Partida Rol por web

Los confines de la galaxia

El Cuervo

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23/06/2019, 01:35
Echo
Sólo para el director

Procurando que la comunicación estuviese completamente cifrada y oculta, Echo proporcionó un reporte de la situación actual a Billy y a Rod para que pudiese tener todos los datos antes de actuar.

Aquí Echo. Miembros de los Cuervos han salido a la entrada. Proponen negociar. Su salida a cambio de 17 rehenes. El doctor Nathan no está entre ellos… estatus desconocido. Fin de la transmisión.

Notas de juego

Lo pongo en solo al director por si acaso hay inhibidor o algo como la otra vez

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23/06/2019, 01:36
Echo

Por un canal privado, Echo se comunicó con James de forma que la comunicación fuese cifrada y no pudiese ser interceptada por los Cuervos.

Si la negociación se lleva a cabo, la Pegasus será necesaria para seguirles. Posibles rutas de escape calculadas y enviadas al ordenador de a bordo. Prepara los sensores de la Pegaus para poder rastrearles sin ser detectados.

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23/06/2019, 05:39
Billy “Nueve Manos” Dee

Aquellos túneles del diablo le recordaban a una madeja de lana. Era fácil ver el hilo, pero no resultaba tan sencillo ver a donde iba a parar. Los túneles serpenteaban, subían y bajaban de forma abrupta. De alguna manera, se cernían sobre ellos. Podía sentir las capas de tierra sobre su cabeza, lo que le hacía sentirse atrapado. Caminar bajo el cielo abierto era una grandiosa sensación; una que siempre echaba de menos.
No habían hecho más que internarse en aquella amalgama de túneles cuando Rod empezó a preguntarle por la Oleana*. El explorador se colocó el índice entre los labios y le mandó callar. Se estaban adentrando en territorio enemigo y no quería que le volasen la cabeza porque alguien le hubiera escuchado describir las tetas de la oleana. Aquello era una maldita misión de infiltración, se requería silencio y concentración. Además, no sabía más que lo que había contado.
Aficionados, eso es lo que eran todos ellos. Productos defectuosos, piezas prescindibles. Además, la Oleana no era el problema. El puto problema era su jefe. Jack seguramente ignoraría todo lo que había escuchado y respecto a él, no sabía si creer todo lo que había escuchado. Ese tipo le daba escalofríos. Menos mal que en la URI tenían esas maravillosas sesiones de información como la que habían tenido ellos en la nave. Protocolos y normas, buenos para nada.
Pronto sus pensamientos sobre la URI quedaron relegados a un segundo plano. El lugar estaba repleto de minas. Ignoraron los caminos principales, los soldados habían hecho bien su trabajo. Tomaron otro, más lejano y abrupto. Por suerte la Oleana tenía un "tipo" que le resultaba fácil seguir. Terminaron llegando a otro túnel repleto de minas. Avanzar se tornó lento, pero finalmente llegaron a su objetivo.

El sitio era más impresionante de lo que el vídeo del arqueólogo había mostrado, especialmente porque estaba repleto de soldados armados hasta los dientes. La tecnología no era de lo más actual, lo que les daba un toque fiero y brutal. Ellos dos no podían hacer nada allí, al menos de momento.
Escucharon atentos la escena que se desarrollaba delante de ellos. Suficiente información. Había que rescatar a la chiquilla y preguntarle un par de cosas. Aunque el saber era mera formalidad. Estaba claro que las ruinas escondían un "tesoro". Información que debían traducir y que era más valioso que cualquier cosa física que allí hubiera. O así lo había entendido él.
Hicieran lo que hicieran debían hacerlo con tiento y desde las sombras. Había demasiado movimiento allí abajo como para intentar nada. Al menos de momento. Se acomodó en su pequeño escondite, de momento tocaba esperar y analizar fríamente a sus opciones.

Notas de juego

*Tal y como comenta en el off-topic

Espero a Rod antes de poner un plan suicida...XD

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23/06/2019, 19:46
Rod Grazemann
Sólo para el director

Notas de juego

De momento hasta que postee, mañana si todo va bien, pongo mi fino oído a funcionar

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24/06/2019, 01:53
James Dunn

Si bien no se trataba de días, como en el espacio, había que estar preparado para largas esperas. Luego de que se decidiera el plan de acción, James se quedó en la Pegasus con el lagarto. No lo ponía especialmente feliz la situación, principalmente porque hubiese preferido estar donde estaba la acción y no ahí atrás, donde no podía ayudar en casi nada. También, y por momentos le costaba ocultarlo, el presidiario no le inspiraba una dosis abundante de confianza.

Mientras los demás llegaban a sus posiciones asignadas, verificó que todos los sitemas estuvieran operativos y dejó la nave en marcha. Era un gasto de combustible y energía, pero tratandose de lo que sospechaba, haría falta moverse rápido. Y lo que sospechaba era llana y lisamente una trampa.

Escribió un mensaje a Sarah. Solía hacerlo cuando las posibilidades de morir eran relativamente altas. Le contaba que no había recibido ni un aplauso, ni una felicitación, por sus legendarias Delicias de Canela. Pero que tampoco le sorprendía tanto, tratándose de las cualidades de la tripulación. No podía escribirle detalles de la misión ni nada de eso, sabía que la URI monitoreaba todas las comunicaciones con civiles, sólo le contaba sobre la situación junto al variopinto grupo del que formaba parte.

