Partida Rol por web

Los ángeles de la magia

Michael Brassi

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16/10/2012, 22:00
Director

Michael se dirige hacia la playa con su tabla a cuestas. Aún no despunta el alba, y el relente le tensa la piel expuesta. Sabe que el agua estará helada, pero es la mejor hora, nada que distraiga mientras cabalga las olas.

Ya en el mar, espera sentado sobre la tabla a que llegue una buena ola. La mar está tranquila, pero algo le dice que hoy encontrará un reto. Su pulso se acelera anticipando el subidón que le provocará la ola que espera.

El sol se ve ya completo, el alba dando paso a la mañana, y Michael sigue esperando. Empieza a temer que la calma chicha dure toda la mañana cuando, prácticamente de la nada, ve cómo se acerca inexorable la ola mas grande que haya visto. ¿Tendrá 6, 7 metros de altura...?

¡Esto no es nada! - piensa, y empieza a avanzar hacia la ola usando sus manos como remos, el corazón latiendo fuerte en el pecho.

Literalmente en la cresta de la ola, Michael se siente el rey del mundo. No. Se siente El Mundo. Como si estuviera conectado con todo, los pájaros, los peces, el viento, las corrientes del mar... El subidón es tal que se marea. Se marea y cae al agua, dónde la resaca de la ola lo arrastra sin remisión al fondo del mar.

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17/10/2012, 09:38
Michael Brassi
Sólo para el director

Como veterano en estas lides Michael retiene el aire de sus pulmones y deja pasar unos segundos para orientarse con la dirección de las burbujas y tener una idea de donde está la superficie. Una vez localizada nada hacia ella con determinación pero con calma.

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17/10/2012, 10:13
Director

Michael se acerca a la superficie, puede intuir el sol al otro lado, pero un cambio repentino en la corriente provoca que su tabla haga un giro brusco y le golpee con violencia en el abdomen, sacándole el aire que atesoraba y provocándole un calambre que le deja sin fuerzas, hundiéndose irremisiblemente.

Mientras ve cómo se aleja la luz al ir internándose en las oscuras profundidades del mar, Michael se pregunta cuánto tiempo estará consciente ahora que casi todo el aire salió de sus pulmones. Acepta el cálculo que hace hasta que se da cuenta de que su corazón está latiendo muy despacio. Es eso o su cerebro sobrecargado de adrenalina ha empezado a procesar el tiempo de forma diferente. ¿Le quedarán realmente unos minutos de vida?¿Serán meros segundos que se alargan en postrer tortura?

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17/10/2012, 10:15
Michael Brassi

"¡ostia puta!"

Con un esfuerzo de voluntad e intentando no dejarse llevar por el pánico se lleva una mano al pie y, siguiendo la cuerda que va de su tobillo a la tabla intenta tirar de si hacia ella. Cuando el agua se calme un poco la tabla flotará hasta la superficie.

"Joder! Date prisa, la tabla flotará y tienes que hacer lo posible para que la tabla te saque de aqui"

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17/10/2012, 10:20
Director

Exhortándose a sí mismo, Michael logra sacar fuerzas de dónde no parecía tenerlas y obligar a su cuerpo a hacer lo que necesita: palparse la pierna a la que tiene la tabla atada para poder agarrarse a ella. Ni las corrientes ni su estado físico se lo ponen fácil, pero consigue doblarse y pasarse las manos por las piernas hasta dar con el aro de su tobillo izquierdo. Contiene un grito de triunfo consciente de que es muy poco el aire que le queda dentro y empieza a seguir el cable que le ata a la tabla. El cable acaba de forma inesperada e irregular, roto y desgarrado. Ni rastro de la tabla.

Desaparecida la posibilidad de salvación, la adrenalina abandona el torrente sanguíneo de Michael, dejándole dolorido y débil. Le cuesta trabajo pensar, quizá por la falta de oxígeno o por la borrachera de las profundidades.

No,- piensa él - para eso tendría que estar mucho mas...- pero una ardiente sensación de dolor le interrumpe. Se fuerza mirar y descubre lo que parece la fauna marina al completo devorando y arrancando trozos de su piel y su carne, tiñendo el agua a su alrededor con el carmín de la sangre. Los mensajes de dolor de su cuerpo se multiplican exponencialmente, pero Michael no recibe la piedad de la inconsciencia. Todo lo contrario, por algún motivo le parece que está ahora mas consciente que cuando recibió el golpe de la tabla.

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17/10/2012, 10:46
Michael Brassi

"¡Pero que cojones!¡Se me está yendo la olla!"

Una breve concesión al pánico para sacudirse el traje de las alimañas que le devoran, como quien tiene la ropa ardiendo.

