten of Thalassos

Déjenlo pasar.   -Quería que todas las personas de confianza ahí reunidos lo oyeran. 

Y traigan algo de agua y atiendan a su caballo.   Preparen algo de comida en la cocina para que tome algo de repasto antes de retornar. 

¿Que será lo que nos depara un mensaje así de urgentemente traído? 

Notas de juego

Por cierto, que chuli imágen de castillo. Le queda perfecto.

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26/08/2017, 10:15
Samuel Thalassos

Sabía que a Myria no le haría gracia el hecho de irnos y dejar el paseo, pero la curiosidad me había convencido. Quizás podríamos retomar nuestro paseo luego o bien tendría que ser otro día. 

-Lo sé, perdón. Te prometo que te lo compensaré luego...- le respondí también en voz baja cuando ella estuvo cerca mio. No solía sentirme demasiado culpable por hacer cosas, pero con mi hermana era con quién más frecuentemente me ocurría. Mis disculpas quizás no se concretaran luego, pero eran sinceras -si, está bien, gracias...- dije con algo de tristeza, dandole las riendas de mi caballo. Aunque sea le contaría luego lo que había ocurrido, y si no era nada divertido sería yo quién correría para ver si quería volver a salir. 

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27/08/2017, 19:40
Egil Othar

Egil no se hizo esperar, raudo bajó de la torre y se puso a la altura del mensajero, que en estos momentos se encontraba junto a unos soldados que cumplían con su labor. El caballero estaba contento ante la rápida reacción de sus compañeros, le satisfacía ver como cumplían y tomaban todas las medidas posibles para evitar riesgos. siempre había que estar preparado en Poniente, hasta en casos como este dónde no había mucho que temer.

–Me haré cargo– contestó al soldado acompañando sus palabras de un asentimiento. Tenía que dirigirse al gran salón ahora, aunque antes debía saciar la curiosidad del recién llegado Samuel, al que Egil recibió con una sonrisa. –Ha llegado un mensaje de la casa Buckler– dijo brevemente, pues tampoco tenía mucha más información que aportar.

–Con su permiso, acompañaré al mensajero hasta vuestro padre, podría ser urgente– no esperó una respuesta, no lo veía necesario y no quería hacer esperar al señor, por lo que se dirigió al mensajero. –Acompáñame, por favor– le pidió y comenzó a dirigirse hacia el gran salón mientras en su cabeza intentaba descifrar este nuevo misterio.

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28/08/2017, 08:37
Samuel Thalassos

Me mantuve en silencio y caminé junto a Egil y el mensajero a ver a mi padre, quería enterarme qué mensaje traía. 

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28/08/2017, 17:08
Director

Una vez se hubieron repartido las tareas, todos los hombres que tenían su guardia por delante volvieron a sus puestos. La inmensa mayoría de que acababan de terminar su turno, optaron por salir a los terrenos exteriores para acercarse a una de las tabernas situada en el pueblo más próximo.

Egil por su parte hizo una indicación al recién llegado invitándole a que siguiese sus pasos, tras éste se colocó Samuel y ambos se dirigieron al interior del castillo hasta que se encontraron casi de manera atropellada con Jerome. Quién tenía un aspecto algo nervioso, como si fuese consciente de que hubiese hecho algo mal.

-Os esperan, debo volver a mi puesto en la muralla. -Les indicó.

Myria observaba aquella escena aparentemente costumbrista mientras palpaba cierta solemnidad en el ambiente. Cambios parecían avecinarse y estar a la vuelta de la esquina. Desconocía si traerían gloria o si supondrían la perdición de la casa. Por alguna misteriosa razón todos aspiraban a la grandeza mientras parecían despreciar sus propios privilegios o la fortuna de estar donde estaban y de poseer cuanto poseían.

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28/08/2017, 17:09
Director

La puerta permanecía cerrada mientras en el interior del Gran Salón, cuatro pares de ojos la taladraban con su vista, como si esperasen que ese acto fuese suficiente para tornar cualquier nueva en una buena, finalmente se abrió.

El primero en aparecer fue Egil Othar a quien su padre saludó. Tras éste venía el mensajero con los colores anunciados que le confirmaban como enviado de la Casa Buckler y tras éste el Samuel, el segundo varón de Lord Thalassos.

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28/08/2017, 17:09
Mensajero de los Buckler

-Mi señor, soy mensajero de Lord Buckler de Puertabronce quién os espera en Pazo Pajar. –Anunció tendiéndole así el mensaje el cual se encontraba sellado con lacre rojo. Éste a su vez había sido sellado con el propio escudo de armas de la casa. Parecía auténtico e intacto.

Una vez hizo una reverencia al entregar el mensaje, dio un paso atrás quedando así en segundo plano mientras Lord Cleesten empezó a romper el sello. La operación estaba siendo seguida de cerca tanto por Rodrick Othar como por Nathan Ostlich. Rickard por su parte prefirió permanecer más distante y más próximo a su hermano a quién se sentía muy unido.

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28/08/2017, 17:10
Director

Lord Cleesten empezó a leer el mensaje para aquella reducida audiencia, con una voz clara y perfectamente audible para los que se encontraban en aquel lugar:

Lord Cleesten de la Casa Thalassos, fiel vasallo de nuestro señor Renly Baratheon, señor de las Tierras de la Tormenta y miembro del Consejo Real de su majestad el Rey Robert Baratheon, primero de su nombre, Rey de los Ándalos, los Rhoynar y los Primeros Hombres, Señor de los Siete Reinos y Protector del Reino.