Se preguntaba por qué Jack había decidido quedarse atrás. No tenía ganas de iniciar un conflicto con su compañero pero no le veía utilidad a que siendo tan pocos hubiese dos integrantes en la nave. Esperaba que hubiera sido una buena decisión. Pero estuvo atento a sus movimientos. Sospechaba que su condena se conmutaba se quedase atrás o se ganara una medalla al mérito, y apreciaba el hecho de seguir respirando. Probablemente fuera el mas inteligente de todos.

Confirmó sus sospechas cuando vio aparecer en los monitores a los miembros del escuadrón de los Cuervos. No creyó ni media palabra de lo dicho por el tal teniente Uwaris. Y tampoco se sorprendió ni un poco con la reacción de su primer oficial. Estaban en presencia de una trampa tan obvia que no se le escaparía ni siquiera a su primer oficial. Tenía en cuenta la incursión paralela, y por eso no le dijo nada, pero esperaba que no se adentrara en la boca del lobo y retrasara la negociación para dar tiempo a los demás.

Abrió el sistema de comunicación.

- Datos recibidos -respondió escuetamente por el canal privado. James sabía que por mas cifrados que pudieran estar los datos, siempre podían ser interceptados.

Lo que si hizo fue escanear el area para ver si podía detectar el sistema de comunicación enemigo. Tenía pocas esperanzas de hacerlo, teniendo en cuenta la cantidad de mineral que había entre la Pegasus y ellos, pero no estaba de mas hacer un chequeo, y si lo encontraba, tratar de hackearlo.

Tuvo que morderse los labios para no agregar nada. Si hubiese sido él, hubiese aceptado sin dudar. Sospechaba que mientras ellos creían que estaba haciendo tiempo, los que lo estaban haciendo eran los Cuervos. Lo mas sensato hubiese sido seguir adelante e incluso dejarlos ir, si había que elegir. La información que les estaba faltando estaba ahí adentro. En esas ruinas. Esperaba que el equipo de infiltración llegara a su destino, aunque sospechaba que algo se torcería. Sabían que ellos contaban con una telépata y un grupo de elite que había probado coordinarse bien.

Lo único que podía hacer era estar atento a dónde debía estar para ayudar, lo mas rápido posible.

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24/06/2019, 20:20
Jack

- joder joder joder, menuda mierda! – pensé cuando salió el cuervo des de la entrada de la mina y habló – espero que no sean unos necios y acepten sus condiciones - había estado las suficientes veces en el lado de los tipos malos para saber de que no se trataba de ningún farol. Esos tíos estaban muy seguros de si mismos, por lo que o estaban muy seguros de su superioridad o se guardaban algún tipo de es bajo la manga.

- Buen trabajo, tostadora! Si vamos de buena fe, igual no nos matan a todospodríamos enviar a un par de soldados de la Roal – comenté por el comunicador – para que confirmen en que estado se encuentran los rehenesy si les matan, tampoco los echaremos mucho de menos.

La parte buena es que me encontraba dentro de la nave, y por iniciativa de James, preparada para emprender el vuelo a la mínima señal de problemas – un buen piloto – pensé mientras observaba como me miraba de forma desconfiada. Pero podría soportar eso y mucho más, las miradas no matan, no como esos rifles PPG que empuñaba el enemigo.

De momento tomé asiento y me puse cómodo mientras seguía lo que sucedía en el exterior junto a James, que no paraba de teclear cosas para intentar intervenir las comunicaciones del enemigo. – Pierdes el tiempo, esos tios son profesionales, seguro que cuentan con sistemas con varias capas de seguridad, encriptados y a saber cuantas cosas más… dejemos que la capitana y el oficial se ganen sus medallas – le comenté mientras estiraba los brazos y me los apoyaba detrás de la cabeza para estar aún más cómodo – relájate.

Notas de juego

Como todo parece estar bajo control, me pongo cómodo y disfruto del espectáculo ;-)

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24/06/2019, 22:24
Rod Grazemann

Tomo de la nave un par de explosivos... Dejo el segundo por que me podría incomodar el movimiento. Dejo que Billy tome la iniciativa ya que sabe algo más que yo de esta gente. Cruzamos los túneles en silencio. No tardamos en encontarnos una escenita interpretada por los soldados, la Oleana y la pobre joven.

Tras mover las orejas no oigo nada especial más allá de lo que tenemos delante de nuestros ojos... Y así se lo hago saber discretamente a Billy.

-¿Ideas? Gruño ligeramente mientras pienso... tenemos que acercarnos lo más posible... todo lo que eliminemos ahora no irá a la puerta a saludar a las visitas. Suspiro. Estaría bien evitar que nos maten aquí... No quiero que este puto laberinto de roca y lo que mierda sea esto.... Señalo algo que bien podría ser musgo, un mineral o una nueva raza alienígena...Sea lo último que vea antes de pasar a otra vida

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27/06/2019, 05:48
Billy “Nueve Manos” Dee

