Partida Rol por web

Los confines de la galaxia

El Cuervo

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31/01/2019, 00:37
Director

Tuvieron que identificarse para entrar en la sede de Roal. Llamarla “sede” era solo una forma de hacerlo parecer más formal. En lugar era una mansión enorme rodeada de altos muros de piedra. Como protección la piedra estaba más que obsoleta, y los muros también, pero era común ver ese tipo de construcciones en los mundos exteriores. Casi era una forma de indicar el estatus. Por supuesto el lugar estaba bien protegido. En las esquinas del recinto había torres con al menos un par de tiradores en cada una de ellas. Había patrullas tanto dentro como fuera, y probablemente había un pequeño contingente en alguno de los edificios colindantes. Tampoco eran medidas especialmente extrañas en un mundo fronterizo. Las grandes empresas tendían a almacenar cualquier material importante en la sede principal. Así resultaba mucho más fácil defenderla de ataques piratas o incursiones Youdu.
Por supuesto no podían negarles la entrada a ellos. Roal se regía por las normas de la Unión, lo cual significaba reconocer la autoridad de la URI. No es que dicha autoridad significase mucho en una roca tan lejana, pero un conglomerado empresarial tan grande necesitaba tener mucho cuidado con los problemas legales. No serían los primeros a quienes la Unión decidía retirarles todas las licencias de extracción.

Los guardias les guiaron hasta el edificio principal. Sí, llamarlo mansión era acertado, casi como una de esas opulentas construcciones victorianas con infinidad de habitaciones que nadie utilizaba. La puerta principal era enorme, pero ese detalle tenía explicación. Dentro del salón había dos exo armaduras de combate que, obviamente, necesitaban espacio para entrar y salir.

No tuvieron que esperar mucho hasta que alguien les llamase al despacho de Vic McGon. El despacho, como el resto del edificio, era un despilfarro. Estaba plagado de adornos caros colocados sin gusto alguno. Un escritorio enorme pero bastante vacío, donde se sentaba el propio Vic, y un escritorio mucho más pequeño pero más lleno de terminales y documentos, donde se sentaba Claude, un tipo alto y delgado, demasiado pálido, y con grandes gafas. Sin lugar a duda era quien hacía la mayor parte del trabajo aunque su sueldo no fuese más que una mísera fracción del de su jefe.
Vic por otro lado era un tipo más robusto. Sí, su pelo y su bigote estaban plagados de canas, tenía entradas muy pronunciadas, y vestía con una estúpida camisa amarilla estampada con hojas de palmera verdes, pero parecía envidiablemente saludable para su edad. Cada dedo tenía un anillo de algún material precioso, y fumaba, o más bien mordisqueaba, un puro de esos que ya no eran legales en la mayor parte de la Unión. No se molestó en apagarlo cuando les vio.

-Vaya, debemos ser muy populares en la Uri. El segundo equipo en menos de un mes- Sonreía al hablar, como un mercader o un embaucador. Se levantó, caminó hacia James, y estrecho vigorosamente su mano. Evidentemente le había tomado por el capitán. -¿A qué debemos el placer en esta ocasión? Sobre todo con tan poco espacio entre visitas. Sus compañeros apenas hace un par de días que abandonaron Sima Z3-

Chasqueó los dedos. Claude, al oirlo, se levantó de su mesa, caminó hacia un armario de la pared, y sacó tres vasos que no tardó de llenar con algún licor que olía bastante parecido al bourbon humano. Uno se lo sirvió a Vic, otro James, y otro a Billy. A Echo naturalmente no le ofreció nada, pero también era bastante significativo que ni siquiera pareciesen mirarlo, ni Vic ni Claude.

-En fin. Sus compañeros ya lo comprobaron, aquí no hay nada interesante. Bueno, no para vosotros, claro, porque a nosotros nos encanta todo el Dilitio que podemos encontrar en esta maldita roca, ¿verdad Claude?-

Claude suspiró mientras asentía, con una mirada que casi parecía rogar que alguien le pegase un tiro para poder salir de ese maldito y polvoriento planeta, o al menos alejarle del capullo de su jefe.

-Pero vosotros no parecéis arqueólogos. No habréis venido buscando algún criminal, ¿no? Eso sería malo para los negocios. A los inversores no les gustaría. ¿Es por eso que habéis traído a la cafetera con vosotros?-

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31/01/2019, 00:38
Director

Desde el momento que puso un pie en el despacho, Billy pudo notarlo. Vic estaba nervioso por algo. No era solo que no le agradase recibir visita. Eso era más o menos normal cuando la URI visitaba a alguien., casi nunca querían verlos. Aquello era distinto. Billy sentía tal nerviosismo y rechazo por parte de Vic, que casi parecía que fuese a intentar echarles a patadas en cualquier momento. No solo eso. Algo más. Un matiz pequeño oculto entre todo lo demás. Miedo. Vic tenía miedo, pero Billy no creía que les tuviese miedo a ellos. Era difícil de decir. De hecho, concentrándose un poco más, percibió una sensación extraña que no provenía ni de Vic, ni de Claude. No sabía de dónde. Era como una pequeña tormenta de emociones, como si se encontrase en mitad del campo y escuchase la lluvia al otro lado de una colina.

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31/01/2019, 12:14
Rod Grazemann

Echo se había metido en nuestras cabezas, o casi tan malo... en el sistema de altavoces de la nave. 

-Parece que ya estamos aquí. Me digo mientras me seco el pelaje de la espalda.

Vestido con mi armadura coloco mi daga en el pliegue de la espalda haciéndola pasar muy desapercibida. Me pongo mi poncho gris encima con la capucha destapada. Cojo otros enseres y me dispongo a salir.

Bajando de la nave nos dividimos y encaro con nuestra primera oficial al hotel.

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-¿Qué os parece si pedimos una habitación para la capitana y para mi como si fueramos un par de tortolitos y después te colamos Garett? Será más fácil así que una para tres.

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-Creo que una en la cuarta estará bien. No queremos lios, usted me entiende. Sonrío a la mujer que nos atiende.

-¿Y cómo es que alquilaron una planta entera? ¿Hay alguna convención? Me encantan las convenciones, siempre te dan souvenirs gratis. Digo con cierta emoción.

Mientras la señora nos habla me trato de fijar discretamente en si tiene a la vista números de habitaciones o nombres en un ordenador o papel a la vista, si le faltan llaves en el marco de detrás de ella, algún documento o algo que me pueda servir para buscar datos que pasarle a Echo después

Notas de juego

Garrett no se si estás o no o que. Si no sigue la historia entiendo que estamos dos solos aquí. En caso de que si la sigas creo que lo correcto es eso que entremos la capi y yo después te colamos. Tener una tapadera para investigar será mejor.

