Partida Rol por web

Asiento a lo dicho por Lyan y agrego.
- Creo que si tu confias en tu compañera, bien podemos correr el riesgo. De momento yo aun estoy conociendo a Adele, luego vere si es de fiar.
Lo importante es actuar unidos contra los más fuertes...

No queria ni pensar en que ocurriria cuando solo quedaran un puñado, cuando las alianzas y amistades se deshicieran como nieve en primavera. Si la muerte era siempre el camino, pues no me dejaria arrastrar simplemente por la corriente.

No sabia con exactitud que edad tenia aquella muchacha, pero de la manera como actuaba parecia apenas una niña. Era una crueldad que estuviera metida en esto, me enfermaba la sola idea de que alguien aprovecharia su inocencia y debilidad para machacarle el craneo solo para garantizar un premio.
- No me temas, no quiero lastimarte.- Le digo, con completa sinceraridad, en el fondo yo mismo me obligaba a no pensar que en los juegos del hambre no habia amigos, solo enemigos.
- Yo tambien tengo miedo, soy apenas mayor que tu y he visto lo que son capaces los otros tios mayores. La unica oportunidad de vivir es unirnos los debiles y luchar contra los fuertes.

Me pongo en cuclillas no muy lejos de ella, donde nuestras miradas pudieran encontrarse pero sin intencion de invadir su "zona de confort". La examino detenidamente antes de volver a hablar, el silencio parece largo y pesado, la idea de la carniceria que de un momento a otro nos envolvera ocupa cada uno de mis pensamientos. Solo habria una posibilidad de vivir y era uniendose en grupo.
- No tienes que disculparte por nada. Yo solo...quiero decir que te vi aqui, recluida y pense que en el fondo estabamos en la misma situacion. Cuando estuvieramos alla afuera con todos esos tios entrenados, con sus musculos y sus habilidades con armas.
Quizas no pueda ser de mucha ayuda defendiendote, pero se arreglarmelas solo para sobrevivir...
 

- Lo tenemos difícil. Aunque no recuerdo* la edad de todos, tal vez resulte que al final somos más los pequeños. - dice sabiéndose la más pequeña, y siendo consciente de que, de los pequeños, es la única chica, por lo que puede que incluso no la tengan en cuenta, al considerarla más débil. 
- Bueno, quien lo haga, se llevará una sorpresa... - piensa antes de poner los ojos en blanco, al no creérselo ni ella.
- Si salimos vivos de la Cornucopia, podríamos intentar juntarnos, sí. Porque supongo que no estaréis pensando en quedaros mucho en la Cornucopia, ¿no? 

Vivian se acerca a Lily después de uno de los entrenamientos. Cuando la gente se va acercando a los ascensores para subir a sus respectivas plantas. Se la queda mirando, hasta que Lily es consciente de que está mirándola. Sin importarla que tarde. Sin prisa. Como si no faltaran sólo días para que una, o ambas, mueran. No es hasta que se da cuenta de que Lily ha reparado en su presencia hasta que habla.
- Hola. Mucha gente dice que tú y yo, bueno, no tú y yo, si no las mujeres de nuestros distritos, nos parecemos. ¿Tú qué piensas? 
- Boba, boba, boba, ¿te crees que empezando así la conversación va a querer aliarse contigo? - piensa la pequeña. - pero si James dice que parece de fiar... 

James hace un gesto a Lili para que se acerque, ya que estaba en un lado mirando a otros tributos.

-Esta es Lili, para empezar en la cornucopia ya tenemos un plan. Si al final aceptais hacer pacto entre nosotros sabed que cuando hago un pacto lo cumplo hasta el final...sin excepciones.

En su cara aparece un gesto de seriedad impropia de alguien de su edad. Parecia como si aceptara todo lo de los juegos debido a que era la ley.

Lyan del distrito 12- responde- tengo 13 años- añade. Tampoco es que fuera una diferencia enorme, pero algo era algo- tu dirás- pensó que lo mejor era ir al grano del asunto lo antes posible. 

Bueno compañera, no nos queda otra de movernos por aqui haber que podemos sacar de aquí- era esencial alguna que otra alianza. Al menos para mantenerse al inicio con vida.

- Verás, lo que los profesionales harán será seguramente coger un arma de la Cornucopia nada más empezar y ponerse a matar. Los que tenemos dos dedos de frente y no somos ineptos sacos de músculos entrenados para masacrar por diversión tendremos que huir. Eso quiere decir que lo más conveniente es coger los recursos que tengamos más cerca y correr como perros - hace una pequeña pausa y sonríe para sí misma -. Obviamente todos queremos armas, mochilas y comida, pero cuanto más tiempo pasemos en la cornucopia, peor. El trato es este: yo cojo armas, tú cojes algo de comida y si puedes una mochila. Cogemos lo mínimo que tengamos más cerca para minimizar el tiempo que pasemos allí, y corremos. Nos encontramos luego, nos repartimos equitativamente el botín, y cada uno por su lado. ¿Qué te parece?

-Ya sabes lo que te dije en el tren, Ethan... -murmuró Leah acercándose un poco al oído de su compañero de distrito-. No se, no se... Si no tenéis nada mejor que ofrecernos que el sentido de la orientación creo que no nos conviene aliarnos con vosotros.

Leah se cruzó de brazos mostrando lo fuerte que era. Llevaba una toalla al hombro y parecía que acababa de terminar una intensa sesión de ejercicio.

