Partida Rol por web

Los pasajeros del Aquitania

Prólogo: El Puerto de la Luna

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25/03/2020, 23:23
Inés

¡Dejadme pasar, paso, pasooo! Sivuplé, esquiusmis, pas pas!!! ¡Por favor, tengo que hablar con el capitán! Inés se hacía hueco entre la marabunta gracias a su pequeño tamaño y su ligera bolsa de equipaje que contenía una muda y los cuchillos que durante años le habían acompañado.

Una única pregunta le sirvió para obtener su pasaje: ¿Tenéis cocinera a bordo?

Una vez dentro del Aquitania buscó un lugar para sentarse, en la proa. Le faltaba el aire. La tensión, los estallidos, todo había sucedido muy rápido, pero ella en ningún momento dudó de que lo conseguiría.

Mientras respiraba profundamente empezó a observar a las personas con las que compartiría travesía. Mucho señorito estirado y señorita con carmín. ¿Una niña sola? Yo me encargaré de que no le falte un buen plato de comida, pensó… ¡Anda, un hombre negro! Inés se quedó mirándolo embelesada, nunca había tenido un negro tan cerca. ¿Cantará tan bien como Louis Amstrong? Me cachis, me ha pillado mirándole…

Con un gesto inconsciente tocó su bolsa para cerciorarse de que sus cuchillos seguían allí.

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25/03/2020, 23:42
E. Seyette

A E. Seyette la despertaron unos golpes en la puerta de su camarote. Ma'am, apenas se ve el puerto ya. Miró la hora. Posiblemente fuera la persona más descansada en ese barco en ese momento: llevaba durmiendo desde que aquellos dos miembros de la tripulación la guiaron hasta un camarote a través del acceso para mercancías a cambio de un par de monedas. Si algo le había enseñado el imperio familiar que dejaba atrás es que hasta la palabra del hombre más testarudo se podía comprar con dinero si se ofrecía la cantidad suficiente.

Se acercó a su baúl, del tamaño de un ataud pequeño, y comprobó que el pesado candado seguía en su sitio. Allí guardaba todo lo que le quedaba: un par de mudas para el viaje, un pasaporte falso con su nombre de soltera y todo el dinero que había logrado encajar en el hueco que le quedaba. Se colgó las llaves de su botín al cuello y decidió salir a tomar el aire.

Desde un rincón en cubierta comprobó que allí había mucha menos gente de la que había visto esperando a subir unas horas antes. Me pregunto qué habrá pasado... Se supone que el barco iba lleno.

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26/03/2020, 00:51
Matthias Dieltjens

Por vuestra paciencia salvaréis vuestras almas -Lc. XXI;19-

Eso murmuró Matthias, cuando tras la penúltima explosión vio correr despavoridos por la pasarela del Aquitania a todos pasajeros y todos los polizones hacia el barco. Sálvese quien pueda.
Los miraba a través de la ventana de su camarote al cual accedió unas horas antes tras convencer al capitán de que bendecir el barco no daría más potencia al barco, pero tampoco lo haría ningún mal. Así que pudo deshacer con calma su escueta maleta y tumbarse a releer el evangelio de Lucas hasta que decidieran zarpar.
Cuando notó vibrar los motores y escucho rugir las dos hélices que impulsaban la nave decidió que lo mejor sería apurar su cerveza y salir a la cubierta para conocer al resto de tripulantes.
Ya en cubierta, fue escudriñando a todos aquellos desubicados que se observaban entre ellos recelosos...¿Cuantos de ellos deberían pasar a confesarse? -pensó- no pudo más que sonreír con una pequeña mueca.

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26/03/2020, 02:02
Bilonce "Bi" Malaleche

Con las cosas en su debido sitio, Bi se cambio de rota antes de salir, si esa iba a ser su casa por un tiempo, pensaba estar cómoda. Miro su pasaporte por un rato, preguntándose que tal estaría su hermana, a la que no veía desde que se marchara por segunda vez de España y encero su viejo bastón familiar, lo único que conservaba de su madre Pascuala, muerta tiempo ya por culpa de lobos. Un bastón que mas parecía un garrote para atizar alimañas que para sujetar huesos desgastados.

Aburrida ya del pasado salio de su camarote, solo para caminar lenta pero sin descanso hasta la cubierta del barco, donde muchas personas estaban aun con sus equipajes mirando como se alejaba cada vez mas la ciudad de la que habían huido, ocupada ahora por sus vecinos italianos.

Busco una cómoda silla de flexible confección y quedo mirando y juzgando a cada persona que se cruzara por su caída, pero despierta, mirada.

-Una madre y su hija cantando... behr, supongo que el miedo hace sacar lo peor de cada uno. -Giro su cabeza a la derecha. -Vaya un par de niños ricos con su mayordomo negro, esta gente no sabe aun lo que pasa a su alrededor, que vergüenza. -Agudizo por encima de sus hombros. -¿Que lleva ese, trastos p'pintar? Ahora a cualquiera lo llaman artista. -Sin olvidar mirar la izquierda. -¿Que hace ese joven del sombrero negro hablando solo? Que pena, cada vez hay mas locos en el mundo. -Se enjuago la boca. -Anda un piztojo que curioso, no veía uno desde que me marche del pueblo, que sera de Cicuto, creo que era amigo suyo... Supongo que ese tipo de miradas no son exclusivas de paletos. -Golpeo el suelo con su bastón para alejar el pasado. -¿Y que hace ese hombre llorando? Un desertor seguro. -Con cada persona que veía, tenia mas claro que ese seria una travesía realmente agotadora.

