Partida Rol por web

-Tal vez, si aceptaras rendirle culto a Toth, te bendiga con el mismo don que a mí... que seguramente te sería útil-

-A veces puedes ser muy molesto sabes?- La fe siempre era un tema de discusión entre Wymar y Rebas. 

 -El hierro frío que mencioné no necesariamente le hará daño a esta especie en particular. No tengo ningún indicio ni seguridad

-Estoy dispuesto a ser el conejillo de indias, si no, termino siendo el único incapaz de hacerle daño, mas inútil no puedo ser.

Con eso el burgomaestre se despide y deja la habitación. Fuera le espera su carroza.

-Buenos días señor, espero que no haga enojar a nadie. Nosotros hicimos enojar a la persona equivocada y terminó transformándose en hombre lobo... No queremos que le pase.

 Wymar, ¿podrías conseguirnos un lugar donde reunirnos evitando oídos indiscretos?

La casa que era de mi padre hoy por hoy es un edificio abandonado. No tiene comodidades pero si nos garantiza la discreción. 

- chicos si quereis un sitio seguro para reunirnos, podemos ir a mi oficina - casa .... no se si la conoceis, pero no es tamaño gnomo tiene techos altos, jejeje ... -

Destro algo amedrentado por la figura del Burgomaestre como para sacar su flauta impregna con cierta tonalidad melódica su voz.

Calma compañeros, entre nosotros no nos hemos de enfrentar. Mis desventuras nocturnas las plasmaré en un cantar, esperemos que los corazones de la gente así pueda alegrar, y con su beneficiencia a una cerveza os pueda invitar. Hicimos ayer un trabajo mas que ejemplar, Burgomaestre confíe en nosotros, el trabajo estará hecho en un plis plás. - Tras ello Destro hace una reverencia al Burgomaestre y sale de la estancia, deseaba salir del habitáculo cargado por la opresiva atmósfera burocrática.

Cuando salen el resto de sus compañeros de viaje les dice.

-Agradezco de corazón sus propuestas para un lugar donde dormitar, mi bagaje es pesado, y agradecería un lugar de confianza donde poder descansar mis pertenencias. Además, a riesgo de abusar de su confianza, hay algo que me gustaría preguntarles, pero no aquí, vayamos a un lugar mas distendido, donde podamos sellar nuestra recién encontrada camaradería con una jarra de cerveza en cada mano, y una canción en la boca y el corazón.

En el Hogar de los Firmes encontrarán seguridad, mas no discreción... Pensó para sus adentros, sin ver necesidad de romper su silencio para un dato que resultaría irrelevante a estas alturas. Sea al hogar de Zook o Wymar, bastaba conque cumpliese su función. Él, preferiría pasar la noche en solitario en su refugio sagrado.

- El refugio del detective tendría que bastar. Deberíamos marchar. - Asiente desde tras con su pesada voz Blarc, si bien el gnomo también tenía su proposición, confiaba más en el criterio del detective a la hora de seleccionar una locación segura y discreta. En cuanto a la cerveza y canción, era una oferta con la que no se lo veía en muchos ánimos de acompañar.

La casa de Wymar no es gran cosa, pero algunos habéis vivido en sitios peores. Situado en el tercer piso encima de un taller de alfarería, es casi una buhardilla, y llega todo el día el olor y el ruido del horno, las entradas y salidas de aprendices y cargadores, los gritos del jefe... Por no hablar que en el segundo piso vive la familia del jefe, su esposa, su discutidora suegra medio sorda, sus cuatro chiquillos.
Con todo, la puerta tiene un cerrojo, podéis dormir todos aunque sea en el suelo del comedor/sala de estar/escritorio (la cama es de Wymar, claro). Des de encima de la chimenea, el padre de Wymar, retratado en un modesto cuadro enmarcado en bronce, parece dirigiros una mirada de patriarcal aprobación.
Tras llegar y plantar los traseros en las escasas sillas o en el santo suelo, comparáis las varias vías de investigación. Quizá quede algo por ver en el taller de la maga; se había comentado algo del gremio de estibadores; testigos vieron uno de los crímenes, y aun habrá Ronderos registrando almacenes. Se menciona otra vez al tal Delton... ¿El templo de Helm ayudaría? Hay diversas opciones...

Destro acostumbrado a dormir a la intemperie está maravillado con el acogedor antro, a pesar de amar dormir bajo el manto del cielo estrellado, también le maravilla la algarabía urbanita.

-Que lugar tan acogedor tiene usted señor Wylmar. En contacto con la gente y el ambiente, perfectamente integrado en el tejido social de la ciudad. El bullicio de la gente que solo busca ganarse la vida, sus drama y las visicitudes que el cruel destino les depara, siempre me considero un naturalista, en busca del locus amoenus, pero no puedo negar el encanto costumbrista de la vida en la ciudad. Siento como el avatar de la inspiración se apodera de mi.

A pesar de que conocía a Wymar hace un tiempo ya, nunca había ido a su hogar. Y mucho menos conocido a su padre. Mientras Destro hablaba, con aquella forma tan peculiar de hacerlo, Rebás observaba el cuadro con las manos detrás de la espalda, buscando el parecido con el detective.

