Partida Rol por web

Los Monjes de la Nada

12 - Calma Estremecedora

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02/03/2009, 16:13
Deron Nisha

Deron, observando críticamente desde la empalizada la evolución de los acontecimientos, sopesó una a una las expresiones de los recién conocidos defensores de Conira y las aprensiones reflejadas por las de sus habitantes, tomándose unos instantes para decidir.

Finalmente, contemplando a la mortecina luz reinante el ajado campo de batalla, señaló a quienes aún aguantaban las puertas de la empalizada, remendándolas y amarrándolas e hizo una seña para que las entornaran.

Fuera quien fuese, era una posible fuente de información: si era amigo una a la que ayudarían y si era enemigo una a la que harían hablar a fuego y hierro si era preciso. El tiempo para los remilgos se había acabado; el soldado había vuelto a tomar el mando de su mente, aferrando con guantelete de acero sus pensamientos, tanto como su propia mano asía ahora la empuñadura de su espada, a la espera del inminente desenlace.

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02/03/2009, 16:21
Director

Los soldados que custodiaban las puertas lanzaron una mirada interrogadora al Magistrado Meliant, quien a fuerza de costumbre y en ausencia del Capitán DeValin, era quien tomaba aquel tipo de decisiones. El anciano reconoció la orden de Deron, la comprendió y asintió con la cabeza confirmándola. Sabía cual era su lugar y en qué momentos y situaciones debía ceder el peso de tomar decisiones como aquella a otros. Asintió una vez más con la cabeza en dirección al soldado cediéndole el mando y le siguió en dirección a las puertas.

Éstas se abrieron casi de inmediato y flanquearon el paso a Mélegat, quien las atravesó en cuanto su corpachón pudo entrar entre ambas hojas de madera. En el exterior el hombre solitario avanzaba dando tumbos y no pudo sostener por más tiempo su propio peso. Cayó frontalmente cuan largo era y quedó tumbado boca abajo sobre el barro y la sangre que cubrían la anteriormente verde llanura.

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02/03/2009, 16:28
Director

Notas de juego

No estás inconsciente, tan sólo agotado. Podrás notar el momento en el que lleguen hasta tí y unas manos te alcen del suelo. Podrás incluso hablar.

Te pongo un poco al día. Illianna y Brúnil, que son quienes te han reconocido, son dos hermanos que tienen un rancho de caballos en la misma ladera de la montaña donde está tu cabaña aunque, obviamente, mucho más abajo, casi en la llanura. Los conoces y has hablado con ellos varias veces. Son buena gente, incluso han adoptado a dos niños pequeños de unos vecinos suyos que quedaron huérfanos.

Mélegat pertenece a un pueblo de mineros que hay a unas horas de tu cabaña, tan sólo lo has visto una vez antes, pero desde luego su recuerdo resulta imborrable. Es un gigantesco hombretón, todo corazón y energía, que ocupa y come por cuatro.

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03/03/2009, 08:54
Brúnil Sondrent

-¡Por todos los dioses! ¡Levantémosle! - el joven Sondrent atravesó las puertas a la carrera detrás de Mélegat y se apresuró a tomar al caido por uno de los hombros, levantándolo del suelo con la ayuda del minero.

A pesar de que sus manos y todo su cuerpo estaban centrados en el hombre, sus ojos no perdían de vista el linde del bosque, tratando de hallar alguna señal de peligro entre la espesura. Mantener las puertas de la aldea abiertas suponía un riesgo mortal.

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03/03/2009, 09:48
Kody Blake

Caía, sentía como caía, pero parecía no llegar nunca al suelo, era como si estuviera dentro de su propio cuerpo, flotando, y ya no sintiera nada.

Al final supo que había llegado al suelo, lo supo porque la hierba se le metía por la nariz y le molestaba en un ojo. No podía cerrarlos, ya no le pertenecían.

Y de nuevo floto, se elevo en el aire. Había gente a su alrededor, movimientos, gente que hablaba, otros que daban ordenes, ojala fueran los hombres del pueblo.

El recuerdo de los Mizen, allá en las montañas, las tumbas que quiso cavar en su honor, y luego, luego aquellas bestias que llevaban sus caras, sus cuerpos. La mismísima montaña como una bestia furiosa intentando matarle.

