Partida Rol por web

Shiroi había guardado silencio mientras estaba en México sus compañeros seguían hablando sobre los siguientes pasos a dar. Las revelaciones acerca de la naturaleza de los tatuajes que cubrían a la ise zumi atrajo su curiosidad. Observando la forma del cuervo en la espalda desnuda de la guerrera Togashi, se dijo a sí misma que tal vez tal fuera precisamente el destino de la Dragón, la de erigirse junto al Oni Negro como los muros contra los que debía estrellarse la fuerza de la Mancha que amenazaba con devorarlos. Y sin embargo, no pudo evitar una punzada de oscuridad se colara entre sus pensamientos.

Porque, si tal cosa era cierta, si ese tatuaje realmente protegía a su portador de la Mancha... ¿porqué sólo ella debía llevarlo? ¿Porqué al resto de Truenos se les había negado, condenándolos irremisiblemente? ¿Qué motivos podrían tener los Togashi para ejecutar una maniobra tan rastrera?

-Si todos estáis de acuerdo en eso... -Intervino, tratando de alejar esos pensamientos. -Abrid los pergaminos de Junzo o de Tsuko. Son los únicos cuyo contenido desconocemos. Tal vez, el de Junzo sea mejor opción... podría darnos pistas sobre qué le llevó a acudir al norte para combatir al Fénix.

-Pero no entregaré aún mi pergamino. -Añadió tras una breve pausa. -Ya decidimos en su momento que era peligroso que una sola persona los portara. Tal vez sea cierto que ese cuervo protege a Togashi-san de la mancha... pero antes de confiar todo a ella, exigiría saber los motivos que tiene para revelar tal inmunidad ahora, cuando ya todos menos Tameiki hemos sufrido la mordedura de Jigoku.

-Por otro lado, el viaje será más rápido por barco. Recordad lo que está sucediendo en tierras de la Grulla. -Añadió la ronin, obviando por completo el mon que todos habían podido ver en la tsuba de su espada durante el combate.  -Lo más rápido sería tomar un barco en la ciudad de la Guardia del Dragón y viajar hacia tierras Yasuki o Hida. Después de lo que ha sucedido, dudo que el Fénix nos lo niegue. 

Observó a Shiroi con frialdad, antes de hablar, como si sopesara el grado de Mancha que la ronin portaba ya en su espíritu
-El Cuervo es una dádiva del Kami Togashi, Shiroi-san. No estaba ahí antes del combate con los Maestros del Fénix -la marca del tatuaje se había hecho palpable en su alma y su cuerpo, había notado las agujas traspasándola en lo que podría llamarse una explosión de piel ardiente. Sin duda el Dragón más venerable estaba ayudando a sus hijos. Lástima de aquellos cuyo favor ha sido retirado...

Kaori, Oni Negro y Valkai leen el pergamino de Junzo y con posterioridad la Togashi hace lo propio con el pergamino de Isawa Tsuke.

Pasaros por la escena Poderes de las Tierras Sombrías y por la escena Pergamino 3. Junzo

El antiguo León había asentido en silencio a las diversas iniciativas que sus compañeros habían ido formulando. Pues en gran medida, coincidían con sus propias ideas. Y había aprendido que no tenía sentido enfrascarse en discusiones eternas por los motivos más nimios. De momento, la prioridad era ponerse otra vez en marcha. Y cualquier obstáculo que pudiera retrasar ese objetivo debía ser desechado de plano.

Cuando les fueron requeridos, entregó con solemne ceremonia los dos pergaminos que los Maestros del Fénix le habían confiado. Y se dispuso a montar guardia junto a aquellos de sus camaradas designados para abrirlos, con la mirada atenta a sus reacciones y una mano firme sobre la empuñadura de la katana...

Shiroi observó con una expresión indescifrable en sus ojos negros a la monje tatuada cuando ésta le ofreció por toda respuesta un nuevo enigma, como si los tatuajes hubieran aparecido sobre ella por arte de magia. No era algo completamente imposible, ciertamente, pero en cualquier caso resultaba una explicación tan cómoda como conveniente. Finalmente, asintió, como aceptando el argumento, pero cuando el resto hicieron entrega de los pergaminos a la ise zumi ella no se movió, dejando claro sin palabras que su posición no había cambiado. No se opondría al resto... pero seguiría cargando con su propia parte de la carga.

Al fénix realmente no le importó en absoluto, aún así estaba dispuesto a ayudar en lo que fuera necesario para hacer que todo esto termine de una vez por todas.

-Te entregaré mis pergaminos también, es lo que corresponde Kaori-san-

Sacando ambos rollos negros de adentro del kimono, y extendiendolo en dirección a la monje. 

Si es cierto lo que dice, entonces es la más indicada para leer los pergaminos. 

El Cangrejo cogió el pergamino de Junzo entre sus grandes manos y miró a Kaori para que se acercase. Al abri el papel y mirar hacia su contenido sintió de nuevo el abrazo de la oscuridad contra su alma mientras sus ojos recorrían las palabras malditas que contenía.

Tras comprender su contenido suspiró suavemente antes de ver que la Dragón había leído completamente el pergamino y podía ser cerrado de nuevo. 