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26/03/2020, 09:14
Dino Paoli

Dino abrió los ojos, se estiró emitiendo un sonoro bostezo y permaneció unos instantes tumbado en la cama con esa extraña sensación de no saber qué día u hora es. Unas explosiones en la lejanía le devolvieron a la realidad, acelerándole el corazón. De un salto abandonó el camastro, se calzó las botas y levantó la mochila de lona del suelo, cargándosela al hombro. Bajó las escaleras de tres en tres, lanzó un potente “à bientôt, merci beaucoup!” al cruzar la puerta y salió al fresco aire de las calles de Burdeos. Sin dejar de correr, esquivando hábilmente transeúntes, dejó atrás aquel alojamiento conseguido gracias a sus contactos aún activos con miembros de la antigua columna italiana, ahora dispersos por Francia. A toda velocidad, recorrió las calles que le separaban del puerto y llegó, sin resuello, a tiempo de embarcarse en el Aquitania. 

 

Caminando por la cubierta, observó a los pasajeros con los que se cruzaba. Chocó accidentalmente con una mujer baja y malencarada que le escupió un insulto en castellano, vio a un tipo arrastrando un caballete mientras charlaba con una mujer rubia de ojos inteligentes y detectó a un par de estirados signorini de los que más le convendría mantenerse alejado si quería tener un viaje tranquilo. 

 

Aquella gente tan variada, algunos de esos rostros cansados y asustados, le recordaron lo que dejaba atrás. Comenzó a liarse un cigarrillo mientras silbaba. Demasiado cómodo para ir al campo de batalla, demasiado incómodo para la vida que le hubiera aguardado en Roma, abandonaba Europa hacia el Nuevo Mundo. Exultante, se ajustó la boina, dio una calada y, apoyándose en la barandilla, sonrió. No muy lejos de allí, una bella joven le cantaba dulcemente a una niña.

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26/03/2020, 10:03
George Goat "GG"

Tras ver el intercambio verbal entre Eliot y el tipo al que parecía que le habían metido un palo perfumado por el ano prefirió no entrar. A fin de cuentas GG era un tipo al que no le gustaban los enfrentamientos, salvo en las cartas. 

Murmulló en voz baja con la intención de que únicamente Eliot le escuchara, pero con el ruido de fondo igual alzó la voz en demasía. - Malditos racistas clasistas estirados... ese es el típico que si este corcho se hunde va a querer un bote salvavidas para él solo. 

Hacía apenas unos instantes que había tenido la misma reflexión sobre la niña. Era algo que le preocupaba mucho, pero del mismo modo que el volumen de ancianos entre la tripulación para esa clase de viaje.

- Espero que no sea tan largo como parece. 

Siguió observando a los pasajeros subir. Apenas 2 docenas en el barco y mucha variedad. 

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26/03/2020, 10:25
Otto Lever

Otto, angustiado, con la respiración entrecortada, agarraba su maletón con fuerzas deseando que el barco zarpase lo antes posible, ¡Que zarpe ya, que zarpe ya!, se repetía una y otra vez

El grito del capitán izando ancla sonó como un canto celestial. ¡Por fin!

El barco parecía un gallinero... gritos, llantos, golpes, incluso risas... aun se respiraba la urgencia que se acababa de vivir por subir corriendo al barco.

¿Quien es esa mujer?

De entre todos, Otto se quedó observando a una hermosa, hermosísima mujer, que agarrada fuertemente a la barandilla, miraba al resto del pasaje. Era pura elegancia... sus manos, sus gestos, sus ojos, la sonrisa que le esbozó una niña pequeña que pasó por su lado como queriendo transmitirle calma... Hermosa, elegante y tierna. 

Desde el lado opuesto del barco, Otto, de forma imperceptible, mínimamente, imitaba los movimientos que hacía aquella musa. Mano al pelo... caricia de un pie contra el otro pie... giro de cuello... lento parpadeo... 

 

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26/03/2020, 11:39
Edward J. Smith

Ed se despertó en una cama que no era la suya. Lo cual no era una sorpresa para un almirante retirado de 90 años que se ha visto envuelto en mil y una hazañas. La sorpresa era despertarse en una cama y no en el suelo de cualquier lugar debido a su narcolepsia crónica fuera de control. Lo ligeramente extraño era despertarse entre rejas. Sin compañeros de celda.

"¿POR QUÉ COJONES ESTOY EN EL CALABOZO DEL BARCO HIJOS DE PUTAAAAAA?"

Y entonces recordó. Al Dr. Fleming diciéndole que nunca más podría liderar incursiones submarinísticas entre ruinas de barcos naufragados. La banda fúnebre marchando por Fremont Street. Bob Doyle invitándole a una botella de ron jamaicano en la Wild Hog Tavern. Al contramaestre Pierce en algún momento de la madrugada contándole que esa misma mañana partiría el Aquitania rumbo a América. Aceptar el pasaje extra que le había quedado a Pierce después de que su compañero Anderson decidiera en el último momento quedarse en la ciudad con su mujer y sus 7 hijos. Desayunar muchísimo café. Los jóvenes marineros del Aquitania mofándose de él en cubierta cuando se señaló su gorro del HMS Ledbury al grito de ""¡Nadie puede capitanear este buque ilustre mejor que yo, payasos! ¡Llevadme de inmediato al puente de mando!" y la policía marítima pidiéndole que se calmara y él lanzando un puño al aire y tres hombres abalanzándose sobre él y algunos de sus dientes mordiendo no sabía muy bien qué y ser arrastrado muchas escaleras abajo y...

