Partida Rol por web

Pudieron llegar ante Kaede sin contratiempos y con el Pergamino Negro de Junzo en su poder, si bien habían decidido no abrirlo por ahora.
La Maestra del Vacío se percató rápidamente de la desgracia que había sufrido Kaori, y ofreció su ayuda para recomponerle el brazo a través de un ritual que al parecer sólo ella y otro individuo más conocían en todo Kyuden Isawa.
Kyoshiro no perdió el tiempo y preguntó sobre la identidad del otro individuo.
Nuestra prioridad debe ser ayudar a Kaori-san. Si cualquiera de nosotros cae, dudo que tengamos éxito, así que opto por ejecutar cuanto antes ese ritual. dijo Valkai, dejando ver cuál era su prioridad.

Finalmente, accedió a las tesis de Tameiki y los otros. En parte como un gesto hacia ellos… y en parte por el horror que le suponía el leer de nuevo las terribles líneas blasfemas que contenía en Pergamino. Tal vez sus compañeros tuvieran razón, y el riesgo no fuera aceptable. Sólo esperaba que no se equivocaran, y que el contenido del oscuro escrito no fuese clave para derrotar a sus siguientes enemigos… los shugenjas más poderosos de Rokugán.

No tardaron demasiado en alcanzar Kyuuden Isawa, aprovechando los contactos de Kyoshiro para adentrarse en la fortaleza sin ser cuestionados, y finalmente se encontraron frente a la mujer que habían venido a ver. Isawa Kaede… la Maestra del Vacío. Ante las súplicas, la Fénix reveló que era capaz de realizar un ritual con otro aliado para restaurar el brazo perdido de la Dragón, pero que tal esfuerzo, además de una larga ejecución, los debilitaría a ambos.

Una nueva encrucijada. Para salvar a un Trueno, dos poderosos aliados debían debilitarse a las puertas de una inminente batalla. Las primeras opiniones, como cabía esperar, se decantaban por la ayuda a Kaori.

-Isawa-sama… -Comenzó a hablar Shiroi hacia su anfitriona con seriedad. –Hablas de horas para hacer el ritual… hablas del efecto que tendrá en vosotros. Pero no hemos hablado de lo que está por venir. De la batalla contra el resto de los Maestros Elementales.

-¿Qué es lo que está sucediendo ahora mismo? ¿Se va a llevar a cabo la invocación del Oni? Y si ese es el caso… ¿de cuánto tiempo disponemos para impedirlo? Comprendo la necesidad y la urgencia de la restauración de nuestra compañera, pero debemos conocer todo el escenario antes de decidir. Y, en última instancia… creo que debería ser la propia Togashi-san quien tome esa decisión.

Ante los comentarios de todos, fue de nuevo Shiroi quien pareció ver la gran partida que se estaba jugando. A pesar de mantenerse en silencio, asintió ante los comentarios de la ronin, como dando su aprobación. Introdujo sus brazos dentro del kimono y los cruzó allí, pensativa. Lo cierto es que no quería estar con nadie, hablar con nadie, ni siquiera quería pensar. ¿Cuánto tiempo habría pasado desde que renunciara a su nombre? Como herramienta, no había tenido elección, y por quién le dio la orden, ella misma no habría permitido que fuera de otra manera. Si había decidido llamarse Chugo era únicamente por ese motivo, el deber heredado, el deber recibido, el deber obtenido.

Cerró los ojos, tratando de abstraerse de su entorno. ¿Tendría que seguir renunciando a todo cuanto le ataba al mundo? Su nombre, su apellido, su clan... ¿qué sería lo siguiente? En su mente sólo podía seguir viendo aquel último tajo, mortal como todos los anteriores, que había propinado. ¿Estaba dispuesta a volver a hacerlo? Abrió los ojos, observando a los Truenos. ¿Estaría dispuesta a cortar la vida de Oni, Hidenaga, Valkai, Kyoshiro, Kaori o incluso la propia Shiroi? ¿Podría hacerlo llegado el caso? Respiró hondo.

