Partida Rol por web

El elfo espera unos segundos la respuesta de Goldwine y, suponiendo que no cambiará de opinión, le mira atentamente a los ojos. Su  mirada ha cambiado, ya no es ta carismática sino mucho más ruda.

- Deuda pagada. Vuestra relación con Lafont ha terminado. Saldada. Sobra decir que si vuelvo a veros cerca de ella no será a un juego de nueces y guisantes precisamente a lo que juguemos.

Tras sus palabras, el elfo se acerca a una de la camareras de la taberna.

Tras sus palabras, el elfo se acerca a una de la camareras de la taberna.

- Os ruego tengáis a bien acercaros a la bardo durante su próximo descanso y, antes de que inicie su nueva tonada, ofrecedle una copa de vino blanco y señaladle que la que entone será su última balada en este lugar. Que brinde por su libertad.

Tras dar una pequeña propina a la mesonera, Kaylan busca a sus compañeros a fin de reunirse con ellos y esperar los acontecimientos. Arde en deseos de ver la reacción de Diana; y aún más de curiosidad por lo que supone le revelará...

Cuando la camarera trajo el pedido, volvió a guiñarme el ojo y se alejó de la mesa escapando muy pegada a mí dejando ver bien sus curvas y dejándome su olor femenino pegado a las fosas nasales. Durante el resto del tiempo, mientras comíamos, la buscaba con la mirada y le mostraba una sonrisa cuando nuestras miradas coincidían.

Poco a poco la gente en la taberna se iba recogiendo, parecía llegar el final del trabajo para la gente de la taberna, la camarera se movía menos por la sala común y el alboroto festivo que supuse habitual comenzaba a descender en intensidad, aunque había todavía gente que aguantaba el sopor que provocaba el alcohol y permanecía fiel a su propia fiesta.

Identifiqué a Kaylan y a Duncan hablando con el tabernero, por lo menos ellos habían tenido más suerte.

- Uhmmm - rumié -. No soy muy de meterme en los temas de la orden si no me llaman antes, y yo les dejaría seguir su camino, si bien deberíamos atesorar esta información por si acaso nos encontramos con la oportunidad de venderla a buen precio - dije a Cat sobre el grupo al que había investigado -. Yo tampoco se que tiene que ver la entrega de mercancía de un señor enano pero, Gilen, infórmate sobre el tema, puede que sea un buen encargo, recuerda que cuando acabe este actual, necesitaremos otro. Pero parece que nuestros otros compañeros están teniendo una animada conversación con el tabernero, deberíamos esperarles para decidir.

Durante el tiempo en el que la taberna iba vaciándose continué avistando a la camarera y haciendo que nuestras miradas fueran coincidiendo, en algún momento quedaría libre, en algún momento podría hablar tranquilamente con ella, hacerlo mientras trabajaba pondría al tabernero en alerta. Me dediqué a pensar en que relación tendría con este, a calcular su edad y a disfrutar de su contoneo.

La música comenzó a flotar de nuevo en el ambiente del gran salón de la taberna. La dulce voz de Diana Lafont comenzó a alzarse suavemente sobre los presentes con una melodía taciturna que hizo que los corazones se enternecieran con aquellas notas aterciopeladas. La cantante mostraba una radiante luz en su rostro tan sólo apreciable por aquellos ojos que la contemplaban con atención, mientras que su voz hacía que su semblante pareciera que estuviera proyectándose más allá de aquel lugar, una imagen mágica.

Mientras tanto, Kaylan y Duncan regresaron con su grupo de compañeros. La mesa volvió a completarse tal y como lo hiciera cuando comenzaron aquella noche, cinco improvisados compañeros dispuestos a tomar una decisión de su camino. Habían tenido suerte dispar en su deambular por la taberna y ahora debían poner en común cuanto habían logrado captar por medio de oídos y ojos, la taberna cada vez se hallaba más vacía y apenas tenían un par de horas para abandonarla o meditar con la almohada de una cama caliente hacia dónde partir a la mañana siguiente.

Con el grupo una vez reunido, era el momento de tomar decisiones. Sin embargo, antes de que siquiera pudieran comenzar a debatir, la canción de Lafont llegó a su final dejando que los músicos continuaran ensalzando las almas de los presentes con hermosas melodías. La hermosa intérprete se acercó entonces a la mesa de los compañeros y tomó asiento junto a Kaylan.

