Partida Rol por web

La pregunta de la joven pelirroja cogió por sorpresa a la ronin. Resultaba una idea algo retorcida, sí, que ni siquiera había llegado a plantearse, pero no era sencillo determinar el verdadero alcance de los poderes de la sombra. La mano izquierda de Shiroi acudió a su rostro mientras pensaba. Sus manos pasaron por sus mejillas hasta detenerse frunciendo ligeramente sus labios en un gesto que daba a su rostro un aire casi infantil. No obstante, su mirada seguía siendo la misma de siempre.

-La respuesta es que no podemos saberlo, Tameiki-san. -Respondió finalmente, pero a pesar de todo su voz era cálida y estaba llena de confianza. -Pero no lo creo. Aunque cada uno de nosotros porte sus propias sombras, no creo que eso alimente a Jigoku de la forma en la que has sospechado. Y a pesar de todo... creo que, si peleamos juntas, no hay nada que temer. Y si lo peor llegara... también tú conocerás mi estilo. Mi estilo... que también es el de mi familia.

Su voz se oscureció en esas últimas palabras. No añadió nada más, pero no era necesario. Ya habían escuchado que el daimyio de la Grulla había regresado convertido en algún tipo de engendro Manchado... 

Tameiki simplemente sonrió ante su comentario, al tiempo que le miraba a los ojos. Si todo salía como ella esperaba, no sólo conseguirían salvar al Imperio, sino que finalmente sería la mejor espadachín de la historia del mismo.

El Cangrejo pidió a Isawa Kaede-sama poder reunirse con ella y el Maestro de la Tierra. Tras ofrecerles una profunda reverencia a cada uno de ellos posó sobre el suelo de la habitación su yelmo y se quitó la máscara de demonio ofreciendo a los Maestros su más sincera súplica. 

-"En primer lugar quisiera pedir disculpas por mi falta de modales y ruego me perdonéis si cometo alguna falta de protocolo de algún tipo, pues no es mi intención ofenderos a ninguno de los dos. Trataré de ser lo más sincero y directo, puesto que el tiempo no nos sobra". Comentó antes de tomar un sorbo del té caliente que contenía una taza que descansaba delante de él.

-"Necesitamos más jade, pues el que poseemos casi se ha agotado. Nuestro camino se torna más oscuro si cabe y necesitamos de vuestra ayuda. Quizás podrían ofrecernos té de pétalos de jade o incluso alguna porción de cristal precioso. Sea como sea, nuestras reservas se agotarán, según mis cálculos antes de llegar a nuestro próximo destino, por lo que cualquier tipo de ayuda en ese sentido, nos pondría las cosas más fáciles".

Un pequeño atisbo de sorpresa aparece en su rostro entiendo, quizás no le haya dado tiempo a comunicaroslo todavía, pero ya le di jade a Shiroi

¿Qué es lo que ha trastornado la mente de Hida?

-¿Y si lucha junto a las Tierras Sombrías... Para que necesita el jade?

El Cangrejo negó con la cabeza antes de contestar. -"Desconozco las razones que le han llevado a Hida Kisada-sama a tomar tal decisión pero espero que no sea sólo un ansia incontrolable de poder, sino que tenga en mente algo mucho más puro como razón primaria que guía sus acciones".

-"Con el jade nos encontramos ante la misma encrucijada, pero ofrecerles protección ante la corrupción a todos sus hombres, solo puede significar que el Campeón Cangrejo no ha perdido la cabeza y puede o espero que tenga un plan en mente".

-"Conozco un lugar que puede que haya algo de jade sin pulir, pero que ofrece la misma protección ante la corrupción. Las minas de jade se encuentran muy cerca de la Tumba de Iuchiban, por lo que no sería mala idea hacer noche en las mismas antes de atacar a nuestro enemigo".

-Sólo puedo confiar en vosotros. Necesito que sepas si Shizue, o si Hoturi, allí abajo, están Manchados.

-"Observaré, valoraré y actuaré si fuera necesario. Pero prométeme que podré ver al Gran Oso antes de abandonar las mazmorras. Necesito encontrar respuestas para el vacío de mi alma..."

-Si en verdad la Emperatriz también es una enemiga del Imperio... entonces tal vez lo que el Gran Oso pueda decirte importe más de lo que parece ahora mismo. -Contestó Shiroi, asintiendo a la petición de Oni Negro con una voz algo más suave. En el fondo, comprendía sus sentimientos, porque ella misma había creído que su propio hermano había caído ante la seducción de la magia de sangre. -Tendrás tus respuestas antes de que salgamos de allí. Pero, Oni Negro... tal vez no sean las que quieras escuchar.