—No soy un asesino, no sabría por donde empezar —contestó a Rod—. Esta gente son soldados. Si nos descubren, no creo que nos disparen a sangre fría. Nos atraparan, nos encarcelarán y nos interrogarán. Tendremos una oportunidad. Si matamos a alguno de sus amigos seguro que utilizan fuerza letal —no lo veía muy buena idea, la verdad —. Tienen cubierto el perímetro, y son más que nosotros. Además, yo no mato a nadie por la espalda.
Inutilizar a la oleana sería sencillo si podían llegar hasta su posición, pero solo había una manera de penetrar en el blindaje de las armaduras de los soldados y era usando munición real.
Cogió una de las mirillas de su rifle y empezó a inspeccionar la zona.
—Tenemos una posición privilegiada, desde aquí no pueden vernos *. Podemos usar este tiempo para buscar otras zonas seguras, por si tuviéramos que dejar este escondite y buscar otro. Por lo demás, solo queda esperar —le hervía la sangre, pero las otras opciones era llamar a la puerta de la muerte mientras entonaban una canción —. Algo sucederá. Un cambio de guardia. O nuevos superior Cabeza de Lata complicando las cosas ahí afuera. Cuando eso suceda, nos moveremos. Uno debe inutilizar a esa mujer y el otro, rescatar a loa rehenes —en el planeta del optimismo desmedido hubiera sonado tan mal como sonaba allí mismo —. Y sino, podemos causar una distracción y aprovecharla. Conozco un par de trucos, pero no creo que nos sirvan de mucho.

Notas de juego

*Creo..XD

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27/06/2019, 10:54
Rod Grazemann

-¿Asesino? ¿No has matado a nadie?... pues entonces. La única diferencia es que aquí no saben quien les lleva. Abro los ojos muchisimo. ¿Crees que esta gente nos va a encarcelar? Ya has oido lo que dicen. Si no matan a los pardillos estos es unicamente por que los necesitan. A ti y a mí para que nos iban a hacer prisioneros...

Me pongo en modo zorruno a cuatro patas y trato de avanzar un poco más para ver situaciónmás cercana y ver si puedo preparar una emboscada cuando pase algo o si puedo quitarme alguien de encima

-Voy a acercarme. Si no quieres bajar quédate a cubrirme. Y si me atrapan a ver lo que tardan en pegarme un tiro en la nuca. Sonrío y avanzo

Notas de juego

Usando el sigilo lo mejor posible trato de acercarme lo más posible. La intención que tengo es eliminar algún guardia y esconderlo, o ver si puedo acercarme más o ver hacia donde estarían las celdas(esto depende de lo que vea cuando avanze al siguiente punto)

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27/06/2019, 17:11
Billy “Nueve Manos” Dee

–No, no soy un asesino. Nunca he matado a nadie a sangre fría ni por la espalda, para mí hay una diferencia entre ser un asesino, un soldado, un pistolero o lo que diablos sea yo, pero no es tiempo de filosofías–contestó mientras fruncía el ceño al contemplar las rutinas de vigilancia de los soldados.
–Si te atrapan probablemente quieran saber cosas sobre el equipo de la URI que está aquí destacado, así que tendrás una oportunidad –a no ser que se enfaden por matar a sus compañeros y te vuelen la cabeza–. Te cubriré.
Buscó un lugar elevado y seguro, distante, donde pudiera camuflarse usando su ropa y sus conocimientos y desde el cual pudiera seguir a Rod con su mira telescópica. También trataría de memorizar el patrón mental de Rod para sentirle por si le perdía de vista.

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02/07/2019, 01:01
Director

Rod decidió moverse, avanzar en sigilo entre las líneas enemigas mientras Billy le cubría desde su posición inicial. Al mismo tiempo, el soldado que había llevado a Eryne a rastras ante Kira y el sargento, volvió a agarrar a la muchacha del brazo y volvió a llevarla a rastras. Era evidente que había movimiento en el improvisado campamento. Los cuervos estaban moviendo a todos los prisioneros a una misma zona común, probablemente el lugar que tenían asignado para dormir. Sin embargo los soldados no estaban preparándose para pasar la noche. Nada de eso. De pronto todos los que no estaban patrullando o agrupando a los prisioneros, comenzaron a comprobar las armas, a sacar los cargadores y volverlos a introducir. Por parejas comprobaban que la armadura de su compañero estuviese totalmente cerrada. Sacaban cuchillos ocultos en los antebrazos para revisar que la hoja estuviese limpia. Un par de tipos con galones de cabo se aseguraban que todo el mundo conociese su papel. No había otra forma de describirlo, iban a entrar en combate en breve.
Como soldados disciplinados que eran, los preparativos no habían hecho que descuidasen las patrullas. No había sitio para imprecisiones. Rod pudo aprovechar su agudizado oído para moverse evitando toparse con nadie. Podía decirse que acababa de rebasar el perímetro externo defensivo. Ocultándose entre dos rocas quedaba más o menos a cubierto de miradas hostiles. Ir más lejos iba a ser algo completamente distinto. Aunque seguía habiendo alguna que otra roca con que ocultarse, moverse hasta ellas le haría pasar por las rutas de al menos tres pares de soldados. ¿Podía hacerse rápido y sin que ninguno de los cuervos le viese? Sería complicado. Moverse de escondrijo a escondrijo supondría un riesgo cada vez mayor. No estaba infiltrándose en un campamento de piratas o contrabandistas de poca monta. Quienes patrullaban lo hacían mirando constantemente a ambos lados. Quienes hacían guardia, una vez realizadas las comprobaciones previas a la batalla, no daban muestras de cansancio o aburrimiento. Un solo segundo que calculase mal, un solo paso mal medido, le expondría. Entre su posición actual y Kira, la oleana, aún había casi cincuenta metros. Los investigadores de la URI estaban más cerca, a su izquierda, pero también debía haber al menos treinta metros. Además, cuanto más se acercaba al edificio central, el núcleo de operaciones de los cuervos, menos obstáculos a la vista iba a encontrarse. Había algunas columnas medio derruidas, algunas cajas de equipamiento aquí y allá, y nada más. Si quería seguir avanzando necesitaría moverse con muchísimo cuidado. Además, al estar más cerca y a ras de suelo, tampoco podía tener una vista general del lugar.