"Ahora me acuerdo". Rápidamente se palpó el bolsillo. "Al menos esos desgraciados no me han quitado el Capstan". Según se encendía su recién liado cigarrillo se abrió la puerta de los calabozos.

"Ehm... disculpe por las molestias Almirante y le ruego disculpe a mi tripulación. Soy el Capitán Hank Morris y estoy al mando del Aquitania. El contramaestre Pierce me ha informado de su presencia. Lamento no poder ofrecerle mi puesto como sé que reclamaba, pero será un placer liberarle y contar con su experiencia si quiere compartirla en cualquier momento".

"No se preocupe, Capitán. Indíqueme dónde se encuentra el bar de la embarcación y podrá encontrarme allí si me necesita".

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26/03/2020, 13:20
Director

Notas de juego

Cierro la escena para la escritura y que podáis ir leyendo los terribles acontecimientos que cambiarán de golpe las vidas de vuestros personajes. 

Aún no está hecho el sorteo... como siempre lo anunciaré previamente. Disculpad el pequeño retraso. 

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26/03/2020, 17:11
Director

El Primer Oficial Murdoch tardó más de una hora en corregir el listado del pasaje. Como había supuesto cuando zarparon con tanta urgencia, habían dejado en tierra a algunos ilustres pasajeros y se les habían colado indocumentados con los que ahora habrían de convivir durante los quince días de trayecto hasta las costas de Norteamérica. 
Al menos, con tan poco cargamento humano, el ratio de marineros por pasajeros auguraba que podrían tener la situación controlada incluso navegando a toda prisa por el río Garona hasta llegar al Atlántico. 
La ciudad entera parecía haberse vaciado cuando sonaron las primeras explosiones y aunque ahora parecía calmada, era posible que pronto las patrullas francesas o peor, las alemanas, empezaran a interceptar el paso a las embarcaciones. 

El Capitán estaba al timón con Tones, el Oficial de Cubierta. 

- Oh, Oficial, comentaba a los hombres que hoy tendremos buen tiempo. Tal vez los pasajeros quieran pasear en cubierta una vez se terminen de instalar en los camarotes. 

¿Instalar? ¿¿Tanto se había retrasado en entregar el listado que habían empezado a acomodar a los pasajeros sin saber su identidad? 

- Señor, aquí tiene el listado y la información que he podido recabar de cada uno para que podamos darles el servicio que al menos algunos han pagado y... 

- Es igual, Oficial, teniendo el barco medio vacío he dado la orden de que les asignen camarotes individuales. Después de lo que han sufrido en tierra no les vendrá mejor un poco de comodidad en el viaje. 

- Pero Señor, ¿cree que es sensato mezclar...?

- He dado la orden, Oficial-  sentenció el Capitán Hank Morris sonriendo. 

Murdoch busco la mirada cómplice de Tones ante otra de las excentricidades del Capitán. Pero sabía que de nada le serviría discutir. Hank Morris era un hombre más afable que autoritario pero era obsesivo cuando una idea se le metía entre ceja y ceja. 
Murdoch arrugó la hoja y se la metió en el bolsillo de la chaqueta. "¡Si los pasajeros no saben cuál es su lugar al único puerto al que llegaremos es al de la barbarie!"

Caminó hacia la popa del Aquitania. Wilson y Sánchez, que realizaban la guardia en aquella noche también parecían encantados con el pasaje. Con una excepción. 

- ¿Has visto al paleto del saco? Intenté ayudarle con su cargamento y casi me agrede. Dice Thomas que no quería juntarse al resto de la gente. Deberíamos montar guardia en los camarotes de algunas de esas mujeres tan vulnerables. 

- Claro, claro, y tú quieres ofrecerte de voluntario para ello ¿no, bandido? ¿Es que ya no quieres ganar la apuesta a Owen y demostrarle que no hay ningún perro? 

- ¿Qué perro?- preguntó Murdoch a sus compañeros.  ¿Esa muchedumbre había venido también con animales? 

- Owen dice que le pareció ver a un perro 

- Gigante... no te lo pierdas... 

- Espera, que eso no es lo mejor. Dice que husmeaba por cubierta y al verle saltó por la borda hacia las escotillas. 

- No deberíais apostar. Ni Owen beber. Creo que tengo que hablar con el Capitán seriamente sobre relajar ciertas normas de... 

Un grito se oyó desde la escotilla. Un alarido lo suficientemente fuerte como para que en cubierta lo oyeran todos. 
Y unos pasos acelerados subieron por las escaleras. 

Sanchez y Wilson se pusieron en guardia. A Murdoch solo le dio tiempo a avisar al Capitán con un gesto cuando vieron subir precipitadamente a aquel granjero español al borde del infarto

- Ayuda, ayuda, ¡están en el barco!- gritaba

Entre él y Wilson apenas podían contenerle. Ahora que aquel hombre no portaba su saco daba tremendas brazadas al aire y era imposible reducirle sin usar las armas. 
Sánchez, que chapurreaba algo de español, creyó en cambio entender que huía de alguien y se asomó por la escotilla. 
Una garra le agarró de la chaqueta del uniforme y le absorbió en la oscuridad. 