-Destro, ¿qué es lo que querías preguntar?- dijo sin darse la vuelta -Avancemos con esto, que cada momento que pasa es otra posibilidad de que una... infección como ésta se expanda peligrosamente-

Se dio vuelta para mirar a los demás.

-Deberíamos dividirnos para cubrir más terreno- propuso el joven -Zook y Destro podrían investigar al tal Delton, ya que a mí me reconocería fácilmente- miró luego a Blarc -¿Crees que podrías ocuparte de Carrack? Debes tener algún contacto en la Puerta del Mar, ¿es así?- para luego mirar a Wymar -Podríamos ir a ver esto de las especias que mencionó Zook, al menos echar un vistazo, ya que los estibadores pueden tener que ver con eso y es una pista directa hacia el hombre de la corona roja-

Había más temas que tocar, pero quería ir viendo qué comentaban los demás antes de continuar con más. Ya varias veces le habían dicho distintas personas que a veces hablaba mucho... y otras poco, por lo que era algo difícil para él regularse.

-Que lugar tan acogedor tiene usted señor Wylmar. En contacto con la gente y el ambiente, perfectamente integrado en el tejido social de la ciudad. El bullicio de la gente que solo busca ganarse la vida, sus drama y las visicitudes que el cruel destino les depara, siempre me considero un naturalista, en busca del locus amoenus, pero no puedo negar el encanto costumbrista de la vida en la ciudad. Siento como el avatar de la inspiración se apodera de mi.

-¿Que diablos dices Destro?, es una pocilga. Desde que estoy en la guardia cada vez soy mas pobre. La paga es una miseria. Ganaba mas cuando trabajaba por mi cuenta y cobraba las recompensas. ¿Puedes creer?, le pagan mas a un fulano que a los propios guardias- Mientras despotricaba, Wymar notó a Destro mirando el retrato. El hombre lo quitó y lo arrojó sin ningún cuidado a una esquina de la habitación. -Llegas a decir que me parezco en algo y te mato- Para rebas, era sabido que Wymar sentía todo menos aprecio por su padre. La única vez que ganó algo de dinero apostando, le pagó a un pintor para que haga ese retrato. Con ese dinero podría haber saldado su deuda con Urkham, o irnos junto a mi hermano a Puerta de Baldur para empezar de cero donde nunca nos encontraría. Pero no, el tenía el delirio de ser alguien importante, y una persona importante tiene un retrato suyo en su casa. Lo único por lo que guardo eso es para recordarme como nunca debo ser- Wymar clavó la vista en Rebas - Una familia te apoya, te ayuda, cuenta historias de como funciona el mundo, y de quienes son los malos y los buenos. Nunca tuve una familia, pero tu si, apoyate en ellos.
-Bien- Dijo retomando la charla con todos- Rebas propone un buen plan, pero deberían proceder con mucha cautela, sobre todo con ese tal Dalton. Los nobles siempre tienen recursos para ocasionar muchos problemas.

Rebás notó algo raro en Wymar. El detective sabía muy bien que estaba distanciado de su familia, ¿porqué decía eso?. Simple, estaba diciendo otra cosa en realidad. Lo mas parecido que tenía a una familia, al menos con las características que Wymar describía, eran los Arpistas. Ellos podían brindar información e inteligencia muy útil en este caso. El detective estaba diciendo que consulte a los arpistas, pero sin decirlo. Wymar sabía que Rebás mantenía su afiliación en secreto, y se estaba asegurando de que así se mantenga incluso aunque hablara frente a todos

Rebas, así como sabio demostraba ser bueno a la hora tanto de memorizar como sintetizar. Tres caminos firmes y claros. Cuando mencionó el suyo, asintió con firmeza. - No debería ser difícil hallarlo. El ojo de Helm, todo lo ve. - Asegura el caballero, dejando a continuación un breve silencio meditativo... El templo. Si iba a buscar e interrogar a un potencial infectado, no podía permitirse fallar de nuevo. Debía estar preparado. Quizás encuentre la iluminación que busca allí, antes de continuar con la cacería.

Sus ojos luego vieron al cuadro ser arrojado. Lo poco que se dejaba ver de su rostro tras el casco se oscureció, al escuchar las palabras del detective. Palabras que en cierta forma, conocía.

- No es tu linaje lo que define quién eres. Sino qué haces con ello. - Soltó de manera solemne y dirigido en general, aunque su visión encarada hacia la charla del detective y el ocultista. Era la misma lección que le habían transmitido a él, en aquellos momentos que más los necesitaba... Y que se repetía a si mismo, en los momentos de mayores dudas.

Rebás asintió agradecidamente a las palabras y consejos de Wymar. Se notaba que el detective era rápido, porque esa era una de sus ideas.

-Sabias palabras, Blarc, muy sabias- dijo mirando al guerrero armadurado.

-Y coincido con Wymar, el noble sería lo más delicado, por eso también creo que la inteligencia de Zook, junto a la oratoria de nuestro nuevo compañero, serán de mucha utilidad-