Todo era una pesadilla.
Sabía que se desangraba por algún sitio, puede que incluso tuviera más de una herida por dentro, pero ahora ya no podía luchar.

Ahora necesitaba caer en un tupido sueño reparador, aunque eso significara no despertar en mucho tiempo, o aunque significara no despertar nunca.

Sin embargo no caía inconsciente, su consciencia se mantenía en el filo de la realidad y aun así no caía inconsciente. Supuso que era porque aun no había pagado la sangre del pasado, la sangre que se había derramado por sus manos o por sus acciones. Todo un mundo de sangre que seguramente no podría perdonar ni cien vidas vividas como un santo. Pero esa idea en el fondo de su corazón, en el fondo de su alma le hacía estar vivo y no morir. Aun tenía que redimirse.

Sentía cosas, eran intermitentes, a veces sabor a hierro en la boca, a veces un fuerte dolor en el espinazo, como si de un latido se tratara.

Ahora estaba flotando a la deriva dentro de su cuerpo una vez más, unas caras lo transportaban hacia el interior del pueblo. Era extraño, quizás divertido, pero las caras le sonaban. Pero algo le decía que no debían de estar en Corina, sino en las montañas. Seguramente fueran espectros, juegos mentales, cábalas absurdas emitidas por una mente enfermiza al borde de la muerte.

Intentaba hablar, narrar lo que había visto, avisar de los males a los que se enfrento y que podían acercarse a el pueblo, pero no era capaz de emitir sonido, o si lo estaba emitiendo, no era capaz ni siquiera el de entenderlo. Era como un murmullo, uno que procedía de los pulmones, que no llegaba a ningún sitio.

Así que se dejo llevar, encerrado en su propio cuerpo, cautivo del dolor extremo y el cansancio.

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03/03/2009, 11:07
Illianna Sondrent
Sólo para el director

Notas de juego

¿Cómo ando de cansancio para intentar una cura?

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04/03/2009, 08:54
Director

Notas de juego

Según la ficha en 4/8. Eso significa que podrías intentar algo más, pero que a partir de ahí necesitas descansar de lo lindo.

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08/03/2009, 14:32
Dammeryn
Sólo para el director

El soldado observó el vientre hinchado de su hermana. Un relámpago de felicidad lo atravesó, sin que él pudiera evitarlo, y se estremeció como un niño. No estaba acostumbrado a ese tipo de alegría.

- Kira - acertó pronunciar - ¿tú estás...? ¿Quién...?...

Volvió a abrazarla con cuidado, consciente de que en el fondo eso era lo menos importante. Miró a sus padres con una sonrisa tan desacostumbrada que le costó dibujarla.

- Mi corazón vuelve a latir con la fuerza de siempre por vosotros, padres, hermana. Ahora vuelvo a tener por lo que luchar, y en buen momento me llegan las energías. Tenéis que decirme qué ha ocurrido en estas tierras para que se haya desplegado tanta sombra, para que buenos hombres se levanten contra sus hermanos, obligados por el hechizo de demonios y seres tenebrosos.

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11/03/2009, 12:11
Brúnil Sondrent

-¿Pero qué demonios le ha pasado a este hombre? ¡Parece como si hubiese sido arrastrado por un tiro de caballos! - con la ayuda de Mélegat levantó al recién llegado del suelo y lo alzaron en brazos – ¡KODY! ¡KODY! ¡RESPONDE!

Se dirigieron al interior de Conira.

-Hermana, échale un ojo a ver. Está lleno de cortes, arañazos y golpes, pero creo que la única herida grave es la del brazo.

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11/03/2009, 16:37
Melegat Ansey

- Tranquilo amigo... eres un hueso duro de roer. - Le digo a Kody intentándo sonreir, mientras miro de reojo a la hermana de Brúnil.

- Curaremos tus heridas amigo, no intentes hablar ahora, estás en buenas manos. - Continúo al mismo tiempo que apoyo una de mis grandes manos sobre el pecho de Kody, dándole ánimos para superar lo que le ha pasado.

Notas de juego

¡Let´s rock!