El Cangrejo revisó el cuerpo del antiguo Daimio Escorpión con detenimiento y aplicando todo cuanto sabía de los efectos de la mancha en los cuerpos de los hombres. Sin embargo no encontró nada. Nada sospechoso, ningún resto de la mancha; simplemente era el cuerpo de otro hombre libre, necio y ambicioso al que le habían arrebatado la vida para hacerse con su pergamino, como él mismo hubiera echo de haber podido.

La mirada de Oni se posó en el Trueno más cercano a él mismo. -"Estaba limpio, no hay restos de corrupción o no evidentes. Otro sacrificio ofrecido en el altar de nuestra misión. Que las Fortunas nos ofrezcan sus bendiciones y Hida-kamisama nos apoye en nuestro cometido". La voz del Cangrejo era pesada pero firme, aunque su mirada se mantenía distante y fría como la Muralla del Carpintero, un lugar que un día fue su hogar.

Finalmente dirigió sus pasos hacia su poni para prepararlo para el encuentro con la Maestro del Vacío, comer algo de cecina seca y beber algo de agua fresca.

-O-

El encuentro con la Maestro Elemental dejó un instante al Cangrejo paralizado, se podía sentir la calma alrededor de esa persona, su sabiduría, su poder. En el pasado había visto hacer cosas excepcionales a sus hermanos Kuni en el campo de batalla y aunque confiaba en ellos plenamente, nunca había sentido tal serenidad y confianza como la que sintió en ese momento delante de aquella mujer.

El Cangrejo realizó una profunda reverencia cuando los ojos de la shugenja se posaron sobre los suyos ofreciéndole el respeto que merecía, aunque él sabía perfectamente que nunca podría corresponderle como era debido.

Las palabras se intercambiaron y fue Shiroi la que puso los pies sobre la tierra de nuevo anticipándose a las palabras del Cangrejo. Por lo que asintió a todas sus premisas sin añadir nada más al respecto. Sabía que debía hablar con Kaede respecto al oni que estaban apunto de invocar o las intenciones que tenían los otros oráculos, pero podía esperar a que ella misma les ofreciera información, puesto que Oni sabía que ese tipo de conversaciones eran poco adecuadas ante tan importante personalidad del Imperio Esmeralda.

La maestra elemental de vacío escuchó y observó vuestras reacciones y tras una breve pausa por si alguien quería decir o hacer algo más habló de nuevo Kyoshiro-san no te preocupes, en caso de que decidamos restaurar el brazo de vuestra compañera Togashi yo misma me encargaré de que traigan a esa persona ante nosotros.

Ahora bajó la cabeza avergonzada respecto al resto de maestros elementales continuó el Oni ya está invocado, es demasiado tarde para evitarlo. Preferiría que no os enfrentarais a ellos abiertamente, han sido y son mis compañeros desde hace tiempo y aunque ahora la locura ha hecho brecha en ellos no quisiera verlos morir y tampoco a vosotros fracasar. Quizás pudiera concertar una reunión para qué habléis con ellos, eso sí, de hacerlo imagino que tendría que mencionar que poseéis algún pergamino negro para que despierte el interés en que hablen con vosotros. ¿Qué opináis?

El Cangrejo escuchó las palabras de la Maestro Elemental y negó con la cabeza mientras su gesto se tensaba. -"Si han consumado la invocación del Señor Oni han dejado de ser los Maestros, amigos o padres que una vez fueron y se han convertido en siervos del Innombrable. Por lo tanto son nuestros enemigos. Tratar de hablar con ellos solamente será una pérdida de tiempo, pues ellos tratarán de hacerse con nuestra posesión siguiendo las órdenes de su nuevo amo. Solamente se puede tener un halo de confianza en aquellos que abiertamente luchan contra la mancha y tratan de mantenerla a raya, no de aquellos que se han dejado seducir por el poder de nuestro enemigo, tomando el camino rápido".

El hombre de la armadura negra miró directamente a Kaede antes de continuar. -"Es una pena que no sea el momento adecuado para enfrentarnos e ellos y salir victoriosos. Puede que no estemos preparados todavía o simplemente no dispongamos de los apoyos necesarios. La guerra contra el antiguo Escorpión cesará con victoria para los seguidores de Shiba-Kamisama, así que el Fénix dispondrá de un ejército para afrontar las atrocidades que invoquen sus antiguos Maestros Elementales y nuevos Maho Tsukai. La única solución es que les derrotemos y nos llevemos aquello que poseen hacia nuestro nuevo destino".

