Partida Rol por web

Maldita sea!!, maldigo. Rápidamente recargo la flecha y la coloco sobre el arco y vuelvo a apuntar a los tentáculos del kraken. Tienes que acertar. Viendo que una flecha cruza ante mis ojos y va directa hacia el animal, respiro aliviado. Apunto y unos segundos después la flecha debe salir directa hacia aquellos tentáculos.

Parado, frente a semejante cosa, inicialmente no sé como arremeter. El movimiento extraño que el tentáculo realiza resulta hasta molesto de ver, pero me tomo un momento mientras, paso a paso, me acerco. Con que me atrape podría significar todo o nada... no me gustaría para nada que esa cosa decida que le acompañe abajo.

Un gemir, un grito, es lo que siento del otro lado... ha de ser uno de los pobres marineros que deambulaban en esa zona del barco, alguno que no ha podido escapar. Pero ya deben encargarse del asunto Hallatan y Halmir, pues yo tengo mis propios problemas aquí.

"- ¡Por aquí, pedazo de excremento baboso y con olor a sal!, ¡por aquí te digo!- grito, como si la bestia pudiese escucharme-. Veamos que tan duro eres, monstruo- agrego, al momento que lanzo un ataque con mi espada".

Apunto esperando a ver la cabeza del animal, pero se mueve mucho y dificulta la tirada.. Opto por disparar a su tentáculo, esperando no fallar.

Sus tentáculos viscosos y contundentes se agitan como enormes serpientes, y apunto a uno de los que asoman por la borda.

Cojo velozmente una de las flechas del carcaj de mi espalda, colocándola en la cuerda y tensándola, sin dejar de calcular la dirección y la distancia a la que debo tirar, para ser lo más preciso posible.

Me abstraigo del mundo en la tirada, y suelto la flecha..

(20) Eadar: Carga y apunta
(20) Ragnir: se mantiene en el timón
(15) Dorien: se mentiene en el camarote
(15) Marinero1: se mentiene
(15) Marinero2: se mentiene
(15) Marinero3: se mentiene
(15) Marinero4: se mueve
(15) Marinero5: se mentiene
(15) Marinero6: se prepara para atacar
(15) Marinero7: se mueve
(15) Marinero8: está atrapado
(15) Vandor: se mueve
(10) Lorgan: dispara y falla
(10) Hallatan:Ataca y cercena el tentáculo
(10) Halmir: se mueve para atarcar otro tentáculo y 
(10) Kraken: vuelve a agarrar al marinero
(+5) Ted: ataca kraken 7A A= 4 + 2/as
(-5) Angainor: Ataque espada sin daños

La acción sucede de forma muy rápida, el viejo y experimentado capitán ataca con fuerza al tentáculo, de forma tan intensa que lo cercera de un solo tajo, el marinero que sujeta este tentáculo cae de forma pesada al suelo.

Su hijo, Halmir, privado de ese tentáculo corre para atacar con su espada al siguiente, lo consigue dañar de forma parcial.

Pero el gran kraken no se da por vencido y con otro tentáculo agarra al marinero herido y lo levanta en el aire.

Tanto Lorgan como Angainor realizan ataques infructuosos, pero quien si tiene éxito es Ted que clava su flecha en otro tentáculo, además desgarrando parte de él, el enemigo, sorprendido por tan furibundo ataque sobre él, se retira, deslizándose, pero sin soltar a su presa, con rapidez de hunde de nuevo en el mar, para zamparse al marinero en las profundidades, una muerte nada agradable.

Veo como los tentáculos desaparecen de cubierta con el pobre marinero con ellos. Rezo por el alma del pobre desgraciado. Me cuelgo el arco y desciendo de la cofa para comprobar si mis compañeros están sano y salvos, desde arriba parece que sí pero me quedaré más tranquilo cuando ellos mismos me digan que están perfectamente.

- Angaimor...Eadar...¿todo bien?...deberíamos alejarnos rápido de este sitio...puede que el monstruo vuelva en poco tiempo... - miro al puente y veo a Lorgan - Lorgan ¿Tú qué tal? ¿Alguna baja más?

Para un animal de ese tamaño un simple humano no debe ser más que un aperitivo. Es mejor poner millas de por medio ante otro eventual ataque.

-¡Todo bien, Ted! -dije, aún estremecido por el ataque de tan extraño ser, y retumbando en mis oídos los gritos del infortunado marinero que arrastró con él -. Parece que por suerte no hubo más víctimas. Mejor alejémonos de aquí, sí. Posiblemente vuelva, y mejor que no nos encuentre cuando lo haga..

Miraba todavía al mar mientras hablaba, tal vez esperando ver surgir un nuevo tentáculo.

-Amigo Angainor, parece que tu cena hoy no será un viscoso kraken -dije al enano, recuperando ya el buen humor.

Estoy bien, digo levantando el brazo izquierdo para hacer notar mi posición, mientras con el derecho bajo el arma y destenso la cuerda.

Fue rápido pero estremecedor. Muevo la cabeza de un lado a otro haciendo recuento de personal, por si faltase alguno más contando el marinero que vimos ser tragado por el mar. Parece ser que sólo hemos tenido dicha baja.

