Partida Rol por web

Los Cinco Soles

1.5 - Ocaso, Epílogo

Cargando editor
01/06/2011, 22:52
Director

Sutu se acerca y recoge a la pequeña, aunque aún está encadenada, no responde a ningún estímulo, parece conmocionada, en shock, pero viva, muy desnutrida y pálida, el cadáver de la mujer no sangra, tan solo ha quedado colgando y decapitado desde las cadenas en la pared. Sutu agarra las cadenas, no parecen fuertes, es probable que de un hachazo se rompan.

Sutu se agacha, acaricia la mejilla de su pequeña y le habla, pero no reacciona, sin embargo se siente el calor de su pequeño cuerpo, si tan solo pudiera sacarla de aquí

Notas de juego

Es una proeza de fuerza Cd20 con hasta 2 intentos, desde el tercer intento tira fortaleza del hacha Cd10, tampoco es que sea de gran calidad tu arma, ... si sacas dos pifias matas a tu hija

Cargando editor
02/06/2011, 14:10
Habib

Ummm, cinco no, cuatro. Eso lo deja más claro. Pues nada, que la fortuna nos aguarde.

Introdujo la gema suavemente, como si no quisiera hacer daño ruido en el hueco de la derecha del todo.

Asíii! No pudo dejar de exclamar. Pero había acertado en el agujero que tocaba? Necesitaba ver una reacción del guantelete para saberlo. Quizá debería ponérselo? Si no sucedía nada, eso probaría.

 

Cargando editor
02/06/2011, 14:33
Director

Habib, con miedo, encasta el zafiro en el nudillo del meñique (es un guante diestro) .

Unos pequeños dientes de metal surgen de los bordes del agujero aprisionando la gema, encastándola en sí mismo, el guante entero se estremece vivo y del susto cae de las manos de Habib que rápidamente lo vuelve a recoger, por unos segundos se escucha algo mecánico dentro del guante que se pone en funcionamiento pero luego, sin más, se queda tan frío e inmóvil como siempre, pero ahora, con el zafiro incrustado en él.

Entonces escuchais un grito, un alarido, es Sutu que lanza una maldición desde las profundidades de la mazmorra

 

¡¡¡ NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO !!!

Cargando editor
02/06/2011, 14:40
Habib

Habib temía lo peor tras escuchar a Sutu gritar. Tomó el guantelete y salió corriendo hacia la mazmorra.

Vamos, esto no puede ser algo bueno!

Notas de juego

Puedo con el guantelete?

Cargando editor
02/06/2011, 14:47
Vadrian

Os reunís todos de nuevo en la mazmorra bajo el patio del castillo, donde Sutu, junto a un cadáver decapitado, encadenado y colgando de la pared, levanta de nuevo el hacha frente a lo que parece una niña viva, también encadenada de las manos desde la pared, inmóvil y impasible.

Vadrian mira bien la escena y echa un paso atrás murmurando ~cielo santo

Notas de juego

Sí claro, pero pesa 80lb, piensa en ello ... vas con él entre ambas manos

Cargando editor
02/06/2011, 15:11
Habib

Detente Sutu, por qué atacas a esta gente?

Habib no entendía nada. Acaso no era su familia? Había pedido el norte el bárbaro? Por qué atacaba a gente indefensa?

Cargando editor
02/06/2011, 15:47
Sutu el Desolado

-Alaszor... su espíritu ha llegado hasta aquí. Se ha cobrado su venganza con mi familia... El demonio estaba dentro de mi mujer.... la he liberado...

Las frases salían entrecortadas de la boca de Sutu, que seguía manteniendo una titánica batalla de voluntad por aferrarse a los últimos hilos de cordura que le quedaban.

-Mi hija... sólo queda ella... Ayudadme a recuperarla... por favor...

Sutu se acercó a las cadenas y tiró de ellas intentando romperlas, pero hasta la fuerza de sus músculos lo había abandonado tras el shock recibido.