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31/01/2019, 15:31
James Dunn

El viaje había sido entretenido. Y no tanto por la posibilidad de pilotar una nave de última generación, convivir con razas extrañas o la posibilidad de conocer otros planetas. No, lo que motivava a Jim a levantarse era saber que el día iba a terminar con una buena partida de cartas. No había faltado nunca. Cartas, dados, dardos. Todo iba, en general y preferentemente si había alguna apuesta de por medio. Y la bebida tampoco estaba mal. Había resultado que el tal "Nueve Manos" había resultado entretenido.

- Eh, convicto, y tu, peludo, ¿se suman? - había preguntado.

El primero resultaba bastante agradable, sobre todo cuando llamaba a los demás con apodos como "come-mierda" y demás. Si, un tipo amistoso. El peludo era mas silencioso.

A la capitana había tratado de evitarla siempre que pudiera, al tal Garret no le había visto el rostro hasta que llegaron, y la tostadora le hacía doler la cabeza.

No había sido un mal viaje, teniendo en cuenta las posibilidades.

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31/01/2019, 15:32
James Dunn

Lo primero que llamó la atención de James de la sede de la Roal era la fuerte seguridad que tenía. Era cierto que debían tener cuidado con posibles ataques, pero no dejaba de ser curioso.

Cuando conocieron al tal McGon no se llevó ninguna sorpresa. Era tal cual lo imaginaba. Falso, hablador, engreído. No le gustaba la presencia de la URI en su territorio y quería que se fueran de allí lo antes posible. O esa fue la sensación que le dió a Jim.

Lo tomó a él como el capitán. Bueno, en eso no podía culparlo. No porque diera el physique du rol, sino porque a nadie en su sano juicio se le ocurriría que el capitán o primer oficial fuera un robot. Le devolvió el apretón de manos y lo dejó hablar sin corregirlo. Sólo fue cuando mencionó a Echo que consideró que era un buen momento de intervenir.

- Estimado, la "cafetera" es nuestro primer oficial, y por lo tanto un miembro de jerarquía de la URI, le sugeriría que se dirija a él en otros términos -le contestó muy serio. Pero claro, usted eso no lo sabía, ja ja, tranquilo, no lo incluiremos en el reporte -cambió dramáticamente el tono, con una sonrisa amistosa.

- En realidad hemos venido a comprobar que no se hayan olvidado nada -comentó distendido. Ya sabe, que ningún miembro se haya perdido o algo. Pero no se preocupe, en cuanto nos diga a cual de las minas los llevaron iremos a realizar la inspección de rutina y estaremos fuera de este hermoso planeta cuanto antes.

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31/01/2019, 23:38
Director

Betty devolvió la sonrisa a Rod. Si hay algo que cualquier dueño de hotel aprecia en cualquier rincón del universo, es un cliente que no busca problemas. Puede que no entendiese muy bien lo que alguien como Rod pudiese hacer con alguien como Greeny porque no parecía una pareja muy común. Aún así no tenía ninguna pega al respecto. Con el tiempo sería una nueva anécdota para contar cuando se jubilase.

-¿Una convención? No. No en esta época del año. En un par de meses tendremos un montón de charlatanes intentando vender su maquinaria a las compañías o a los mineros, pero aún falta para eso. El primer grupo vino por unas ruinas que el viejo Tom encontró en uno de los túneles nuevos. Su jefe, un tipo muy agradable también, dijo que era probable que durmiesen varias veces en la excavación. Aún así no pusieron pegas en pagar la fianza. El otro grupo… - Betty se inclinó adelante para poder hablar en voz baja. -Creo que son contrabandistas, o piratas. A veces tenemos unos pocos así por aquí, pero siempre están solo de paso. Beben, se emborrachan un par de días, y se marchan-

Rod pudo ver el reflejo del terminal de la recepción. Efectivamente reconoció el nombre de Nathan North como uno de los huéspedes de la tercera planta. Otros nombres, como Helen North, la hija mayor del doctor Nathan, también figuraban en la lista. Definitivamente era la expedición que habían ido a buscar.
El resto de los nombres le eran desconocidos, pero sabía demasiado bien que si había piratas o contrabandistas, nunca se identificarían con sus nombres verdaderos.

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01/02/2019, 00:03
Director

Vic estaba teniendo problemas para asimilar que Echo pudiese ser el oficial al mando. Aquello no podía tener sentido, ni siquiera para gente tan peculiar como los agentes de la URI. Por supuesto no era asunto suyo, así que no dijo ni una palabra más, pero podía verse en su rostro que acababa de perder bastante respeto a los tres agentes.

-La mina, claro. Volamos esos túneles poco después de irse sus amigos. Verá, no es seguro para los mineros trabajar en galerías que pueden hundirse en cualquier momento. Los accidentes tampoco gustan a los inversores. Ya sabe. Hay que pagar a las familias, sobornar a los medios para que no se hagan mucho eco de la noticia, recuperar la maquinaria. No merece la pena el riesgo. Pero sois libres de acercaros si queréis-

Chasqueó los dedos y Claude reaccionó rápido. Tecleo rápido en su terminal y, pocos segundos después, los tres agentes tenían un pequeño cubo holográfico que mostraba unas coordenadas y un mapa en tres dimensiones para llegar a la mina.

-No necesito recordarles que Roal tiene la licencia para quedarse con todo el dilitio de esta zona del planeta. Confío en que no intentarán sacar a escondidas ningún cristal, ¿verdad? Son bastante caros y yo me vería obligado a presentar una queja formal-

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01/02/2019, 11:42
Jack

Después de echar un vistazo en la sala, unas cuantas miraditas a la camarera y sus posaderas con aire seductor, no pude evitar centrarme en ese grupo de dungies… si había algún asunto turbio y esos bichejos andaban cerca, seguro que estaban en el meollo.

Me quedé un momento pensando mientras terminaba con la primera cerveza. Estaba claro que no iba a ir allí sin ningún plan, aprecio mi vida, pero conseguir la información adecuada seguro que me serviría para que confíen más en mi y me quiten esa cosa… “la marca” lo antes posible.

- Hey encanto! – dije interceptando a la camarera y señalándole la jarra vacía – ponme otra y añádela a la cuenta que luego pasará mi capitana a pagar – comenté guiñándole un ojo – y me puedes guardar esto por ahí? – no esperé respuesta alguna, me quité la parte de la chaqueta y se la entregué. Si quería ensuciarme un poco para conseguir información, sería mejor que no viesen el emblema de la URI.