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11/03/2009, 16:49
Illianna Sondrent

-¡Oh, vamos, vamos, ponedlo ahí, en esa cama! No te preocupes, Kody, ya estás a salvo... estás con nosotros, en casa. Has llegado.

Illianna sacó a los hombretones de la habitación mientras le murmuraba a Brúnil que mandara a un par de mujeres para que la ayudaran.

-Y que traigan vendas, y agua caliente. ¡Rápido! Se arrodilló junto al herido, y empezó a inspeccionar sus heridas con cuidado, sonriéndole mientras lo hacía.

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11/03/2009, 17:06
Illianna Sondrent
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Tirada: 1d20
Motivo: Curar a Kody
Dificultad: 16-
Resultado: 4 (Exito)

Notas de juego

No uso magia de curación, o me quedo frita. Uso medicina, por lo que parece tiene que ser suficiente.

:)

Medicina 4+8 y  +4 por zurrón de primeros auxilios

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11/03/2009, 17:31
Melegat Ansey

¡Bah!

Y ahora nos echan como si estorbaramos. Menos mal que es Illianna... el muchacho se quedará en buenas manos.

¡Retruenos! Murmuro cuando salgo de la habitación. No pienso moverme de esta puerta hasta que alguien me diga que se encuentra bien y fuera de peligro.

Cruzo mis gruesos brazos sobre mi pecho y agacho un poco la cabeza, quedándome mirando un rato el suelo, mientras recupero el aliento de la carrera en busca de Kody.

¡Por todas las piedras de la mina! Espero que se recupere pronto y nos relate lo sucedido.

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11/03/2009, 17:33
Kody Blake

Solo el recuerdo de su olor lo dejaba vivir, pero era una vida muerta sin ese olor. El recuerdo de un olor lo dejaba saber que estaba vivo, pero lo torturaba como solo podria hacerlo un expectro.

Creia que gritaba, o tal vez grito. Un cosquilleo, quizas hormigas, corrian por su cuerpo de un lugar a otro. Buscaban sus heridas, quizas fuera algun tipo de insecta carroñero que estaba a punto de comerselo.

Aun estaba vivo. Queria estar vivo, pero no tenia fuerzas.
Algo llegaba a sus oidos, alguien le hablaba, una mujer. No no podia ser, le gastaban bromas los muertos, estaba seguro de que ya habia muerto, solo pensaba que vivia para torturarse mas.

Tenia solo vision por un ojo, el otro estaba cerrado y no lo podia abrir. Claro que tampoco es que el que podia abrir se abriera mucho. Sintio nauseas. Algo le estaba atenazando el brazo. Con un sordo dolor que casi no pudo aguantar.

Finalmente perdio el sentido y todo se borro. Ni siquiera el quejido que tenia preparado en su gargante fue capaz de salir de su boca. Con el regusto amargo de haber luchado hasta el ultimo aliento cayo en un profundo sopor.

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11/03/2009, 18:06
Magistrado Méliant

El Magistrado Méliant avanzaba en una medio carrera, arrastrando los pies por el suelo y los años en sus espaldas, mientras intentaba mantener el ritmo de Brúnil y Mélegat. Sus manos se movían nerviosas en todas direcciones sin saber muy bien qué hacer, pero deseoso de poder ayudar en algo.

-¡Por aquí! ¡Por aquí! ¡Entradlo en mi casa!.. sí, ahí, justo en ese camastro. ...¡Pero por todo lo sagrado! ¿Qué te han hecho, hijo?

Cuando Illinna comenzó a repartir instrucciones el anciano salió de la casa junto con el minero, a pesar de ser la suya propia, y dejó intimidad a la mujer.

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11/03/2009, 18:33
Director

Juntos, y aún abrazados, pasaron al interior de la vivienda familiar. No era gran cosa, de hecho podría decirse que era bastante modesta, pero su madre la mantenía limpia y cuidada y Dammeryn sonrió al comprobar que incluso habían adquirido un par de "comodidades" más desde su partida.

El huerto trasero seguía produciendo ricos alimentos en abundancia, la leña no escaseaba, el hogar estaba seco y caliente… sus familiares vivos, sanos y sonrientes… ¡y su hermana embarazada! ¿Qué más podía pedir?