Diana llegó hasta la mesa donde se hallaba su salvador, el joven semielfo la había liberado y ahora su camino estaría ligado al de aquel joven. Situándose junto a él, saludó a los presentes aún desconocidos para ella:

-Disculpen señores.- ,dijo sonriendo en tono suave, -Mi señor, sois más generoso de lo que había imaginado, ardo en deseos de partir mañana a vuestro lado.- 

El rostro de Diana continuaba iluminado, radiante de felicidad, al menos así lo mostraba. La joven se inclinó y susurró al oído de Kaylan unas palabras cálidas, para, una vez pronunciadas, poner rumbo a la escalera y el piso superior.

Las palabras se colaron por la puntiaguda oreja de Kaylan, cálidas y aterciopeladas:

-Esta noche mi lecho os aguarda, mi señor Kinyard*- ,le susurró al tiempo que acariciaba su mano bajo la mesa, -Mañana partiré con vos y seguiré vuestro camino allí donde nos lleve.-

Al decir esto se apartó de él y lo miró con dulzura para luego marcharse de nuevo a su habitación.

Gilen dejó escapar otra sonrisa, esta vez de asombro y complicidad al alejarse la bardo. Sonrojado saludó a sus compañeros con la jarra a punto de terminar y se apresuró a decir Antes de que atendais asuntos más acuciantes, tomemos una decisión. Les explico: oí sobre un negocio turbio a ocurrir en menos de dos días por los muelles, un enano debe entregar un cargamento de acero susurra esta última palabra es un asunto turbio y urgente como pueden ver... Es lo único que escuché, pero no veo que pueda relacionarse con nuestro caso particular. remata dando un trago y recorriendo la cara de sus compañeros con la mirada, haciendo sonar el jarro vacío sobre la mesa al terminar de beber. Empezaba a ponerse ebrio en verdad. 

El elfo sigue con la cabeza y la mirada a Diana hasta que sus ojos la pierden de vista mientras ésta desaparece en lo alto de la escalera rumbo al piso superior. Unos segundos después, Kaylan dirige su mirada hacia sus compañeros evaluando sus fisonomías.

La semielfo parece observarle con actitud reprobadora a juicio de Kaylan; Duncan continúa impertérrito como si nada le afectara; Gilen continúa con su cara de no haber roto un plato y Jerim es el único que, con una sonrisa bobalicona, parece aprobar lo que ha hecho.

De repente Gilen rompe el hielo contando una historia de unos enanos o algo así.... y el silencio vuelve a hacerse.

- Bueno, qué queréis? quedamos en obtener información... es lo que he hecho.... o casi...- el semielfo vuelve a girar la cabeza y a dirigir la vista hacia la parte superior de la taberna.- Es tarde y lo cierto es que me siento tremendamente cansado... aún así creo que de deberíamos de poner en común lo que hayamos averiguado. Luego tal vez reposar un poco y, acompañados de un buen y prontío desayuno, con la cabeza más despejada, decidir nuestros siguientes pasos. Qué opináis?

Personalmente creo que estoy a punto de alcanzar alguna información reveladora pero... necesito algo más de tiempo...

La música sigue sonando en la taberna y el semielfo se agita, nervioso en su silla esperando las aportaciones de sus compañeros.

Mientras espera que los demás tomen la palabra, la mente del semielfo vuela hacia el piso de arriba de la taberna. 

- Maese Kinyard?

 Estaba claro que las cosas con la bardo se habían complicado más de lo previsto. Al semielfo le costaba concentrarse. Todo apuntaba a que tendría que decirle la verdad, o al menos, parte de ella; o quizás, debía de inventarse una nueva historia.

Nada debía de alejarlo de su objetivo principal. Ni siquiera lo que la bardo parecía despertar en él. Diana parecía tener toda la intención de acompañarlos, aunque aún tenía que revelarse luchas cosas. De quién tendría miedo?

Kaylan estaba deseando conocer el fin de aquella historia; bueno, lo cierto es que ansiaba conocer el fin de ambas historias...

Luego mira a Gilen.

- Acero?...