Respiré hondo soltando un pequeño soplido al final, mentalizando para lo que iba ha hacer… en una situación normal no me jugaría el cuello de estas maneras, pero si esto servía para acortar mi condena... Me levanté serio, seguro de mi mismo y me dirigí a la mesa de los dungies con decisión. Casi al llegar cogí una silla de una mesa cercana y al llegar, apoyé una de las patas para voltearla y sentarme apoyando mi peso en el respaldo de la propia silla que había quedado en la parte frontal. Antes de que abriesen la boca hablé yo – Os propongo un trato… dinero fácil. Me sobran un par de cazas y me escasea el efectivo. – comenté con un tono sombrío y sin ningún miedo aparente. Lo bueno de ser un thonod es que no sudamos como otras especies, por lo que es más difícil discernir el miedo. Me quedé observándolos… si había un líder entre ellos, las miradas lo delatarían.

Ahora solo quedaba esperar a que picasen el anzuelo… con las pocas luces que tenia esta especie, no sería difícil hacerles hablar sin que se diesen cuenta… sino… una retirada a tiempo es una victoria.

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01/02/2019, 12:19
Jack

Aunque la idea de juegos y bebida me seducía por sí sola... hacerlo con mis nuevos compañeros simplemente me repugnaba... si esperaba que todos fuésemos "amiguitos" por estar en la misma misión, no podía estar más equivocado.

- Paso - solté ante el ofrecimiento. Ni siquiera me molestó que me llamase convicto. Con un poco se suerte, encontraría la forma de librarme de todo esto y no tendría que ver nunca más sus caretos, pétalos, pulgas o cualquier otra cosa rara que tuviesen.

Por extraño que parezca, me pasé el viaje haciendo la misma rutina que en prisión... comer, hacer algo de ejercicio en la sala de entrenamiento, descansar un poco, perder el tiempo... simplemente hacía un poco lo que me apetecía, sin obligaciones de ningún tipo.

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02/02/2019, 20:02
Echo

Al igual que el resto de lo que habían ido registrando sus sensores hasta el momento, la sede de Roal coincidía con los datos que habían recibido de la URI, aunque Echo no encontraba utilidad a los muros de piedra más allá de la defensa ante posibles animales salvajes o pequeños grupos de enemigos pobremente armados… para lo cual, hubiese sido más eficiente una configuración distinta de las defensas, prescindiendo de muros de piedra de escasa resistencia que resultaban totalmente ineficaces contra ataques orbitales e incluso cualquier armamento medianamente moderno. En cambio, la colocación de las torres de vigilancia y de las patrullas era sin duda mucho más eficiente… lo cual, hacía aún más extraño lo anterior. Era una peculiar mezcla de eficiencia e ineficiencia que parecía resultar común en muchos orgánicos… aunque ni Echo ni la Red Plex-Rho había encontrado aún la lógica subyacente.

Por otra parte, los muros, las torres y las patrullas no eran los únicos elementos de defensa que encontraron, pues al entrar al salón del edificio principal se encontraron con dos exo-armaduras.

 

Modelo 15B76-CA de Hahne-Kedar…

Clasificación: Armadura de Combate Grado 2…

Uso autorizado para seguridad empresarial en enclaves  con nivel de riesgo 3 o superior…

Características: Blindaje Grado 2+

Capacidad para armamento pesado…

 

Las características de la exo-armaduras se descargaron instantáneamente en la base de datos de Echo mientras avanzaba con los demás, incorporando dicha información y las variables derivadas al estatus de la misión. No tardaron demasiado en ser recibidos en el despacho de quien estaba a cargo de la operación minera en Sima Z3, un humano denominado Vic McGon.

He de informarle de que esta unidad carece de las funciones necesarias para la elaboración de bebidas, incluyendo la denominada café- le informó a este tras dejarle hablar -También corroboro lo dicho por mi compañero, actualmente estoy designado como Primer Oficial de esta tripulación. Soy la Unidad Autónoma Multipropósito Plex-Rho 05E17A para la Exploración en Territorio Orgánico, pero si le resulta difícil, puede dirigirse a mi como Echo- le explicó -Respecto a su error inicial, es comprensible a causa de una falta de datos por su parte, por lo que en favor del establecimiento de una eficiente cooperación, no será tenido en cuenta en el informe de misión- añadió para tranquilizar al humano, puesto que estadísticamente probable que perteneciese al grupo de orgánicos que valoraban en gran medida la ausencia de menciones negativas en informes sobre ello. Además, el hecho de que un superior confirmase las palabras de James, debía, con un 75.68% de probabilidad, de darle aún más seguridad.

Por otra parte, la táctica que observó que James usaba, el no dar datos concretos y minimizar la información sensible así como la posibilidad de que intuyesen la existencia de un peligro cercano, era, con un 69.695% de probabilidades, la más indicada, pues maximizaba las posibilidades de una cooperación fluida minimizando la incertidumbre que el miedo podía llegar a provocar.

 

Actualización de estatus…

James Dunn…

Poseedor de habilidades en tácticas conversacionales…

Estatus actualizado

 

Una decisión lógica… pero le recuerdo que los sobornos van en contra de las regulaciones internas de la Unión. ¿Es su comentario una confesión de una actividad ilegal, o debe ser archivado dentro del concepto “humor”?- le preguntó a Vic McGon totalmente serio -Por otro lado, a pesar del estado actual de los tuneles, requeriremos acceso al lugar, escáneres terrestres que puedan penetrar el derrumbe y acceso a todos los informes y registros sobre el lugar y referentes a la estancia y las actividades del equipo anterior- le dijo, sin variar el tono respecto a la pregunta anterior.

 

Estableciendo contacto…

Solicitud de material enviada…

Solicitud de información enviada…

 

Las solicitudes ya han sido enviadas oficialmente a su sistema- informó a Vic McGon -Respecto al ditilio, le confirmo que, según la concesión vigente, Roal tiene derecho sobre todo el ditilio del planeta, por lo que en caso de extraer parte de él, se hará previa solicitud oficial y solo en caso de que resulte necesario para el cumplimiento de nuestra misión- añadió Echo.

