Partida Rol por web

Los Monjes de la Nada

9 - Cuando la oscuridad acecha

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27/02/2008, 20:02
Nhadia Demialt

Se podían oir los dientes de Nhadia rechinando mientras el capitán hablaba…

Que demonios se habrá creido este, claaaro, cualquiera puede hacerse el valiente con un puñado de soldados bajo su cargo…

La ira se iba apoderando del cuerpo de la muchacha, poco le faltaba para no atender a las palabras del capitán y lanzarse a su cuello… cada vez apretaba con más fuerza el mango de su daga, cuando derrepente varios jinetes interrumpieron, con sus gritos le sacaron de la discusión, sólo dejo escapar en tono bajo – Mamarracho… aunque con todo el jaleo De Valin no podría haber escuchado nada.

Se quedo callada mirando lo que sucedia, y en sus ojos se encendieron como dos lucecitas cuando escucho como le daban la razón a las palabras que había dicho antes, que si se quedaban ahí quietos iban a ser un blanco fácil…

Incredulos, desde luego que estoy mejor calladita, aquí nadie me hace caso, ya dije yo que corriamos más peligro quietos, y se me acuso de todo, maldito seas De Valin ¡¡¡MALDITO SEAS!!!.

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27/02/2008, 23:05
Illianna Sondrent

Concentrada en la herida Illianna intentó por todos los medios no escuchar las palabras que el Caballero Ayron iba desgranando rápidamente, explicando la situación. Pero era imposible, se trataba de Conira, de un pueblo en el conocía a mucha gente, y el relato era terrible.

A pesar de eso, siguió tanteando con las yemas de los dedos los bordes de la herida, rozando con suavidad la piel y el músculo. Para ayudarse cerró los ojos, y se dejó llevar. Sintió el dolor del guerrero en su propio cuerpo, y sintió su sangre pujando por brotar. Sintió la carne lacerada. Y entonces, con toda su fuerza de voluntad, con toda la que le fué posible reunir a pesar de su preocupación por lo que sin querer seguía oyendo, empezó a luchar. Empujó con la mente la hemorragia, hasta que la detuvo. Y empezó a cerrar los bordes, a juntar la piel en el lugar en el que se encontraba el inmenso corte.

No fué una curación perfecta, pero cuando abrió los ojos de nuevo ya no sangraba, la herida estaba mucho más cerrada, y el dolor había disminuído. La vida del hombre, al que Ayron llamó Deron, no peligraba, aunque seguiría débil por un tiempo.

-Te dolerá, amigo, y debes procurar contener tus esfuerzos hasta que estés mejor. Pero por lo menos no vas a desfallecer.

Derkbal estaba entonces narrando su encuentro con el demonio alado, y escuchó asombrada que había provocado una masacre entre los campesinos enloquecidos que les estaban atacando a ellos dos, en la cabaña. Mientras vendaba de nuevo el costado de Deron, no dejaba de preguntarse quién había entonces trastornado a la gente, si no era ese ser diabólico...

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27/02/2008, 23:58
Deron Nisha

Poco a poco, el hombre comenzó a abrir los ojos con tímida determinación. Observó a la mujer que lo tenía aferrado como si la viera por primera vez, pero con sincero agradecimiento y comenzó un apagado Grac..., mientras giraba la cabeza en derredor, tratando de orientarse. Fue entonces cuando reparó en la presencia del hierático oficial que dirigía al peculiar grupo. Interrumpiendo la frase a medias, saltó como por resorte, incorporándose a medias:

-Cap... ¿Capitán deValin?- comenzó ganando fuerza en el tono conforme hablaba -Oh, gracias a los hados. Debemos partir inmediatamente hacia Conira.- comenzó tratando de levantarse, apretando los labios por el dolor de la todavía tirante herida.

Entonces, advirtiendo su repentina movilidad, a pesar de la molestia, miró directamente a los ojos de la mujer que lo tenía en brazos instantes antes, lidiando entre la incomprensión y la certeza. El confuso filo de sus pupilas salía y entraba de su vaina intermitentemente, con indecisión. Entonces apretó las arrugas de su expresión, como si le costara concentrarse y se giró hacia el hombre al mando, obviando la presencia de la muchacha.