Poca cosa tenían que contarle. Kira había contraído matrimonio con un comerciante de lana de oveja al que no le iban del todo mal las cosas. Ese era el motivo en parte de la prosperidad familiar. Asem, que así se llamaba, contribuía a la casa de sus padres con una ayuda mensual, a la que no estaba obligado, pero que entregaba de forma voluntaria con gran gusto. Ahora mismo se encontraba de viaje y su falta podía notarse con toda claridad en el surco de preocupación que mostraba la frente de Kira. De su hermano no habían recibido noticias más recientes que las que el propio Dammeryn traía consigo, por lo que no pudieron aportarle nada nuevo.

En cuanto a lo que estaba ocurriendo en la zona… “Eso me gustaría que nos contaras tú, hijo”, fue cuanto le pudo responder su padre. Estaban tan a ciegas como él, o incluso más. Le contaron que había estado desapareciendo gente, niños al principio y luego incluso adultos. Que habían recibido noticias de bandidos en los caminos y sobre la destrucción de Édelis. Que todo el mundo estaba asustado, la gente no se marchaba del pueblo porque no tenían a donde ir. Le hablaron sobre “el demonio”, una criatura negra, alada, que había sido vista varias veces sobrevolando la aldea. Estaban convencidos de que él era el causante de las desapariciones...

...la velada se vio interrumpida por un soldado que vino en busca de Dammeryn. Algo pasaba en la empalizada.

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11/03/2009, 19:01
Melegat Ansey

Cambio mi gesto serio por un momento, por uno más comprensivo y alegre, mientras apoyo mi mano sobre el hombro del Magistrado.

Cambia esa cara de preocupación, amigo. Está en buenas manos. No le pasará nada malo, sólo está un poco maltrecho. He visto heridas peores que se han solucionado...

Mentira. Todo es una vil mentira. Pero es lo único que se me ocurre para intentar calmar al Magistrado.

Ya no está para estas emociones.

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11/03/2009, 21:42
Ayron Derkbal

¿Y quién asegura que no sea uno más de aquellos con los que tuvimos que luchar? - pregunté al ser expulsado, sin muchos miramientos, de la habitación.
Había acompañado a la comitiva que transportaba al herido, siempre con el arma empuñada, siempre presto a utilizarla en caso necesario.
Quedaba patente que aquel hombre era conocido por los lugareños, pero eso mismo había ocurrido con muchos de los que habían caído en el campo de batalla. Justo los mismos que casi habían acabado con mi vida y con la de los demás.

Giré el rostro para dirigir mi mirada hacia el interior de la habitación, donde Illianna había quedado a solas con el maltrecho hombre....no, no me gustaba en absoluto aquella situación.
Unos pocos metros le separaban de la mujer y su actual paciente...poca distancia en realidad, pero demasiada si aquello se trataba de alguna treta para infiltrarse entre los defensores de Conira.
Cosas similares había visto en el pasado. Verdaderos suicidas que intentaban los planes más astutos con tal de hacer daño en el corazón de las filas enemigas, aunque eso supusiese su propia muerte.

Todos se mostraban bastante preocupados, pero eso no era más que una muestra de debilidad. Habían bajado la guardia y les podía costar verdaderamente caro.
No me ocurriría igual. Yo no le conocía, y por lo tanto era imposible que sintiera aprecio alguno por el desconocido.
A la menor señal de peligro mi espada descendería rauda para separar la cabeza de sus hombros.

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12/03/2009, 09:05
Brúnil Sondrent

El criador de caballos regresó al poco rato a la carrera, casi arrastrando consigo a la mujer del boticario y su vecina. Ambas cargaban con un cesto lleno de toallas y una jarra de agua. Sin detenerse se adentraron en la vivienda y volvieron a dejar a los hombres en el exterior con su compartida soledad.

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12/03/2009, 09:06
Magistrado Méliant

-Demasiadas preocupaciones como para poder cambiar la cara, amigo. Los niños desaparecidos, los hombres muertos, el terremoto, el ataque al pueblo, los propios amigos que nos atacan... todos los heridos... el demonio... el... - conforme iba desgranando la lista de sus problemas la voz se le fue apagando hasta terminar convirtiéndose en un lastimero sollozo - ¿Qué vamos a hacer?