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Los guardianes del faro

ESCENA 1 - GRUPO 2 - CIAN BURKE Y JENS CLAUSEN.

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28/05/2022, 22:33
LUZ DEL FARO

Noruega. Un pueblo perdido de la mano de dios. Un lugar de una belleza incalculable, que parece anclado en el tiempo. Anclado en un pasado tan antiguo que apenas se podría datar. Un pueblo con un nombre que apenas los lugareños pueden pronunciar.

El frío atenaza toda la costa y el silencio es tal que parece que os encontráis mirando una fotografía de un faro. La luz esta apagada por qué aún es pronto, la estructura apenas es visible debido a la niebla.

A vuestro lado está el hombre que representa a la empresa que os ha contratado y que os ha traído en furgoneta por una carretera estrecha y apenas asfaltada. Junto al vehículo están vuestros equipajes. Algunos lugareños os observan con poco interés mientras reparan lanchas y redes de pesca.

En el embarcadero más grande se puede ver una lancha larga, con la pintura gastada y de aspecto resistente a pesar de parecer sacada de una imagen de algún libro de historia. Dentro, revisando todas las cajas donde están las provisiones, hay un hombre de largas barbas y cabellos trenzados. Viste ropa gruesa y un abrigo que ha visto años mejores.

- Recojan sus maletas -dice el que ha sido vuestro chofer desde que os recogió en el aeropuerto hace días - el faro les está esperando. Suban al barco. Les deseo buena suerte.
Sin más os ayuda a cargar el equipaje.

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29/05/2022, 22:54
Cian Burke

La sensación de sentirse lejos de todo lo que antes tenía como prioridad le abrumaba en parte. Pero ya nada le retenía en Kinsale, de hecho, el simple hecho de estar en esa tierra hacía que se le revolviese el estómago y el pecho se le encogiese. Necesitaba respuestas y, quizá, aquel faro tuviese la bondad de devolverle algunos recuerdos.

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El ambiente era frío, la niebla apenas le dejaba observar el paisaje. Cian cruzó una mirada con el chofer, y simplemente asintió con la cabeza mientras sus ojos se clavaban en el barco. Se subió sin decir nada, y esperó a que su compañero de trabajo llegase, le observó unos segundos, recordando lo que le habían contado de él. Realmente no tenía intención en preocuparse por nadie más que sí mismo y, de hecho, prefería tener el mínimo trato con cualquier persona. Inconscientemente miró su reloj y volvió la vista al mar.

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30/05/2022, 12:12
Jens Clausen

Un paisaje frío, desolador, donde el silencio era el rey; el lugar perfecto para rumiar sus pecados y expiar sus culpas. Era un extraño en tierra extraña pero lo mejor, al ver la actitud de los pocos habitantes de aquel pueblo, que nadie se preocuparía de saber quién era o de dónde venía. El lugar perfecto para esconderse del mundo; aunque nunca podría esconderse de él mismo.

Cuando salió del coche lo primero que sintió fue dolor en su pierna. La humedad del ambiente era mortal para las viejas heridas del accidente, un dolor que llevaba como una penitencia y al que había dejado de prestar atención. Echó un rápido vistazo al faro y asintió en silencio, antes de centrar su atención en el que sería su compañero. Un hombre de aspecto rudo, del que apenas conocía algo aparte de ciertos retazos de su historia y de que tenía algún problema de memoria. Lo envidió por eso; a él le hubiera gustado borrar de su mente aquel fatídico día.

Con un suspiro de resignación asintió a las palabras del hombre que los había llevado hasta alli, recogió su equipaje y se despidió de él antes de avanzar, cojeando ligeramente, hasta el barco que los llevaría a su compañero y a él a su nuevo hogar. Soltó lo que llevaba, sobre todo ropa de abrigo y libros, en el barco y saludó con un movimiento de cabeza al que durante muchos días sería al único humano que vería.

Jens era capaz de darse cuenta cuando alguien no tenía ganas de comenzar una conversación, como su taciturno compañero, y él no estaba dispuesto a forzar ninguna. Así que el silencio continuó siendo el rey de aquel solitario lugar.