Se os convoca junto a vuestras personas de confianza a la fortaleza de Pazo Pajar para celebrar junto con los demás lores protagonistas de los gloriosos acontecimientos que supusieron la Caída de la Casa Errol. Durante un cuarto de luna se prevén festejos y la resolución de la situación de las tierras expropiadas a los traidores quienes osaron levantarse en armas contra mí.

El resto de los detalles os lo facilitará mi mensajero, buen hombre, habilidoso y leal. También os acompañará hasta Pazo Pajar donde os espero.

Lord Ralph Buckler señor de Puertabronce y vasallo de la Casa Baratheon

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28/08/2017, 17:11
Mensajero de los Buckler

Apenas hubo tiempo para masticar las palabras pues al sentirse nombrado, el mensajero volvió a hablar:

-Mi señor ha olvidado mencionar la existencia del banquete de bienvenida al final del día, de ahí que tuve que llevar a mi caballo hasta sus límites para poderos entregar el mensaje con la suficiente antelación para permitiros hacer los preparativos y llegar al final del día.- Mencionó rápidamente. –Con vuestro permiso me retiraré para ver qué tal se encuentra mi caballo y para darle de comer y de beber antes de ponerme en marcha.

Otra reverencia más y se marchó por donde había llegado.

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28/08/2017, 17:11
Rodrick Othar

-Avisaré para que dispongan del equipaje suficiente para una semana. – Anunció brevemente Rodrick Othar al tiempo que empezaba a ponerse en camino espoleado por la celeridad transmitida por el mensajero, balanceaba ambos brazos, el sano y el muñón. Entonces se detuvo junto a la puerta.

-¿Quiénes os escoltarán? –Preguntó-. También deberíais decidir qué hacer con los campesinos… Pues no deberíais marchar solos, al menos un puñado de vuestros hombres deberían acompañaros aconsejó. Lo contrario sería síntoma de debilidad. Nathan coincidirá en esto conmigo... -Afirmó lanzando la pelota al castellano.

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28/08/2017, 17:12
Director

Myria se encontraba en los establos, si es que podía llamársele así a aquella construcción que consistía en un abrevadero y junto a este una cerca parcialmente techada.

Almendrita llevaba tiempo mascando el heno que un mozo se dedicaba a amontonar con ayuda de la horca frente a la yegua. A su lado un corcel jadeante y sudoroso optaba por beber ruidosamente del agua del abrevadero. Tenía pinta de haber sido llevado al límite tal y como delataba su respiración acelerada.

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28/08/2017, 17:13
Mensajero de los Buckler

Llevaba unos minutos ensimismada en sus labores cuando se dio cuenta de la llegada del forastero. Se trataba del mensajero quién parecía haber entregado su mensaje. 

-Disculpas mi señora, venía a ver cómo se encontraba el caballo. Me temo que le he tenido que llevar al límite.- Dijo a modo de saludo al tiempo que hizo una leve inclinación con la cabeza. Entonces empezó a acariciar con cariño al animal quien no se detuvo en avituallamiento.

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29/08/2017, 14:31
Myria Thalassos

Había dejado a Pisapinos y Almendra en los establos, antes de sentarme había peinado un poco con mis manos las crines de mi yegua, no me gustaba que se le hicieran nudos en el pelo, al rato, cuando pensaba que ya estaba perfecta, paré. Así que salí de la cuadra, me había manchado un poco las botas de montar de lo que esperaba que fuera barro, tendría que cambiarme antes de pasear por el castillo, pero aun no tenía prisa por ir así que me senté a ver como el mozo les daba de comer.

Uno de los caballos llamo mi atención, no lo conocía, estaba bebiendo agua como si no hubiera bebido durante días, contemplé como la hacía, viendo como salpicaba fuera del abrevadero encharcando los alrededores de este.

Escucho una voz, que me hace desviar la mirada enseguida, es el mensajero que he visto antes, en el patio, me levanto. -Hola, pues lleva bebiendo un buen rato.- Le digo con una sonrisa.

Después me acerco al corcel y al hombre que le acaricia con ternura. -No se preocupe, estará bien, solo necesita descansar.- Hago una pausa tomando un poco de aire para sentirme más relajada, luego le pregunto. -¿Y por qué tanta prisa? No nos íbamos a mover de aquí.- Le dije pensando en el pobre animal, había hecho un día caluroso y suponía que habría sido algo durísimo llegar hasta aquí.

-Supongo que se quedará por aquí unos días, así podrá descansar.- Acercándome para acariciar el lomo de su caballo, me refería al caballo, el mensajero no se había tenido que esforzar mucho. -Además tiene una estupenda compañía.- Mirando a los otros animales con los que compartía los establos.

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29/08/2017, 16:22
Lord Cleesten of Thalassos

Muchas gracias mensajero.  Adelante, su caballo será atendido, coma usted algo. 

Hijos, Nathan, Egil, acompáñenme.  Póngase listos, salimos antes de que la siguiente campana suene.  Eso les daría unas 3-4 horas para estar listos.   Organicen.  Esto promete ser algo importante.  -dijo, lacónico, pero claramente emocionado.  Se percibía una forma de darle vuelta a sus desairadas fortunas.  Y bueno, conocer maestres, hablar con algún Baratheon, con los otros comerciantes de la zona, todo eso era una oportunidad, todo lo era. 

Además de un riesgo.  Pero para eso estamos hechos. 

Gran fuerza, sin ser notados. Hasta que llega el momento.

¿Donde está Myria?

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29/08/2017, 17:36
Samuel Thalassos

-Fue a llevar a los caballos al establo padre, yo le aviso que se prepare ahora mismo- dije antes de que se moleste con mi querida hermana nuestro padre. Había sido bueno que no estuviera ahí, porque si se le daba por negarse a viajar o algo así a mi hermana yo podría ahora hacerla entrarla en razón antes.