Partida Rol por web

Sabiendo de tu error al elegir pasillo, y con un leve escozor en el pie a causa de la patada propinada a las rocas, inicias nuevamente la carrera, auqnue en esta ocasion lo haces con más velocidad y menor cautela, lo que provoca que en más de una ocasión tus pies golpeen las piedras y rocas que se interponen en tu camino... Por fortuna no llegas a caer al suelo, y todo y trastabillar en varias ocasiones, mantienes el equilibrio y la velocidad, alcanzando el cruce de caminos en pocos minutos. Tenso, y sudoroso a causa de tanto correr, te detienes un instante al percibir unos claros sonidos de lucha...

Mientras recuperas el aliento, y con el oído bien atento, distingues dos grupos de sonidos, uno que proviene del lugar por donde entrasteis a los pasillos y otro muy similar del corredor por el que se internó Rasguz. En ambos casos, el ruido lo provocan las armas chocando entre si, por lo que deduces que se están llevando a cabo dos combates distintos..... Indeciso, piensas en cual va a ser tu camino a seguir....

Pero que diablos sucede ahora? Mi rostro refleja cierta turbación al pensar que mis compañeros puedan estar siendo atacados por el par de entidades desconocidas de las que nos advirtiera uno de nuestros compañeros.

No puedo perder el tiempo, ellos son un nutrido grupo de avezados combatientes mientras que Rasguz se encuentra solo, con mi presa, no puedo permitir que se escape la oportunidad de matar al mago....

Consciente de que me espera un combate, desenvaino mi espadón y sonriente me dirijo cuidadoso por el corredor hasta el lugar en que se escucha el combate...

Habiendo decidido ir en busca de Rasguz, reinicias la marcha, aunque nuevamente a un ritmo más cuidadoso. Durante largos minutos, y varias curvas en el irregular túnel, los sonidos de la lucha a tu espalda se apagan por fin, y tan solo puedes oír el combate que se sucede a poca distancia frente a ti. Tenso, y con el espadon firmemente sujeto, reduces tu avance hasta un ritmo sumamente precavido, ya que el ruido proviene de la curva que tienes frente a ti....

Lentamente, alcanzas la pared del túnel y cuando pegas la espalda sobre él, te das cuenta, demasiado tarde, de que aun portas laa antorcha encendida en la mano, por lo que con toda seguridad quien sea que halla tras la curva habrá visto el resplandor, y con ello habrá puesto fin a tu posible sorpresa. Entre silenciosas maldiciones, asomas tu rostro para observar....

Frente a ti, a escasos 10 pies, se abre una pequeña caverna de no más de 15 o 20 pies de ancho por otros 25 o 30 de largo. En ella, e iluminada gracias a la luz de tu antorcha, divisas a tus presas y a Rasguz, y tu rostro no puede evitar una mueca de sorpresa al ver como, en ese justo instante, la enorme hacha del gran orco desciende sobre el cuerpo caído del explorador. El arma, con una fuerza tremenda, se incrusta en el pecho de Rasguz, logrando que un buen montón de sangre salga despedida en todas direcciones, acompañada del terrible ruido de una decena de huesos al ser machacados. El orco, sonriente ante su aplastante victoria es salpicado por una buena cantidad de sangre, pero lejos de mostrar asco por ella saca su lengua para lamer aquella que ha caído sobre su rostro. Tras ello, y con la vista fija en donde te encuentras (sin duda parece haberte visto), alarga uno de sus musculoso brazos y alza el cuerpo sin vida de Rasguz, el cual lanza con sumo desprecio hacia uno de los lados de la caverna...

En silencio, y sabedor de que el orco espera de tu aparición, sigues con la vista el escaso vuelo del cadáver de Rasguz, y cuando este cae al suelo, te das cuenta de que a su lado yace el cuerpo de otro orco, sin duda muerto, pues dos flechas sobresalen de su rostro, seguramente obra del explorador.

Matalo a él también!! - Al escuchar el grito, devuelves tu mirada al gran orco, y logras divisar a quien ha hablado. El escuchimizado orco, al que presupones como Hodrum, se esconde tras el enorme cuerpo de su guardaespaldas, y mientras grita, muestra una sádica sonrisa a la vez que uno de sus escuálidos dedos señala tu posición. - Acaba con ese, vengaaaa!!

Tras su orden, el enorme orco agarra su gran hacha con ambas manos y da un paso al frente, esperándote con el arma preparada......