Lorenzo Grimón se soltó de los guardias y corrió despavorido hacia la popa. Murdoch no podía reaccionar ni entendía por qué Tones en vez de apuntar con su arma a aquel loco que corría hacia ellos estaba apuntando en otra dirección. 

Y entonces lo vio. 

El perro gigante de Owen.Y aún así los que apostaban porque su compañero había bebido habrían ganado la apuesta: 
Porque nadie sobrio hubiera podido llamar a aquello "perro gigante"

Era un lobo más erguido que una persona. 

Los gritos de Lorenzo le sacaron de su ensimismamiento porque un segundo hombre lobo le había interceptado y ahora le mordía el cuello con tanta fuerza que casi decapitó de un mordisco a aquel hombre. 

Los marineros no sabían hacia dónde apuntar mientras el barco se llenaba de aquellos monstruos

Notas de juego

Creo que como narrador de este tipo de partidas jamás me había retrasado tanto en actualizar la página. 
Ya sabéis que son días difíciles para la concentración.

Ruego encarecidamente que me disculpéis... porque yo no podré perdonaros a vosotros si faltáis a los plazos. Sorry. 

Dejo este primer post aquí para que los nocturnos que os habéis quedado esperando vayáis avanzado con la historia introductoria. 

Ni que decir tiene que cuando vaya a hacer el sorteo de las cartas os avisaré antes por aquí. 

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27/03/2020, 00:14
Capitán Hank Morris

- ¡Disparad!- gritó el Capitán

Y los marineros dispararon sus armas  contra aquel monstruo que había matado a Lorenzo Grimón, abatiéndolo en el suelo. Aquella enorme bestia peluda cayó abatido junto a su víctima los pies del timón. 

Que esos monstruos pudieran morir no los hacía menos peligrosos. Los hacía más reales. 

Buscaron en la oscuridad a la otra bestia, pero había desaparecido de su vista. 

El Capitán se agachó a comprobar si Lorenzo seguía vivo y después pateó el craneo de aquella pesadilla viviente. 

Wilson gritó cuando al avanzar por la escotilla llamando a Sánchez se le encontró destripado en la escalera. 

- ¡Hay más de esos monstruos abajo! ¡Han matado a Sánchez! 

El Capitán tragó saliva. Por la velocidad con que habían actuado aquellos lobos podrían haber matado a muchos más. 
Ahora su cerebro entendía que aquel grito que rompió la noche era en verdad un aullido. Un aullido de lobo. 

De nuevo un gruñido y más disparos en cubierta. Todos escucharon el grito de otro de los suyos caer al agua. Probablemente sin vida. Estaban todos en peligro. Pero ellos al menos tenían armas. 

- Hay que proteger a los pasajeros, Oficial Murdoch vaya con Wilson y asegúrese de que están a salvo en los camarotes. Después bajen a la bodega y recluten al resto de la tripulación. 

- Señor- dijo Murdoch mirando el cadáver de Lorenzo Grimón y recordando el terror que sentía aquel hombre- creo que no están seguros en sus camarotes. No sé qué infierno es este, pero creo que este hombre sabía algo. 

El Capitán Hank Morris asintió. Y se dio cuenta de que en el cuaderno de notas que le habían entregado podría estar la respuesta a lo que estaba ocurriendo. Toda aquella misión. Aquel importante cargamento que debían transportar de Europa a América... "Leer en caso de que el barco caiga en manos enemigas". Ahora era el momento. 

- Tengo que ir al puente de mando a recoger algo. Murdoch, escoltad entonces al pasaje a la sala de máquinas y encerraos allí. 

Mientras sus hombres se adentraban en el Aquitania el saltó a la cabina. Tones le cubrió disparando contra uno de esos monstruos y pudo abrir a tiempo para recoger el cuaderno de notas. 

No estuvo ni cinco segundos dentro pero cuando salió los hombres ya no disparaban. Tones y Owen estaban muertos. Uno de esos hombres lobo lo estaba devorando... Deseaba volarle la cabeza pero sabía que tenía que entregar el cuaderno a alguien antes de dar su vida por aquel barco. 

Usando la trampilla auxiliar de babor entró por la escalera secundaria. El pasillo entre el salón y las cocinas, largo y desierto. 
Se sobresaltó cuando vio salir al cocinero ensangrentado. Pero peor fue descubrir que estaba herido de muerte

- Señor... cambian... cambian de aspecto... pensé que estaba en peligro y se convirtió en... 

Hank Morris se giró a tiempo para ver a uno de esos hombres lobo correr por los pasillos. A los pocos segundos su trote se había convertido en pisadas humanas. 
Ahora entendía la facilidad con la que aquellos seres estaban aniquilando a sus hombres. Atacaban en la oscuridad y se tornaban en humanos a voluntad. ¿Cuántos hombres buenos estarían siendo asesinados al acercarse a proteger que eran víctimas? 

Echó a correr hacia la sala de máquinas alentado por los disparos de batalla en el corazón del Aquitania. Pero cuando llegó al vestíbulo solo le dio tiempo de ver como Tones estaba siendo devorado por otro de esos monstruos. Ahora sí vació su pistola en aquel monstruo con furia. 