- Tiradas (1)
Cargando editor
02/06/2011, 19:56
Habib

El hechicero no daba crédito al drama que se había desarrollado. Una mujer, el amor y madre de la hija de Sutu, muerta por él mismo. La había estado buscando a riesgo de su vida en incontables ocasiones, con valor y soportando los mayores sufrimientos para que el espíritu de Alaszor la poseyera y él tuviera que sacrificarla. No podía imaginar el dolor que debían estar soportando Sutu y su hija.

Tranquilo, amigo, te ayudaremos a liberar a tu hija. Usaremos la fuerza de los camellos si es necesario. Ahora tiraremos todos juntos.

Se acercó a la, seguramente, horrorizada niña, y la acarició en la cabeza y el cabello.

No te va a pasar nada, pequeña. Todo ya ha acabado. Ahora cuidaremos de ti. Te vamos a liberar cueste lo que cueste. 

Agarró la cadena y se puso a tirar con su poca fuerza. Vamos, Sutu y los demás, tirad. Ayudemos a Sutu.

Notas de juego

Ahora puedes tirar Sutu, otra vez, pero con bonos por la ayuda.

Cargando editor
03/06/2011, 09:36
Rhaztamel Rapidfinger

Rhaz habia estado pendiente le Habib sin perder detalle sobre lo acontecido, el mago había introducido la gema en uno de los huecos del guatelete y un mecanismo se había activado dejando fijada la gema a este. Cuando de pronto un grito de Sutu hace que todos los sentidos del picaro se disparen. Sin pensarlo un segundo corre hacia las mazmorra, la escena que había era insolita - Pero que ha pasado - se preguntaba este. Un cuerpo de una mujer decapitado y una niña atada a unas cadenas. Sutu había puesto fin a la vida de su amada, al parecer Milaszor la había poseido. Pero como podía haber ocurrido. Rhaz se acerco al barbaro y le puso su mano en el hombro. - Tranquilo amigo, tranquilo, vamos a liberar a tu hija de estas cadenas. - Seguidamente se dirigio a las cerraduras de las cadenas he intentó abrirlas.

- Dejame intentar abrir las cerraduras de los grilletes - dijo el picaro a Habib.

Notas de juego

Utilizo 20 para abrir cerraduras.

Cargando editor
03/06/2011, 18:59
Sutu el Desolado

Sin ser capaz de responder a Habib con un simple gracias a causa de la conmoción que sufría, Sutu estuvo a punto de volver a comenzar a tirar, pero Rhaztamel se adelantó ofreciendo sus habilidades para liberar a la pequeña.

El bárbaro, con las cadenas aún en las manos, lo miró y las soltó, para luego apartarse a un lado y dejar hacer a su compañero, mientras intentaba calmar a la niña tratando de abrazarla con toda la delicadeza de la que era capaz en aquella situación.

Cargando editor
03/06/2011, 22:26
Willem Rottemberg

Gire mi cabeza al escuchar el sonido de pasos que bajaban hacia las mazmorras, colocando las manos sobre las empuñaduras de las espadas, temeroso de finalmente alguno de los orco o aquel enorme semigigante decidieran vengarse por la muerte de su señor. Pero por fortuna solo se trataba de Habib, Rhaz y el maldito viejo. Baje las manos con un suspiro de alivio mientras me apartaba de la entrada de la mazmorra para dejarles pasar.

La escena dentro de la habitación era desoladora. El bárbaro se encontraba pisando la fina línea que separaba la locura de la cordura, posiblemente con mas parte del cuerpo del lado de la locura, intentando liberar de las cadenas a una muchacha que parece más una estatua que una persona, mientras que el cadáver recién decapitado de una mujer cuelga de un par de grilletes. Si no fuera por las experiencias que habíamos vivido recientemente posiblemente yo mismo estaría al borde de la locura.

Me acerco a Habib, mientras Rhaz intenta abrir las cadenas de la pequeña  ¿has logrado descubrir algo sobre el uso del artefacto? ¿Realmente podemos volver a lograr que caiga aunque sea una miserable llovizna sobre este árido desierto?