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03/02/2019, 19:39
Billy “Nueve Manos” Dee

Por último, le informo de que, aunque los juegos de azar con fines recreativos y sin apuestas económicas de por medio no están sancionados por el reglamento de la URI, dicha actividad no es recomendable ni productiva... había dicho el robot, y él había pensado "Depende, si ganas siempre ya te digo si es productiva". Si bien, quería hacer amigos, así que no abusó de su larga experiencia como jugador de cartas, dardos y dados, se dejó ganar en ocasiones y en otras, triunfó. Lo comido por lo servido. Solo quería acercar posiciones. Con Dunn lo había conseguido. Jack les había ignorando. Iba a ser un hueso duro de roer. Su aspecto de lagarto era algo más que una muestra de su origen, era una proyección de su personalidad amargada y retraída.
Bueno, ya tendría otras oportunidades de confraternizar.

La sede de Roal era una pequeña fortaleza mezclada con una pequeña mansión en la que habían recopilado todo tipo de pinturas, estatuas y decoraciones extravagantes. El buen gusto brillaba por su ausencia. Como todo especulador Vic se había limitado a coger todo lo que brillase y pareciese tener algún tipo de valor y lo había colocado en aquella mansión. Las torretas, las armas, las armaduras de combate. Ésto último era realmente impresionante.
—En un combate uno contra uno, ¿Podrías con una de esas armaduras, Echo?—tenía la sensación de estar metiéndose en lo profundo de una madriguera. Entrar era sencillo, salir sería otra historia. Por algún motivo todo aquello le daba mala espina.
Si, podía haber piratas y los Yonduu por la zona, pero aquella seguridad le parecía más una reacción a algo. Y no era a ellos. Cuando vio a Vic más tarde sus sospechas se confirmaron. Como siempre, era mejor observador que negociador. Tenía un oficial por encima que seguramente gustaría de cumplir el protocolo. Y Dunn parecía aficionado a darle a la sin hueso, así que una vez en el despachó tomó una silla y se sentó de forma despreocupada. Su actitud dejaba mucho que desear, parecía distraído, aburrido. En verdad, estaba analizando todo; cada palabra, cada gesto. Cada mentira. Echo podía ser muy bueno con los datos lógicos, era una máquina "Aunque robot no era el término adecuado, ¿Cuál otro había?", pero allí había algo que no era lógico, algo que se le podía escapar perfectamente.
Les dieron algo de beber. Eso estaba bien. Bourbon humano.
—Sírvete otro para ti, Claude. Y deja la botella cerca —sonrió.
Escuchó la conversación. Gunn seguía el juego a Vic. No daba información de más. Así que todos estaban "aceptando" la versión de la Roal. El primer equipo de la URI se había marchado de allí. Claro, y nada había sucedido. Recordó el mensaje, era real. Se preguntó como Vic podía ser tan estúpido como para mentirles de una forma tan descarada. La URI era una perfecta máquina de protocolo, informes y datos. Ellos ya sabían todo lo que tenían que saber, que era una mierda, pero al menos sabían una cosa. Allí había pasado algo y ahora Vic quería encubrirlo. Era cómplice ¿O una víctima que no quería ver comprometida su excavación? ¿O era el culpable? Encontrar unas ruinas en mitad de su mina seguramente había detenido su producción. Incógnitas, aunque no creía en esta última. Las emociones de Vic eran bien claras. No era a ellos a quienes temía. No era un culpable, solo alguien atrapado entre dos fuerzas. La URI y ¿qué?
Echo había solicitado información. Vic le daría lo que quisiera. El muy mamón había confesado que había volado los túneles por seguridad. "¿Por la tuya, Vic? ¿Qué quieres evitar que veamos?". Se estiró en la silla, iba a lanzar un farol. Uno bueno. Dunn lo pillaría, había jugado a las cartas con él. Esperaba que Echo supiera verlo también y no fuera tan cuadriculado como parecía.
—Los túneles no nos preocupan, Echo ha traído un módulo de excavaciones que se acopla a su cuerpo. La mejor taladradora de la URI. Abriremos esos túneles y los apuntalaremos en cuestión de minutos. Y llegeramos al fondo del asunto, allí donde se encontraba nuestro arqueólogo/geólogo. No sé porque ha salido pitando después de que nos dijese lo que había encontrado. En fin, veo que vamos a tener que quedarnos aquí durante muuuuuucho tiempo —suspiró, el sombrero caía levemente sobre sus ojos—. Joder, menudo marrón. Nuestra capitana es una loca de las reliquias, como encontremos ahí abajo esas malditas ruinas ya estoy viendo lo que va a hacer; paralizar todas las excavaciones, solicitad permisos de registro, declarar la zona patrimonio de la URI por su valor histórico, y toda esa mierda.
Se reclinó de la silla, subió su sombrero.
—Eso es un asco, Vic. Hablamos de seis meses mínimo y un montón de personal de la URI pululando por tu explotación. No quiero bajar ahí abajo y perder seis meses de mi puta vida porque mi primer oficial taladre hasta encontrar unas ruinas que a nadie le importan una mierda...salvo a nuestra capitana.
Miró a Vic fijamente, se acercó ligeramente a él.
—Pero aquí todos somos hombres de negocios. Vic no quiere ver parada su producción y nosotros no tenemos porque "encontrar" esas ruinas otra vez. Podemos dejarlas donde están. Pero para eso tenemos que evitar bajar a esos túneles, Vic. Así que tú verás, o colaboras y nos dijes que eso que te estás callando o convertimos tu excavación en una feria para la URI.

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06/02/2019, 14:06
Greeny

El lugar no podía ser más aburrido. Primero era el planeta y luego...esto. Greeny estaba segura de haber escuchado el sonido de unas espuelas en cuanto la puerta se abrió dejando ver el abarrotado lugar. El golpe mental le llegó como una ola dispuesta a ahogarla: cientos de sensaciones se revolvían, bailando de copa a copa. Había rabia, alegría, algo de pena en el hombre de sombrero al fondo, pesimismo, optimismo y algo de oportunismo detrás de la sonrisa de la chica del bar. Todo ello mezclado con el aire vaquero humano clásico de película que hacia que casi se pudieran ver plantas rodadoras aquí y allá. Era eso o alguien estaba viendo nuevamente las asquerosas series de indios contra vaqueros en algún lugar recóndito de Kurdzo.

Puaj! puajiti puaj puaj PUAJ! -pensó molesta. No había nada en el universo que le desagradara más que esas historias de bípedos ambiciosos insertados en pantalones de cuero que apenas lograban agarrar toda su anatomía, cargando pis-to-las llenas de fuego con las que gustaban llenarse los cráneos- humanos y su obsesión con los agujeros corporales...

