Partida Rol por web

Reconociste la hierba utilizada por el olor, se trataba de uno de los ingredientes utilizados en la elaboración de antídotos. No obstante, se preparaba machacándolo, hirviéndolo y se tomaba en forma de bebedizo. Era una medicación efectiva y segura. En cambio, inhalándolo como hacían estas gentes, los resultados eran mucho más peligrosos. Acompañaba al efecto una sensación de euforia e ingravidez, y hacía a la persona importarle un ardite las consecuencias a largo plazo de sus acciones. Si esas serpientes eran venenosas (cosa que no sabías), la combinación de ambas cosas debería producir delirios y fuertes alucinaciones.

Madsul se había dejado llevar por el frenesí de la música y la situación. Esperaba que eso les diese una oportunidad a los demás de pasar sin ser vistos. Y que el nómada no se olvidara de la misión y volviera a ellos con prontitud.

-Esas serpientes son víboras venenosas. Trepan y nada con facilidad, intentad evitarlas-Les advirtió a los demás-. Y el olor debe ser alguna planta medicinal. Creo que la he olido antes, viajando con la Encarnación de Hathor, que es una sanadora, pero no  sé en qué la usaba ella. Quizás sea mejor no respirarla.

Miró dubitativa a Shem. Ella apenas conocía cómo restañar pequeñas heridas y alivial algo el dolor, pero el sacerdote tenía conocimientos más profundos del arte de la sanación y quizás supiese mejor qué era exactamente aquello que estaban usando.

-Y tanto! -comentó Shem tras su inspección, llevándose un trozo de tela a la cara- Es Salvia Azul*, usada normalmente como ingrediente para antídotos o bebedizos. El problema es que inhalado causa una sensación falsa y peligrosa de euforia, ingravidez... embotamiento de la mente, en definitiva. Esos de ahí no se si saben lo que están haciendo... incluso si se ven mordidos por esas serpientes venenosas es posible que tengan delirios...

Estaba dando aquella charla cuando Madsul salió y se puso a ¿bailar? Shem intentó reaccionar, pero fue demasiado lento. Puso los ojos en blanco.

-Maldita sea, Madsul... igual ha sido dominado por su ser interior o... no sé. Mirad esas máscaras doradas y decidme si no son iguales a las de aquella mujer que nombraban que se había hecho con los cuerpos de los mendigos y que, por lo que habéis narrado, dio muerte Amuir. -hizo una breve pausa para terminar de decir- No me atrevería a decir si estas personas están siendo preparadas para un sacrificio posterior en el foso de esa enorme serpiente o si es aún peor... son cultistas de alguna clase. En cualquier caso, deberíamos irnos de aqui por el camino que juzguéis mejor.

No, definitivamente no era ese el aspecto que tenía una Encarnación de Set. En los textos sagrados que habías leído, Set solía aparecer como un hombre mulan alto, con cabeza de chacal y el cuerpo cubierto de escamas. En raras ocasiones, se presentaba a sus seguidores en forma de un depredador o carroñero, pero solía ser para dar una lección a aquellos que le habían traicionado y no pensabas que fuera el caso. La serpiente gigante sí que podría tener, empero, un significado especial para el culto que a ti se te escapa.

Los dos músicos que aún estaban en disposición de tocar adaptaron la melodía en torno al nuevo instrumento que se había unido espontáneamente. La bailarina que había estado haciendo movimientos sinuosos se acercó a Madsul, danzando con más descaro que elegancia en torno al nómada de la lanza.

—¡Idiota, has olvidado tu máscara! —dijo una mujer desde el suelo, en tono muy molesto.

Mientras eso sucedía, los demás os escabullisteis por la puerta oeste. Accedisteis corredor en forma de T iluminado por antorchas dispuestas a intervalos regulares, en hacheros. Aquello no se parecía en nada a la arquitectura que habíais visto en la ciudad baja: el complejo parecía de construcción reciente, la arquitectura no grandiosa como la de los immaskari, sino mucho más convencional.

A vuestra derecha, había un amplio pasillo con puertas a ambos lados. Al fondo, tras una breve escalinata, había una suerte de pretil de piedra. A ambos lados del pretil, había jaulas con serpientes, más grandes que las que habíais visto sueltas en la sala de los celebrantes.

Los otros dos pasillos giraban sobre sí mismos, revelando la presencia de puertas en las esquinas.

Madsul recibe un +4 a las TS Fort contra veneno durante 10 minutos al haber aspirado el humo. Los demás, que os habéis protegido la boca y la nariz, no.

Amuir: 35/35 (Hijo de las sombras)
Nathifa: 13/13
Jotnar:  55/55
Kéfera: 32/32
Madsul: 20/20 (+4 TS contra veneno 10 minutos)
Shem: 32/32

Madsul volvió en sí ante el grito de aquella enmascarada. Vio cómo sus compañeros lograban pasar a través de aquella trampa, mientras él mismo se veía en una situación un tanto comprometida. El maldito espíritu que le poseía... ¿porqué le había llevado a actuar así? Había despertado sus instintos más primarios, los del cazador del desierto que se dejaba llevar por la música nocturna.