-Somos profesionales, venimos a matar gente, no a protegerla. Mirad... Si demostráis que servís para algo durante la Cornucopia hay trato. Prometemos no atacaros, ni nosotros ni los otros cuatro profesionales, pero tampoco vamos a defenderos. Si sobrevivís al resto y demostráis que sois fuertes atacando entráis en el grupo. ¿Qué dices, Ethan?

- Hola, no molestas. Mi nombre es Lily -la acerco mi mano para poder agarrar la suya en señal de saludo- No es que este ahora en mi mejor momento, pero podemos decir que estoy bien. -Algo de humor no venía mal en estos momentos antes de empezar los juegos.

- ¿Te gustaria que hicieramos una tregua entre tu y yo? Y a lo mejor también nos juntamos con algun tributo mas. ¿Que te parece la idea?

La miro de arriba a abajo, intentando ver algo de fortaleza y seguridad en ella. Parece que tiene algo, pero todavia no es capaz de demostrarlo segun me a dado a ver.
 

 Varios tributos se encuentran en la zona de prácticas de tiro con arco. Marcus es consciente de sus límites y sabe que tiene que aliarse con alguien ya que apenas tiene oportunidades el sólo frente a aquellos chicos de los altos distritos. Un escalofrío le recorre el cuerpo al pensar en un enfrentamiento con Gen, el del distrito 1, está realmente asustado.

 Dispuesto a ello y sintiéndose confiado en su labia se dirige hacia un chico más mayor que él- Hola, me llamo Marcus, he visto que peleas bien.

Veo que Vivian se acerca a mi. Era una de las chicas más pequeñas de los juegos y tenía una cara angelical que hacía que se te cayera la baba... Parece ser que James la ha hablado de mi, y por lo que veo, le a dicho cosas buenas de mi.

-Es cierto, las mujeres de nuestros distritos se parecen. Las 2 juntas podríamos hacer cosas grandiosas si nos lo proponemos. Pero nadie más puede saber esto. Solo lo sabe James, y nadie más. Si alguien más se enterán podrían ir a por nosotras y moririamos muy pronto. ¿Me prometes que lo mantendrás en secreto? - la miré a los ojos para ver si podría confiar en ella y así poder hacer unos buenos juegos del hambre y tener alguna posibilidad de durar unos cuantos días. Tenía fe en esa niñita de ojos marrones. Pensaba que si guarda nuestro secretos seriamos buenas amigas.

Cogí aire mirando al techo, me relaje un poco, ya que en unos días no podría permitirme eso, y la volví a mirar.

Estaría bien que nos aliasemos. ¿Que te parece la idea Vivian?

Me acerque a James, que estaba con un grupo de chicos. Me fije y vi que estaba con los más pequeños de los juegos. ¿Qué estarán planeando?

-Esta es Lili, para empezar en la cornucopia ya tenemos un plan. Si al final aceptais hacer pacto entre nosotros sabed que cuando hago un pacto lo cumplo hasta el final...sin excepciones.

Esto es lo que tenía pensado, que nos aliaramos con ellos. ¡Que mente mas brillante!

Me fije en todos ellos, había 2 chicos y una chica. No tenian mala pinta. Un chico del distrito 7 y otro del 12. Serían buenos aliados.

-¿Qué decis? ¿Quereis hacer un pacto con nosotros? Si somos un grupo de unos pocos podremos hacernos con unas cuantas armas y provisiones para poder sobrevivir en los juegos.

Me fijé en como se miraban entre ellos para decidir nuestra propuesta. Veía caras de aprobación otras de desaprobación. Les dejé un tiempo para que lo pensarán y me dieran una respuesta.

- Concuerdo contigo, compañero  - respondo, pasandole un brazo sobre los hombros

Desde luego, su plan tenía sentido. Él tenía claro que no iba a arriesgarse lo suficiente para coger algo que pudiera ser de valor. Agarraría lo primero que pudiera y saldría por los pies en polvorosa, ni mas ni menos. 

Claro que si ella se la jugaba para conseguir posibles armas, no tenía nada que perder. Siempre y cuando no le traicionase a la mínima ocasión.

No me parece descabellado tu plan, siempre y cuando pueda fiarme de ti- dice- perdón por ser tan desconfiado, pero uno debe guardarse las espaldas. 

Somos los mas pequeños. No tenemos muchas mas opciones que esta unión- dice- por mi de acuerdo. 

- Solo con que aceptes las tenemos guardadas. Si uno traiciona al otro, estamos jodidos los dos. Solo con armas o solo con equipamiento no se llega muy lejos. No voy a apuñalarte si piensas eso, matar para robar equipamiento es algo que ya haré después, es tan solo que contigo prefiero ahorrarme la sangre y el esfuerzo. No te considero peligroso, y no quiero tener en mi conciencia haber matado a un chaval. Soy despiadada, pero no una jodida estatua sin corazón como esos putos profesionales. -escupió al suelo con desprecio - Y también creo que te mereces una pequeña oportunidad. No creo que lo consigas, pero no seré yo quien te arrebate tu oportunidad.

Intercambiar equipo no era un plan descabellado- no me parece mal tu plan. Acepto- solo esperaba que se mostrase sincera en su ofrecimiento de intercambiar objetos.

Vivian sonríe, al darse cuenta de que aún James no le ha debido contar el plan... una alianza entre los pequeñajos de la edición. 
- Siento que no va a ser secreto mucho más tiempo... aunque no me parecería mala idea el quedar los cinco donde no nos puedan ver los más mayores. - mira de reojo a su compañero de distrito, parece que con miedo. No necesariamente porque hayan tenido algunas malas palabras, pero Demian... impone.