La kurdziana se había perdido en sus pensamientos cuando notó la voz del Khaali pidiendo una habitación. Sin duda la bola de pelo era de lo más adorable e inteligente...tendría que anotarlo por ahí en una de las libretas especiales.

Siiii! buena idea, muy bien pensado! Estoy orgullosa...emmm...emmmm...Rob? Bob? Rod! Lo siento, pésima con los nombres. Sigue preguntando! Sigue, sigue!!

La voz emocionada resonó dentro de la cabeza de Rod mientras la capitana envolvía sus hombros con uno de sus tentáculos en un gesto "tierno"... o todo lo tierno que puede ser una raíz terrosa de metro y medio recorriendo la espalda. El movimiento, mecánico, podía pasar de largo.. la mujer parecía más entretenida con el gesto que suspicaz; lo que les daba algo de tiempo para las preguntas.

El único ojo de Greeny seguía recorriendo la pantalla en busca de alguna pista sin dar señales de entablar comunicación la mente de la encargada. Ya habría tiempo para ello. Casi podía sentir como algo muy muy especial estaba a punto de suceder cuando la voz de Jack sonó, apagando su ánimo. El hombre-lagarto había hecho lo imposible por evitarla durante el vuelo y su asco hacia ella se hacía sentir cada vez que sondeaba su cabeza... era claro que el no la quería en la pi-ja-ma-da. Algo menos emocionada, pero aún esperanzada de poder retomar la amistad con el osco sujeto, Greeny le habló dentro de su cabeza

Oooh, es una pena...yo quería que nos conocieramos más. Pero tienes razón, si señor...si, tienes muchas razón. Muy profesional. Es mejor que te me quedes aquí...necesito tus ojos y oídos. Mira que hay piratas!. -la voz de la capitana se volvió tierna de improviso- yo sé que tienes cierta...historia con ellos, pero hey! cositas líquidas a la cuenta de la URI? O sea...quién somos....soy, soy!...quién soy para decirte que estuvo mal o algo.. Solo...emmm...emmm...sé un buen niño ok? tomate unas cuantas cosas bien guapas y ve si alguno de los otros niños de los piratas quiere hablar sobre nuestro lame-piedras vale?

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06/02/2019, 19:44
Rod Grazemann

Tomé la llave y sonreí a la recepcionista de manera amable. Cuando nos hemos alejado del mostrador encaro buscando hacia los ascensores o las escaleras.

-Vale Capitana, subamos a la habitación y veamos que nos encontramos. 

 

Notas de juego

-Un apunte. Rod es bastante sensible a los poderes psíquicos. No obstante no tiene telepatía. Por lo que no puede hablar de manera interna... ¿No?

Aún así había pensado que si que fuera capaz de transmitir sensaciones o conceptos muy básicos del tipo:

    -Peligro. Miedo. Ira. Alerta... y cosas así a Greeny que es sensible a esas cosas.

 

-Pregunta¿Tenemos contacto por radio con el otro equipo?

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08/02/2019, 00:49
Director

Peticiones oficiales, burocracia y papeleo, amenazas que Vic sabía controlar bien. A diferencia de los agentes de la URI, él se ganaba la vida con esa clase de actividades, y se la ganaba bastante bien. Quizás un puesto de mando en Sima Z3 no fuese el sueño de ningún empleado de Roal al entrar en la compañía, pero no dejaba de ser un puesto de mando. Buen sueldo, una cantidad moderada de poder e influencia, libertad para sacar un pellizco extra cuando no había nadie mirando. Definitivamente tenía que tener ciertas aptitudes para llegar hasta donde estaba. Cuando Echo le informó del envío de esas solicitudes, todos pudieron ver una sonrisa formándose en el rostro de Vic.

-Por supuesto. Sí, muy bien, ¡muy bien! Esperaremos a que la URI se ponga en contacto con el consejo administrativo de Roal. Creo que se reúnen en poco menos de dos meses. Hasta entonces puedo recomendaros el encantador hotel de nuestro humilde pueblo, seguro que os atenderán como a auténticos reyes.-

Solo un burócrata o un hombre de negocios considerarían ese resultado una victoria, pero en gran medida lo era. Ganar tiempo podía significar la diferencia entre meterse en un problema realmente serio o salir airoso de la situación, fuese cual fuese la susodicha situación. Mientras tanto las minas seguirían dando dinero, Vic seguiría engrosando su propia cuenta bancaria, y tal vez la URI perdiese interés en el asunto.

-Bueno, soy un hombre ocupado. Si no puedo ayudarles en nada más, estoy seguro de que encontrarán la salida por ustedes mismos. Insisto en que prueben la cerveza de nuestro hotel, sin lugar a dudas es la mejor de todo el sector.-

Su tono había sido solemne y jocoso a la vez. A Vic poco le importaba reconocerles como figuras de autoridad mientras él siguiese teniendo la sartén por el mango. Billy, sin embargo, como buen jugador de cartas que era, tenía un as en la manga. Dónde Echo se había comportado siguiendo el manual al pie de la letra, Billy decidió lanzar un golpe bajo, uno de esos que apuntan exactamente dónde más duele. La palabra burocracia era música para los oídos de Vic. Tener las minas cerradas durante seis meses también podía adquirir cierta musicalidad, aunque era mucho más parecida a las trompetas del apocalipsis. Roal perdonaría a uno de sus supervisores por saltarse algunas leyes mientras pudiese salir bien parado, sin dañar la imagen de la compañía, mientras aumentaba los ingresos. Por el contrario, perder dinero, muchísimo dinero, era el equivalente a una condena de muerte, o peor aún, un despido acompañado de la imposibilidad de regresar jamás a un puesto similar. El fin de una carrera. Seis meses de dilitio perdidos podían equivaler a una década de sueldos en un pequeño satélite agrícola.

-¡No! No tenéis derecho a parar nuestra explotación-

-En realidad… - comenzó a responder Claude -Tienen la autoridad necesaria para…-

-¡Silencio!- Vic miró con furia a los tres agentes. De pronto su sonrisa se había esfumado, al igual que su cortesía y su compostura. -Necesitáis una autorización para entrar en MIS minas, así que dejaros de tonterías y salid de mi vista-

-Señor...- replicó Claude una vez más -Los agentes de la URI tienen permiso para operar en cualquier sistema de La Unión. Si deciden detener la extracción...-

Vic golpeó la mesa con ambas manos, con fuerza. Ya ni siquiera parecía furia. Era más bien desesperación. Miró a un lado y otro. El sudor empezaba a cubrirle la frente. Casi parecía presa del principio de un ataque de ansiedad, o de pánico, o tal vez ambos.