Por un segundo dudo entre cargar o regresar sobre mis pasos, la imponente presencia del orco no amilana mi voluntad aunque cierta admiración ribetea mi rostro, acostumbrado como estoy a enfrentar enemigos mas temibles, aún armado solo con mi acero la perspectiva de enfrentarle me es atractiva, sin embargo las desconocidas habilidades del pequeño mago tras de él me hacen dudar sobre el riesgo frente a mi.

Luego de un largo suspiro y de visualizar un enorme espadón de increíbles capacidades, coloco la antorcha en el suelo y elevo mi propio espadón en el aire, al tiempo que cargo contra el enorme orco dejando que el frenesí de la batalla inunde mis músculos y mi mente....

Grrrrrrrrrhaaaaaaa!!!!!

Con la adrenalina inundando todo tu ser, te abalanzas sobre el inmenso orco, descargando tu mortífera espada sobre él, y este, impertérrito, espera tu arremetida sin moverse y observándote fieramente a los ojos...

Tu espada, de forma eficaz, logra impactar en el pecho del orco, pero su resistente coraza logra que tu filo resbale sobre ella hasta alcanzar el costado del orco, donde para tu satisfacción, logra penetrar en su carne. Sonriente, observas como la sangre mana de la fea herida que le has causado, pero tu alegría dura solo unos instantes, el tiempo necesario en ver como el arma de tu rival, un gran hacha de feroz apariencia, se eleva en el aire para ser descargada sobre tu hombro izquierdo de forma brutal....

Tensando todos tus músculo intentas esquivar el mortífero ataque moviendo tu hombro hacia atrás, y todo y que no lo logras del todo, si consigues que el impacto no sea todo lo eficaz posible, con lo que solo te llevas un fuerte golpe y una gran abolladura en tu armadura....

Con un lacerante dolor en el hombro, fijas ti mirada en los ojos de tu peligroso adversario, dándote cuenta de que este siente una gran felicidad al enfrentarse a ti. Urek te sonríe complacido y se prepara para continuar el combate....

Viendo que drow se puede hacer cargo de Drizzt me dirijo a Asterot y ataco con una de las hojas de mi arma tomandola a dos manos.

Eres sensato, pero no faltaré a mi palabra...

Asterot, el cual apuntaba a Daenerys con su ballesta, no parece estar desprevenido ante la presencia de Lucius, y cuando este se abalanza sobre él con su espada por delante, el drow se mueve con rapidez y agailidad hacia un lado, esquivando por lo pelos el peligroso ataque...

Sonriente, el mago observa con cautela tanto al guerrero como a la drow mientras deja caer al suelo la ballesta así como la mochila requisada al encadenado drow, sabedor de que en esos momentos le es completamente inútil....

¿Sabíais que soy descendiente de la diosa? ¿Sangre de su sangre? - afirma, con voz serena y triunfal, mientras su cuerpo tiembla de forma vigorosa y se encoge rápidamente, acabando en el suelo hecho un ovillo cada vez más pequeño, hasta que de repente, tan solo observáis a dos pequeñas arañas, de no más de 10 o 12 cm de diámetro, que surgen de debajo de la túnica vacía del mago...

Ambas arañas inician una rápida carrera entre los pies de Lucius, dirigiéndose al lugar por donde Zenram y Rasguz se marcharon persiguiendo a los orcos......

El guerrero no puede sino admirarse de la tremenda resistencia del orco, consciente de que la mayoría habría caído ante tan poderoso embate, sin embargo este pensamiento apenas ocupa su mente una milésima de segundo, ya que un instante después el dolor producido por el tremendo golpe de su adversario le saca de sus cavilaciones. Su mirada encuentra a la de su enemigo en el fragor del combate, se cerciora que, como él, esta consciente de haber encontrado un enemigo digno de enfrentarle, no intenta pronunciar palabra alguna, tampoco hace falta, el sudor de su cuerpo y la mueca de dolor que se refleja en su rostro a través del yelmo son mas elocuentes que cualquier discurso, una sonrisa bélica es acompañada de un veloz arco dibujado en el aire por su espadón. El arma del guerrero ataca directamente el hombro de su oponente en un intento de cercenarle, sin embargo el orco es mas veloz y ágil de lo que su tamaño dan a entender y con un pequeño paso atrás arquea la espalda evadiendo el ataque con cierta facilidad, lo inesperado del movimiento deja al guerrero en una posición vulnerable de la cual es consciente, instintivamente su brazo se eleva por encima de su cabeza en un acto reflejo de su cuerpo para intentar cubrir con su cuerpo el inminente hachazo que sabe no tardará en acometerle....