El sargento, que había ido a repartir unas últimas instrucciones, volvió al lado de Kira tras solo unos pocos minutos.
-El teniente ha conseguido enviar la transmisión sin problemas, señora-
-¿Todo listo entonces?- preguntó Kira mientras agarraba una tablilla de piedra para ponerla en el centro de la mesa en la que había estado sentada hasta hacía unos instantes.
-Todo listo. Los piratas de Oguru van a bombardearles desde el cielo, sin darles tiempo a despegar o reaccionar*. Cuando creen una zona libre para aterrizar el transporte, usted entrará primero, luego el material junto a los prisioneros, y por último nosotros. Habrá bastantes explosiones ¿Podrá mantener la concentración?-
-- respondió Kira, altiva. -Porque voy a pedirle ayuda, aunque no sé si aprobará que el teniente negocie como distracción, sin intención de cumplir el trato al que llegue-
El sargento sonrió antes de pulsar el botón que volvía a cerrar el casco.
-El comandante nunca rompe un trato… pero este trato no lo está haciendo él. Todo bien. Yunque y martillo. Así es la guerra.-.
Kira asintió mientras esbozaba una sonrisa. No parecía estar acostumbrada a las tácticas militares de sus compañeros, pero al menos tenía el buen tiento de no inmiscuirse demasiado.
-Entonces preparé a los prisioneros, sargento. Sus vidas si que están garantizadas por...- de pronto su voz se volvió burlona -el comandante-
El sargento asintió. Hizo señas a uno de sus hombres para que cogiese una pequeña caja con material, y juntos caminaron hasta los prisioneros.

Los investigadores de la URI se echaron para atrás al ver llegar al sargento, pero tenían otros tres soldados a sus espaldas, así que no podían alejarse demasiado. El sargento abrió la caja que el otro soldado había traído consigo. Del interior sacó una pistola hipodérmica, como las que usaban los médicos para administrar medicamentos de forma rápida. Por supuesto ninguno de los investigadores prisioneros quería ver esa inyección, contuviese lo que contuviese, cerca de sus cuerpos. Dicho contenido, un pequeño frasquito en la zona trasera de la pistola, brillaba con un color rosáceo no demasiado saludable.
-No os preocupéis- dijo el sargento. -No vamos a envenenaros. Si quisiéramos mataros, os clavaríamos un cuchillo en la nuca, no íbamos a gastar balas o veneno en unos flojuchos como vosotros. Esto es solo un pequeño isótopo radioactivo con una vida media muy corta. Un par de días. Cuando os lo inyectemos, nuestros aliados de fuera sabrán que no tienen que volaros por los aires a vosotros-.
-¿Y a quienes van a disparar-
El sargento suspiró antes de buscar a la persona que había lanzado esa pregunta. Reconocía la voz, e incluso si no la reconociese no le cabría la menor duda. Eryne, que se encontraba en la primera línea de los prisioneros, le miraba fijamente. Los soldados encargados de vigilarla parecían tan cansados de escucharla desafiarlos tontamente, que ya ni siquiera tenían ganas de darle otro bofetón.
-Verás, encanto- acabó respondiendo el sargento. -Vuestros compañeros de la URI han venido a buscaros. No creíamos que hubiese ninguna nave de la Unión tan cerca, así que nos ha pillado un poco de sorpresa. Como al Comandante no le gusta que vayan hablando de nosotros en los sistemas centrales, vamos a tener que acabar con ellos. -
Los investigadores se miraron los unos a los otros. Ni siquiera ellos esperaban que alguien llegase tan pronto, pero al parecer a sus rescatadores tan solo les esperaba una emboscada.
-No, no, no. Nada de cuchicheos. No podemos mataros, pero puedo dispararos a todos en las rótulas y haceros caminar cuesta arriba hasta llegar al transporte, así que ninguna estupidez- Se giró hacia Eryne. -Y eso va especialmente por ti, encanto, salvo que quieras probar la sugerencia de la jefa-.

