Partida Rol por web

Una mezcla de emoción y adrenalina me habían dejado mudo, por otro lado pensé que, al momento de hablar somos mejor representados por un hombre de fe que por uno de armas, así que aguarde en silencio pero observando detalladamente todo el lugar así como las personas dentro de el

Las palabras del sabio mago hicieron hincapié en la mente de Phalandar.
Ya llegará mi momento.

Sabes que las Tierras Pétreas son una franja de tierra árida, entre los Picos de las Tormentas y el desierto del Anaurokh. Está habitada por trasgos, orcos, gnolls y bandidos a los que se llaman genéricamente "invasores fronterizos". Sabes que Cormyr ha ofrecido varias veces recompensas monetarias y títulos a cualquier aventurero que logre someter a las bestias y logre convertirla en una tierra civilizada.

Phalandar esboza una sonrisa al escuchar el que parecía iba a ser el destino de los escudos.
Sin intención de interrumpir, si no más bien de colaborar en la conversación, Phalandar muestra sus dotes para con la geografía del lugar.

Por supuesto, pero no olvidemos a los "invasores fronterizos", orcos, trolls y demás escoria humanoide, no será un camino fácil.

-El camino que habitualmente recorre la caravana está a media jornada de viaje al Norte, aunque supongo que deberéis adentraros al Noroeste en las Tierras Pétreas, si es que encontráis algún rastro de a dónde pudo ir. O a los Picos de las Tormentas, al Suroeste, que es de donde extrajeron el mineral. Aprovisionaros bien, y preparaos para dormir a la intemperie, porque os esperan varios días al raso.
»Y sí, las Tierras Pétreas son peligrosas. La explicación más lógica es que la caravana fuese asaltada por los invasores fronterizos. Más por las provisiones o las armas que pudieran llevar que por las gemas, que no tienen ningún valor para el puñado de criaturas primitivas que moran esas yermas soledades. Con un poco de suerte podréis recuperar el cargamento intacto.

Bien, necesitamos raciones y equipo para acampar, ya que el nuestro quedó bastante desgastado del último viaje... tal vez podamos acondicionarlo, pero raciones necesitamos.

ajusto un poco mi armadura
Alguacil Athris Thearyn, gracias por confiar en nosotros. Bien, buscamos el almacen?

debido a que solo tengo 8 halcones de plata, compraré raciones para un día y trataré de racionarlas...
Bueno.. por algo Tymora nos brinda frutas de los árboles e invade las tierras con ciervos...
Lleno mi odre con agua y digo:

Estoy Listo.

Busco en mis provisiones y confirmo que aún me queda una ración escasa y agua.
Bueno...he pasado hambres peores... Me vuelvo hacia Lharondar Yo también, cuando queraís.

-la comida y la espada es lo primero, para lo demas ya habra dinero...- digo esto sobando mi estomago y palmeando mi espada - este viajero esta listo, cuando gusteis partimos -

Phalandar observa a sus compañeros y les acompaña mientras se despiden del alguacil.

Estaremos alerta en todo momento, alguacil. No defraudaremos.

Phalandar llena su odre de agua y suelta una pregunta al aire.

Dónde podría conseguir otra ración de comida ?

Los Escudos de Setesper se dirigieron, bajo recomendación del Alguacil, a los Barriles de Bendagar. Ahí se aprovisionaron como creyeron pertinente e iniciaron su camino al Norte.

La lluvia los acompañó durante todo el camino, sumiendo a la compañía en un silencio hosco. Sus ropas estaban empapadas, y el barro en el que se había convertido el sendero de tierra que seguían les llegaba a la altura de las rodillas. Los relámpagos restallaban en el cielo, descargando su furia sobre los escarpados Picos de las Tormentas. A medio día aún no habían visto rastro del carromato, y la lluvia empezaba a arreciar. A un kilómetro de distancia, sobre un promontorio de piedra se elevaba unas ruinas de lo que parecía ser una atalaya en tiempos antiguos. Uno de los muros se había desmoronado, pero la techumbre permanecía intacta, y quizá podrían encontrar un sitio seco donde comer y descansar.

A una hora de viaje al sur, en las faldas de los picos de las tormentas, se divisaban un conjunto de perforaciones en la roca. El conjunto de grutas naturales también podrían servirles de refugio.

Veo los dos refugios y me giro hacia mis compañeros como puedo, intentando hablar alto para que me oigan por si entremedio se oye algun trueno Propongo refugiarnos en esas ruinas, y si amansa un poco ir hacia las grutas, que parecen más seguras, ¿que opináis?

Estoy de acuerdo.. sin embargo no estaría de más estar alertas. Así como vimos ese sitio como posible refugio, otras criaturas también podrían haberlo hecho.

Calado hasta la médula, Phalandar echa un vistazo a las ruinas y al sur, hacia las grutas.

No parece que vaya a mejorar mucho el tiempo, estoy deacuerdo en acampar en las ruinas.

-vamos rápido pero con los ojos abiertos- con mi escudo en la espalda y mi arma sin la cinta de paz, acelero el paso en dirección a las ruinas

Desanudando sus cintas de la paz para tener sus armas dispuestas para lo que pudiera suceder, los Escudos de Setesper se desviaron del camino para remontar la loma que ascendía hasta el puesto de guardia. Los relámpagos destellaban en el cielo, llenando de sombras inquietantes las ruinas de aquella desvencijada estructura. Y el bramido ensordecedor de los truenos los sobresaltaron en más de una ocasión.

Empapados y ateridos de frío se acercaron a la estructura, que estaba sumida en la más profunda de las oscuridades. No podían encender una antorcha, pues la madera que llevaban en las mochilas estaba mojada y no prendía, así que Sharaden encendió su linterna. Bajo su luz, desde fuera, vieron los restos de una sala, con muebles destrozados, cuyo interior había sido saqueado hace mucho tiempo. Unas escaleras de caracol ascendían a ninguna parte, habiéndose desmoronado todo el piso superior.

Había cascotes por doquier, y la estatua intacta de una mujer, y una gran trampilla de madera cuyo tirador era una enorme argolla de hierro oxidado, que parecía conducir a los sótanos de la torre.

Entonces... digo observando el estado de la torre, alumbrando con la linterna y la trampilla del sótano, que luego señao Eso debe ir más abajo...quizás estara inundado, ¿no? Con la de lluvia que está cayendo...pero necesitamos cobijo.... Mi voz empieza a sonar algo entrecortada por el frío que se cala hasta los huesos.