Oni Negro sus piró profundamente antes de continuar y posó su mirada cálida sobre Shiori. -"Yo voto que los destruyamos o que nos marchemos en buscar de otro destino para fortalecernos y preparar esta batalla. Sin embargo, aunque crea que será una trampa reunirnos con ellos, aceptaré lo que decida la mayoría como siempre he hecho".

El Cangrejo dio unos pasos hacia atrás retirándose de primera línea, pues ya había dicho lo que pensaba y lo que creía. Necesitaba respirar hondo y tranquilizarse, pues la furia de saber que su enemigo avanzaba le había agitado las tripas sumado a la incapacidad de aquella mujer santa de cumplir con su deber...

Asintió quedamente, y de manera visible para todos
Los Maestros Elementales formaban ahora parte del ejército enemigo, como se había dicho, y con su inconmensurable poder que apenas era capaz de entrever serían capaces de terribles atrocidades; incluso mucho antes de que el Fénix se replegase a sus tierras para curar sus heridas y se enfrentase a su propia vergüenza

Nada pues, de lo que habían ido allí a hacer, quedaba para ellos. Incluso apoyaba la idea de esperar a que el ejército regresara a casa y pudieran buscar otros Pergaminos Negros mientras tanto. Fortalecerse en el ínterin, adquirir experiencia y habilidad, era inteligente. Más aún si debía aprender a combatir sin un brazo, o aun si contando con dos su destreza volvía a ponerse a prueba

A pesar del pálido agotamiento de su piel, y unas ojeras poco halagüeñas, mantuvo en todo momento el porte. Había cubierto el corte de su brazo, y descansaba reponiendo lentamente sus fuerzas

Cuando Kaede comenzó a explicar que los Maestros Elementales habían invocado ya al Oni, la cara de Valkai puso una mueca de incomprensión.
¿Hola? Hay un Oni suelto y varios Maestros corruptos, y ellos aquí perdiendo el tiempo...

Tales pensamientos aún aumentaron cuando Kaede propuso parlamentar... ¿es que estaba perdiendo el juicio?
Oni fue el primero en dejar claro que ya no había marcha atrás, que los Maestros se habían convertido en seres despreciables y enemigos al Imperio.
La muerte parecía su única salvación.
Nuestra batalla ha sido dura, pero no podemos retirarnos ahora. Un demonio anda suelto y a cada día que pase creará más y más destrucción.
Creo que es una buena idea “parlamentar” con los Maestros, es decir, hacerles creer que buscamos su sabiduría o cualquier otra excusa barata para que bajen su guardia...
Pues si no les paramos los pies ahora, pueden volverse más y más poderosos a medida que vayan dominando nuevos poderes que el Oscuro les otorga.
Además, cada uno de ellos tiene un Pergamino Negro, ¿no es nuestro objetivo reunirlos?
Ahora hablad el resto, pero me costaría aceptar cualquier otra decisión que no sea enfrentarnos a semejante amenaza. dijo Valkai. Si algo no conocía el Moto era el miedo, y aunque era consciente de que cuatro Maestros Elementales posiblemente asistidos por un Oni eran una amenaza que posiblemente les superaba, no intentarlo y dejar que camparan a sus anchas le parecía una temeridad aún más grande.

Observó la que Isawa Kaede dijo con el ceño fruncido. Después intervinieron otros de sus compañeros, pero aquello no cambió el rostro de Tameiki. Tanto Oni como Valkai tenían razón... en esas circunstancias, ninguna opción era cerrada.

-Ni el poder de los maestros ni el del acero pueden doblegar nuestra voluntad -dijo simplemente cuando Valkai pidió la opinión del resto- Concertemos una reunión o no, debemos tomar los pergaminos de sus manos y proseguir con nuestra misión -insistió- Todos debemos hacer sacrificios, Isawa Kaede-uesama -añadió- , y no podemos permitir que nuestros recuerdos del pasado nublen nuestra mente en un momento tan complicado y comprometido... -zanjó, cerrando los ojos y agachando la cabeza- ¿Hay alguien que no crea que cercenar esta amenaza y tomar los pergaminos sea nuestra prioridad?