Kira no se había quedado quieta mientras tanto. Había cogido algunos textos con traducciones, colocándolos cerca de la tablilla de piedra. Finalmente sacó un cuchillo de la bota y lo utilizó para hacerse un profundo corte en la palma de la mano derecha. Por el gesto de dolor, tampoco estaba acostumbrada a algo así. Manchó la tablilla con su propia sangre, que era de color verde oscuro, para dibujar algunos signos que copiaba de las traducciones que tenía delante. Después susurró algunas palabras en una lengua que ni Billy, ni Rod, ni siquiera ella misma, comprendían. La tablilla brilló con un destello azul blanquecino que debería haber deslumbrado a todo ser vivo dentro de la cueva. Solo que el destello no era de luz real. Ni los soldados ni los investigadores de la URI parecieron verlo. Tan solo aquellos con capacidades psíquicas especiales iban a detectarla. En otras palabras, solo lo vieron Kira, Rod y Billy.
A continuación la luz que iluminaba la estancia se volvió tan tenue que parecía haberse hecho de noche. Una vez más, solo para ellos, para aquellos con una mente distinta. Se escucharon susurros ininteligibles, cientos de voces cuchicheando de forma nerviosa, como advirtiendo de algo a quien pudiese oírlos, o tal vez pidiendo ayuda. Entonces, sin más, frente a Kira apareció la figura de un hombre alto, uno al que solo contemplaban ellos tres incluso si tenían obstáculos obstruyendo la visión, uno que hacía que de pronto se sintiese una presión enorme en el ambiente. Uno que en realidad no estaba allí. Calzaba zapatos caros de color negro impoluto. Los pantalones, también negros, eran lo que alguien llamaría etiqueta informal, es decir, la clase de prenda que uno espera ver entre los invitados de una fiesta de la alta sociedad que creen que van vestidos de manera informal. Una camisa de seda tan blanca que los ojos casi dolerían al mirarla. Se podía intuir una chaqueta, del mismo corte que el resto de ropa, completamente abierta. Claro que intuir era la palabra correcta, porque ese tipo llevaba encima una gabardina marrón, vieja y deshilachada que aún así conseguía parecer elegante, al menos mientras la llevase él. Era alto, sin duda, quizás alrededor de un metro noventa. Tenía el pelo negro, corto, bien peinado. Su rostro podía considerarse atractivo aunque sus facciones eran angulosas y duras al tiempo. Si podía sacarse alguna pequeña pega a su apariencia, era que su nariz resultaba un poco demasiado grande, lo suficiente para resultar llamativa pero no para estropear el conjunto. Sus ojos eran negros y grandes. Por supuesto iba perfectamente afeitado. Era el tipo que en las grabaciones se veía de forma borrosa, solo que allí podían contemplar una imagen más exacta. Imagen, incluso presencia, pero no estaba en la cueva, no de verdad.
-Las tablillas de Sirus funcionan- Su voz era grave pero en cierta forma melódica. -¿Qué te ocurre, pequeña? ¿por qué me has llamado?-
El hombre extendió su intangible mano izquierda hasta el rostro de Kira, que se sonrojó e inclino la cabeza por reflejo, como si de verdad lo estuviese tocando. Cuando empezó a hablar había perdido toda la soberbia que le había mostrado al sargento tan solo unos minutos atrás.
-Hemos fallado. La URI está aquí. No pudimos matar al ayudante, al llamado Claude, y ahora tenemos que abrirnos paso hasta el transporte. Es culpa mía, no pude controlar a quienes no habías marcado-
Lo increíble, o al menos una de las cosas increíbles, era que a Kira sí que la podían oír, pero los cuervos no prestaban atención, como si supiesen que la conversación no iba con ellos.
-No te culpes, pequeña. Cuando vuelvas te enseñaré a controlar mejor tus dones-.
Kira volvió a esbozar una sonrisa, casi infantil en aquella ocasión, pero adquirió un talante más serio de inmediato.
-Necesito más fuerza para ayudar a tus cuervos-
El hombre retiró la mano izquierda, y entonces él también sonrío. Su sonrisa era probablemente la más sincera que hubiesen visto jamás, pero también la más malvada al mismo tiempo, como si fuese el abismo negro quien les estuviese enseñando los dientes. Hasta entonces había llevado la mano derecha en el bolsillo, pero la sacó. Un brillo rojizo inundó los alrededores hasta que no podía verse otra cosa, y aún así pudieron captar como la mano, también intangible, se movía hasta posarse sobre la cabeza de Kira. La luz se intensificó más hasta consumirse del todo. Cuando acabó ya no había rastros del tipo de la gabardina, pero Kira tenía algo distinto. Sus ojos habían cambiado de color para volverse de ese rojo intenso que habían visto solo unos segundos atrás. Por unos momentos le temblaron las piernas. Uno de los cuervos tuvo que darse una pequeña carrera para ayudarla a tenerse en pie. Cuando se recuperó soltó una gran carcajada, miró al soldado que la había ayudado, y le dijo
-Ahora estoy lista...-

En ese instante otro soldado se acercó a los prisioneros. Junto con los que habían antes, ya eran un total de seis, contando al sargento, los que se encontraban junto al grupo de investigadores de la URI. El soldado portaba un dispositivo de comunicación de La Flota. También era un modelo antiguo, pero la pantalla y el audio funcionaban bien. El sargento tomó la palabra una vez más.
-Vuestros queridos compañeros exigen comprobar que estáis vivos, así que sonreid-.
Al mirar al dispositivo era evidente que todos ellos querían gritar que era una trampa, pero no lo hicieron. De pronto dejaron de hablar entre ellos y miraron directamente a la cámara. Kira acababa de unirse a la escena, situándose justo tras el sargento.
-Estamos todos bien- respondió el primero.
-Nos han tratado bien y no hay heridos- añadió el segundo.
Uno a uno todos fueron dando la misma clase de respuestas. Todos menos Eryne, que al principio no habló. Kira fijó su mirada en ella. Unas pocas lágrimas se deslizaron de los ojos de la muchacha, manchándole la cara al juntarse con la tierra de varios días de trabajo. Al principio frunció el ceño con fuerza, luego acabó relajándose. Justo en ese momento la enfocaron con la cámara.
-Estamos todos bien. Cansados. Queremos volver a casa-

Notas de juego

*Pequeño detalle que no comentasteis. Peleasteis contra un pequeño grupo de piratas en el hotel. Un pequeño grupo cuyo capitán se había retirado antes de que entraseis en combate con ellos. Un pequeño grupo que formaba parte de otro más grande. Es decir, que el grupo del hotel sabía que había piratas en el planeta, y también sabía que de algún modo estaban involucrados en lo ocurrido al equipo de Nathan.