Sus disparos encontraron eco en los gritos asustados de los pasajeros tras el portón de acero. ¡Estaban aún vivos!
Custodiando la puerta encontró el cadáver de Murdoch. Sabía que su Primer Oficial detestaba aquel cargamento humano. 
Y, sin embargo, había dado su vida por salvarles. 
 

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27/03/2020, 01:20
Capitán Hank Morris

La gente estaba aterrada dentro de la sala de máquinas del Aquitania. 

No todos los pasajeros habían logrado ponerse a salvo, aunque, comparado con la tripulación del Aquitania, habían sido unos afortunados. 

Miró a su alrededor. Había hombres y mujeres fuertes. Y desde el más niño hasta el más anciano eran personas lo suficientemente valientes para haber pensado un día en embarcarse para salir de Europa. Eso tendría que bastar. 

- Damas y caballeros, soy el Capitán Hank Morris. Hemos sufrido un ataque y hasta que mis hombres puedan asegurarnos que no hay peligro debemos esperar aquí dentro. 

Sus palabras no lograron ni siquiera convencerle a él. Porque aquellas personas también habían visto que eran monstruos los que les habían atacado.

- ¡Era un lobo, saltó sobre el cuello de aquel matrimonio y...!

- Salió de entre la multitud... de la nada...

- Yo lo vi salir de un camarote

- No, ese era él... ¿por qué tardasteis vosotros tanto en salir de las habitaciones? 

- ¿Qué quieres decir y por qué tu tienes sangre en tu vestido? 

Monstruos. Monstruos  que se transformaban en humanos. Habían podido matar a dos de ellos. Pero debían quedar tres o cuatro más. ¿Dónde estaban? 
No quería creerlo. Pero la angustiada desconfianza de los supervivientes también apuntaba en la misma dirección. 

Dentro de los pasajeros podían estar las propias bestias. 

Pensó en sacar el arma y apuntarles a todos. Pero sabía que no podía confiar en nadie. 

Así que sacó la lista que Murdoch había hecho. 

- Voy a pasar lista mientras esperamos. Creo que es importante que en circunstancias así nos conozcamos todos. 

Su Primer Oficial los había clasificado según la forma en que habían embarcado en el Aquitania y no vio otra manera de repasarla, aunque obvió algunos de los comentarios personales que Murdoch había anotado. 

LISTADO DEL PASAJE

POR EL OFICAL MURDOCH

- Veamos... Había tres pasajeros que habían costeado con anticipación y con cheque su pasaje. 

Tenemos entre nosotros a Lord Matthew Bates,  distinguido aristócrata inglés- y un clasista adicto a los escándalos- y a la dama Bilonce Malaleche, incansable viajera de alta cuna y de baja cama y peor genio y a la señora E. Seyette, exitosa empresaria y una egoísta incapaz de guardar una fila  

Murdoch había separado a los siguientes pasajeros, que aunque también habían comprado su billete, lo habían hecho al contado y sin banqueros intermediarios

Supongo que aquel caballero es George Goat, GG, jugador profesional de póker y de todos los vicios a los que un bastardo aspiraríala señorita Cossete Piaf a la que ya hemos escuchado su melodiosa voz y que debía mendigar monedas dado su empeño en robarnos el silencioBebe, una dama española, malhablada y corta de entendederas, el talentoso pintor Vicent Laval si es que a esas manchas de pintura se les puede llamar arty el caballero Otto Lever afectado y afeminado... Una aberración...  Señor, Señor, Señor... 

El Capitán se aclaró la voz e intentó seguir leyendo omitiendo las opiniones personales que había escrito Murdoch.

Y también tachando a aquellos que habían muerto en esta última hora. 

A continuación figuraba el nombre de otros pasajeros cuyo billete había sido costeado por terceras personas

También están entre nosotros la señorita Juliette Dupont, escritora parisina aspirante más bien porque de momento solo es una dependienta que cayó en gracia o en las sábanas de su empleadora, el buen misionero Matthias Dieltjens, aunque parece que predica más en las tabernasPaul Birmingham detective privado y terriblemente incómodo de mirar de frente y la pequeña y dulce Maggie, su difunta abuela no debía conocer el significado de la palabra niñera. 

Los siguientes tres pasajeros habían comprado su pasaje a plazos, probablemente con los ahorros de toda una vida: 
Tenemos el honor también de tener entre nosotros al profesor Horacio, dramaturgo y decrépito perdedor de una guerra, al caballero Eliot que ejerce de estibador y que no lo dijo pero su apellido será Brown o Black como cualquier mozo negro de puerto y a la señorita Grace Hayworth, enfermera veterana de guerra pero que al parecer ya se ha cansado de atender heridos por aquí. 

Los siguientes pasajeros no habían pagado su billete. Murdoch lo señalaba claramente. Él se limitó a tener cuidado en no equivocarse y mentar a los que ya no estaban vivos. Eso era lo único importante. 

Es una suerte que tengamos entre nosotros a Edward J. Smith, una leyenda entre los marinos caída en desgracia y al que por pena no hemos dejado en el calabozo y a la señorita Inés, cocinera española y que se pensaba que podría trabajar aquí con sus vísceras de cerdo. 

Los últimos tres pasajeros se habían colado a última hora, fuera por error u oportunismo, ahora eran tan miembros del Aquitania como los aristócratas. 