A -ce- ro yo tampoco me lo creía en un principio

Lo habíamos oído todos bien, estaban intentando mover acero de un punto a otro en la ciudad, bajo un manto de discreción que Gilen había logrado romper.

- Puede que estén intentando ser lo más precavidos posibles con el tema para evitar asaltos innecesarios - dije -. Si bien no es nuestro objetivo principal, bien podríamos intentar vender nuestros servicios al enano, quizá agradezca que alguien proteja su mercancía, y quizá nos caiga una buena paga por ello. Mientras tanto podremos seguir investigando para el tema que nos ocupa ahora mismo.

La idea de servir a un enano que comerciaba con acero de aquella forma tan extraña parecía tentadora, sin duda, donde había acero habían monedas y si Gilen había logrado averiguarlo, alguna banda de forajidos lo haría también, tarde o temprano, aquel enano no estaba seguro.

- Gilen, ¿sabes a quien dirigirte para venderle nuestros servicios? - le pregunté al joven - Por otra parte, mientras nos encargamos de ese tema, y aprovechando que no será necesario que estemos todos, podríamos informar sobre el grupo que ha conseguido avistar Cat anteriormente - añadí -. Si bien he dicho de no inmiscuirnos, lo he pensado mejor y creo que nos haría ganar puntos con la orden, ¿Cat, te podrías encargar de soplarles la información mañana a los miembros de la orden? - le pregunté - Duncan, por lo menos Gilen necesitará alguien a su lado cuando vaya a conversar con el enano, al menos para hacer alguna demostración de fuerza, a Gilen se le dan bien las palabras, pero alguien diestro como tu dará buena impresión y nos ayudará a conseguir la protección, si estás de acuerdo, claro. Por tu parte Kaylan, si necesitas algo más de tiempo, ahora mismo no corremos cierta prisa, si la información que precisas recabar requiere de cierto tiempo, úsalo.

Nadie me había dado la batuta de mando, pero en cierto modo me sentía responsable de ellos, con la excepción de Dunca. Esperaba que el guerrero extra que nos habían asignado se fiase de mi criterio o que pudiera dar su opinión sin molestarse por intentar llevar las riendas del grupo.

- Yo intentaré recabar algo de información del contrato con la orden - dije levantando los ojos en dirección al salón buscando a la camarera -. Si mientras estamos trabajando en estas otras tareas logramos averiguar algo sobre esto guardadlo como un tesoro y, cuando nos volvamos a reunir, pondremos las ideas en común, si alguien encuentra una pista clara sobre el paradero de nuestro objetivo - dije bajando todavía más la voz -, por favor, no os arriesguéis, si vamos a darle caza, necesitamos estar todos juntos.

Me callé esperando que, tanto Cat como Duncan, pusieran sus opiniones y descubrimientos sobre la mesa.

Kaylan escuchó con atención a Jerim. Desde que conocía al guerrero, siempre le había llamado la atención ese toque paternalista del que no conseguía desprenderse. Se preguntaba si quizás era padre o lo había sido...

- No veo incompatibilidad en que, mientras nos ocupamos el encargo de la Orden y recabamos información, podamos, como proponen Jerim y Gilen, conseguir algo de dinero. He de reconocer que mi noche en loa taberna - el semielfo fija su mirada en Duncan, pues es el único que conocía el precio de la libertad de Diana Lafont- no me ha salido barata precisamente.

En cuanto a ese grupo al que te refieres... creo que me he perdido.... quiénes son Cat? Suponen algún tipo de amenaza para nuestro cometido? En cualquier caso, intuyo que seguimos sin pistas para dar con el conjurador? - Kaylan se rasca la barbilla- Creo que no deberíamos de demorarnos, el Consejo tiene fama de ser impaciente y no me gustaría perder este trabajo. Si decidimos separarnos debemos de actuar con prestancia y rapidez. Como he dicho - una vez más volvió a dirigir su mirada hacia el grupo de músicos que, ya con desgana, probablemente debido a las altas horas de la noche, procuraba, sin mucho entusiasmo, amenizar al poco público que le prestaba atención- espero tener alguna información mañana... 

El elfo intentó reprimir un bostezo.

- La idea de una cama caliente es casi en lo único en que puede concentrarse ya a estas horas mi mente.