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31/05/2022, 20:59
LUZ DEL FARO

Depositáis el equipaje en la lancha y subís a bordo. El hombre os mira y podéis ver en sus ojos que no le importáis nada en absoluto. Si del mar emergiese una mano gigantesca y os arrastrase a las profundidades, el hombre no movería ni un sólo músculo.

Una vez instalados, el hombre pone en funcionamiento el motor. Como si se tratase de un viejo aquejado de una tos que indica una enfermedad pulmonar letal, la embarcación pone rumbo hacia el faro.

La niebla os comienza a rodear tras abandonar la costa, a los pocos metros de la orilla. Avanzáis de forma lenta, como lo haría un reo que se dirige a su hora final. Por un instante la lancha se detiene. Su motor ha dejado de funcionar y lo único que rompe el silencio son las maldiciones que el viejo marino escupe por su boca, en su lengua natal.

El mar, que hace unos segundos estaba en calma como un plato, se encrespa. El viento azota la zona y las olas surgen como bocas ávidas de sangre caliente. La lancha se tambalea y vosotros con ella. Las cuerdas que atan la carga, gimen de dolor. Lo único que parece inalterable es el faro, que os juzga desde la distancia.

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01/06/2022, 13:31
Jens Clausen

La niebla lo empezó a envolver todo convirtiendo aquel viaje en algo mucho más deprimente y lúgubre de lo que ya ser. El marco era idea para dejarse arrastrar por la melancolía y el dolor. El silencio solo era roto por el chapoteo del agua y el roncar del motor de la embarcación. Y su patrón... Jens se fijó en el hombre que guiaba la nave; huraño, salvaje, inmisericorde como todo lo que crecía y vivía en aquel lugar apartado.

Desvió la mirada a su compañero, pensando en lo bien que entonaba con el ambiente; igual de silencioso y rudo. Se intentaba imaginar cómo iba a ser a partir de ese instante su vida en el faro compartiéndola con aquel hombre que aún no había abierto la boca. Jens no había aceptado el trabajo para hacer amigos pero aquel hombre compartiría con él demasiado tiempo como para obviar simplemente su existencia.

Sin embargo todos sus pensamientos fueron cortados de golpe cuando notó que la lancha se detenía. ¿Tan abstraído había estado que no se había dado cuenta que habían llegado? Miró a su alrededor pero el faro aún se veía a mitad de camino y los juramentos del hombre que los llevaba eran claro signo de lo que había sucedido.

Jens intentó dar un paso pero un súbito encrespamiento del mar a punto estuvo de hacerle perder el equilibrio.

¿Quiere que le ayude? —preguntó, convencido que ya conocía la respuesta de antemano, pero aún así... preguntó—. Mal momento para quedarnos parados. —El tiempo cada vez se estaba poniendo peor y los continuos balanceos de la lancha hacían peligrar no solo su equipaje y provisiones sino incluso a ellos mismos.

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02/06/2022, 01:18
LUZ DEL FARO

El mar se encrespa como en una pesadilla y os agarráis a las cajas. El viejo hace lo mismo, mientras farfulla algo que no comprendéis. Parece alguna vieja oración de algún culto antiguo y pagano.

Como si fuese un amante caprichoso las olas os sacuden y con el motor parado avanzáis hacia el faro.

De pronto un golpe de agua se eleva hasta el cielo y se detiene antes de caer sobre vosotros. Os habría convertido en sopa salada sobre madera que se resquebraja, pues la lancha parece que está a punto de romperse por la mitad.

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02/06/2022, 14:51
Cian Burke

Cuando la lancha quedó parada, Cian suspiró impacientemente y, con el ceño fruncido, protestó mirando hacia el hombre - ¿qué ocurre? - hizo el amago de levantarse para tratar de ver qué pasaba con el motor pero una sacudida le hizo retroceder nuevamente hacia su asiento, se agarró como pudo a lo que había en aquella lancha que le hiciese no volcar hacia el revuelto mar.