Y por último está aquí a los jóvenes Lila Nielsen, matemática erudita ratilla polizona,Dino Paoli, futuro abogado iba para otro barco más acorde a su estatus de estudiante italiano, y aquí le tenemos en cambio,  y el señor Hans Konig alemán que... asegura estar aquí por error empujado por la muchedumbre..está en este momento como todos los demás: Donde nadie querría estar. 

 

Las presentaciones no lograron calmar la angustia. 
Sobre todo cuando el tiempo pasó y Hank Morris se dio cuenta que nadie volvía a rescatarlos. Tones y los que quedaran de sus hombres habrían debido perder la batalla contra aquellos monstruos en cubierta y ellos tampoco podrían quedarse allí indefinidamente en aquel búnquer de vapores ardientes en un barco a la deriva... 

- Tenemos que lograr llegar a los botes salvavidas. Podrán remar durante un día hasta la costa francesa. Yo intentaré entretener al enemigo lo máximo posible. Por favor, los que sepan manejar un arma pónganse en los flancos... los demás en el interior del círculo. Eso es.  Tenemos que subir a cubierta. 

El Capitán abrió con cuidado la puerta de acero. Parecía despejado, pero en cualquier momento podían emboscarles aquellos Hombres Lobo. Debía confiar en aquellas personas. Todas estaban registradas y todas tenían su historia y su identidad. No podían ser los mismos monstruos que habían asesinado al resto del Aquitania... ¿verdad? 

Llegaron a cubierta sin contratiempos. Pero su corazón volvió a encogerse al ver al resto de los muertos. 

Algunos repararon en el cuerpo de Lorenzo Grimón. El aldeano del saco. 

- Dios mío, finalmente le mataron... Iba corriendo por los pasillos dando la voz de alarma- dijo alguien. 

- Fue entrando en los camarotes dejando esas figuras de artesanía y pidiéndonos que huyéramos... - dijo otra persona

Así que el preciado cargamento había sido repartido. Al Capitán Hank Morris le pareció un trato justo.
Al fin y al cabo, aquellas veinte personas, cuyo nombre había leído, serían los únicos supervivientes del Aquitania. 
No él. El Capitán debía ser el último en abandonar el barco. 

- Vamos, marchaos cuanto antes. Y tomad este cuaderno de notas. Si no morí junto a mis hombres fue para poder rescatar esto. Creo que quien fletó esta expedición sabía algo del horror que hemos presenciado. Léanlo y que Dios les proteja... 

No había avanzado ni unos metros hasta el timón cuando el grupo volvió a reclamarlo

- Capitán, aquí dice que es usted quien debe leernos esto... - dijo la primera persona en abrir aquellas notas

- ¿Cómo? ¿Yo? ¿Por qué? 

- Lo pone en la primera hoja- dijo una segunda persona arrebatando el cuaderno a la primera 

- También dice que no mencionemos a nadie si tenemos o no las marionetas. Los lobos están entre nosotros. 

- ¿Lobos? ¿Marionetas?-  El Capitán no entendía nada, pero aquello parecía realmente importante así que volvió hacia el grupo donde otra persona le señalaba exactamente lo que ponía

"Este cuaderno debe ser leído y custodiado por el Capitán Hank Morris... El resto de los pasajeros deberán escuchar atentamente y no revelar si poseen o no las marionetas de Castroviejo"

¿Castroviejo?

¿Qué estaba pasando allí? 

 

Notas de juego

CHAN CHAN

Aquí el famoso post recopilatorio de presentación. 

Ya solo queda uno. Lo tendréis a las 18:30.... Y a las 20:00 ATENCIÓN, HABRÁ EL REPARTO DE CARTAS :)

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27/03/2020, 01:31
Director

MISIÓN PARA EL AQUITANIA CON LA EVACUACIÓN DE LOS REFUGIADOS DE LA GUERRA Y UN CARGAMENTO DE ARTESANÍA PROCEDENTE DE ESPAÑA 

Este cuaderno debe ser leído y custodiado por el Capitán Hank Morris... El resto de los pasajeros deberán escuchar atentamente y no revelar si poseen o no las marionetas de Castronegro

El Capitán fue pasando las páginas mientras leía. No se dio cuenta siquiera que estaba leyendo en voz alta. Como si aquellas palabras escritas que atravesaron el tiempo y tantos espacios necesitaran ser lanzadas a la noche en forma de sonido. 

Sobre todo cuando leyó el lugar de procedencia de la carta

Telluride, Colorado, Estados Unidos

Aquel era el lugar de donde venía toda su familia de vaqueros y ganaderos y aunque Hank había dejado el pueblo incluso antes de ingresar en la marina, aquella carta le trajo de golpe su infancia: Las tardes de sol, las calles anchas y polvorientas, el sonido de las armónicas...

Querido Hank

No pretende esta carta empeorar tu cordura tras los acontecimientos que debes haber presenciado esta noche. 
No sé si serás capaz de asimilar todo lo que quiero contarte. 
Jamás se me dieron bien las palabras. 

Pero sé que eres una persona en la que confiar porque tu familia siempre ha sido gente noble y de gran corazón. Y libres de la garra del lobo. 

Por eso, cuando pensamos en alguien que pudiera traernos el cargamento pensamos en ti. 
Siento no haberte podido avisarte del horror que ibas a descubrir, pero si todo hubiera salido bien, jamás hubieras sabido de mi existencia.
Me recordarías solo como aquella señora muda, que vivía enfrente de tus abuelos y a los que cogió aprecio. 

Si todo hubiera salido bien... 