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02/07/2019, 01:02
Director

-¿Un Plex-Rho está al mando?- preguntó el teniente sin intentar ocultar la sorpresa en su voz. -Imagino que en la URI son unos fanáticos de la eficiencia-
Sí, estaba sorprendido, pero no impresionado. Debería estarlo. Si la presencia de Echo no le resultase intimidatoria, todas las armas de los hombres de Sanders tendrían que ponerle un poco más nervioso. Echo sin embargo podía percibir que el ritmo cardíaco del teniente Uwais no se alteraba demasiado. Estaba tan calmado que no tenía sentido. Intentando forzar un poco más sus sensores, descubriría que los cuervos más cercanos tampoco estaban nerviosos.
-Es verdad que no son el equipo completo. Su líder, el doctor Nalan North ya no se encuentra en Sima Z3. A él no vamos a poder liberarle. No está herido ni su vida corre peligro. No puedo deciros más. Lo que sí puedo hacer es demostraros que están vivos y gozan de buena salud en este momento. En el dispositivo que os he enviado hay un icono para comunicarse en directo. Tenemos nuestros propios repetidores en el túnel, así que la señal va directamente a nuestro campamento base-.
Al pulsar el icono se abrió una nueva ventana que, efectivamente, mostraba una retransmisión en directo. Al principio la pantalla se quedó en negro, esperando a que activasen un terminal en el otro extremo.

James estaba escaneando las señales. El dispositivo de control estaba emitiendo, naturalmente. Lo raro era que había empezado a emitir antes siquiera de que lo recogiesen por primera vez. De hecho cuando el teniente Uwais lo había mostrado ya estaba emitiendo. Aquello estaba dentro de lo normal. Los dispositivos de control como ese solían emitir una señal omnidireccional encriptada. Tal como había dicho Jack, no era fácil obtener ningún tipo de información de aquel dispositivo, pero los ordenadores de la Pegasus eran lo bastante potentes como para utilizar los algoritmos de James en cuestión de pocos segundos. Aún así la encriptación era buena, necesitaría al menos un par de minutos si quería obtener algo. Cuando lo consiguió, el mensaje parecía bastante tonto. “Oguru, un herrero de cuatro manos”. Solo eso. De hecho, ese era el mensaje inicial, el que había lanzado de inmediato. Después simplemente había vuelto a su comportamiento habitual de buscar otros dispositivos a los que conectarse, y finalmente había establecido la comunicación en directo con el campamento base de los cuervos que se encontraba dentro de la mina, tal como había dicho Uwais.

Finalmente el dispositivo de control mostró una imagen. El equipo de investigación del doctor Nathan estaba allí. La cámara enfocó primero a uno de los soldados que tenía galones de sargento. Después fue enfocando uno por uno a los prisioneros.
-Estamos todos bien- respondió el primero.
-Nos han tratado bien y no hay heridos- añadió el segundo.
Sonaban cansados y desganados, pero no parecía haber ninguna clase de truco en sus voces. Sin duda eran ellos quienes hablaban. Uno a uno, todos fueron dando respuestas similares hasta que llegaron a la última. Eryne, la hija de Nathan. La chica tenía la cara manchada de tierra y polvo al igual que todos los demás, pero también tenía surcos de barro en el rostro, como si hubiesen caído algunas lágrimas recientemente.
-Estamos todos bien. Cansados. Queremos volver a casa-
Por supuesto aquello no demostraba mucho. Podía ser una grabación trucada y Uwais lo sabía, así que volvió a tomar él la palabra.
-Podéis preguntarles lo que queráis. Incluso podemos sacar a uno o dos de ellos como muestra de buena voluntad. Eso sí, serán hombres. No creo que necesite decirle a una unidad Plex-Rho que, estadísticamente hablando, es más improbable que vuestros mercenarios abran fuego contra mujeres que contra hombres, así que las mujeres son mejores rehenes-.
-¡No somos mercenarios!- respondió Sanders sin dejar de apuntar.
Uwais se encogió de hombros. Debatir sobre la definición de “mercenario” no entraba entre sus actividades programadas para aquel día.
-Bien. Esa es nuestra oferta. Sacamos a dos de los prisioneros. Estoy seguro que estaréis ansiosos por preguntarles muchas cosas. Cuantos somos, que armas han visto. Todo eso. A cambio nosotros vamos saliendo. Si la cosa va bien y nadie es de gatillo fácil, también vamos soltando más rehenes. Un intercambio. Vosotros cedéis un poco de espacio, nosotros os devolvemos a esos desamparados ratoncitos de biblioteca. En un par de semanas los habréis dejado en alguna de vuestras bases y seguro que alguien os otorga al menos un par de medallas. Todos salimos ganando. Creo que es mucho mejor que la alternativa, porque la alternativa implica muchos disparos, muchos escudos humanos y muchas muertes. Creo que algunos por aquí seréis veteranos, así que todos coincidiréis conmigo en que es mejor volver a casa para contarlo que liarnos a tiros-.
Aún con las manos en alto, comenzó a andar hacia atrás, de vuelta al túnel.
-Os doy cinco minutos para decidiros. Entonces asomaré de nuevo. No creo que haga falta decir que si os negáis una sola vez, o si queréis darnos largas, superados esos cinco minutos vamos a empezar a matar prisioneros. No es quiera ser mal educado ni nada, pero es parte del protocolo en estos casos. Ya sabéis, procurad no tardar mucho antes de tomar una decisión, creo que alguno de ellos tiene familia esperando en casa-