Dejó el objeto maldito en manos de la monje y se puso en pie delante de sus compañeros. Mirándolos uno a uno. -"El pergamino apenas pone nada de interés, como un nombre o una ubicación, es más bien un salmo a la llegada del invierno en tierras lejanas". Comenta con voz seria mostrando que deseaba seguir hablando. -"Creo entender lo que llevó a Junzo a declarar la guerra al Fénix, deseaba poseer todos los pergaminos y el enemigo más cercano que poseía muchos de ellos eran los maestros elementales, en total cinco; ahora a buen recaudo a manos de Kaori-san. Y su único anhelo era el poder que los pergaminos proveen a su portador y usuario, nada más. Ha sido un acto de justicia detener a ese hombre, puesto que hubiera leído todos los pergaminos que hubieran llegado a su poder para tratar de gobernar Rokugan, en lugar de tratar de liberarla de nuestro enemigo, como es nuestra intención. Por lo que esa carga no debe entristecer nuestros corazones ni un segundo más".

El samurái se acercó a Shiroi y la miró a los ojos antes de continuar. -"No debemos leer más pergaminos puesto que su maldad se incrementerá en tierras Sombrías haciéndose más poderosa y más perjudicial para nosotros, debemos ir a toda prisa a los territorios Nezumi y la Tumba, pero no temáis pues conozco el camino perfectamente en ambos casos. Ahora ya sabemos la ubicación del último pergamino, lo posee Togashi-uesama y no debemos demorarnos, pues la corrupción tratará de hacerse fuerte en nuestro interior mientras vayan pasando los días, necesitamos más jade. Si el Fénix no puede facilitárnoslo, quizás pueda ayudarnos de otra manera. Puede que con la ayuda de los kami pueda llevarnos hasta tierras Cangrejo directamente o permitir que los vientos sean favorables y lleguemos a destino mucho antes. Sea como sea necesitamos su ayuda".

Era mucha información pero esperaba que todos entendieran que lo peor del viaje estaba por llegar.

El corazón late, sin que uno se de cuenta. Es un bombeo constante de sangre que posibilita la misma vida, y sólo en contadas ocasiones alguna afección puede dañarlo. O siendo atravesado por una espada. Incluso por sentimientos exacerbados que no están en sintonía con la razón. En cualquier caso, lo que sintió no era nada parecido a eso. Era como si se hubiera detenido unos segundos, creando un vacío en su interior que nada podía sustituir

El tiempo, así detenido, se recorría en las palabras de los Pergaminos Negros, dibujadas en un reflejo claro en sus dilatadas pupilas. Los ojos, abiertos de par en par, descontaban esos segundos ignotos y ausentes de las líneas que estaba leyendo, como si un oscuro mal se agazapara tras ellas listo para saltar sobre su presa

Pero la Dragón era más fuerte, y su espíritu estaba centrado. Sin contar con la protección añadida del Cuervo, regalo del kami Togashi. Suspiró una vez su corazón latió de nuevo y, perezoso, comenzó a repartir de nuevo sangre por todo su cuerpo. -Lo mismo ocurre con el de Isawa Tsuke, palabras herméticas, un salmo al Fuego y el poder que podría conceder -chasqueó la lengua, levemente decepcionada. Tomó los Pergaminos de sus compañeros y los guardó en una bolsa que ató en el interior de sus vestiduras. No consentiría que ningún ladrón o un despiste perdieran objetos de tanto valor, que podrían posibilitar la caída del Kami Oscuro de una vez por todas
En cuanto a Shiroi, apenas prestó atención a su negativa. Si se corrompía, acabarían con ella sin dudarlo ni un segundo, y era ella misma la que arriesgaba su alma absurdamente. No malgastaría su tiempo en tratar de convencer a una pared de que dejase de serlo

Había leído un nuevo pergamino. Y pese a que ya no era novedad, sintió de nuevo aquella desagradable sensación, como si las palabras grabadas en el oscuro papel se grabaran con fuego en su mente y le hicieran arder los ojos un instante.
Pero todo pasó y era el momento de sacar conclusiones. Realmente en el pergamino no había una pista clara y concisa.
Así que lo único que veía posible en ese momento era viajar hasta Tierras Cangrejo tal y como habían hablado antes de la lectura.

Oni Negro puso en relieve que el peligro aumentaría de leer más pergaminos, y que lo más importante ahora era conseguirlos para evitar que otros seres codiciosos de poder se hicieran con ellos.
Creo que estamos de acuerdo. Viajemos cuanto antes a Tierras Cangrejo. El tiempo apremia y como ya sucedió con Junzo, no sabemos quién puede andar detrás de los pergaminos.
Me parece bien la idea de viajar en barco para ganar tiempo, aunque el mar no sea mi superficie favorita. sonrió algo amargamente por la idea de viajar en barco.

Os consiguen un barco, el primer problema que os encontráis es que no caben todas vuestras monturas. Entran la de Valkai y dos más.
Por otro lado os llegan noticias qué quizás os hagan también cambiar de opinión sobre lo del barco.
Hida Kisada se ha aliado con las Tierras Sombrías y van juntos Oni, trasgos y samuráis cangrejo en dirección al paso Beiden con intención de cruzarlo para ir a Otosan Uchi y hacerse con el imperio. El León Negro se dirige al paso Beiden para hacerle frente al igual que el ejército Dragón y Unicornio. Calculais que llegariais a tiempo al paso Beiden a caballo si queréis participar en una batalla que quizás sea decisiva para el futuro de Rokugán.

No hay un ejército Grulla vivo ya, Doji Hoturi Daimyo del Clan Grulla está levantando a los caídos y exterminando al Clan del León dirigido por Matsu Tsuko.

Si quedan Grullas vivos pero no como para llamarlo ejército.