Partida Rol por web

En el Los Angeles International Airport, aeropuerto internacional de L.A. conocido por el código LAX, Ziva toma una ruta diferente a la vuestra tras mostrar unos documentos en seguridad. Os hace un gesto indicándoos que no pasa nada y juraríais que su lenguaje corporal no indica que esté en problema alguno ni que fuera algo inesperado para ella, pero claro, tiene su cara de póquer tanto tiempo puesta que no acabáis de estar seguros.

A Michael lo llaman unos policías del aeropuerto en un momento dado, habiendo facturado ya las maletas, a una sala. Tarda en salir tanto que casi teméis que pierda el vuelo, pero entra en el último instante.

León, por su parte, tampoco es que levante simpatías en el cuerpo de agentes de seguridad del aeropuerto y, oh casualidad, es elegido para hacerle un cacheo y una exploración. Vuelve de la sala a la que le escoltan con un serio caso de cabreo contenido causado por un cruce de frustración y humillación. Ha mordido la bala por el equipo, pero las ganas de abrir cabezas de guardias de seguridad siguen ahí.

Rachel casi la arma en el detector de metales. Entre joyas, tachuelas en la ropa, botas con punta metálica... La agente de seguridad, una negra de poco mas de metro y medio de alto y casi lo mismo de ancho, le da un sobeteo intenso entre pasada y pasada del detector manual. En vez de tomárselo a mal, decidió reírse de la situación, provocando que aumentara la frustración y el mosqueo de la segurata, lo que retroalimentaba las ganas de guasa de la corista.

Istyar casi se siente desplazada al no llamar la atención en comparación. Se ve que a los latinos que salen no los miran tanto como a los latinos que entran.

Hilos de cristal, hilos de metal, hilos de luz, hilos de electricidad. Todo el aeropuerto es una enorme telaraña de hilos entrecruzados por los que caminan arañas de todas formas y tamaños, tarántulas de cristal, robóticas viudas negras de acero cromado, pequeños bichitos de luz que se desplazan por los hilos como una chispa de electricidad por los cables... Te sientes muy observado y muy fuera de lugar.

Como te supusiste, la presencia del cuchillo en tu maleta llamó la atención. La historia de tu empresa de artesanías tardó en cuajar hasta que comprobaron la existencia de la misma. En aquellos tiempos no había tanto acceso a datos por internet, así que tuvieron que tirar de llamadas telefónicas salientes y entrantes, lo que casi te hace perder el vuelo. Casi.

Los tatuajes. La cabeza rapada. La cara de cabrón que sabes que tienes que no se la salta un judío. La verdad es que no te sorprende que hayas llamado la atención de seguridad. Que te hayan querido llevar a hacerte un cacheo intensivo (sin ropa) tampoco. Que te hayan hecho un registro de cavidades te resulta humillante, pero sabes que si montas el pollo te quedas en tierra y jodes las opciones de localizar a la bruja y que se os una, así que con toda la (poca?) estoicidad de que eres capaz, aguantas carros y carretas. Total, no pueden encontrarte nada.

Lo único que te consuela es que con todo lo que te han hecho, aún así has llegado antes a la puerta de embarque que Michael.

Para cuando llega Michael al avión ya está todo el mundo sentado. Incluyendo a Ziva. Explica que en su condición de militar extranjera tiene que pasar trámites diferentes para poder viajar armada, pero que al menos así no le ponen objeciones al asunto.

Las muchas horas que dura el vuelo las pasáis como podéis. Rachel, que nunca ha volado en avión, pidió ventanilla y parece no cansarse de mirar primero la tierra, luego las nubes y, por último, el océano. Alguna turbulencia menor, algun nubarrón mas oscuro de la cuenta logran sobresaltarla un poco. Para ella el viaje es una mezcla de excitación e intranquilidad por lo novedoso.

León hace por dormir.

Istyar no puede evitar sacar su block e ir capturando miradas de azafatas y viajeros.

Ziva parece dormir, pero también parece estar alerta. Un extraño equilibrio el suyo.

Michael también pidió ventanilla. Sorprende de alguien que puede convertirse en un ave de presa que surca los aires, pero, a diferencia de Rachel, él no está excitado por lo novedoso - es un joven de mundo y ha viajado en avión mas de una vez y mas de dos - sino por la nueva perspectiva que tiene algo tan mundano y ya conocido. Mira embobado, relajado, casi mesmerizado... Y mas al cielo que al suelo.