Si todo hubiera salido bien yo misma no habría dedicado mi vida entera a esta guerra contra los Hombres Lobo. 
Pero cuando era niña esos monstruos destruyeron todo un pueblo y fui la única que escapó de allí con vida. Los indios me ayudaron a sobrevivir y con el tiempo a encontrar mi hogar y mi misión en el mundo. 
Destruir a los Hombres Lobo que desde hace siglos habitan entre nosotros. 
Hoy, tú y el resto de los que quedéis con vida en el Aquitania, podéis salvar a los hombres y a las mujeres de todo el planeta. Si os han atacado es porque no han logrado hacerse con el cargamento que trajo el aldeano español. 

Ese cargamento son unos títeres.

Unas figuras de madera de un pueblo maldito de la estepa española llamado Castronegro. Hace siglos sus habitantes lograron destruirles y parte del poder de la luz que utilizaron quedó para siempre ligado a las marionetas de un feriante que narró aquella leyenda. (1) 

Lo sé porque una de esas marionetas fue traída a América por unos descendientes de aquellos primeros héroes y junto a otras reliquias se escondieron en un templo que los años y el desierto cubrieron. 
Los Hombres Lobo de América buscaron esa reliquia y no dudaron en ir matando uno por uno a todos los que se interpusieron en su camino. Finalmente la arrebataron de mis manos y con ella pudieron resucitar a toda su estirpe. (2) 

Con los años supe que había más marionetas. Si una de ellas había logrado devolverles el poder, tal vez las otras lograrían quitárselo. Cuando supe su procedencia mandé un enlace para que me las trajeran.

Pero por desgracia, a aquellas tierras había regresado Miller, uno de los Hombres Lobo ancestrales. Al parecer quería devolverle la vida a su amada Adela Lastra y con el tiempo vengarse de los descendientes de aquellos hombres. Ese pueblo estará maldito durante generaciones. (3) 

Pero debéis de saber que aunque estés asustados, ellos también lo están. 
Ellos están escondidos entre vosotros sin que sepáis quiénes son.
Pero ellos tampoco saben quiénes poseen las marionetas: 
Quiénes tienen dones para descubriros y acabar uno con uno con varios de los Hombres Lobo del viejo continente. 

​​​​​​​Leed con atención el resto del manual. El Aquitania te sigue necesitando de capitán. 
Pero otro habrá de ser quienes lidere el grupo. 

Tú labor será la más difícil. La de permanecer ajeno al ritual diario de acusación y a las terribles noches de muerte. Sé por todo por lo que pasarás porque yo un día tuve que hacer lo mismo que tú. 

Buen viaje, Capitán y ojalá la intuición, la generosidad y la valentía os traigan a buen puerto. 

Con todo mi corazón puesto en vuestro barco

Jenna


​​​​

 

Notas de juego

(1) Esa fue la aventura que empezó la saga: Castroviejo el Origen

https://www.comunidadumbria.com/partida/castronegro-el-origen

(2) Como pudo verse en la última aventura: La Leyenda de Miller's Hollow

https://www.comunidadumbria.com/partida/la-leyenda-de-miller

(3) Como contamos en la aventura en la actualidad: Regreso a Castronegro

https://www.comunidadumbria.com/partida/regreso-a-castronegro

 

BOOOOOOM. Espero que los veteranos se hayan emocionado al descubrir que Los Pasajeros del Aquitania sigue formando parte de la misma saga, con guiños y referencias a las otras partidas ambientadas en otras épocas. 

¡LOS NUEVOS NO OS ASUSTÉIS! No tenéis que leeros aquellas ni es necesario saber nada de estas historias para disfrutar al 100% del juego. Y mucho menos para jugar bien y seguir con vida. 

RECORDAD: La ambientación y el rol es solo la excusa. Esta es una partida de Lobos. 

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27/03/2020, 19:12
Capitán Hank Morris

El Capitán dejó que todos los pasajeros leyeran las notas

"La vidente"... "Votaciones"... "Reglas..."

Todo parecía un juego. Un ritual. Pero si aquellas páginas decían la verdad pronto tendrían que estar decidiendo a quién ejecutaban 

- Entonces... es así... ¿verdad? Algunos tenéis las marionetas... esos dones... no, no digáis quienes sois... Recordad que otros de vosotros son Lobos. Los mismos que han acabado con el resto del barco menos con vosotros veinte... 

Bueno, será mejor que cada uno entienda a lo que le ha expuesto aquel hombre de Castronegro al dejarle su marioneta... y después... tendremos que encontrar quién quiere ser el capitán de este grupo... Yo, a partir de ahora seré solo una pieza más del Aquitania... El barco y yo nos hundiremos u os llevaremos a la victoria. 

Notas de juego

A LAS 20:00 HAGO EL SORTEO... 

ESTA MADRUGADA HAGO EL SORTEO, así que cuando os levantéis mañana podréis ver qué rol desempeñais. Recordad que en esta partida ser Aldeano de entrada no significa no tener un papel muy protagonista. 

Y mañana publicaré el primer post para abrir la partida Y ELEGIR ALCALDE. 

Para no dejaros tan colgados por los retrasos técnicos, abro el hilo de jugadores de Bienvenidos a bordo por si queréis comentar la intro: SIEMPRE QUE NO DIGÁIS CON QUÉ PERSONAJE ESTÁIS JUGANDO ESTA y POR SUPUESTO ANTES DE REPARTIR CARTAS. 