- Joder - se dirigió hacia el hombre unas milésimas de segundo después de ver cómo casi una ola los mata y, agarrándole de las ropas y zarandeándolo le reprochó - reacciona coño, ¿podemos nadar hacia la orilla desde aquí? a la próxima no lo vamos a contar - estaba visiblemente enfadado. No entendía cómo no había podido preveer algo como aquello, su compañero y él eran inexpertos en el mar y en el conocimiento de los oleajes, pero aquel hombre se conocía que les llevaba décadas de ventaja respecto a eso. Su última intención era morir tontamente hecho añicos en un trozo putrefacto de madera. No sin antes de conocer la verdad. En sus ojos había mucha rabia pero, a la par, también había miedo. Le soltó esperando una indicación aunque por su estado alterado, era casi evidente que actuaría en cualquier momento si la respuesta le parecía tardía.

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03/06/2022, 00:46
Jens Clausen

Las olas, cada vez más embravecidas, sometían a un continuo vaivén a la barca impidiendo que sus ocupantes pudieran mantener una posición estable. Jens, agarrado con fuerza al primer apoyo fiable que encontró, era incapaz de volver a ponerse en pie. Ni siquiera pudo reaccionar al ver a su compañero colérico contra el patrón. A él también le hubiera apetecido gritarle, hacerle reaccionar de alguna forma ya que el hombre ni siquiera se había molestado en contemplar su amable ofrecimiento de ayuda. Pero Jens no podía...

Su estómago, ante el incesante y brusco movimiento de la barca, se había empeñado en unirse a aquel viaje que estaba resultando más catastrófico de lo que hubiera imaginado. Y para colmo aquella gigante ola que amenazaba con devorarlos y tragarlos hasta el mismísimo fondo del mar.

Jens se quedó mriando la muralla de agua, con miedo porque era un cobarde, pero también con alivio y se sorprendió al comprobar que nada sucedía y que esa no iba a ser la ola que los arrastrara en brazos de la muerte. Porque la barca continuaba con sus quejidos; como una vieja reumática cuyos huesos crujían a cada paso que daba, despacito, muy despacito así avanzaban ellos también hacia el faro.

Tirarnos a este mar embravecido sería un suicidio —dijo, elevando la voz para que su compañero lo escuchase. Si tenían que morir que más daba que lo hicieran junto a unas tablas viejas que engullidos directamente por el mar.

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05/06/2022, 00:22
LUZ DEL FARO

A pesar de la tormenta, parece que el mar no os va a engullir. No sois la presa que está buscando o simplemente ha decidido dejaros para más tarde. A veces hay que dejar que la comida se enfríe para poder digerirla sin quemarse.
El viejo marinero os ignora en todo momento, aunque tratéis de hablarle. Suponéis que entiende vuestro idioma, pero que no desea comunicarse con vosotros.
La lancha se dirige hacia el embarcadero. Un lugar pequeño en el islote rocoso. El hombre amarra su modesta embarcación a un grueso poste y os mira. Os señala las cajas y la tierra firme, sin duda os está pidiendo que descarguéis los víveres.
Tras esperar unos breves instantes, desembarca y comienza a descargar las cajas. Las deja junto a una camioneta destartalada, que usaréis para llegar al faro.

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07/06/2022, 00:27
Cian Burke

Casi al borde de perder los nervios, Cian apenas podía centrar su atención en lo que pasaba alrededor, el hombre ni se inmutaba y eso le irritaba aún más, fue cuando escuchó la advertencia de su compañero que giró el rostro hacia éste para farfullarle algo, que vió que a pesar del temporal se mantenían a flote. Volvió a su lugar, aún con la mirada iracunda, su respiración era profunda y quejosa pero, poco a poco, junto al baile de las olas éste se fue calmando. Pero no fue hasta que estuvieron en tierra y estuvo finalmente tranquilo cuando, tras salir de la lancha y recoger sus cosas, pasó por al lado de Jens y le dijo, lo suficientemente alto como para que pudiese escucharlo y a la vez bajo para que nadie más que él lo escuchara - Vamos - ¿era aquel acto de romper el silencio una forma de agradecimiento por la advertencia de antes? No realmente, pero a fin de cuentas sabía que tarde o temprano tendría que hablar con Jens y que, si hasta ahora no había ocurrido, era porque él mismo se había negado a establecer contacto visual.

