Partida Rol por web

Con el paso de los minutos, lograis relajaros lo suficiente como para mantener una conversación en calma, mientras la drow, experta en sanar sus propias heridas, trajina con varias vendas sobre su cuerpo, al igual que Asterot, aunque salta a la vista que este es mucho menos experto la drow, y su vendaje tiene mucho que envidiar a los realizados por la clériga...

Rasguz, el único que permanece abajo, sigue sin dar señales de vida, y todo y el grito de Lucius, no obtenéis ninguna respuesta por su parte...

Ups, sorry no lo sabia, si quieres mod el post o lo borro, pero lo que si que no voy a hacer es pedirle a la bruja de Daenerys que me cure que seguro que me deja peor visto lo visto.

Inquieto ante el significado del mensaje del drow mi mente no puede sino pensar en lo que puedo perder...

Diablos he dejado solo al maldito drow haya abajo!!

Rápidamente hago un par de movimientos extraños con la mano respondiendo escuetamente al mensaje del drow $%, acto seguido me dirijo corriendo a la trampilla y comienzo a descenderla tan rápido como puedo, incluso doy un salto para bajar muy rápido cuando veo que ya estoy cerca del suelo...

han empezado ha hablar con signos de nuevo, y una vez más estoy perdido, Zenram deciende la trampilla, parece que han decidido no hablar más, y Asterot parece preocupado por algo...

Al ver a Zenram descender rápidamente por la trampilla, bajo tras el haciéndole señas a Lucius para que descienda también.

pues la sigo, ¿que puede pasar de malo al seguir a una drow maniática?

miro a Asterot y con un señal le digo que bajemos tambien no nos podemos quedar aqui los 2 solos..

Asiento a lo dicho por Drizzt y bajo no sin antes echar una mirada disimulada a mi alrededor y dibujárseme una sonrisa malévola por el plan que estoy tramando en mi mente pues si estoy en lo cierto y espero estarlo las figuras nos seguirán y por lo tanto tendrán que abrir la puerta de la trampilla que cierro tras de mi.

Cuando entro hago unos signos a los allí presentes.

Esperad un momento y no corrais como locos a lo que puede ser una trampa, digo hablando en la lengua de signos, será mejor que no hagamos ruido y esperemos haber si bajan, hago una pequeña pausa y digo, si son tan estúpidos de bajar tendrán que abrir la trampilla y por muy invisibles que sean el movimiento de la trampilla no lo será así que sería bueno ir preparándonos por si entran para que no nos cojan por la espalda.

Miro a Daenerys y le digo a esta, manda a tu humano que vaya a buscar a Rasguz pero que se quede tras de el por si es un traidor que no tenga flanco por el que escapar, callo sonriente para continuar diciendo, además sería bueno que mi hermano de armas lo interrogara junto contigo ya que Zenram es mas útil en la puerta por si entran a atacarnos por la espalda.

Luego me pongo a cargar la ballesta mientras espero la contestación de mis compañeros.

Master, mi intención es aprovecharme de que si hay un traidor sea descubierto, pero para ello quiero darle un poco de divide y vencerás, darle la tranquilidad de que está medio a salvo pues no creo que sea Rasguz el traidor no es lo suficientemente astuto o listo, por otro lado Zenram es un guerrero y estando yo a su espalda, podré controlar si es el traidor contando con que haya alguno y si es así, al menos no le daré la satisfacción de atacarme por la espalda y si no lo es, será un buen parapeto si entran los enemigos.

Todo esto está supeditado a que me hagan caso los demás claro está jejeje pero creo que sabré manejarlos ahora que se de que pie cojean cada uno... mas o menos.

Con suma facilidad y rapidez, y tras saltar el ultimo tramo de escaleras, caminas a grandes zancadas hacia el gran comedor, y cuando divisas a Rasguz, cerca de la puerta abierta por los orcos, y te dispones a hablarle, el drow te lanza efusivos gestos para que guardes silencio y te acerques...

Alerta, avanzas hasta alcanzar al explorador, y este, con rostro serio, se acerca a i, dispuesto a susurrarte unas palabras...

Shh, no hagas mucho ruido, he escuhado a alguien tras esa puerta de hierro. - te susurra, mientras su mano señala la puerta que instantes antes intentaste abrir. -Creo que al menos hay dos más tras ella... - continua, aunque el ruido de vuestros compañeros, descendiendo las escaleras y penetrando en el salón lo detienen.

Con gesto serio e iracundo, el drow se vuelve hacia ellos, realizando rápidos gestos para que estos no hablen y se muevan con sigilo...

Zenram desaparece por la trampilla con suma velocidad, e instantes después, el resto lo seguiis, aunque el guerrero os lleva algo de ventaja, y cuando lterminais de bajar las escaleras os encontráis con que este permanece cerca de Rasguz, en el gran salón y cerca de la puerta que durante la tarde estaba cerrada...

Rasguz está inclinado hacia el guerrero, al parecer susurrándole algo al oído, pero cuando aparecéis, se detiene para volverse hacia vosotros con rostro serio e iracundo, realizando rápidos gestos que os indican que ni habléis ni hagáis ruido...