Me alegra escuchar que de momento ninguno de nosotros estamos heridos, aunque seguramente el susto no se nos pasará en un buen rato. Ninguno de nosotros se ha enfrentado a semejante bestia de la naturaleza y eso se nota en el palpitar de mi corazón que a pesar de empezar a tranquilizarse late con la fuerza de cien caballos desbocados.

Ya en cubierta me siento apoyándome en el mástil mientras compruebo mi arco. Hoy me ha prestado un buen servicio y eso me reconforta. Espero poder sobrevivir a este viaje y llegar a casa sano y salvo.

Fue una victoria agridulce, pero… ¿Cuál no lo es? De todos modos ya no se podía hacer nada más, por suerte apenas habían habido desperfectos, unos pedazos de la barandilla de madera astillada y poco más.

- Bueno, no es el momento de alegrías pero estoy satisfecho de todos vosotros – Intervino el capitán enfundando de nuevo su espada – Esta noche ración doble de vino, no quiero a mi tripulación baja de moral…

Poco a poco los marineros fueron ocupando sus posiciones, mejor mantener la cabeza ocupada con duro trabajo, mientras el cielo seguía encapotado, pero las olas poco a poco eran cada vez de mayor tamaño, pero sin romper ni resultar demasiado molesto.

Mientras hay luz me dedico a comprobar el estado de mi espada y daga. Sé que están perfectamente afiladas pero comprobarlas de nuevo me da mayor confianza y mantiene mi mente distraída. Luego cabeceo un poco antes de la cena ya que la primera noche será bastante dura. Si el día ha sido peligroso no quiero imaginarme la noche con un mar lleno de Krakens y corsarios...

Pienso en dejar un carcaj de flechas y algún arco en algunas zonas del barco para poder disponer de ellas en caso de combate. Es posible que todos las podamos utilizar llegado el momento y así evitar quedarnos sin munición o no disponer de arma llegado el caso de que el ataque nos coja por sorpresa, situación que espero no vivir porque sería casi una muerte segura.

El día llega a su fin, el sol se oculta aunque debido a las nubes no pudimos disfrutarlo mucho. En breve la luna iluminará los cielos y empezará la vigilia. Espero que la comida sea decente y el vino ayude a animarnos.

Observo el tentáculo moverse ferozmente e irse hacia las profundidades, acompañado de un suplicante y aterrorizado grito que sella el enfrentamiento al que la bestia nos ha sometido. El monstruo se pierde en la nada del agua y desaparece por completo de nuestra vista. Me asomo levemente a un costado del barco y, llevando mi arma al pecho, saludo respetuosamente al que se acaba de ir.

Mientras el ondear del mar penetra mi vista, pienso en la desgracia que ha acaecido a ese humano. No por el hecho de morir, no por el hecho de la forma en que ha llegado su fin, sino por el infortunio sufrido por no lograr un descanso como es debido. "Que Mandos le guíe al descanso eterno", cavilo.

Doy la vuelta y me dirijo a hacia donde mis compañeros se encuentran, encontrándome rápidamente con Lorgan: "- Tal vez no hoy, pero ay de él si asoma esas cosas nuevamente por este barco- le contesto sonriendo".

Al acercarme a los demás asiento con la cabeza, festejando por un momento más con vida después de tal ataque, un momento más como ya hemos disfrutado y agradecido otras veces. Miro a Ted y sonrío... sé que no he de decir una palabra... sólo con eso ha de darse cuenta que me remito a decir "buen trabajo".

Las palabras de Hallatan me hacen abrir por demás mis ojos... "Doble vino y mi pipa... esta noche será bastante placentera", pienso. Me acerco a Lorgan.

"- Bueno, compañero, nos toca esta noche cubrir la primer guardia... con unas copas no habrá frío que nos alcance- le comento, riendo un poco y golpeando mi barriga con la palma abierta".

Suspiro al ver desaparecer aquella criatura y agradezco a los Valar que no haya sido yo aquel desgraciado.

Unos minutos después la gente volvía a sus quehaceres aún con caras largas y mustias. No podía quedarme a esperar que el tiempo pasase, así que arrimé el hombro y ayudé mientras el barco se alejaba de aquel lugar.

Cualquier cosa en la que ayudar resultaba gratificante, pues permití tener la cabeza ocupada en otros intereses.

-Jajaja.. Eso parece, Angainor. Pero visto lo que nos hemos encontrado mejor estar alerta, jaja..

Le dí una palmada en el hombro, amistosa, y me dirigí de nuevo a la borda para asomarme. Esperaba ver de lejos algún tentáculo, pero por suerte no ocurrió.

-Si montamos guardia esta noche iré a descansar un poco para estar despejado, si os parece bien y no hay algo que tenga que hacer -les dije a los demás y al capitán.

Todo el mundo de pronto le entraron ganas de trabajar, pero al igual que había pensado Eadar, el trabajo mantiene ocupada la mente y era la mejor porfa de pasar el mal trago.