-Capitán, han estado ocurriendo un sin número de desventuras en Conira en las últimas horas. El Magistrado Méliant redactó de dos misivas para que el Correo Real de Conira y uno de los soldados las hiciera llegar a sus destinatarios. La primera debería de haberos llegado en el Mesón Fronterizo. El correo tenía órdenes de continuar hasta Dhalion y entregar la carta en la Cancillería si no lograba encontraros. La segunda carta iba dirigida al Conde de Rishford, en el castillo de Umrad.- comienza atropelladamente y con evidente nerviosismo -Llegó un correo de Neblis , medio muerto, avisando de que casi doscientas personas, mujeres, niños y ancianos por igual, habían sido masacradas. No me lo hubiera creído de no haber visto yo mismo las botas de no menos de 60 soldados en las inmediaciones, poco antes en el día. Organicé a los hombres para que levantaran una empalizada y así se hizo, pero el temblor de la noche puede haberla dañado. Sabiéndonos en peligro, acudí al Cerro del Águila, desde donde podría observar el panorama y advertir al poblado, si algún peligro se acercaba. Monté guardia todo el día, hasta que a la noche divisé a Ayron entre la tormenta y acudí en su ayuda, viendo la emboscada hacia la que se dirigía, tan solo momentos después. El resto de la historia ya lo conocéis.- termina casi sin aliento -Celebro que escucharais la llamada de retirada y divisarais la bengala. Debemos partir ahora mismo.- añade mientras se dirige a su caballo, dispuesto a montar inconscientemente.

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28/02/2008, 17:24
Dammeryn

Cien soldados, se repitió. Y nosotros somos unos cuantos hombres de armas, con heridos que entorpecerán la marcha y el combate, con una mujer que sabe curar y otra que sabe poner pegas a todo... Un hombre más de pueblo...un sacerdote. Extraña combinación que nos da sólo una respuesta. No será nuestra fuerza la que se interponga si la usamos...

- Si esos hombres no piensan, entonces son únicamente fuerza. Podremos engañarlos, porque con acero no creo que venzamos. Me jugaría una marca más en mi fea cara a que el enemigo que comanda esos descerebrados no conoce la ciudad ni su suelo. Nosotros conocemos Conira, y podemos hacerle caer en una trampa.

Pensemos en un cebo apetecible y luego fuego...El fuego parece la mejor arma contra esas cosas, sean las que sean. Se quejen o no de sus heridas, pueden morir, y morirán.

¿Qué se os ocurre? ¿Alguno recuerda un lugar de Conira donde podamos hacer caer a esos idiotas en una trampa?

Dammeryn observó al soldado herido. Parecía un calco suyo con peor salud. Ambos tenían tatuada la guerra en la piel, y en el caso del herido, la sangre valía de tinta fresca sobre el lienzo de su cuerpo castigado. Sería otro nuevo capítulo, y quizá el epílogo de una larga historia. Hacía tanto que no veía a su familia que ya ni estaba seguro de quererlo. La vida se había truncado para ellos irremisiblemente, podía verlo en los ojos que luchaban por permanecer abiertos. Al final, de un soldado sólo queda su honor, si es que lo cultiva, su fuerza y su vida...Todo lo demás es peso extra.

Notas de juego

Master, si nos das una idea de cómo es Conira, podremos pensar en algo nosotros mismos :D

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28/02/2008, 19:44
Deron Nisha

El hombre herido medita parece detenerse un momento y meditar por unos instantes las palabras del hombre que acaba de hablar.

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28/02/2008, 22:21
Deron Nisha
- Tiradas (2)

Tirada: 1d20(+6)
Motivo: geografia
Resultado: 11(+6)=17

Tirada: 1d20(+12)
Motivo: estrategia
Resultado: 10(+12)=22

Notas de juego

Te dejo una de geografía y otra de estrategia, por si se me ocurre algo por ese hilo o, al menos, para saber si sé cómo voy a sacar a esos pueblerinos de allí.

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01/03/2008, 19:50
Melton DeValin