Tras vosotros, nadie abre la trampilla...

Con suma facilidad, introduces tu cuerpo en el agujero y te agarras a la escalera, la cual desciendes con sumo cuidado. Tras unos minutos, alcanzas el suelo y puedes vislumbrar claramente la obertura, que da un cortisimos corredor que da acceso a una sala cuadrada bastante grande. Avanzas hasta situarte justo ante la sala.

En ella puedes ver una gran mesa, rodeada de cómodos sillones, y situada en un lateral. Sobre la madera, reposa una lámpara de aceite, asi como muchas otras, tambien apagadas, cuelgan de las paredes. A la derecha. hay varios armarios, asi como un grupo de seis barriles de gran tamaño. Otros armarios, tambien de madera, están situados a la izquierda.

La paredes, lisas y bien trabajadas, están limpias de adorno, y solo la de enfrente presenta algo que llame tu atención, una puerta de hierro, abierta. El ambiente está cargado de un fuerte olor a aceite, producido por las numerosas lámparas que hay en la sala.

Junto a la puerta, está Zenram y Rasguz,...

Con suma facilidad, introduces tu cuerpo en el agujero y te agarras a la escalera, la cual desciendes con sumo cuidado. Tras unos minutos, alcanzas el suelo y puedes vislumbrar claramente la obertura, que da un cortisimos corredor que da acceso a una sala cuadrada bastante grande. Avanzas hasta situarte justo ante la sala.

En ella puedes ver una gran mesa, rodeada de cómodos sillones, y situada en un lateral. Sobre la madera, reposa una lámpara de aceite, asi como muchas otras, tambien apagadas, cuelgan de las paredes. A la derecha. hay varios armarios, asi como un grupo de seis barriles de gran tamaño. Otros armarios, tambien de madera, están situados a la izquierda.

La paredes, lisas y bien trabajadas, están limpias de adorno, y solo la de enfrente presenta algo que llame tu atención, una puerta de hierro, abierta. El ambiente está cargado de un fuerte olor a aceite, producido por las numerosas lámparas que hay en la sala.

Junto a la puerta, está Zenram y Rasguz,...

Nuevamente reunidos guardáis, siencio, alertados y tensos por los gestos de Rasguz. Aprovecháis el momento para mirar a vuestro alrededor, y no deja de sorprenderos la pila de cadáveres, tanto orcos como mercenarios que hay amontonados en una esquina, seguramente arrastrados por Rasguz, ya que la sangre mancha casi la totalidad del suelo de la estancia. Tras un rápido vistazo, el explorador os señala la puerta de hierro que hay tras un corto pasillo, y que permanece cerrada, y rápidamente alza su otra mano con dos de sus dedos estirados...

Con calma hago a un lado a Rasguz colocándome en cuclillas frente a él, recargo mi espadon en el muro de la derecha al tiempo que tranquila pero ágilmente tomo la daga que guardo en el cinto y me preparo a lanzarla al primero que cruce la puerta...

imitando el gesto del guerrero me echo a un lado encarándome a la puerta y deposito mi espada y mi escudo cerca de mi alcance, mientras saco mi arco y encajo una flecha apuntando a al puerta señalada por Rasguz.

El ruido de lucha a tu alrededor se inicio rápidamente, pero antes de que pudiese adivinar que sucedía exactamente, habías sido arrastrado tras otra nueva puerta, la cual debía tener un grosor excesivo, pues al otro lado el ruido de la lucha era casi insignificante. En tensión, y acompañado por el enorme orco y dos más, esperabais, el desenlace de la lucha que se llevaba a cabo tras la puerta...

En silencio, deseabas con fuerza que los orcos perdieran dicha batalla......

Tras largos minutos, el leve sonido de la batalla cesa tan rápidamente como ha empezado, sumiendo el lugar en un oscuro silencio. Tus raptores, situados ante la puerta de hierro, parecen nerviosos y expectantes, y su jefe, el tal Hodrum, permanece aun más intranquilo sentado sobre lo que sin duda es una cómoda butaca...

Con la venda de tus ojos caida, observas que la estancia es pequeña, quizás una pequeña salita de espera, y en ella hay dos butacas y otra enorme puerta de hierro, además de la por la que has entrado y de la que provenían los ruidos de la pelea. Sobre la butaca vacía, puedes ver algo de tu antiguo equipo, pero para tu desgracia, tu objeto más valioso, el anillo esta enfundado en uno de los dedos de Hodrum...

El enorme orco que te ha transportado hasta el lugar, de casi dos metros y medio de estatura, y su compañero, de tamaño más normal, empuñan sus armas, preparados para la lucha en caso de ser necesario, y no hacen más que lanzar rápidas miradas hacia atrás, interrogativas y dirigidas a su jefe. Los minutos siguen pasando, ahora en un silencio total, pero de repente, este es roto por los ruidos, sordos y claros, que producen las armaduras. Alguien, al otro lado, parece moverse, pero rápidamente, el sonido vuelve a cesar....