Abandonado ya todo intento de estrategia intenta escapar en una dirección al azar (al fin y al cabo siempre tuvo bastante suerte) y bracea con las fuerzas que le quedan. Por un lado con esperanza de salir a la superficie y por otro esperando que los movimientos bruscos alejen momentaneamente a los animales marinos hambrientos.

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17/10/2012, 11:18
Director

Horrorizado, bracea a ciegas en una dirección aleatoria intentando huír tanto de los voraces atacantes como de la imagen imposible que ha creído ver: parte de su esqueleto a la vista. Pero no, es imposible. Se niega a aceptarlo mientras trata de poner la mayor distancia posible entre sí mismo y un banco de peces tan heterogéneo que haría las delicias de los descendientes de Custeau.

Algo grueso se enrosca en la cintura de Michael impidiéndole avanzar. Abre los ojos y desea con todas sus fuerzas que lo que está viendo sea producto de una alucinación: un enorme tentáculo le aprieta mientras se acercan otros, de su pierna izquierda sólo ve los huesos correspondientes y a su brazo derecho le queda muy poca carne. La poca lógica que queda en su mente le dice que debería estar incapacitado, si no directamente muerto. Otros tentáculos del pulpo le agarran las extremidades y empiezan a estirar, amenazando con romperle. Las alimañas marinas insisten en seguir dándose un festín con sus músculos y entrañas. El dolor alcanza cotas que Michael jamás habría imaginado posibles ¡Y seguía estando jodidamente consciente!
Esto es imposible - se abre paso a duras penas el pensamiento entre el dolor por tracción y el provocado por las miles de bocas de dientes afilados

No lo es. Esto es real. Esto te está pasando - se oye una voz que proviene de todas partes y ninguna.

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17/10/2012, 11:19
Michael Brassi

"¡Joder!¡No puede ser!"

Consigue pensar una parte de su mente que se coloca momentaneamente por encima de la agonía. Forcejea inutilmente contra los tentáculos quemando asi sus últimas reservas de precioso oxígeno.

"¿Quien sabe? Quizas sin aire la inconsciencia llegue pronto"

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17/10/2012, 11:53
Director

No luches - dice la voz mientras Michael siente cómo le arrancan pedazos de la cara, las orejas, siente dentelladas en sus vísceras... Pocas burbujas salen de su boca mientras forcejea, pero el dolor sigue presente, él demasiado consciente como para esperar la inconsciencia pronto.

Muere para nacer. Nace para crecer. Crece para morir. Vive el ciclo, compréndelo, pues has de ser guía.

Las dentelladas se han llevado ya sus ojos, sus tímpanos, dejado vacío su esqueleto al completo. Pero Michael es consciente de los tirones que dan los tentáculos del pulpo, como si no quisiera el mar dejar el menor rastro reconocible de su cuerpo. En la oscuridad, el dolor lo es todo. Hasta que el crujido le indica que su esqueleto está roto, los fragmentos triturados lenta pero metódicamente. Michael se va convirtiendo en polvo que flota en el mar. Pero no sólo en eso.

Michael está en el mar, flotando como polvo de hueso, pero también dentro de los peces que le devoraron, dentro de las rayas, las anguilas, los atunes, tiburones, surcando las corrientes submarinas... Dentro de los pelícanos y gaviotas que se alimentan de esos peces, volando libre por el cielo... Dentro de las personas que comen esos peces, pescados con redes, caminando por la tierra... Michael es uno con todos, es parte de todos y, al tiempo, es él mismo. Porque todos los seres vivos son uno con los demás.

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17/10/2012, 12:14
Director

Has vivido la muerte, ahora vivirás el nacimiento.

Aún en tinieblas, Michael siente algo cambiar. Como si fuera barro al que le dieran forma de cuerpo. Nuevas voces se unen a la primera, en un cántico ininteligible mientras manipulan lo que Michael cree que es su cuerpo.

Obsidiana nevada en los ojos, para que pueda ver la corrupción - canturrea una voz grave. Algo empuja en su cara - o eso cree - y, tras un parpadeo, vuelve a ver. Está en un lugar oscuro, pero puede ver algunas cosas por la luz propia que tienen.
Hematíta en el corazón, para la voluntad y el valor - sigue otra voz, profunda y vibrante. Ante los ojos abiertos de Michael, una figura de lo que parece metal pulido refulge ligeramente, lo justo para poder verla, y se desliza hacia el interior de su pecho. Su corazón empieza a latir.
Cuarzo para el cerebro, para que piense con claridad - murmura una voz tan vieja que podría oler a polvo. Michael cree ver una semiesfera de cristal de roca de luz pulsante mientras ésta se desliza hacia una posición sobre sus ojos. El sonido de un frasco siendo cerrado no resulta agradable.
Jaspe en los riñones, para que controle sus emociones - continua una voz monocorde, mientras dos piezas de piedra pulida de color rojo oscuro y con una forma vagamente arriñonada pasan ante los ojos de Michael camino a su vientre.
Malaquita en el hígado, que le ayude con el cambio - añade una voz amable. Michael cree ver una reproducción de un hígado en piedra verde veteada seguir el camino de las piedras rojas anteriores.
Ágata en los pulmones, que le den el aliento de la curación - prosigue una voz que hace que Michael piense en su difunta abuela. Sendas piezas de piedra, con bandas de colores paralelas bien delimitadas, se deslizan a su posición en el pecho del joven.
Y fluorita en el páncreas, para que equilibre su orden y su caos - termina una voz que parece muchas a la vez. Una pieza oblonga de piedra cuyo color rosado se difumina por estratos hasta un blanco sucio pasa ante sus ojos de camino a su vientre.

