Partida Rol por web

Jotnar se quedó un silencioso instante mirando a Imin.

—¿Quién coño es Habib?—concluyó finalmente.

Enarboló el hacha y descargó un golpe contra el hombre chacal. La situación pintaba bastante cruda, pero por el rabillo del ojo había visto que Kéfera había logrado acabar con la serpiente metálica. Ahora esperaba que pudiera despejarle un poco el camino de vuelta a estar en pie a Nathifa.

Postura: Mirada del Guarda de Hierro
Daño aplazado: 10/10 (atq +2, daño +2)
Maniobras preparadas: Aplastahuesos, Huesos de  Piedra, Golpe de Cruzado, Carga del Líder Militar.

Jotnar retrasa iniciativa para poder ser afectado por la canción de Nathifa.

Ataca a Imin usando Martillo de la Montaña con ataque poderoso (-2/+4) Ataque: 29. Daño: 28^* (ignora RD)

^*Olvidé +1 de daño en la tirada por ser una maniobra del Dragón de Piedra. En las notas de juego está aplicado.

El golpe de Jotnar fue demoledor. El rugido de dolor de Imin reverberó por todo el pasillo, que solo acertó a soltar un golpe a la defensiva, cubriéndose de sombras, intentando que el enano no volviera a acertarle. Por desgracia, el enano estaba él solo contra tres oponentes. Los hombres chacales siguieron abriéndole heridas una detrás de otra, y cuando se dio cuenta estaba sangrando por demasiados sitios y a punto de desmayarse.

Kéfera no puede activar Devoción por la fuerza y Devoción por el viaje en el mismo turno, ya que ambas requieres acciones rápidas. Dejo activa la Devoción por la fuerza para que pueda superar la RD de la Cobra de Hierro 2, que muere.

Jotnar recibe los 10 puntos de daño aplazado al final de su turno.

Hombre-chacal 2 mueve y ataca a Jotnar, beneficiándose del flanqueo gracias a Isla de Filos de Imin, pero falla (ataque 15).

Guardia de la Mano Serpentina 2  continúa huyendo.

Imin utiliza Golpe de las Sombras Persistentes contra Jotnar (ataque 25, éxito). Daño: 13, 10 de los cuales van a su reserva de daño aplazao. Jotnar debe hacer una TS Fort CD 14 o sufrir un 20% de fallo en todos sus ataques hasta el próximo turno de Imin.

Hombre-chacal 2 le hace un ataque completo a Jotnar, acertando los dos y asestando furtivo (ataques 20 y 19). Daño total: 18.

Ojo, Jotnar caerá cuando termine su turno y se vacíe la reserva de daño aplazado si nadie hace algo por evitarlo.

Amuir y Madsul, tiradas de estabilización.

¡TURNO DE MADSUL, SHEM, AMUIR, JOTNAR, NATHIFA, KÉFERA!

(24) Imin: 30 daños, herido grave (Hechizo desconocido, Isla de filos)
(23) Amuir: -2/35 (Isla de filos, inconsciente y moribundo, desangrándose) 
(23) Hombre-chacal 1: 8 daños, herido leve
(15) Nathifa: 14/18, no letal 4 (derribada, -4 Con veneno próxima tirada 9 asaltos, inspirar coraje +2)
(15) Jotnar: 5/55, daño aplazado 10/10 (Mirada del Guarda de Hierro, inspirar coraje +2)
(14) Kéfera: 27/32 (devoción por la fuerza 8 asaltos, devoción por el viaje 9, inspirar coraje +2)
(11) Hombre-chacal 2: 8 daños, herido leve
(6) Guardia de la Mano Serpentina 2: 16 daños, al borde de la muerte
(3) Madsul: -4/20, no letal 1 (Armadura de mago 26 minutos, inconsciente y moribundo, desangrándose)
(3) Shem-su-namun: 28/32 (Armadura de mago 3 horas y 26 minutos, indefenso 5 minutos)

Amuir esperaba encontrarse a Anubis en cualquier momento. El guardián de las puertas del tribunal, el que lo conduciría ante el juicio de Osiris y extraería mágicamente su Ib para depositarlo sobre la balanza en contraposición con el Maat. Le habían explicado el ritual docenas de veces, él mismo había asistido a las ceremonias de los fallecidos. Cuando él o uno de sus hermanos mataban a un objetivo, depositaban una pluma para facilitar la labor en el juicio y poner la balanza en favor de la verdad absoluta.

Él estaba listo para decir la verdad. Confesaría sus pecados ante los dioses durante el juicio. Esperaba que su Ib fuese más ligero que la pluma y su alma pudiera trascender tranquila.

Fallito. Nos vamos a -3.

De los que aún estaban en condiciones de pelear, Jotnar apenas se mantenía en pie, ella difícilmente podría hacer nada antes de que acabase con ella, y sólo Kéfera no tenía aún heridas. Había llegado el momento de confiar en la clemencia de sus enemigos. O al menos, en su codicia.

-¡Clemencia!-gritó a Imin- Perdónanos la vida y te contaremos lo que sabemos.