Pero el capitán insistió en levantar el ánimo – Vamos muchachos, sintámonos orgullosos de de que estemos ahora todos en la tripa de ese calamar…

Lorgan se retiró a dormir y pronto el resto comenzaron a organizar la cena, no es nada raro comer pescado en un navío, fácil de obtener tirando una red, apenas había que hacer algo más que esperar, pero lo que correría esta noche sería el vino en abundancia.

El mar levantaba y bajaba el barco pero todo el mundo lo que pensaba era en beber.

Todo el mundo de pronto le entraron ganas de trabajar, pero al igual que había pensado Eadar, el trabajo mantiene ocupada la mente y era la mejor porfa de pasar el mal trago.

Pero el capitán insistió en levantar el ánimo – Vamos muchachos, sintámonos orgullosos de de que estemos ahora todos en la tripa de ese calamar…

Te retiraste a dormir, estabas cansado y pillaste la cama con ganas, la gente parecía ocupada en cubierta, y a estas horas podrías descansar, al menos al principio, pues después de echar una cabezada te despertaste con el jaleo de los marineros, que cantaban canciones, también llegó a ti el aroma de pescado recién cocinado, debías de ser el único que dormía, pero con poco más de insistencia lo conseguirías, sólo tenías que enrollarte con el cojín

El pescado no me desagrada aunque realmente prefería una buena pata de cordero. De todas formas no le hago ascos y comeré lo suficiente aunque sin pasarme, no quiero pasar una mala noche en el barco y menos siendo la primera y tras el suceso con el kraken. La marinería está ansiosa por el vino, yo beberé sólo un poco para acompañar la cena y aguantar el turno de guardia.

Me acerco a mis compañeros para comentarles algo que he estado pensando. Intento que sólo me escuchen ellos para no alertar a los marineros.

- He pensado en disponer flechas y arcos en algunos puntos del barco, en caso de un ataque de improviso como este podríamos acceder a ellos más fácilmente y así no sólo nosotros podríamos defender el navío...creo que esta tarde hemos tenido mucha suerte pero la próxima puede no ser así...¿qué os parece la idea?

Tras echar una mano en las labores del barco, consigo relajarme un poco. Quizá sólo haya sido un aviso para no dormirnos en los laureles.

Junto a mis compañeros como pescado,aunque no mucho. Mi estómago aún se encuentra algo engido y no es capaz de permitir entrar algo más que un trozo de pan y pescado. Sin embargo me fuerzo a comer un poco más. Tan malo es comer mucho como poco, y seguro que voy a necesitar las energias antes o después. Sin embargo no pruebo ni gota de alcohol. No puedo permitir que mis facultades se vean afectadas.

Mientras como junto a mis compañeros, escucho las palabras de Ted: Quizá no sea mala idea, siempre y cuando queden bien fijos y ninguno de ellos, digo haciendo ademán de referirme a los marineros, intente utilizarlos sin saber cómo se dispara. En un momento como el anterior los nervios pueden jugarte malas pasadas y aferrar un arma aunque no sepas usarla, es una falsa esperanza.

No me dí cuenta de lo cansado que estaba hasta que me eché para intentar dormir. Supongo que el estado de tensión por el ataque del kraken me pasó factura.

Deseaba estar despejado para la guardia de la noche, así que mejor dormir cuando pudiese para no hacerlo estando de guardia.. Aunque supuse que teniendo de compañero al enano Angainor, iba a ser difícil dormir aun queriendo hacerlo.

Eso me hizo pensar en mis nuevos camaradas de armas. Me caían bien, y pude comprobar que es justa su fama de buenos guerreros. Esperaba estar a la altura de su arrojo..

Con cábalas así, mi mundo se tornó negro.

No recuerdo qué soñé, pero sí lo que olí cuando desperté: pescado asado. Mi apetito se desató de un modo voraz, y me levanté a buscar la procedencia de tan sabroso manjar.

Acompaño en los quehaceres junto con los demás, previendo el momento del descanso, el momento en que hemos de disfrutar en cubierta de un espacio de paz luego de tanto movimiento que la bestia nos ha regalado.

Jamás había probado al animal que ante mis ojos tengo. Si bien he de decir que tengo conocimiento sobre los peces, no había tenido o me había dado oportunidad alguna para probarlos. La textura de por si resulta extraña, pues al morderlo no muestra lucha la carne muerta en la boca... sólo se desarma, dejando pasar un sabor suave aunque marcado, con cierto dejo salino producto del agua en la que vive. Un buen trago de vino acompaña el nuevo sabor, mezclándose en uno nuevo que envuelve mi lengua, más aún al tomar aire cuando levanto mi cabeza y observo la noche.

Miro nuevamente la comida en mi mano. "- Ric...- alcanzo a decir antes de pegar otro bocado".

Ted se acerca y nos comenta su idea, a lo que atino a expresarle: "- No es mala idea... es conveniente, incluso, que ustedes puedan moverse por el barco y tener a mano esas flechas... sin embargo, preferible sería que las mantuviesen ocultas en lugares que ustedes sepan... de estar siempre visibles serían munición para ustedes y para los extraños- comento".

Doy otra sorbo al vino y me tiendo en el suelo del barco... creo que ya estoy lleno... preferible sería tomar aire y descansar un momento.