Esto es una completa falacia, la dama elemental del vacío del clan del fénix, ¿Quiere consortar una reunión con el enemigo? ¿Y el oni ya fue invocado? Mi señora esta cometiendo una felonía por decir eso, y en verdad ya no voy a ocultar el enojo en mi rostro, me siento insultado por esta mujer, dediqué mi vida al clan del fénix, mi sangre y sudor a protegerlo, ahora puedo sentir cómo mi sangre hierve, siento mis mejillas rojas, y mi mente se llena de sentimientos de hostilidad asia esta persona. 

Pero sin embargo, mis compañeros truenos están conmigo, debo mantener la calma para no asestar le un golpe mortal a esta... Esta... No tengo palabras para definir a la mujer que ante mis ojos ostenta el liderazgo del Fénix. 

-Estoy de acuerdo con Oni Negro, pero también estoy de acuerdo con Valkai-san, sin embargo, no tenemos que olvidar que la salud de Kaori-san es en lo que nos debería importar ahora-

Me giré de nuevo para ver a la mujer a los ojos, dándole la espalda por un segundo a mis compañeros. 

-Consorte la reunió, veremos que ocurre de ahí en más... Kaede-sama-

Digo en tono agrio, me siento cómo un verdadero idiota por esto haber servido a una falsedad, ignorando lo que Tameiki-san dijo al final, ya nada me importa, siento como mi corazón se desgarra mientras arde mi furia. 

Veis como poco a poco la determinación va tomando forma en el rostro de Kaede si el destino me impone enfrentarme a lo que una vez fueron mis compañeros, no lo evitaré, sólo puede vencer un bando y jamás permitiré que sea el del innombrable. Debéis conseguir los pergaminos negros y yo os ayudaré mete las manos en su kimono y entrega un pergamino negro a Kyoshiro aquí tenéis el mío. No nos debemos demorar más, quizás no se conformen con invocar a uno al estar sedientos de poder. Seguirme, ningún guardia vigila ahora lo que están haciendo, no lo tendremos más fácil en otra ocasión. Están cerca, dejar aquí amarradas las monturas a estos árboles todos menos Valkai soltais los caballos. Se gira hacia Kaori después de esto intentaremos curar ese brazo Dais un rodeo por los jardines tras la maestra elemental del vacío y en unos cinco minutos Kaede se para y señala una entrada a una catacumba que desciende bajo los jardines ahí están

Cuando Isawa Kaede indicó donde estaban, Tameiki no las tenía todas consigo. Entrecerró los ojos y esperó agazapada a que la propia maestra actuara o el resto del grupo dijera algo... ¿hasta qué punto sí podían fiarse de Kaede? Observó al resto de Truenos, y entonces Shiroi tomó la palabra. Una media sonrisa se dibujó en el rostro de la pequeña ronin, que volvió a mirar a la maestra del vacío.

El Oni... rápido se habían aventurado en la boca del lobo. A pesar de que no dudaba de las capacidades de sus compañeros, 6 bushi y una monje herida contra 4 maestros elementales y un oni no era un duelo muy parejo... y Kaede. Tameiki resopló un instante. ¿Realmente podían fiarse de Kaede?

Un ligero rostro de sorpresa se forma en la maestra elemental del vacío al escuchar las dudas de Shiroi para devolverlo al Jigoku la mejor manera es destruirlo, no sé si las armas normales le afectan aunque al menos uno de vosotros tiene un arma que puede contra él dice esto último mientras mira a Kyoshiro y su wakizashi ya intenté yo convencerlos de que abandonarán esas ideas locas y ambiciosas, pero no hubo manera después vuelve a miraros uno a uno con semblante serio yo os ayudaré, Kyoshiro en breve sentirás el poder del vacío en tí, déjate llevar por mi magia. Cuando estéis listos para entrar comenzaré a potenciar a Kyoshiro-san mientras tanto voy a hacer qué mi conexión con el vacío sea mayor tras esto lanza un conjuro cuando queráis, yo estoy lista

La decisión ya estaba tomada.
Se enfrentarían a los Maestros Elementales, con el apoyo de Kaede.
Valkai coincidía con las palabras de Shiroi.
Recuerdo como al enfrentarnos al Shugenja del lago, mi espada nada pudo hacer contra su guardián de agua.
Kaede-sama, ¿podríais hacer algo al respecto? preguntó el Moto.