Cargando editor
04/06/2011, 09:48
Habib

Rhaz asumió que era más práctico y, menos dramático, abrir la cerradura. Esto permitió a Sutu relajarse un poco. Willem se acercó a Habib para preguntarle por el guantelete.

Todavía no lo sé. He ensartado la gema de agua, pero no me ha dado tiempo a probar el artefacto. En cuanto salgamos al aire libre del patio, lo haré. Espero haberlo hecho bien y que funcione.

Metió la mano en el guantelete para ver si algo cambiaba desde la última vez.

Cargando editor
04/06/2011, 12:47
Director

Rhaztamel abre las cerraduras evitando un desgaste de energía que podría haber terminado en daño para la niña, sus muñecas están libres y caen al suelo a plomo, Sutu se apresura a recogerla y la niña entonces reacciona, se gira observando al bárbaro con unos ojos grisáceos, su pelo está seco y pajizo, su color moreno parece apagado y sus pupilas parecen haberse perdido en sus iris verdes - ¿Papá? - Pregunta incrédula, como si se tratara de otro sueño, como si no fuerais reales, y tras una respuesta se abraza a Sutu para quedar de nuevo en un trance que suponeis es su descanso, pero con los ojos abiertos.

 

Por su parte Habib apoya el guante en el suelo, el zafiro está engastado en el nudillo del meñique, Habib mete la mano hasta el final del guante de tamaño enorme y este por dentro, al notar el brazo del hechicero empieza a cerrarse entorno a él, debido a su gran tamaño le llega hasta el codo, por dentro las paredes se estrechan con suavidad para acoplarse a su mano sin que hayan cambios en el exterior, tal como la última vez.

Y nota las palancas al final de cada dedo, sin embargo, la del dedo meñique ya no está suelta, muestra una resistencia a vencer, muestra que está lista para ser usada, cuando el meñique del hechicero pasea por encima de esta palanca sin llegar a apretarla nota un latido que sincroniza con su corazón, que por un momento le deja sin aliento, excitante, indoloro, frenético, pero pasa en un abrir y cerrar de ojos.

Y poco a poco guiados por la antorcha salís al patio donde Vadrian cierra las puertas del castillo y se sienta a un lado a mirar las estrellas y se prepara para descansar aquí mismo y hacer noche en el mismísimo patio.

Cargando editor
04/06/2011, 18:20
Habib

El hechicero apuntó el guantelete hacia uno de los muros, lejos de sus compañeros, de manera que fuera difícil arriesgar sus vidas.

Voy a intentar usar el guantelete. Tened cuidado y meteos en el palacio si es necesario.

Habib les dio tiempo a todos de poder moverse si así lo querían. Una vez todos estaban preparados y no habían dicho nada en contra de sus experimentos, accionó la palanca del dedo meñique, señalando al muro ya mencionado. Pasaría algo?

Cargando editor
05/06/2011, 20:44
Willem Rottemberg

No hace falta ni que me lo recuerdes ni que me lo digas dos veces. Ni por todo el oro del mundo me pondría a menos de 5 metros de la cosa esa. A sabes que es lo que puede pasar si esa cosa falla, y aun en el caso de funcionar tampoco tenemos idea de lo que pasara. Lo mismo nos fríe o nos teletransporta a alguna dimensión infernal. Seguro que sería el final deseado por el viejo loco ese.

Aprovecho el tiempo que nos da Habib antes de activar el mecanismo del guantelete para ya estando detrás de él dar unos pasos hacia atrás para alejarme de él lo más posible. Poco me importaba ahora que me llamarán cobarde mejor cobarde y vivo que valiente y muerto.

Cargando editor
07/06/2011, 07:58
Sutu el Desolado

Sutu se abrazó a su hija con fuerza, tratando de darle todo el calor que le había sido arrebatado tanto a ella, como a él. Luego alzó la mirada hacia Rhaztamel y le dió un firme agradecimiento con un gesto de la cabeza.