El avión también tiene arañas, de mucho menor tamaño que la mayoría del aeropuerto, pero tiene muchas. En especial en la zona de la cabina, en las alas y los motores...

Por la ventana ves diferentes elementales que se enroscan entre sí, jugueteando, casi pareciera que apareándose con descaro. Nubes que cambian de forma a ojos vista, vientos que juegan con el avión, con las aves que vuelan a una altura que creías imposibles para ellas.

No puedes evitar intentar mirar con los ojos del Shamán. Cuesta mucho sin tener tu agua de mar a mano, pero lo haces, te esfuerzas y lo consigues. Y la visión espiritual del Océano es meramente sobrecogedora y mas que digna del esfuerzo invertido. Te deja sin palabras la belleza salvaje y natural de los océanos espirituales.

Animista está sentado en el ala del avión como quién está sentado en un banco del parque, relajado, tranquilo, uno con todo.

Tras muchas - a algunos le parecen quizá demasiadas - horas en el avión, por fin tocáis tierra en Dublín sin mayor incidente. Recogéis los equipajes, Ziva vuelve a desaparecer y os volvéis a encontrar a la salida del aeropuerto. Una vez mas, trámites para poder ir con las armas. No parece molestarle particularmente.

Michael mira a su alrededor y busca las indicaciones con la mirada.

¿Que hacemos? ¿Deberiamos alquilar un coche ya o husmeamos un poco por la ciudad?

Creo que sería de mala educación no comer ni tomar una pinta de guiness. Dije asintiendo como un niño pequeño pidiendo una hambruguesa. Después del mal trago en LAX y las interminables horas de anquilosamientos en el avión, pensaba en como aprender a teletransportarme para evitar tanta fatiga.

- Mm... vale, tengo una opción para todos los gustos - sonríe Istyar - Nos compramos una guía de los mejores locales típicos de la ciudad y alrededores*, alquilamos un coche y nos desviamos un poco para pasar por alguno de camino. ¿Qué les parece?

En realidad la cerveza visita cultural no esta reñida con la misión, lo que no podemos es quedarnos acodados en una barra horas. Pero ya que ha costado tanto el billete me gustaría ver algo de la ciudad, aunque sea rápido.

Mira a los demás

Vamos, si puede ser

Vayamos a comer comida de verdad, y si os sentis cansados podéis daros unas horitas. El parque seguirá ahí y no nos corre prisa aún. No iba a admitir que me sentía como después de un agotador ejercicio por el simple ehhco de estar horas sentado. Además debía comprar mi cuchillo de monte o pesca, que para el caso me iba a servir igual.

Podemos explorar la ciudad hoy, juntos o separados, y empezar a buscar el lugar mañana. Ya que convendría encontrar el lugar antes del 28.

- Está bien, entonces... ¿haremos noche en la ciudad antes de salir hacia allá? Pues... si dormiremos por aquí y no en el mismo campamento supongo que si, es mejor dejar para mañana alquilar ese coche - mira hacia arriba, pensativa - Y bien mirado, a mi también me encantaría hacer algunas compras.

No sé vosotros, pero yo tengo que comerme una vaca y luego echarme a dormir - dice una Ziva levemente desanimada - No tengo cuerpo para turismos hoy, la verdad.

Pues por mi parte la idea es coger una habitación dormir unas horas, echar la tarde y la noche en dublin y mañana por la mañana estar listos para empezar la búsqueda. ¿Que os parece? Podemos hacerlo juntos o por separado...

Rachel va casi con la boca abierta mirando para todos lados, su escasa educación (respecto a conocimientos) le hace verlo todo muy diferente a EEUU. Casi como una pueblerina que llega a la gran ciudad, su expresión es la de quién descubre un mundo distinto dentro del mismo planeta.

- Yo quiero ver todo lo que se pueda...pero supongo que tampoco podemos llegar rendidos a donde tengamos que ir. Me apunto a tu plan, le dice a Michael.

¿Buscamos un albergue? Una habitacion para 5 no debe ser cara, o si lo preferís podemos ir cada uno por su lado...

- Yo optaría porque ninguno esté solo por si pasa algo, no me importar compartir habitación.

Istyar se encoge de hombros - Como quieran, aunque yo no tengo sueño apenas supongo que tienen razon. Es mejor que nadie se quede solo. - Resignada