- ¡Deron! ¡Cuánto me alegra volver a oír tu voz! – el capitán DeValin estrechó con fuerza el brazo del recién llegado e inspeccionó apresuradamente sus heridas. Un gesto de asentimiento dirigido hacia Illianna reflejó su agradecimiento por las atenciones de la joven -. Recibimos al correo que enviasteis en el Mesón Fronterizo, de hecho éste hombre valiente nos acompaña ahora. Hice seguir a uno de mis hombres hasta Dhalion con la misiva. Durante horas hemos temido llegar tarde y encontrarnos tan sólo con los rescoldos de la matanza, debemos apresurarnos pero al parecer aún estamos a tiempo. Gracias a vuestro aviso pudimos detener nuestro avance y evitar así habernos topado de frente con ese ejército del que habláis. De momento el movimiento más sensato sería ascender hasta el Cerro del Águila, del cual venís vosotros, desde allí tendremos una vista clara de la disposición de esos hombres y podremos planificar el siguiente paso. No obstante, creo que sacar a la gente de Conira del pueblo sería firmar su sentencia de muerte y arrojarles a las fauces de una manada de lobos hambrientos. Son campesinos, en su mayoría ni tan siquiera se encuentran en edad de luchar, hay mujeres, niños y ancianos entre ellos, que no aguantarían una dura marcha y menos aún en éstas condiciones. En campo abierto no tendremos ninguna oportunidad. Nuestra única defensa posible es la empalizada.

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01/03/2008, 19:56
Director

Conira se levanta al pie de una de las principales colinas de la zona. Forma un semicírculo en torno a ella, serpenteando sus casas entre la roca y la piedra. La empalizada la rodea por su lado abierto, por el cual discurre el camino de Oeste a Este, procedente de Neblis y con dirección al sur y al Este. El pequeño campo de hierba por el que atraviesa el camino apenas cuenta un centenar de metros de ancho y tras él aparece inmenso, de una densidad sofocante, el bosque, que se extiende hasta las estribaciones de los Montes Perdidos. Tan sólo hay una forma de entrar y salir de Conira: la puerta principal. No puede ser rodeada, puesto que la empalizada penetra en la colina por ambos lados y ésta impide cualquier tipo de ataque coordinado desde ese punto.

La orografía de la zona es muy familiar para varios de vosotros. Deron Nisha lleva años viviendo en el pueblo; Illianna, Brúnil y Mélegat viven cerca de aquí y tienen en Conira su segundo hogar; Dammeryn se crió en este pueblo y aunque lleva ya tiempo alejado de esta tierra, aún mantiene frescos los recuerdos de sus gentes y su forma.

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01/03/2008, 20:01
Deron Nisha

-Comprendo lo que decís, señor, pero temo que la empalizada tampoco aguantaría mucho tras el temblor. Contra más de 100 hombres armados y fuera de sí ¿qué resistencia pueden esperar oponer? Tal vez no deseen matar a la gente; tiene que haber algo que deseen de Conira, pero... ¿qué?- plantea Deron confuso -Quizá ¿levas, señor? Mahelis desapareció en la fronda hace ya varios días y fue imposible encontrar ni rastro de él... lo siguiente que se es que era uno de los locos que nos acosaba con herramientas campesinas. ¿Tal vez tengan arguna artimaña para enajenar a la buena gente? Algún veneno. He oído que las tribus bárbaras usan bebedizos para inducir estadois de furia salvaje a sus guerreros.- aventura finalmente el caballero -En tal caso estamos en un verdadero atolladero. ¿Pero por qué arrasar con la región de esta manera? No le encuentro sentido alguno. Capitan de Valin, ¿acaso se haya hecho el rey nuevos enemigos?- pregunta finalmente.

Mira en dirección a Conira, perdiendo su vista en el camino y por fin decide:

-Sea como fuere debemos ponernos en marcha. Si tenemos que aguantar en el poblado, habrá que afianzar la empalizada cuanto antes. Les vendrán bien unos cuantos brazos fuertes más. Recemos porque la lluvia haya humedecido la madera hasta el corazón. Si aquel ejército tiene que avanzar por un barrizal, nuestras oportunidades aumentarán. Vayamos pues.- termina Deron, regresando a su montura, listo para guiarlos hacia el Cerro del Aguila.

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01/03/2008, 23:09
Ayron Derkbal

El planteamiento de la enajenación me parece acertado - dije finalmente al tiempo que montaba para desandar nuestros pasos y volver al lugar donde ví a la criatura alada - pero tiene que haber algo más, pues incluso en la enajenación les permite recibir órdenes de algún tipo, que acatan con total obediencia y con desprecio de sí mismos.

Vuelve a mí la imagen del caballero que se encontraba entre auel ejército - Y si pueden recibir órdenes - continué - es que hay alguien para darlas...ese debe ser nuestro objetivo, pues si encontramos a quién les guía, podría ser que todos vuelvan a la normalidad una vez pierdan la fuente de mando.