En todo caso, aprovechando la situación, se tocó el rostro.

- ¡No me había dado cuenta! ¡Iré a buscarla en seguida!

Y echó a correr hacia la puerta por la que habían salido los demás.

Era algo decepcionante ver donde habían acabado. Si hubiesen sido viejos corredores immaskari, hubiesen tenido más posibilidades de encontrar partes inexploradas, o raramente usadas, en las que quizás esconderse y descansar sin ser descubiertos. Pero si se habían molestado en construir habitaciones y alas nuevas, era porque necesitaban el espacio, y probablemente las usarían con frecuencia. Al menos esperaba que conectasen con el piso superior.

-¿Deberíamos explorar los pasillos y ver si encontramos una escalera hacia arriba?-Les susurró a los otros, mirando la puerta por donde habían salido, a la espera de ver si Madsul se unía pronto a ellos.

Empezar a abrir puertas era una opción, pero no sabían lo que iban a encontrar al otro lado. Se acercó, sin embargo, a la más cercana, y acercó su oreja, para ver si oía sonidos al otro lado.

El sacerdote de Thoth se quedó algo más tranquilo al pasar aquella sala, pero cuando vio la configuración del lugar donde se encontraban no pudo evitar torcer el gesto.

-Me temo que nos hemos confundido de lado. -comentó en voz baja. Acto seguido señaló el lugar donde estaba el pretil con las jaulas de serpientes a los lados- Los artesonados y edificaciones no son mi especialidad, pero parece que estamos en una sección que no es Inmaskari. Si a eso le sumamos la configuración claramente en circunvalación y la presencia de esas serpientes, me aventuraría a decir que estamos en el ala habitable de quien quiera que more aqui... que no se si son las Manos Serpentinas o sus líderes o Khaibet y sus cultistas de Set... En cualquier caso, mi hipótesis es que no encontraremos una salida... aunque igual si queréis tomar a alguien en desventaja e interrogarle... quizá sea el lugar más adecuado. -terminó diciendo para luego elevar los hombros y, finalmente, mirar hacia atrás después de oir aquel grito, para ver si Madsul seguía bien.

No escuchaste nada del otro lado de la puerta.

Nathifa volvió con los demás.

-No puedo escuchar nada al otro lado de esa. Pero no creo que sea un pasillo, no hay sitio entre la habitación donde... -Nathifa pensó en cómo referirse delicadamente a la orgía, pero decidió que lo mejor era evitar el tema. No es que no supiese lo que era y cómo funcionaban. Era una muchacha leída, y la educación que le habían dado había sido amplia y variada. Pero había una cierta compostura y reputación que mantener- está aún Madsul. Debe ser una sala pequeña.

La enmascarada del suelo pareció quedarse conforme con la explicación de Madsul, y le hizo un gesto con la mano, como para que se apresurara a recuperar su máscara. La bailarina, empero, pareció depecionada de que el nómada no se uniera a ella. Y no solo en el baile.

El caso es que Madsul salió de la sala y se reunió con los demás.

Los vapores que habías inhalado te daban una sensación de euforia e ingravidez, y hacía que te importaran un ardite las consecuencias a largo plazo de sus acciones.

Efectos interpretativos (de momento xD) a acompañar el bono de +4 a las TS de veneno.

Madsul salió de la estancia con una expresión bobalicona dibujada en el rostro. Su mente estaba ligeramente nublada, y recordaba vagamente que debía encontrar una máscara.

- ¡Ah, diestros amigos! - dijo, sonriendo aún más de lo habitual - No tendréis por ahí una máscara, ¿verdad? Es necesaria para poder participar en la fiesta.

Se movió, parpadeando con pesadez, dando algunos pasos torpes mientras miraba a su alrededor. Allí no había máscaras, o él no conseguía verlas. Decidió entonces continuar hacia el pasillo, con la esperanza de poder hallar una máscara sobrante en alguna de las estancias que habría al final del mismo.

Amuir detuvo al nómada, que todavía andaba drogado, cuando salió al pasillo a buscar una máscara. Lamentó tener que hacerlo, pero le dio un tortazo para que espabilase.

-Eh, Madsul, amigo, despierta -le dijo, sacudiéndolo con fuerza. Lo cogió por la cara para mirarlo fijamente y observó sus pupilas, dilatadas y tan negras como su piel-. Estas bajo los efectos de una droga. ¿Crees que vas a poder pensar con claridad?

Detenido xD Nos estamos mirando el uno al otro muy, muy cerca xD

Kefera se puso detras de Madsul no fuese a darse la vuelta repentinamente, Amigo, Madsul, le dijo mientras ponia su mano en el hombro, recuerda a los hombres chacal, aunque en esta sala podrias esparcer tu semilla en esa orgia si nos descubren no creo que puedas conocer a tu descendencia.