Siguiendo el orden de las cosas, tu cuerpo fue aprovechado por los demás, haciéndote uno con ellos. - entonan todas las voces al unísono - Tienes un cuerpo nuevo ahora. Úsalo con sabiduría para completar tu misión, Guía.

Un estallido de luz ciega a Michael. En esa luminosidad, un halcón vuela hacia él, los ojos del ave fijos en los del hombre, su grito sacudiendo todo el ser del joven. Como acto reflejo, Michael levanta las manos para protegerse...

Y se encuentra en su cama, empapado en sudor, dolorido como de una gripe.

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17/10/2012, 12:17
Michael Brassi

Con dolor se incorpora pesadamente y mira a su alrededor, intentando identificar donde está, pero su mirada se desvia a su cuerpo buscando las marcas de los desagarros, mordiscos y arrancamientos.

"asi que esto es una experiencia cercana a la muerte" Piensa recordando el pánico bajo el agua.

Como si acabara de recordarlo la mano derecha le va  a la cabeza, esperando encontrar una venda, o tal vez el dolor de una contusión.

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17/10/2012, 12:23
Director

No encuentra cicatriz ni vendaje alguno, pero sí un moratón alargado en el abdomen, como si hubiera recibido un golpe con una barra... o el canto de una tabla.

Los ojos le escuecen un poco.

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17/10/2012, 12:26
Michael Brassi

Por reflejo mira la hora y se palpa el abdomen para ver si percibe algo más grave que un simple hematoma.

"Si, todo esto esta muy bien. ¿Como cojones he llegado hasta casa?"

Sin dudarlo mucho hace un esfuerzo para sentarse al borde de la cama y levantarse para salir de la habitación.

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17/10/2012, 12:30
Dunnar el bodeguero

Con dolor, palpa el hematoma y sus alrededores, no encontrando distensión. El golpe lo recibió en tejido blando, cerca del diafragma. Un golpe así dejaría a cualquiera sin aliento.

Gunnar, su bodeguero, se acerca a la cama y le pega el hocico a la pierna. - ¿Estás bien? - pregunta.

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17/10/2012, 12:34
Michael Brassi

Si, si estoy bien... ¡¡¡Joder!!!

Se vuelve a tocar la cabeza mientras recula mirando al perro como si fuera una serpiente de cascabel hasta pegarse a la pared.

 

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17/10/2012, 12:40
Dunnar el bodeguero

El perro se agacha, rabo entre las piernas y orejas caídas, y se aparta un poco de la cama, con un leve chillido de dolor. - ¿Qué pasa?¿Hice algo malo? - pregunta

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17/10/2012, 12:42
Michael Brassi

Estas hablando Gunnar
Dice con creciente pánico

Y nunca lo habías hecho antes... Que yo sepa
Dice mirando alrededor en busca de... ¿Quien sabe? ¿una camara oculta?

 

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17/10/2012, 12:48
Dunnar el bodeguero

Gunnar se vuelve a poner erguido - según un perro entiende erguido, claro, sobre sus cuatro patas - y deja el rabo a media altura.
Yo siempre he hablado, Alfa- responde, sentándose sobre sus cuartos traseros.- Eres tú el que no me entendía. Hasta ahora.

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17/10/2012, 12:50
Michael Brassi

¿Y porqué te entiendo ahora? Hace un rato me estaban devorando los peces y repartiendose las moleculas de mi cuerpo en toda la puta creación, me despierto en mi casa, sin saber como he llegado y mi perro, que siempre me había ladrado hoy me habla... Esto empieza a ser demasiado

De pronto una idea se abre paso por su mente.

¿Por qué cojones habla el perro en inglés?

Notas de juego

PD: No me has dicho la hora

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17/10/2012, 13:29
Dunnar el bodeguero

La luz del amanecer empieza a entrar por la ventana de la habitación.

¡Pero es que estoy ladrando!- exclama el bodeguero, poniéndose en pie sobre sus cuatro patas -¡Eres tú el que ahora me entiende! ¡Y el que está ladrando!

Notas de juego

A punto de dar las 7 am