-No… no podéis. Tenéis que… os ordeno que os vayáis, ¿entendido? Tengo… tengo que rellenar el formulario oportuno y… quizás para la semana que viene. Tres días al menos. Sí… tres días. Hasta dentro de… de tres días...- Entonces un fuerte ruido, un arma pesada, se escuchó al otro lado de la pared. -¡Imbéciles! Se ha enterado… ¡Se ha…!-

Otra vez el mismo sonido, pero vieron los efectos antes de escucharlo. La pared a sus espaldas reventó debido al impacto de un proyectil realmente pesado. Por supuesto el proyectil no se detuvo, ni siquiera tras impactar en el pecho de Vic, haciéndolo estallar en una nube de sangre y vísceras humeantes. Derribó la siguiente pared y parte del techo, perdiéndose en el horizonte.
Mirando atrás por el boquete de entrada, que era lo bastante grande como para pasar de pie por él, vieron una de las dos exo armaduras en el suelo. El piloto no había tenido oportunidad de reaccionar cuando la otra armadura había abierto fuego sobre él. El primer sonido de disparo. Después la exo armadura agresora había apuntado a Vic a través de la pared. El segundo disparo. En aquel momento movía sus pesados cañones hacia Echo. Los guardias de seguridad estaban perplejos, sin duda se habían preparado para repeler un ataque desde el exterior, pero no desde el interior. Tras el estupor inicial reaccionaron abriendo fuego contra la armadura. El piloto de esta no tuvo más remedio que girar hacia ellos porque el blindaje no le protegería eternamente. Claro que no se trataba de una misión suicida. Del grupo de seis mercenarios, los dos de la retaguardia dispararon sobre las espaldas de sus compañeros, eliminando rápidamente a tres de ellos. El último solo se salvó porque saltó rápido detrás de una mesa, pero el siguiente cañonazo de la exo armadura prácticamente licuó el cuerpo del pobre desgraciado.
Sonó la señal de alarma. Un nuevo pelotón de guardias descendía desde el piso superior. Una veintena dividida en cinco grupos de cuatro. Entre todos esos, al menos tres repitieron la jugada, disparando a traición a sus supuestos compañeros e iniciando así un confuso tiroteo. En el exterior también había disparos. Era como si de pronto se hubiese desatado el infierno. Las tropas agresoras parecían ser menos, pero los guardias no tenían la capacidad de distinguirles, no a tiempo, permitiendo así que los asaltantes golpeasen primero, ganando con facilidad posiciones ventajosas. Había una diferencia clara entre los guardias y los atacantes, el segundo grupo se movía de forma mucho más organizada, y también parecían tener más puntería, escoger mejores coberturas, y actuar con mucha mayor determinación. Sin confusión, sin errores.
Al lado de los agentes de la URI, Claude gritaba de puro pánico, corriendo a hacerse un ovillo a la esquina más cercana. De Vic tan solo quedaba parte de las piernas y mucha sangre desperdigada por toda la oficina.

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08/02/2019, 00:50
Director

Billy también sintió algo raro, o más bien no sintió algo que sabía que debía estar allí. Los agresores no tenían miedo, remordimientos, ni dudas. Sin embargo eran seres vivos, porque sí tenían el resto de emociones que uno esperaría encontrar en cualquier persona. Camaradería, orgullo, determinación, coraje. Era como si en ese momento careciesen solo de aquellos sentimientos que pudieran estorbarles.

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08/02/2019, 00:50
Director

Cuando uno llamaba la atención de los dugies solía enterarse de inmediato. Algunos decían que podía sentirse una inminente sensación de peligro, similar a de encontrarse con una bestia salvaje a pocos metros de distancia. Otros más místicos presumían de poder sentir su incansable agresividad y sus ansias de violencia. Patrañas de la primera a la última. Lo cierto es que nunca cabía duda porque debido a su lamentable visión periférica, no tenían más remedio que girarse completamente hacia la persona de interés. De ese modo se encontró Jack con los cuatro piratas girándose hacia él, mirándole con sus pequeños ojos, y acercando la cabeza para poder escrutar mejor su rostro. Por supuesto era bien sabido que en combate no necesitaban tantas contemplaciones, eran más que capaces de guiarse por el oído y, principalmente, por el olfato. Por fortuna en ese momento no buscaban pelea, aunque Jack tenía la sensación de que estaban más que preparados para encontrarla.

-¿Y quien ha dicho que queramos cazas?- preguntó el más grande.

-El capitán siempre quiere más cazas- respondió un segundo.

-¡No tienes que decir eso al empezar a negociar, gilipollas!- dijo el tercero

-Ahora pedirá más...- se lamentó el cuarto.

-¿Pero cómo va a saber que los queremos si no se lo decimos?- insistió el segundo, con un tono de voz airado.

-No… no entiendes como se negocia con lagartijas como esa- el tercero quería demostrar que era el más brillante. -Eres más tonto que ellos.-

El segundo se echó para atrás visiblemente indignado. Entonces se levantó y propinó un potentísimo puñetazo a su compañero. Habría bastado para partir en dos a cualquier thonod o humano. Sin embargo el tercero se levantó aún más cabreado que el segundo y le saltó encima. Empezaron a forcejear, empujándose, agarrándose, zarandeándose y dándose cabezazos.

-El capitán se va a enfadar otra vez..- dijo el cuarto mientras miraba al primero, el más grande. -Y tendremos que pagar nosotros las mesas y las sillas cuando esos dos las rompan.-

El grandullón tenía una sonrisa en los labios mientras observaba la pelea, pero se le quitó al escuchar a su compañero más sensato. Era difícil saber si le preocupaba más pagar el mobiliario con el que seguramente arrasarían sus compañeros, o la bronca de su capitán. Fuese como fuese suspiró con resignación, se levantó pesadamente de la silla, agarró a sus compañeros por los hombros y los separó. El tercero, el que había recibido el puñetazo de su compañero, hizo el amago de atacar otra vez. Lo que recibió a cambio fue otro puñetazo, solo que aquel provenía del grandullón, lo cual supuso una gran diferencia. Tanta que el pobre diablo cayó redondo al suelo, completamente fuera de combate. Estaba claro quien era el líder del grupo, y también estaba claro que no se debía a su astucia o a su inteligencia.
Se volvió a sentar tranquilamente, como si no hubiese pasado nada. Los otros dos también, aunque primero ayudaron al que había quedado fuera de combate a sentarse, o más bien lo colocaron encima de la silla confiando en que no se caería por accidente.