Esperaba que el recordatorio de la realidad ayudase a despejar la mente de su compañero

—Dejaos de máscaras y de mierdas sicotrópicas—resopló Jotnar sacudiendo las manos como quien espanta una nube de mosquitos imaginaria—. Quiero desver cuanto antes el festival lunático de serpientes que acabo de ver. Y creedme: que yo considere algo lunático es motivo de preocupación.

Le iba a cobrar aquel extra a Nepthis en esquejes. En uno de aquel sauce del desierto que tenían en el templo de Hathor, concretamente. Le había echado el ojo hace tiempo.

Señaló con un pulgar hacia su espalda, donde los nuevos pasillos que acababan de abrirse ante ellos.

—¿Ha sido suficiente con ese sopapo para que se le pase lo que sea la porquería esa que estaban respirando allí? Si es así, pongámonos en marcha—comentó cuando vio a la mano de Amuir usar métodos más efectivos que las palabras para acabar con los delirios de Madsul. Luego añadió, solícito:—. ¡Oh! Si no puedo darle uno de los míos. Te aseguro que espabilan a quien sea.

Madsul se tambaleó tras el leve bofetón que le dio Amuir, parpadeando y mirando a su alrededor.

- Ah... diestro Amuir... claro que puedo pensar con claridad. - era evidente que no podía.

Cuando Kéfera le habló de no conocer a su descendencia, asintió.

- Eso tiene sentido. - se rascó la barbilla - Será mejor no volver ahí, ¿sí? No tenemos máscaras.

El nómada no decía nada con sentido, pero al menos parecía que no iba a ninguna parte.

Vio aliviada cómo Madsul estaba otra vez entre ellos. Físicamente, al menos. Pero tendrían que conformarse con lo que el tratamiento de Amuir había conseguido en cuanto a que su mente se quedase en aquel pasillo, y no volviese a los territorios más lúbricos, en todos los sentidos de la palabra, de la habitación anterior. Se temía que si era Jotnar quien administraba la medicina, el nómada iba a necesitar los servicios de Shem de nuevo para poder permanecer erguido. Le dio unas palmaditas al hechicero en el hombro y dijo al resto del grupo.

-Veamos entonces a donde va el pasillo. Si no hay salida, tendremos que volver atrás o empezar a buscar por alguna de estas puertas.

Shem suspiró algo más tranquilo cuando Madsul pareció volver un poco en si.

-Creo que has inspirado demasiada Salvia amigo mío. Verás como los efectos revierten en un rato pero, mientras tanto, centrate en la tarea y todo saldrá bien -le comentó el sacerdote al nómada en un tono discreto.

A las palabras de Nathifa sólo pudo contestar: Lo úníco bueno que podemos encontrar aqui, si es cierta la teoría que he expuesto antes, es información sobre quién es esta gente, sus planes o incluso los de Khaibet. -terminó diciendo, como de costumbre, en voz baja, mientras se preparaba para seguir al grupo.

Os adentrasteis en el ancho pasillo hacia el oeste, con Amuir delante, alerta y buscando trampas. El muro que dejabais a la derecha era de piedra lisa, sin adornos. En cambio, el de la izquierda estaba decorado con frescos. La pieza principal de la composición, ocupando una posición central, era un hombre con cabeza de chacal y el cuerpo lleno de escamas. Estaba representado a una escala enorme, inhumana, y cubría todo el muro, de arriba a abajo. Era la única figura que miraba de frente. A izquierda y derecha había una multitud de fieles, arrodillados y con las manos levantadas en dirección a la figura. La mayoría eran humanos, pero también se observaban monstruos y demonios, humanoides con cabeza de chacal y brujas. Según os alejabais del centro y doblasteis la esquina, se iban desarrollado a lo largo del muro interior escenas más profanas: músicos tocando el sistro y el menat, amantes inmersos en todo tipo de depravados actos sexuales, y escenas de batalla en la que los infieles eran atravesados por el aguijón de un escorpión gigante o devorados por una manada de chacales. A Shem-su-namun solo le hizo falta un vistazo para saber que aquella figura central era la Manifestación de Set, y que todo el mural era en su honor.

Según avanzabais hacia el sur, enroscándose el pasillo en torno a una gran estancia central, sentisteis una presión en el pecho, como un temblor de tierra que se sintiera en los huesos más que en los oídos. Sin embargo, aquel rumor tenía la cadencia propia del lenguaje, como una letanía sin palabras que brotara de la tierra en vez de una garganta. Y no era bueno. No era nada, nada, bueno.

Como son las fechas que son, por abreviar me he adelantado a las obvias tiradas de Saber (religión) sobre el mural. Ya tenéis las conclusiones que sacáis al respecto.

Amuir: 35/35 (Hijo de las sombras)
Nathifa: 13/13
Jotnar:  55/55
Kéfera: 32/32
Madsul: 20/20 (+4 TS contra veneno 8 minutos)
Shem: 32/32