- ¿Aún con ganas de trabajar aquí? - rió escéptico, su humor era ácido y, a juzgar por su rostro serio y con poca gracia, parecía como una invitación a que se largase y le dejara solo. Continuó depositando sus pertenencias dentro del coche y suspiró deseando que aquel día acabara y llegase la noche para darle respuestas. Una vez hubo terminado se montó en el coche en el asiento del conductor, asumiendo que conduciría aquel cacharro hasta su destino, y a ser posible a la mayor velocidad que permitiera el coche y la carretera. El faro se veía próximo y sus ganas de llegar eran inmensas, miró el reloj una vez más impaciente.

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07/06/2022, 18:59
Jens Clausen

Por suerte el motor de la barca empezó a funcionar de nuevo al tiempo que las olas se iban relajando poco a poco, lo que permitió que llegasen por fin al embarcadero. El taciturno patrón que los había llevado hasta allí siguió sin decir palabra, aunque sus gestos eran lo suficientemente elocuentes para saber en todo momento lo que esperaba de ellos. Y eso fue lo que Jens, junto a su nuevo compañero, se dispuso a hacer. Cargó las cajas de víveres y su equipaje en el viejo automóvil que los acercaría al faro.

Enarcó una ceja con escepticismo cuando Cian se acercó a él. Lo observó un instante, evaluando si aquel tipo le iba a caer bien o por lo contrario, y lo más probable, sería como un grano en el culo difícil de quitar. Desde luego no iba a ser alguien fácil de tratar, algo por otra parte que Jens agradecía, de esa forma seguramente se mantendrían a distancia el uno del otro, o al menos a toda la distancia que aquel solitario y pequeño lugar les permitiera.

¿Por qué no? Solo ha sido un contratiempo... Tendremos que acostumbrarnos a estas tormentas —dijo, con más sequedad de la que probablemente sería necesaria; pero Jens no estaba de demasiado humor y su compañero no era el indicado para animarlo.

Sin decir nada más, ni siquiera molestarse porque Cian se hubiera puesto al volante, Jens se subió al vehículo una vez cargadas las provisiones y los equipajes. Se había despedido del hombre que los había llevado hasta allí con un hosco movimiento de cabeza; ni se molestó en decirle algo porque, después del silencioso viaje que habían tenido, dudaba que el hombre comenzara a hablar en aquel momento.

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07/06/2022, 20:56
LUZ DEL FARO

Cuando todas las cajas están cargadas, el hosco lugareño os señala el contacto del vehículo. Las llaves están puestas. Dos copias idénticas unidas por un llavero que es una pata de conejo. El animal tuvo poca suerte y el pelaje, sea sintético o no, está sucio y desgastado.

Sn mediar ni una sola palabra con vosotros, se sube de nuevo a la lancha. Escupe a la orilla y pronuncia con unas palabras, que suenan como una maldición antigua y prohibida. Sin esfuerzo consigue que el motor de la embarcación se ponga en marcha.

Cuando se dispone a abandonar el lugar, un hombre surge de detrás de unas piedras, donde estaba escondido. En un tipo de apariencia esquelética y cuyas ropas le hacen parecer un mendigo. Su rostro se oculta tras una barba poblada y su pelo enmarañado está cubierto por un gorro de lana. Apesta y sus ojos están muy abiertos, llenos de una demencia sin igual.

Pasa junto a vosotros y golpea con sus débiles manos el capó del coche. A pesar de su manifiesta debilidad, consigue reunir las fuerzas suficientes para correr hacia la lancha mientras grita.

Una vez a bordo, el hombre que os ha traído aquí parte a la seguridad de su propio hogar, mientras un banco de niebla le engulle para hacerlo desaparecer a vuestros ojos.

Os preguntáis que ha sido del otro farero y de las pertenencias de ambos, antes de oír un chapoteo...