-De acuerdo, ¿cuantos cazas?-

Ya había tomado la decisión de iniciar la negociación. Puede que uno de sus dos compañeros conscientes no estuviese de acuerdo, pero tampoco iba a replicarle. Los dungies siempre seguían al más fuerte, no por miedo si no porque así era su sociedad. Los fuertes se rodeaban de los sabios, pero siempre mandaba aquel capaz de partirle el cráneo más rápido a sus seguidores. No era el sistema más democrático conocido por la Unión, pero tristemente tampoco era el peor.

-El capitán querrá saberlo cuando venga, pero tardará un rato.-

-Sí, ahora está ocupado, nosotros solo vigilamos- nuevamente el segundo hablaba de más.

-No deberías hablar tanto...- el cuarto, nuevamente, era el más sensato. En aquella segunda ocasión sonaba frustrado.

-Si, ahora tendré que aplastarle la cabeza a la lagartija-

Con esas palabras, el grandullón hizo el amago de levantarse, pero el cuarto le puso la mano en el hombro. Un gesto así ya denotaba valor, lo cual no impidió que diese explicaciones rápido.

-El capitán no quiere que llamemos la atención.-

El grandullón negó con la cabeza, luego suspiró una vez más y se dejó caer sobre el respaldo de la silla. Estar al mando era una labor demasiado fatigosa. Era mucho más fácil cuando alguien le indicaba una dirección y él solo tenía que limitarse a cargar con todas fuerzas, sin preguntas.

-Los cazas, ¿cuantos son?- de golpe era como si hubiese olvidado que hace unos segundos estaba dispuesto a aplastarle la cabeza a Jack. -¿De dónde los has sacado? Al capitán solo le gustan los cazas nuevos. La última vez eran tan viejos que se enfadó mucho. Aún tenemos en la nevera la cabeza de esa sucia timadora-

El cuarto asintió de forma amenazante, o al menos pretendía ser amenazante. Lo cierto es que resultaba difícil leer las expresiones faciales de los dungie, pero siempre resultaban amenazantes porque podían pasar de la calma a la violencia en solo unas décimas de segundo, muchas veces sin provocación alguna.

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08/02/2019, 00:51
Director

Betty tal vez no entendía demasiado bien qué podían verse Greeny y Rod el uno al otro. No tenía prejuicios, Dios le librase, simplemente les parecían criaturas demasiado distintas entre sí. Sin embargo en sus tiempos había escuchado muchas historias sobre lo que hacía la gente para divertirse, así que aquello seguía pareciendo lo más interesante que iba a ocurrir durante la semana, quizás incluso el mes. Asintió con la cabeza, sonriendo de forma picarona a los dos agentes.

La cuarta y última planta del hotel tenía menos habitaciones que las demás, pero eran más grandes. También eran las más caras, aunque nada que debiese preocuparles sabiendo que pagaba la URI. Más tarde, si todo iba bien, Greeny tendría que redactar y explicar meticulosamente un informe de gastos, pero eso sería en otro momento. La misión tan solo estaba empezando.
Incluso desde la cuarta planta, Greeny podía sentir ciertas emociones viniendo de los pisos inferiores. Eran emociones fuertes, nerviosismo, como el que uno experimenta cuando está haciendo algo arriesgado. También podía notar avaricia y un toque de preocupación.
Rod por su parte tenía otros métodos para detectar que estaba ocurriendo algo fuera de lo normal. Ruido justo en la planta inferior, lo cual no tenía sentido. Según Betty los inquilinos de la tercera planta llevaban días sin volver al hotel. Allí no debería haber nadie salvo que estuviesen cambiando las sábanas, pero seguro que se trataba de otra cosa. Puertas abriéndose y cerrándose, no solo de las habitaciones si no de armarios y cajones también. Pasos frenéticos de un lado a otro. Cuchicheos.
Greeny percibió también una frustración creciente, extremadamente creciente. Quien estuviese allí abajo no estaba consiguiendo sus objetivos. A nadie le sienta bien esa sensación. Sigues y sigues adelante, pero cada vez tienes menos confianza en conseguir nada.

Rod agudizó más el oído. No era difícil. Por las escaleras podían descender un poco hasta acercarse al pasillo de la tercera planta. Entrar sin más sería difícil sin que les viesen, pero aún se encontrarían a una distancia prudencial. Lo que se oía no era bueno. Evidentemente alguien estaba registrando cada habitación. Ya no intentaban guardar las formas. Abrían cada armario, cada maleta, y cada artículo que estuviese cerca. Además los cuchicheos eran medio audibles para un explorador experto.

-Nada, da igual cuanto busquemos, aquí no hay nada-

-Pues tiene que haberlo o esa zorra no nos va a pagar-

-Bueno, nos paga porque no lo encuentren otros. Quizás no esté aquí. Ya os dije que iba a ser el trabajo más fácil de nuestras vidas.-

-¡No es suficiente!-

La última voz parecía mucho más autoritaria. Los demás guardaron silencio en cuanto la escucharon. Claro que Greeny captó más matices. No se trataba solo de respeto, ni siquiera de autoridad. Los demás tenían pánico a aquel hombre que acababa de hablar.

-Si no podemos encontrarlo, nos aseguraremos de que no lo pueda encontrar absolutamente nadie. Preparad las cargas. Una en cada habitación. Al anochecer volamos el puto hotel si hace falta. Voy a la nave, usaré un par de esas chatarras Youdu que compramos. Parecerá que se les ha ido la cabeza otra vez y han atacado aquí. ¡No os retraséis!, al que tarde lo dejo tirado.-

Pasos. El que acababa de hablar se iba. Los demás se pusieron manos a la obra. Buscasen lo que buscasen, no estaban consiguiendo encontrarlo. Era lo bastante valioso como para asegurarse que tampoco lo encontrase nadie más. Lo cierto era que tampoco había señales de Nathan y los suyos, pero sin duda las habitaciones que esos sicarios estaban registrando debían pertenecer al equipo del arqueólogo. Lo malo era que saberlo tampoco les respondía mucho sobre su ubicación o sobre qué demonios estaba pasando en Sima Z3. Lo que sí aclaraba era que alguien iba a volar el hotel entero esa misma noche. Tal vez pudiese impedirse, pero hasta el momento la presencia de Rod y Greeny había pasado totalmente desapercibida. Actuar de algún modo podría significar que esos matones descubriesen la existencia de un segundo grupo de la URI. Por otro lado, también podían intentar seguir a quien estaba al mando. Claro que ese curso de acción podía significar abandonar al hotel a su suerte, porque era imposible saber cuanto tiempo les llevaría realizar un seguimiento en condiciones.