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28/03/2020, 03:31
Director

Notas de juego

Ya se han repartido las cartas. Encima de este post que ahora no veis estará guardado el sorteo de notario virtual para cuando acabe la partida. 
Si se os ha abierto una escena es que tenéis un nuevo rol. En ella podéis hablar con total confianza y privacidad. 
Si no, es que sois simplemente ALDEANOS. Pero ya sabéis que en esta partida que puede haber tantas posibilidades lo mismo os acaba cayendo algún rol... O simplemente el papel protagonista en la victoria final. 

En este momento, es importante que tengáis en cuenta, lo que está pasando antes de que se reanude el juego

TRAS EL SORTEO Y ANTES DE EMPEZAR LA ELECCIÓN DE ALCALDE

- Los lobos se han reconocido PERO NO PUEDEN HABLAR ENTRE ELLOS

- La Alcahueta ha elegido a los enamorados

- Los enamorados ya pueden hablar desde este momento y de manera ininterrumpida durante todo el juego

- La vidente HABRÁ VISTO UNA PRIMERA CARTA

- Los demás personajes aún no pueden actuar Y NI EL NIÑO SALVAJE NI EL TONTO DEL PUEBLO han elegido aún a alguien. Lo harán en la primera noche cuando tengan más datos. 

A LAS 12:00 SE ABRIRÁ LA ESCENA... 

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28/03/2020, 12:19
Capitán Hank Morris

Al Capitán le pareció que todo el pasaje se quedaba muy pensativo en unos segundos que parecieron eternos. 
Como si tras leer el cuaderno y recordar todo lo que había pasado aquella noche, hubieran tomado de golpe conciencia de lo que estaba en juego. De quiénes eran cada uno.

Y de que en aquel barco iba a librarse una guerra

Hank Morris colgó su gorra en el palo mayor de la embarcación

- Yo usaré la vieja, pero la gorra del Capitán del Aquitania está ahora a su disposición. Como habrán podido leer por ahí, liderar a este grupo es un cargo de gran poder y también de enorme responsabilidad. 
Será mejor que se vayan presentando y votando. 

Después de eso tendremos que... que decidir quién es el primer pasajero del barco en saltar por la borda.  

Notas de juego

1. Se supone que todos vuestros personajes han leído ya todo lo que pone en las REGLAS DE JUEGO. 

2. Hasta el domingo a las 23:59 tenéis para elegir al alcalde, si es que no lo habéis hecho antes. Podéis iros proponiendo y votando y cambiando de voto y de parecer todo lo que queráis. 

3. Para votar, tanto ahora como para las votaciones de eliminar a alguien siempre se pone en NOTAS. Es la manera "oficial de hacerlo". 

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28/03/2020, 13:07
Grace Hayworth

Grace suspiró. Estaba acostumbrada a los horrores de la guerra, pero ¿hombres lobo? Parecía todo sacado de una novela de fantasía. Viendo el silencio en el grupo, decidió dar un paso al frente. Al fin y al cabo, tenía experiencia en tratar con gente traumatizada. En los hospitales de guerra no solo había que sanar el cuerpo: los horrores que los soldados habían visto necesitaban también su atención.

-Pasajeros del Aquitania, me presento para comandar este grupo. Os prometo puntualidad británica. Además, escucharé a todo el mundo a la hora de elegir votaciones cada día. Poco más puedo ofreceros, salvo mi palabra como enfermera de que trataré de sacar a la mayoría de vosotros vivos de aquí.

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28/03/2020, 13:46
Cosette Piaf

Aquel horror había sacado a Cosette de su estado de ensimismamiento. Creía haber sufrido terribles desgracias pero ninguna como ésa. Entonces habló Grace, postulándose a dirigir al grupo. A Cosette le gustaba la valentía y honestidad que parecía estar demostrando, pues además de ser mujer, sabía que sería el foco de atención de muchos. Si te presentas, mi apoyo tendrás, dijo Cosette. Eso sí, quien tenga el poder de mirar más allá de nuestras fachadas, que vigile de cerca al que resulte elegido.

Seguidamente se puso a pensar en todo lo sucedido y en cómo debían proceder cómo grupo, tipos de votaciones y demás... Había gente importante entre ellos y gente horrible también, si es que se le podía llamar gente... Damas y caballeros, repitió Cosette con el mismo tono con el que solían presentarla en los clubs, no debemos arriesgarnos a perder personas importantes; además de elegir al alcalde, después tendremos que pensar cómo organizarnos y cómo votar. No perdamos de vista, señores, que los Hombres Lobo no han hablado entre ellos y no han podido organizar estrategia alguna, simplemente se han reconocido... aprovechemos eso porque es la única vez que vamos a contar con esa baza. Igualmente, yo propondría hacer una primera ronda de votaciones y que se puedan defender los más votados por si entre ellos hay quienes ostenten poderes importantes

Cosette dio un paso atrás dando a entender que de momento no tenía nada más que decir, pero obviamente no se callaría cuando fuera oportuno (nunca lo había hecho). Vamos al grano, que aquí no hay tiempo que perder... Cosette no solía andarse con rodeos y menos cuando su vida estaba en juego.

 

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28/03/2020, 15:16
Grace Hayworth

-Por supuesto, me voto a mi misma. Se me olvidó hacerlo antes.

Notas de juego

Me voto para capitana.