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09/06/2022, 00:05
Cian Burke

En cuanto su compañero se montó en el coche, Cian arrancó el motor de aquella destartalada camioneta, ¿acaso todo iba a estar en esas condiciones?, aunque en realidad eso le despreocupaba. Pero antes de que pudiese quitar el freno de mano, un hombre esquelético emergió de entre las rocas - ¡Joder!, ¿Qué haces desgraciado? - atinó a decir, nuevamente alterado, miró por el retrovisor y perdió al tipo entre la niebla - Qué desgraciado, ¿cómo carajo habrá llegado hasta aquí? - preguntó extrañado a Jens.

Esta vez sí, dudó un segundo ante de quitar el freno de mano, pero ya había escuchado un sonido de chapoteo, quienquiera que fuera ese hombre ya estaba muerto si se había lanzado al embravecido mar. Giró la cabeza para mirar esta vez algo mejor y, tras solo ver niebla, terminó quitando el freno de mano y haciendo que la camioneta avanzase en el camino, primero despacio, por si había signos de que aquel hombre hubiera podido salir del agua - Ya he visto suficiente por hoy, cuanto antes lleguemos al faro mejor - dijo mirando de reojo a Jens, esperando ver su respuesta antes de emprender el viaje hacia el faro.

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12/06/2022, 01:45
Jens Clausen

Observaba en silencio al hombre que los había llevado hasta allí cuando, salido de la nada, alguien se abalanzó sobre el coche. El susto que se llevó Jens fue patente al ver los ojos de loco de aquel pobre desgraciado que parecía un mendigo; como un náufrago que acabara de ver su tabla de salvación..

¡Joder! ¿De dónde coño ha aparecido este tipo? —exclamó, casi al mismo tiempo que su compañero.

Apenas tuvo tiempo de reaccionar cuando el desconocido echó a correr hacia la lancha que acabó perdiéndose en la niebla. Todo era tan extraño, tan perturbador que Jens se estremeció de forma inconsciente, preguntándose el porqué aquel hombre se encontraba en aquel lugar desierto y perdido de la mano de dios. ¿Sería el anterior farero? No les habían dicho qué había sucedido con los anteriores inquilinos del faro así que esa posibilidad entraba dentro de lo razonable.

El chapoteo que se escuchó con claridad lo sacó de sus pensamientos y, a punto estaba de salir del vehículo para ver qué había sucedido cuando su compañero arrancó sin más contemplación para dirigirse al faro.

Quizás deberíamos haber comprobado que ese hombre estuviera bien —dijo, aunque sin intentar detener a su compañero. Simplemente se dejó llevar intentando no darle más vueltas a lo sucedido.

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12/06/2022, 19:58
LUZ DEL FARO

El camino está bastante deteriorado, pero es suficiente para llegar hasta el faro. La estructura se encuentra en lo que sin duda es el punto más elevado del islote.

El conjunto, compuesto por dos edificios, lleva allí más años de lo que imaginabais. Parece sacado del somnoliento recuerdo de algún pescador, en una época en la que los barcos no llevaban motor, tan sólo remos.

El conjunto además de la estructura del faro, alta y siniestra, tiene anexionado un edifico bajo unido mediante una pasillo cubierto. Sin duda se trata de la vivienda del farero.

En el momento en que os apeáis del vehículo, este suelta un bufido que indica su muerte. Un vaharada surge del capó y no tarda en convertirse en diminutos cristales de hielo.

En la puerta del lugar que será vuestro hogar durante el próximo año, hay una mancha que recuerda vagamente a una mano.

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15/06/2022, 00:38
Cian Burke

- Dilo por ti, eres libre de salir a comprobarlo tú mismo - le contestó de mala gana, y como tampoco vió que su compañero hiciera amago de salir, él tampoco detuvo el coche y emprendió el viaje hacia lo que sería un lugar anticuado, oxidado, sucio. - Lo que faltaba - se quejó asegurándose de que el coche no volvía a encenderse un par de veces más - más tarde le echaré un vistazo.. quizá tenga arreglo - dijo dirigiéndose hacia la puerta con sus pertenencias.