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08/02/2019, 18:16
Rod Grazemann

Tras escuchar las terribles noticias me dirigí a la Capitana.

-Debemos hacer algo... dije con tono pensativo. Tengo una idea. Vamos a nuestra habitación y tratamos de movernos por algún conducto o bajamos por alguna ventana. Si pasamos por el pasillo sin más será sospechoso y basta que le dijéramos a la señora de la recepción que nos mantendremos alejados de maleantes y vea por la cámara que estamos husmeando por aquí... Además podremos aprovechar para comunicarnos con Echo y ver si pueden ayudarnos y si han descubierto algo...

-¿Te parece bien?... no tengo muy claro si tutear o tratar de usted... No me acostumbro a esto.

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11/02/2019, 00:23
James Dunn

La charla había pasado de amistosa a agresiva y visceversa mas veces de las que a Jim le importaba contar. Estaba tratando de discernir si al final había sido un buen resultado para ellos o uno malo, cuando sucedió una de esas cosas que te hacen preguntarte el sentido de la vida y cosas así. Un cañonazo de una exoarmadura puede tener un impacto filosofico que hace que un segundo parezca toda la vida. Que se vea todo en camara lenta. Como una película de Michael Bay. James era fanático de los clásicos.

En ese breve tiempo entre que el desagradable Vic se convirtió en una masa sangrante y se armaba un oportuno tiroteo, al piloto de la Pegasus se le abrió un panorama de opciones. Ninguna de ellas lo llenaba de emoción, y descartó las mas heroicas en un nanosegundo. Sin embargo, tuvo la lucidez o la estupidez, depende quien lo viera, de hacer algo que consideró relativamente útil si de casualidad no compartía el destino del supervisor de la Roal.

Suponía que su pistola tendría el mismo efecto en una de esas exoarmaduras que un guijarro a un tanque, por lo que atinó a agarrar a Claude de la solapa y arrastrarlo hacia el boquete que amablemente se había abierto del otro lado del despacho de McGon proporcionándoles una puerta de salida. Bueno, eso si no daba al exterior, claro. De ser así, se pondría a cubierto. Bueno, a cubierto era un eufemismo para decir escondido, porque dudaba que hubiese una cobertura efectiva en varios clics a la redonda.

- ¡Habla ahora mismo! -le gritó con toda la fuerza de sus pulmones a centímetros de su rostro. Puede que mas que unas gotas de su saliva lo salpicasen en el proceso. ¿Quienes carajo son los que se enteraron?! Mejor que desembuches ahora porque si no te dejo para que compartas el destino de ese cerdo vas a pasar lo que queda de tu miserable vida en una prisión de máxima seguridad! ¡Habla! ¿Quien se enteró? ¿Que pasó con Nathan?

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11/02/2019, 01:06
Echo

No comprendo la relevancia de esa pregunta, además de que no especificas el tipo de enfrentamiento, armamento, terreno o habilidad del piloto de la exo armadura, por lo que los parámetros son demasiado vagos para dar una respuesta- le respondió Echo a Billy mientras pasábamos por delante de las exo armaduras -Pero para información, calculo que en un 35.45% de las situaciones, el resultado sería favorable para mí, mientras que en un 38.07% el resultado sería desfavorable- le informó -En el 26.48% restante, dicho enfrentamiento sería incierto- añadió.

 

 

Aunque la respuesta afirmativa inicial a las peticiones de Echo por parte de Vic Mcgon le hicieron pensar que no tendrían problemas, el hecho de que de pronto empezase a hablar de lapsos de tiempo de espera extremadamente largos desconcertó a Echo. ¿Tal vez no había comprendido que se le requería una respuesta inmediata? ¿O es que no sabía que las peticiones de la URI y de sus equipos eran de Prioridad Ultravioleta? No, ese desconocimiento carecía de lógica en alguien de su posición… lo cual hacía que sus palabras tuviesen menos sentido aún.

Y entonces, Billy intervino dándole informaciones del todo inexactas que mezclaban grandes dosis de falsos datos con trazas de afirmaciones correctas, lo cual puso claramente nervioso a Vic Mcgon, que empezó a balbucear frases inconexas y a intentar expulsarles al tiempo que hacía callar a su ayudante… al menos hasta que, precedido por un primer disparo en un lugar cercano del edificio, un segundo disparo derribó la pares detrás de él, le atravesó convirtiéndose en una masa sanguinolenta y continuó su camino atravesando cuanto se encontraba.

En apenas un instante, Echo confirmó lo desastroso de la situación en el lugar con sus sensores… parte de la seguridad del lugar parecía ser de carácter hostil, incluyendo una de las exo armaduras, y estaban acabando con las tropas que permanecían leales gracias al caos de su traición.

Hay un 87.56% de posibilidades de que muramos si permanecemos aquí… nos replegamos a la Pegasus- ordenó Echo a Billy y a James, acercándose a donde estaba este último, puesto que había tenido el acertado razonamiento de cubrir al ayudante de Vic Mcgon… aunque su intención de interrogarle en aquel momento no era precisamente acertada -Un interrogatorio en este momento disminuirá nuestras opciones de supervivencia… vendrá con nosotros- le dijo a James al tiempo que cogía al aterrado Claude y lo cargaba con facilidad con un brazo -Tranquilo, su protección es actualmente prioritaria para nuestra misión- le dijo -Seguidme- les ordenó a a Billy y a James, desenfundando una de sus pistolas con la otra mano y poniéndose en camino mientras trazaba un ruta al cruzar los datos estructurales del lugar con la información de sus sensores, acoplando los caminos abiertos por los disparos de la exo armadura y las señales térmicas que pudiesen indicar la presencia de guardias en el camino.

Aquí Echo, informe de situación prioritario- empezó a transmitir por los comunicadores -Situación hostil de alto nivel en curso. Fuerzas hostiles infiltradas en la seguridad del lugar. Jefe de la operación minera eliminado. Nos dirigimos a la Pegasus- informó -Solicito informe de estado del resto del equipo- añadió al tiempo que escaneaba, aislaba e identificaba las señales de comunicación del lugar, usando las comunicaciones de la exo armadura como base para poder separar las de los traidores de las de las fuerzas de seguridad leales con el objetivo de identificar a todos los traidores, interferir sus comunicaciones y transmitir su posición a las fuerzas de seguridad para que pudiesen diferenciarlos.