La entrada a las catacumbas donde Kaede decía que se encontraban el resto de Maestros Elementales era lo suficientemente amplia como para permitirle pasar montado, cosa que lógicamente prefirió hacer.
Avanzó lentamente, acariciando al animal que posiblemente estaría nervioso por entrar en aquel lugar estrecho y oscuro.

Esperaba que Kaede pudiera ayudarles de algún modo, aunque de momento sabía que algo iba a hacer para asistir a Kyoshiro.
Polvo de Jade... ¿Oni-san? Creo recordar que el polvo de Jade funciona contra los demonios... añadió de repente, recordando lo que dijeron sus hermanos Moto sobre los Oni y como enfrentarse a ellos.

Recibí el pergamino negro que Kaede-sama me tendió con un gesto respetuoso, lamentablemente ignoré a las damas, ya que no me importo mucho lo que tenían para decir. 

Aún así, la idea de recibir el poder del vacío de su parte me dejó un tanto atónito lo escuché de su boca, al mismo tiempo tocó mi wakizashi cuando esta lo ve, había olvidado que esta arma puede contra la mancha y los demonios, pero es un arma tan inapropiada para mi que hubiera preferido una naginata, aún así, y viendo donde combatiriamos, una parte de mi agradeció que fuera un arma de este tamaño, y de inmediato comencé a ver las ventajas que tenía pelear en un espacio limitado cómo una cueva.

-Tal vez, tengas razón Valkai-san, puede funcionar, puedo decir que está lucha será dura... ¿De verdad cuento con su apoyo Kaede-sama?-

Dije un tanto dubitativo mientras me adentro con el grupo para dar casa al grupo de shugenjas traidores, la hora de la lucha comenzará pronto. 

Kaede-sama me dió su pergamino negro, por lo que quedé un tanto atónito y no pude escuchar la conversación con Shiroi-san y Tameiki-san, sin embargo hago una reverencia a la dama, pero no puedo dejar de desconfiar de su persona. 

Incluso cuando me ofrece su apoyo, no dejo de desconfiar de su persona, sin embargo, ella es la persona más importante del clan, y por ello terminó aceptando, así tal vez podamos vencer al oni en la catacumba.

-Agradezco el apoyo Kaede-sama, necesitaremos toda la ayuda posible en este conflicto-

Digo acariciando el wakizashi que ella me dio, sabiendo qué tiene un cierto poder sobre los manchados, y también agradezco ser bastante suelto en su uso, ya que lucharemos en un espacio cerrado cómo es este lugar. 

-Servirá, seguro servirá Valkai-san-

Digo tratando de forzar la calma en mi voz, estoy un tanto nervioso, ya que nunca me enfrenté a un oni antes. 

La respuesta de la Maestra del Vacío fue breve, y no satisfizo en modo alguno a Shiroi. No obstante, la ronin sabía cuándo era inteligente insistir y cuándo no lo era, de modo que se limitó a asentir quedamente y meditar sobre las escasas migajas de información de las que disponía.

Cuatro maestros elementales y un Oni de Jigoku, contra siete samuráis heridos y cansados y una única maestra Isawa.

Lo mirara por donde lo mirara, era casi un suicidio. Si al menos pudiera detenerse unos momentos a recuperar fuerzas, tal vez podría acometer la batalla con más garantías. Pero en esos momentos se sentía extenuada, sus fuerzas devoradas por la reciente batalla. A pesar de ello, era consciente también de que cualquier tiempo perdido sería también una ventaja para sus enemigos.