...Y este no tarda más que un instante en producirse, pues el orco impulsa su arma hacia la derecha y con tremenda fuerza realiza un arco horizontal de derecha a izquierda, a la altura de tu pecho. Pero todo y ser de un fuerza espectacular, el movimiento del orco es lento y previsible, y ágilmente logras inclinar levemente tu cuerpo hacia atrás, realizando una maniobra similar a la que del orco y logrando que el filo del hacha no te parta en dos, aunque este logra rozar tu armadura, ocasionándole una fea y marcada raya allí por donde pasa... Aliviado ante el grave error de Urek, te enderezas de nuevo con tu espadón listo mientras la rabia aflora al rostro de tu adversario, el cual parece contrariado, ya que sin duda no esperaba que lograses evitar su mortal embestida....

El golpe zumba en el cuerpo del guerrero al trasmitirse la vibración de su armadura a su cuerpo, sus instintos apenas han logrado salvarle pero el guerrero es consciente que el combate entre tan tremendos contrincantes no ha de prolongarse demasiado, el mas mínimo error de cualquiera de ellos y sera el fin, el movimiento anterior le ha dado una pequeña ventaja y dispuesto a no desaprovecharla Zenram hecha a tras su espadón haciéndole decender al mismo tiempo mientras dibuja un arco de abajo hacia arriba buscando terminar el combate partiendo en dos a su oponente, el golpe parece destinado a cumplir su objetivo he incluso muerde la carne de su objetivo justo en la ingle, sin embargo el orco no menos hábil para el combate aprovecha el mango de su hacha para intentar desviar por lo menos unos milimetros el golpe del espadón...

Lucius logra pisotear a una de las arañas para luego dirigir sus ataque a Drizzt, esta vez con las dos hojas de su espada.

Si, aquí todos tenemos alguna preferencia de la diosa por lo que veo, asi que no se sientan tan especiales.

...pero el movimiento es insuficiente, ya que aunque el mango logra interponerse este es partido fácilmente por el espadón, con lo que Urek tan solo consigue frenar mínimamente la fuerza de la embestida. Sonriente, sientes como tu arma continua su feroz trayectoria alcanzando la ingle e introduciéndose en ella... y cortando la carne del robusto orco como si fuera mantequilla asciende hasta el estomago, donde se detiene, saciada su sed de sangre.

El orco, deja caer los restos de sus arma al suelo, mientras sus ojos, abiertos como platos, te miran primero sorprendidos y a continuación respetuosamente, para seguidamente descender hasta su herida, de la cual, y de forma incontrolada, mana la sangre a borbotones. Tras unos segundos, los dos metros y medio de carne pierden la poca vida restante y caen hacia atrás, mientras tu espada, todavía en el interior de su cuerpo, y aprovechando la inercia y el peso de la caída, termina de cortar la carne, logrando que la pierna derecha y un trozo de cadera quede desmembrada del cuerpo de tu adversario...

Con la respiración acelerada, observas la cantidad de sangre que cubre tu inmenso espadón, para desviar rapidamente la mirada al cuerpo sin vida y partido de Urek, satisfecho con tu trabajo.... cuando escuchas....

Alertado, alzas la mirada a tiempo de ver como el ultimo de los orcos se lanza sobre ti, sorprendiéndote lo suficiente como para lograr que el afilado y pequeño filo de la daga que porta en su mano logre alcanzarte, produciéndote un fino y superficial corte en el cuello. El orco, sin duda nervioso e inexperto en las lides cuerpo a cuerpo, te mira asqueado y cabreado, ya que tu ultimo movimiento, echando hacia atrás la cabeza, ha logrado evitar que su arma degolle tu cuello...

Con la mirada rebosante de ira, el guerrero observa al pequeño y pusilánime orco al cual amenaza con su enorme espadón desplazando la punta del arma hasta su cuello, para en idioma orco y voz baja apremiarle.

No cometas tonterías, no te muevas ni un milimetro, no busco matarte pero si lo buscan mis compañeros, no pierdas un segundo y dime tu nombre......

El guerrero esta consciente de su superioridad, pero sabedor de las triquiñuelas de los magos se asegura de no perder de vista sus manos...

Veo como cae el guerrero a mis pies tras el mandoble de Lucius, y, observo como la pequeña araña sale rápidamente en dirección al pasadizo, sin pensármelo dos veces echo a correr en pos de ella...

Rápido Lucius, se escapa...