Dan Sur observó a sus compañeros debatir sobre el siguiente paso a seguir. El bárbaro había tenido la brillante idea de hacerle proteger al joven Gilen mientras hablaba con un traficante. Como si los traficantes fueran tan estúpidos como para no ir protegidos, al menos, los que él conocía.

- Si quieres yo cuido del muchacho, pero no creo que seamos los únicos que están esta noche aquí buscando información -. Dijo el mercenario mientras apuntaba sutilmente, con el dedo sobre la mesa, a una extraña pareja con tan sólo un par de comas en la mesa y más que atención a lo que pasaba en la taberna.

- Creo que no estaría de más que alguno de vosotros nos siguiera si ese par sale después de nosotros.

Escuché atentamente al mercenario sobre ir a hablar con el enano.

- Tienes razón, Duncan, lo mejor será que también yo os acompañe - dije.

Pero entonces miré hacia donde Duncan señalaba, observé tan disimuladamente a la extraña pareja que había, pero parecía que Duncan todavía tenía que explicar algo al respecto.

- ¿Sabes sobre que están buscando información, Duncan? - le pregunté, a pesar de que esperaba la historia sobre el acero de la que ya se habría enterado Gilen.

Es un enano llamado Caudalin. Puedo averiguar dirección, y hablar con el esta misma noche. Aunque más que proteger la mercancía me parece que estaría interesado en proteger su vida dice, dando una ojeada rápida a la pareja en cuestión. Trata de cambiar el tono de su conversación para que sonara como una perorata aburrida de borracho la amenaza es precisamente las personas a las que debe entregar la carga, un rufián de nombre Willhelm. Ya le advirtieron que le matarían si la mercancía no está a tiempo, y algo me dice que puede cumplan su palabra así la transacción sea exitosa. 

 Se detiene un momento a sopesar, acariciando tras su espalda el filo del viejo cuchillo de hierro que era de su madre No me gustaría que unos bandidos tengan acceso a  esos recursos.. nosotros sin embargo: depende del agradecimiento y generosidad del traficante. 

El semielfo  toma la palabras tras la nueva información dada por Gilen.

- Propongo entonces una cosa: dado que parece que no hemos obtenido aún información alguna del conjurador, podemos, mientras tanto, ocuparnos del tema del acero y así, quizás ganar algo de dinero. Sugieronque Gilen y Duncan, como ha dicho Jerim, se hagan cargo inicialmente de la cuestión y vayan a hablar con ese tal Caudalín, ofreciéndoles los servicios del grupo, sea para proteger su persona o la mercancía. Incluso tal vez nos proporciones, si queda contento algo de información.

Kaylan hace una parada en su propuesta mientras mira a su alrededor. 

- No obstante, como sugiere Duncan, debemos de ser precabidos. Jerim y Cat pueden seguiros a cierto tiempo y distancia por si alguien fuera tras de vosotros. Así tendríais cubiertas las espaldas.

Nos reuniremos aquí lo antes posible: vosotros con algo de dinero y tal vez algo de información. Yo mientras tanto intentaré recabar esa información que me han prometido - Kaylan se sonroja mientras dice estas últimas palabras - sobre el conjurador o sus hechos.

Mientras lo pensáis voy a por una última ronda... muero de sed...

Dichas estas palabras se encamina hacia la barra donde se encuentra Goldwine.

En realidad, el semielfo no tiene intención de beber más. No le gustaría nadar en la inconsciencia antes de verse con Diana. Su propósito es bien diferente.

- Maese Goldwine, vengo a pedirle disculpas - de nuevo, la mejor de sus sonrisas-. Creo que antes he sido.. uhmm.. un poco brusco, y.. en realidad... no tengo perdón de los Dioses. Le invito a usted a una jarra de su mejor cerveza. Los caballeros deben de cerrar los tratos siempre con un buen brindis-

Mientras espera que el tabernero acepte la invitación y prepare las cervezas, vuelve a dirigirse a él.

- Y dígame maese Goldwine, ahora que Diana ha satisfecho su deuda, y para que todo buen trato quede cerrado, quisiera que me contara los detalles de su historia, de la bardo quiero decir. Cómo acabó aquí? Por qué esa deuda? y lo que me pueda contar.....