Era una de las directrices del combate...si consigues arrancar la cabeza a la serpiente, el cuerpo se moverá sin dirección y habrá perdido la facultad de inocular el veneno....debíamos saber a qué nos enfrentábamos y atacar a la raiz....las hojas caerían solas.

Además, después del relato de Deron, no podía sino repugnarme la idea de luchar precisamente contra las personas que queríamos proteger, que serían lanzadas oleada tras oleada contra nosotros, sin importar cuántas vidas se perdieran con tal de conseguir el objetivo, fuese este el que fuese.

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02/03/2008, 09:01
Director

En ese preciso instante, el caballero Ayron Derkbald se percató de que en el grupo con el que se había reencontrado faltaba Ónemar. ¡¡Su amigo no estaba entre ellos!!

De igual forma, al hacer un recuento rápido observó que también faltaban dos de los soldados de DeValin.

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02/03/2008, 11:11
Illianna Sondrent

-Mis señores... perdonad que os interrumpa, DeValin. Sé que no soy la indicada para intervenir en un planteamiento de batalla, pero hay algo que quiero remarcar.

Illianna está azorada, no es un terreno en el que pise fuerte, y teme estar haciéndoles perder tiempo precioso escuchándola. Por ello habla deprisa, y procura ser concreta.

-Pensad en el Monje que matamos, y en el que nos cruzamos Melegat, Brúnil y yo cuando íbamos hacia el Mesón fronterizo. Esas personas... no, esos seres son sin duda capaces de tomar formas de otros. Pueden entrar en las mentes y en los cuerpos, pueden hacer creer lo que quieran. Como dice Ayron, el cabecilla es la clave, pero es un rival inhumano.

Se gira hacia Deron.

-No necesitan bebedizos, Deron. Penetran directamente en el pensamiento, en la voluntad. No creo que sea el Rey quien se haya hecho nuevos enemigos, ésta contra la que hay que luchar es una fuerza muy poderosa y siniestra, que amenaza no un Reino, sino el Mundo entero. Se han desatado antiguos males. Está en juego todo cuanto conocemos...

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02/03/2008, 18:07
Deron Nisha

-Hablas... de brujería, ¿mujer?- se gira lentamente Deron, con unos ojos que muestran unas brasas antiguas, pero aún terriblemente candentes.

Inconscientemente el guerrero se lleva la mano a su herida sanada, que bien sabe que no ha sido consecuencia de ninguna medicina natural, si bien no vaya a admitírselo a sí mismo a la primera de cambio:

-La magia no existe, curandera. Son cuentos inventados por la iglesia para justificar sus actos más deplorables.- añade con un deje de desafío que promete desenvainar aceros -Pero yo mismo me he cruzado con uno de esos monjes de los que habláis mientras buscaba a Mahelis por los alrededores. Fue francamente inranquilizador y siguió en aquella dirección.- dice señalando hacia las tierras agrestes e inpopuladas más allá de Conira -Donde el volcán desperto. Si algo tienen que ver en esto, habrá respuestas allí; pero ahora un pueblo necesita ayuda "real", así que más nos vale dejar de hablar de cuentos para asustar a los mocosos y tratar de salvarlos.- termina montando por fin, con un movimiento tan natural como fluido y encaminándose hacia un casi inexistente sendero en la fronda, que asciende ladera arriba.

Una vieja llaga se ha abierto en el hombre; de eso no queda lugar a duda. Una que la magia de Illiana difícilmente podría curar.

Notas de juego

Yo salgo de escena... Deron ha hablado suficiente. Próximas conversaciones de camino al Cerro del Águila.

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02/03/2008, 19:04
Ayron Derkbal

Deron tenía razón, al menos en parte, pues lo que importaba en ese instante era ayudar a las gentes de Conira...o al menos intentarlo con los pocos que eran.

Miré a mi alrededor y comencé a hacer recuento de las fuerzas que teníamos....DeValin...sus soldados...un momento, cuando había encontrado al grupo sin duda eran más que en ese momento, y...¿dónde estaba Ónemar? No conseguía encontrarle entre los demás.

¿Dónde está Ónemar? - pregunté por fin sin saber bien a quién hacerle la pregunta, por lo que mis ojos viajaban de uno a otro de formar rápida - ¿Dónde está mi amigo? - me reprendí a mí mismo por no haberme fijado hasta ese momento, pero la urgencia por relatar lo ocurrido había relegado a un segundo plano su búsqueda...sin embargo ahora...ahora comenzaba a temerme lo peor. - ¡Contestad!