Ni uno de ellos lloró. Sutu se había criado en un mundo en el que el dolor y la muerte eran una parte importante de la vida, y en el que cada lágrima valía su peso en humedad, y la niña se encontraba demasiado consternada por el sufrimiento padecido como para derramar lágrimas. O tal vez, había sido bien aleccionada por sus padres en el duro desierto del mundo, y su pragmatismo era el mismo que el del músculoso bárbaro que la abrazaba.

Ambos quedaron unidos por el fuerte abrazo, compartiendo el cariño que había sido arrebatado a aquella familia, de la que ahora solo quedaban los restos de una vida mejor a la que tratarían de volver.

Finálmente, Sutu se recolocó el hacha a la espalda, y la levantó para llevársela con él. Siguieron al hechicero en silencio, y escucharon lo que este decía, siendo el silencio, de nuevo, su única respuesta ante sus palabras.

El bárbaro se alejó del brujo con su hija en brazos, apartándola de la magia que este estaba a punto de desatar. Si aquello funcionaba, tal vez ambos, padre e hija, podrían permitirse llorar.

Cargando editor
07/06/2011, 11:28
Rhaztamel Rapidfinger

La situación parecía haberse calmado por el momento, el grupo se dirigió hacia las afueras de la fortaleza donde el mago se preparaba para intentar hacer funcionar el guantelete. - Ten cuidado Habib - el picaro advertia la mago y se situó cerca de Sutu y su hija.

Cargando editor
07/06/2011, 12:52
Director

Todos os alejais del hechicero y del misterioso guante, la hija de Sutu se ha aferrado a su padre hincando los dedos como lo hubiera hecho un zombi por un trozo más de carne pero finalmente sus fuerzas se han desvanecido, y duerme en brazos de su padre, por fin, con los ojos cerrados, aún en sueños, su estómago suena, debe tener un hambre terrible, y terrible es el miedo y la curiosidad que siente el hechicero por el guantelete.

Levanta éste en el aire, y aprieta la palanca del dedo meñique.....  "Click"..... Se dibuja un punto celeste en el aire, justo en el dedo meñique, cuando Habib siente un leve temblor el punto se hace un poco mayor, y cuando va a bajar el guante, con la palanca pulsada, dibuja una cinta celeste, plana, de una materia desconocida.

Al dejar de pulsar el guante deja de dibujar en el aire, pero la cinta está ahí, larga, estrecha como un meñique... no se mueve... no habla, no parece estar viva.

Habib alarga la mano izquierda, desnuda, para tocar con precaución la sustancia, y ésta, de manera suave, como si fuera una cariñosa sábana empieza a moverse envolviendo su brazo y tratando de envolver todo su cuerpo, aunque todos podeis ver la silueta del brazo de Habib, él siente como ha perdido su brazo, y grita aterrorizado dando un paso atrás, haciendo estallar la cinta en nada y mirando de nuevo su mano desnuda....

 

UuUu.... a mí no me toques con eso - Añade Vadrian al espectáculo de luces danzantes que ha hecho el guante

Cargando editor
08/06/2011, 07:49
Habib

Habib se quedó mirando por si acaso podía deducir o tener una psta de cómo usar el guantelete por los resultados que había tenido en ese momento. La sustancia que había creado era extraña, una mezcla entre energía y materia. Quizá sería más efectiva si la apuntaba hacia el cielo? Pero llegaría tan alto? Cómo podía hacer para apuntar hasta tanta altura? Era cuestión de accionar la palanquita más fuerte? Todas esas preguntas se le iban pasando por la mente.

- Tiradas (1)
Cargando editor
08/06/2011, 14:40
Director

Apuntas hacia el cielo pero la cinta celeste no va más allá del alcance del meñique, y puedes hacerla tan larga o grande mientras sostengas la palanca como si estuvieras  dibujando en un lienzo. Tan solo relacionas lo que dijo la Reina de Zalas, que este guante servía para entrar en el zafiro y liberar el agua, entiendes que esta materia que al tocarla empieza a envolverte pero que de un tirón puedes liberarte es la puerta hacia el interior de la piedra.