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02/07/2019, 10:52
Rod Grazemann

Notas de juego

¿Entiendo que tenemos comunicación entre nosotros no?¿Y con la nave?

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02/07/2019, 11:32
Director

Notas de juego

Entre vosotros dos sí que tenéis comunicación. Con la nave no. Tenéis demasiadas toneladas de roca encima. Para mantener un canal de comunicación tendríais que haber ido dejando repetidores por el camino, o cargar una bobina de cable como hacían los soldados de la primera guerra mundial.

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02/07/2019, 12:06
Rod Grazemann

-¿Has oído lo que yo? Susurro.

Me fijo en una pareja de soldados.

-Podríamos intentar disfrazarnos y entrar donde están retenidos... digo señalando a los dos militares.

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04/07/2019, 04:59
Billy “Nueve Manos” Dee

No sabía exactamente a que se refería Rod cuando le había preguntado que si había escuchado lo mismo que él. Él solo había escuchado un "estamos jodidos" detrás de otro. Para empezar, el tipo que buscaban no estaba ahí. Las tablillas de Sirus debían de servir como comunicador o potenciador. ¿Las habían encontrado en las ruinas? ¿Había allí "tecnología" que pudiera servir para gente con poderes psíquicos? Puede que esa fuera la razón por la que se encontraban allí. O algo más retorcido. Lo que estaba claro es que si el secreto de las ruinas tuviera valor para todos; ya lo habrían saqueado. Así que debía ser algo especial, solo apreciado por unos pocos.
Kira había recibido un...bueno ¿Cómo iba a llamar a eso? ¿Un chute de poder? Si antes le había parecido una presa fácil, ahora se le antojaba un rival de lo más peligroso. Con ese nuevo poder que ardía en su interior no le costaría nada controlar a los hombres de Sanders e iniciar otra guerra con fuego amigo de por medio "Mierda". Podía pegarle un tiro desde allí, aunque eso significase delatar su posición. Así al menos sus compañeros tendrían una oportunidad. Pero quería llegar a su jefe. Y no lo haría matándola. La necesitaban viva. Era evidente que ella sentía algo por su jefe. Seguramente su jefe no, pero eso no solía importar en esa clase de relaciones. Su jefe era el puñetero mal. "¿Has sentido eso Rod, era como si el Abismo estuviera hablándole?". Estaba acojonado, pero, por otro lado, era un maldito suicida sin nada que perder. Quizás la URI había elegido bien a sus hombres después de todo; solo un puñado de locos se enfrentaría a un grupo como aquel. "Prescindibles, pero valientes".
Y luego estaba la cuestión de los piratas. Sus compañeros iban a volar por los aires sin ni siquiera saberlo. Rod le propuso una idea pero Billy no tenía la menor intención de ponerse una de esa armaduras. Serían pesadas y les quitarían lo único que tenía; su rapidez, su capacidad de moverse entre las sombras. La idea del disfraz no era mala, pero aquellos tipos eran soldados. Tendrían un santo y seña, un miniordenador que medía sus constantes vitales, o alguna mierda similar. Además, no veía como iba a poder elegir una armadura de su talla. Y menos para Rod, aunque humanoide su complexión no era la misma.
Necesitaba un pitillo. Y un buen trago. Joder, y un buen polvo. Necesitaba aire, salir de allí. "Pero el desierto no te da lo que quieres, sino lo que necesitas".
—Salvaremos a los rehenes en último lugar—dijo mientras se agachaba y se acercaba más a Rod para que escuchase sus susurros —. Yo lo veo así, o avisamos a los de fuera de que los piratas están encima de ellos y van a hacerlos explotar, o van a morir todos. Nuestras comunicaciones no funcionan aquí, pero las de ellos sí. Tenemos que conseguir uno de esos comunicadores y avisar a la capitana de dos cosas; la primera, que tienen a los piratas encima, y la segunda, de que si estos detectan una radiación menor en ellos, no serán bombardeados—quizás algún tipo listo podía sintetizar un campo radiactivo o algo similar que pudiera mandar una señal errónea a los piratas. En cualquier caso necesitan enviar ese mensaje —.Y lo segundo, hay que inutilizar a Kira. He visto de lo que es capaz. Ahora tiene poder. Lo utilizará para controlar a los hombres de Sanders y a nuestros compañeros. Se mataran entre ellos sin que los Cuervos tengan que utilizar una sola bala. Joder —se detuvo para echar una ojeada por encima de su escondrijo; soldados, tecnología obsoleta pero contundente, superioridad numérica, rehenes, una psíquica con un chute de energía. "El desierto a veces no te da una puta mierda, solo te devora"—. Tenemos que separarnos y actuar con rapidez. Cómo si fuésemos uno solo. Ya has oído a ese cabrón; yunque y martillo. ¿Qué quieres ser?