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03/03/2008, 08:49
Henry Deliambert

-El sacerdote se quedó detrás cuando alcanzamos lo que parecía ser el escenario de una batalla. Quiso dar entierro a los cadáveres que ardían en la pila y formular para ellos el Ritual del Alma. DeValin dejó a dos soldados para que le ayudasen y protegiesen - responde el erudito a la cuestión formulada por Ayron.

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03/03/2008, 08:56
Director

Como queriendo confirmar las palabras de Maese Deliambert, os percatáis que desde el sur se aproximan tres jinetes a gran velocidad, luchando contra la lluvia y el barro del camino.

En cuanto comienzan a ser visibles no queda lugar a duda de que se trata del sacerdote y los dos soldados. Sin embargo, su retraso con respecto al grupo principal es tan corto que no les debe haber dado tiempo de enterrar los cadáveres.

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03/03/2008, 08:59
Melton DeValin

-Mucho hay que hablar sobre el tema, amigo Deron, mucho se podría discutir sobre el asunto. He visto cosas éstos últimos días... Sin embargo no es momento para ello. Dirige tú al grupo principal, partid ya en dirección al Cerro del Águila. Yo os seguiré de cerca en cuanto lleguen los rezagados, conozco el camino y apenas os perderemos de vista unos instantes. Lo que deba hablarse puede hacerse durante la ascensión .

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03/03/2008, 09:51
Niklos Vénesit

-¡Partamos pues sin más dilación! Las buenas gentes de Conira pueden estar pasándolo verdaderamente mal mientras nosotros aquí intercambiamos palabaras. - el, por regla general, bastante callado caballero abernio expresó al fin su conformidad con el plan trazado.

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03/03/2008, 12:18
Dammeryn

- Partamos - asintió Dammeryn -. Si entramos en el pueblo quizá sepamos qué buscan...pero ya no podremos salir. El cerro nos ayudará a ver mejor. Empiezo a pensar que el mejor cebo podemos ser nosotros mismos. Podemos evitar a los campesinos descerebrados y atraer a la fuente de su mal. Creo que no están armado más que con horcas y aperos de labranza. Pero subamos primero y hablemos entonces.

El soldado no quería añadir nada más. Conforme se sucedían los acontecimientos y a pesar de estar muy de acuerdo con las palabras de Deron, el soldado herido, a la vista del sacerdote llegó a él la inquietante sensación de que la clave para aquella contienda estaba más en las antiguas y olvidadas leyendas que en el reciente acero, en el oro o en otras cosas tangibles. Y sería como siempre, unos poco iluminados quienes mostraran el camino, mientras ellos no serían más que un medio de alcanzarlo, el escudo que se quiebra para defender la verdad.

Como señal de la verdad de sus razones, sintió la tirantez de las heridas de su rostro mientras apretaba el paso y los labios.

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03/03/2008, 16:32
Ayron Derkbal

Un suspiro de alivio surgió de entre mis labios cuando ví reaparecer a Ónemar en la distancia....había estado a punto de replicar ante aquellas explicaciones, pero me contuve un instante antes de cometer un tremendo error, pues mis imprecaciones iban a ir destinadas al hecho de haber dejado atrás a mi amigo....pero sabía demasiado bien que cuando a Ónemar se le metía algo en la cabeza, no había nada ni nadie que consiguiera apartarle de la decisión tomada......de hecho, DeValin había realizado un gran esfuerzo al dejar a dos hombres tras de sí, sabiendo que el grupo avanzaba hacia el peligro.

Sin embargo, era demasiado pronto para que el sacerdote hubiese conseguido realizar el enterramiento, por mucho afán que hubiesen puesto en ello los tres hombres que ahora cabalgaban para reunirse de nuevo con sus compañeros.....algo había ocurrido, y de nuevo me encontraba en una disyuntiva.....continuar junto a Deron y los demás, sabiendo que Ónemar se encontraba bien, o mantenerme allí hasta poder escuchar de sus labios lo que ocurría.....difícil decisión, pero si se mirada de forma objetiva, ahora quién más le necesitaba eran las gentes de Conira....Ónemar lo entendería, pues él hubiese hecho o mismo....más tarde hablaría con él.

Volví grupas sujetando las riendas con firmeza, y con leve toque de talones en los flancos del caballo, aceleré el paso para llegar cuanto antes hasta Deron, que habría la marcha de nuevo hacia la cima de la colina.