Observó la huella de la mano sin prestarle mayor atención y se dispuso a abrir la puerta para ver el lugar en el que tendrían que vivir, o sobrevivir, durante su estadía allí.

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15/06/2022, 23:13
Jens Clausen

Jens aspiró con los dientes apretados al escuchar la mala contestación por parte de su compañero. Todo su cuerpo se tensó, pero en ningún momento se dejó llevar por la rabia que había empezado a sentir y mantuvo la boca cerrada durante todo el trayecto.

A medida que el vehículo avanzaba a trompicones por el mal estado del camino, Jens se mantuvo con la mirada fija en el faro cuya estructura se iba agrandando ante sus ojos. Viendo el panorama desolador que tendría que compartir con el huraño de su compañero, se dio cuenta de lo difíciles y largos que iban a resultar los días allí. Por un instante incluso se arrepintió de haber aceptado el trabajo pero los fantasmas del pasado lo trajeron de golpe a la realidad. Él estaba allí por ellos.

Muerto, como todo en este maldito lugar —dijo cuando el vehículo se paró por completo una vez llegaron a su destino.

Sin decir nada más recogió su equipaje y se dirigió hacia la entrada. Caminaba despacio detrás de Cian, observando el desolador panorama que los rodeaba y, cuando llegó a la puerta que su compañero ya había abierto, se fijó en la mancha con forma de mano. No tenía que significar nada, seguramente el anterior farero la había empujado con las manos sucias y su huella había quedado marcada; así que Jens, sin darle mayor importancia a la mancha, entró por fin en el que sería su nuevo hogar a partir de ese instante. Ya no había vuelta atrás.

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16/06/2022, 20:52
LUZ DEL FARO

El edificio anexo al faro y destinado a ser vuestra vivienda durante el próximo año, se niega a daros una calurosa bienvenida. El lugar está frío, gélido. Como si nadie hubiese viviendo allí. No está sucio ni abandonado. Sólo en desuso.

¿Dónde están los antiguos fareros y sus pertenencias?

La distribución del lugar es simple. Una salita, una cocina, dos habitaciones, una alacena, un baño y un aseo. Todo está ordenado y hay provisiones: leña, comida, ropa de abrigo, medicinas, etc.

De la salita, además de la entrada principal, está la puerta que os separa del corredor que os une con el faro. En ese corredor, aislado de las inclemencias del tiempo, está el generador que os permite tener luz y agua caliente. El deposito de combustible, gran parte del mismo es subterráneo, es visible a su lado.

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18/06/2022, 23:35
LUZ DEL FARO

https://www.youtube.com/watch?v=SM0E6lfHSis

Una tormenta descarga su toda su furia sobre vosotros. Afortunadamente estáis bajo techo.

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19/06/2022, 00:00
Cian Burke

Mejor será ponerse a cubierto - dijo entrando con el resto de sus pertenencias tras escuchar semejante tormenta. - Habrá que ponerse cómodos - dijo Cian al aire, aunque claramente iba dirigido a Jens, y se dirigió hacia la habitación de la derecha por pura inercia, imaginaba que ambas habitaciones serían iguales por lo que no se tomó la molestia de preguntarle a su compañero. Entró con todas las cosas y se dispuso a colocarlo todo lo mejor posible. Miró su reloj y pensó que un café estaría bien. Volvió a la cocina y comenzó a preparar suficiente café como para que hubiera para más de 4 tazas, podría decirse que era una de sus pequeñas adicciones - Sírvete si quieres - le dijo a Jens, esta vez se detuvo a mirarlo más detenidamente, evaluó su rostro, que parecía algo demacrado, claramente por las circunstancias que le habían tocado vivir en su vida, al igual que a él. Realmente no eran tan distintos, quizá en algún momento, pudieran llegar a tomar alguna charla pero podría ser demasiado temprano y sus pensamientos podrían no estar del todo centrados en hablar con nadie más que consigo mismos.

Sorbió el café un par de veces más, y caminó con su taza por las instalaciones para memorizar dónde estaba cada cosa y revisar si estaba todo en orden.