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04/07/2019, 09:26
Rod Grazemann

Asentí cuando hablo de los rehenes... quizá era lo mejor.

-Vamos a por uno de esos trastos y así podremos avisarles... Me parece correcto. Quizá si se cargan a los piratas los hombres de Sanders saldrían y esto resultaría más sencillo.

-Prefiero martillo...sonrío les voy a caer encima y no van a ver que les golpea...

Notas de juego

Deberíamos entonces ir a por uno o dos soldados apartados para robarles el comunicador

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04/07/2019, 16:26
James Dunn

A medida que se iban desarrollando los hechos, una sensación de fatalidad hacía que a Jim le faltase la respiración. Así como debieran sentirse los ratones que corren de un lado a otro en un laberinto sin ninguna posibilidad de escapar mientras un tipo con bata blanca lo mira sabiendo cuales serán todos sus posibles movimientos.

Jim asumía que todo era mentira, o al menos que le mostraban la verdad que querían, como un mago que mientras muestra una mano está haciendo el truco con la otra. El dr Nathan ya no estaba en Sima Z3. Vaya mierda. Y fuera verdad o no, la misión era dar con él. No es que no le importasen los otros científicos, pero bueno, no le importaban. O si le importaban, pero no tanto como sentirse que lo estaban violando y él ni siquiera se daba cuenta. Ah, pero dolería a la mañana siguiente, eso seguro.

¿Dónde demonios estaban los líderes reales de los Cuervos? La telépata de los cojones y el tipo invisible. Soltó una maldición irrepetible.

Mientras tecleaba buscando el origen de la comunicación encriptada intentaba pensar en cómo salir del laberinto. Lamentablemente sin ningún éxito. Cuando desencriptó el mensaje en clave lo sorprendió. Esperaba algo como "Estos tontos cayeron en la trampa" o algo así. Bueno, y probablemente dijera eso. Lo retransmitió a Echo. Tal vez él pudiera determinar cuales eran las cuatro manos y quien era el herrero, si es que aquella frase significaba algo.

- Esto no me gusta nada -comentó por el sistema de comunicación. Están ganando tiempo, y no sé para qué. ¿Habrá otra salida de esas cuevas?

Lo que mas le molestaba a James era el estar ahi, alejando de la acción. No parecía ser el caso de Jack, al que se lo veía bastante cómodo con la situación actual. ¿Sería que aquello de coordinar incursiones era todo una farsa? Jim no se imaginara que pudiera ser cierto en este universo. 

Dejó la desición a los oficiales de la tripulación, y se mordió los labios para no hacer nada mas.

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05/07/2019, 01:57
Echo

Tu análisis de la situación tiene un 83.46% de probabilidad de ser acertado…- contestó Echo a James por el comunicador -Sin embargo, salvo circunstancias extremas, las directrices de la URI obligan a priorizar el bienestar de los rehenes, y puesto que el objetivo prioritario de la misión no parece encontrarse en la mina, recomiendo aceptar el acuerdo- dijo -Además, el uso de una táctica dilatoria como objetivo de la negociación también resulta favorable para nosotros, ya que aumenta las probabilidades de éxito del equipo de infiltración- añadió -¿Alguna objeción, Capitana Greeny, Glom'Oran Kuryi?- le preguntó a esta.

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05/07/2019, 01:57
Echo
Sólo para el director

De haber sido un orgánico capaz de sentir y expresar emociones, Echo habría sonreído cuando el dispositivo que le habían dado empezó a retransmitir en directo. Era evidente que al igual que la mayoría de orgánicos, el teniente de los Cuervos no comprendía la diferencia entre un ordenador potente y una IA autónoma como Echo. Cortafuegos, niveles de encriptación… esos eran los métodos con los que los orgánicos defendían sus redes del ataque de otros orgánicos. Que estos ataques usasen potentes ordenadores era irrelevante, pues al final, quien los había programado era un orgánico… y ese no era el caso de Echo. Si lo que los orgánicos hacían era piratear... lo que Echo podía hacer estaba más cerca de conversar y convencer a los sistemas para que le permitiesen el acceso y le cediesen su control. No era exactamente así, pero era una buena aproximación en el lenguaje orgánico.

Echo era una máquina, y podía entenderlas y comunicarse con ellas de formas completamente impensables para un orgánico… así pues, mientras parte de él volvía donde Sanders y sus hombres para decidir si aceptar o no el trato, otra parte se adentró en aquella conexión, buscando cada punto de entrada, abierto o no, de los sistemas en la mina. Camaras, sistemas de comunicación, de defensa, archivos... el objetivo era adentrarse en cuantos sistemas pudiese, sin ser detectado, ignorando o sorteando los cortafuegos en lugar de simplemente atravesarlos, dispersando su actividad en la red entre los innumerables bits de fondo. Probablemente, pronto sabría más de su campamento que los propios Cuervos… y tal vez incluso podría tomar el control de estos sin que se percatasen de ello hasta que fuese demasiado tarde.

Notas de juego

No sé si tendría que tirar para esto