-Al margen de nuestras opciones para herir al Oni… -Volvió a intervenir Shiroi tras el Unicornio y el Shiba. –Recordad que tal vez no sea el más poderoso de los enemigos que nos aguardan. Haríamos bien en disponer de una estrategia.

Cerró los ojos un instante, visualizando a sus enemigos y a sus propios aliados. Cada uno diferente al anterior, con sus fortalezas y sus debilidades. Todos eran bushis. Todos podían pelear. Pero esa capacidad no era muy diferente a la de una katana. Cualquiera podía empuñar una espada. Pero sólo un maestro podía sacar todo su potencial. Del mismo modo, si pretendían vencer debían luchar con inteligencia.

-Oni Negro-san es el más indicado para contener a la bestia que han invocado. –Comenzó a exponer la estrategia que había ideado, mientras miraba a Hidenaga, esperando que el antiguo León se pronunciara al respecto. Por lo que ella sabía, eran los dos únicos del grupo con experiencia en el mando de tropas. -Y, por las palabras de Isawa-san, Shiba-san debería acompañarlo con su arma. Mientras, el resto eliminaremos a los que lo han invocado.

-Valkai-san… vuestra montura es rápida y fuerte. Si entráis primero y sembráis el caos, el resto podremos posicionarnos mejor. Que vuestra espada busque al maestro del aire.

-Hidenaga-san… Kaori-san y tú podríais enfrentar al maestro de la tierra. Creo que podréis conseguir anularlo el tiempo suficiente.

-Tameiki y yo intentaremos eliminar al maestro del agua tan rápido como podamos, y luego os prestaremos apoyo en la lucha contra los demás.

-Isawa Kaede-san… necesitaríamos que mantuvierais a raya al maestro del fuego hasta que podamos enfrentarlo. ¿Seréis capaz de hacerlo?

Una vez expuesta su idea, la ronin tomó aire para continuar con la siguiente de sus preguntas. La decisión de si un golpe apresurado era mejor que un golpe paciente y meditado.

-El Oni ya está invocado. Ellos están en plena forma, descansados y en su hogar. Nosotros estamos cansados y heridos. Podemos lanzarnos a por ellos ahora mismo, o emplear unos momentos para descansar. –Hizo una pausa, en la que sus ojos negros pasaron por sus compañeros y por la oscuridad que los aguardaba en el interior de las catacumbas. Cuando siguió hablando, su voz revelaba sus recelos.-Atacar ahora tiene la ventaja del tiempo. Descansar para recuperar el aliento, ese mismo riesgo. Aceptaré la decisión de la mayoría.

-Isawa-san… os lo preguntaré de forma más clara. –Se dirigió de nuevo hacia la shugenja mientras aguardaba la respuesta de los demás. -¿Creéis que hay posibilidades de que alguno de los cuatro recupere la cordura y rechace la oscuridad que ahora han abrazado? ¿O todos ellos están más allá de la redención? Si tan sólo uno se pasara a nuestro bando, esta batalla sería mucho más sencilla.

Primero respondió a Valkai sobre si podía hacer algo respecto a las armas si el Oni fuera invulnerable podría intentar invocar un tetsubo de tierra para Oni Negro aunque no es lo mío
Al escuchar las dudas sobre si ayudaría de Shiba Kyoshiro, se quedó estupefacta no sólo porque dudará de ella que le acababa de dar un pergamino negro, si no también porque era uno de su propio Clan quién lo hacía y no sólo eso además Kyoshiro tenía una deuda con ella desde hacía tiempo. En cuanto Kyoshiro rectificó se relajó un poco pensando que era el nerviosismo del momento.
Tras la exposición de Shiroi dijo yo no podría mantener a raya al maestro del fuego Isawa Tsuke, mi magia no es ofensiva y la de él sí, además es quien lidera ahora mismo al resto. Por otro lado, sois libres de querer descansar pero entonces perderé el poder que acabo de invocar, puede que en ese tiempo invoquen otro Oni y es posible que si sobrevivimos ya no podamos hacer nada por el brazo de Kaori, además de que si se dan cuenta que estamos fuera podrían avisar a los guardias y entonces sí que no tendremos nada que hacer