Partida Rol por web

El desayuno transcurrió pleno de conversaciones poco trascendentales, e incluso de un absoluto mutismo por parte de alguno de los comensales. Poco antes de que llegase el momento indicado por Denise Williamson, ésta salió del comedor, regresando al cabo de unos instantes con unos cuantos dossiers y con el resto de la expedición, los recién llegados.

Denise os entregó un dossier a cada uno, quedándose uno para ella misma.

-Antes de comenzar la expedición, explicaré quién es quién, y cuál es su papel dentro de la expedición. Pónganse en pie cuando les mencione, para que los demás puedan asociar nombre y cara. Suena como si estuviese pasando lista, lo cual no deja de ser relativamente cierto. Pero somos demasiados como para dejar que se vayan conociendo poco a poco por obra y arte de sus naturales simpatías.

-Ya me he presentado antes, pero me repito: mi nombre es Denise Williamson. Junto con la universidad de Miskatonic, soy la organizadora de esta expedición de rescate. Soy doctora, por lo que mi función no es otra que la de ejercer de servicio médico de la expedición. Cualquier malestar que sientan, por nimio que sea, han de comunicármelo con presteza. Ante la duda de si estoy o no capacitada para formar parte de una expedición, les recuerdo que mi padre es el honorable Tyronne Williamson, a quien he acompañado en varias ocasiones en expediciones de poca monta. No soy una experta, pero no poseo un escaso conocimiento del tema.

-Éste hombre es Jeremy Morgan, amigo de mi padre y colega de profesión. Es nuestro experto en la materia, y un brillante profesor de Arqueología de la Universidad de Miskatonic. Se maneja por cualquier terreno escabroso mejor que por el centro de Arkham.

El tal Morgan era un hombrecillo de aspecto amable. Era menudo y de complexión frágil. Se notaba que ya poseía más años que ningún otro de los participantes en la expedición. Casi parecía él mismo una reliquia, igualita a las que solía buscar en sus expediciones.

-Este hombre se llama Gordon Lockly. Ha sido nuestra incorporación de última hora, pues se ha unido a nosotros al llegar Morgan y yo aquí. Es un conocedor del terreno, un experto en armas. Nos protegerá de cualquier peligro que surja a lo largo del trayecto.

Parecía un hombre feroz, de un tamaño absolutamente descomunal. Había algo en su expresión socarrona que resultaba desagradable, y no porque el hombre fuera marcadamente poco agraciado, sino porque poseía algo que lo convertía en un ser desagradable. Parecía un mercenario, dispuesto a cualquier cosa por ganarse unas monedas.

Desde luego, a primera vista más de uno podría aseverar que al entrar Lockly en el bosque, éste sería el ser más peligroso de cuantas criaturas se hallasen en él.

-Éste es Miguel, nuestro porteador. Es oriundo de la zona, conoce ligeramente el terreno, y ayudará en todo lo que sea necesario, dentro de sus posibilidades.

El "dentro de sus posibilidades" resultó una expresión un tanto enigmática, pero al fijarse en el rostro de Miguel, y darse cuenta de que su acompañante le daba con el codo y le indicaba que saludase (cosa que no hizo hasta que éste se lo indicó) daba impresión de que quizás este hombrecillo de impresionante tamaño (quizás aún más alto que Lockly, lo cual era decir mucho) y rostro ovejuno no fuese el hombre más listo ni más despierto de aquel lado del charco. No obstante, mostraba una permanente sonrisa bonachona, y saludó en un simpático inglés con un excepcionalmente marcado acento nativo. Daba la impresión de que todo lo que tenía de grande, lo tenía de bonachón. Un hombre simple pero siempre dispuesto a ayudar.

-Éste es Stuart Devlin- señaló al otro recién llegado- Es nuestro "chico para todo". Será el piloto de nuestra canoa, y prácticamente no hay nada que no sepa hacer. Sobreviviría una semana en el polo norte con un taparrabos y un cuchillo de cocina poco afilado- Devlin rió ante el comentario de Denise, parecía tomarse la expedición como una mera diversión, como si no concibiese peligro que no pudiera superar- También velará por nuestra seguridad.

Devlin, al igual que Lockly y Miguel, era otra torre, otro tipo fuerte y altísimo. Un hombre acostumbrado a enfrentarse a todo tipo de peligros y a ser capaz a salir indemne de ellos. Parecía ejercer una altísima influencia en Miguel, ya que éste volvió a obedecerle cuando le ordenó con suavidad que tomara asiento, y porque el joven nativo parecía estar constantemente pendiente de él.

-Ese soy yo, el chico para todo. Igual valgo para un roto que para un descosido- volvió a reír, mientras agarraba un cenicero y jugaba a lanzárselo de mano a mano a toda velocidad sin fallar ni una sola vez- Estoy aquí para todo lo que necesiten los caballeros... Y las damas, por supuesto- Le guiñó un ojo a Gloria. El hombre era condenadamente atractivo... Y lo sabía.

-Nuestro último protector, Allan Quarter. Junto con Lockly, Miguel y Devlin, se encargará de protegernos de todo mal. Es un experto en matar bichos de todos los tamaños, se maneja por cualquier selva como si fuera una de las bestias a las que se suele enfrentar, y velará por la seguridad de todos los presentes.

-Ésta es amiga personal mía, Gianna Stasi. Viene del viejo continente. Aunque es cantante y jamás ha salido de expedición, es una mujer excepcionalmente capaz, de múltiples recursos. Ejercerá de mi ayudante personal.

Y mi consuelo espiritual, dada mi implicación personal en este asunto. No es sencillo mostrarse todo ell tiempo fría, distante y calculadora. El temor acerca del destino de mi padre me hace sentir como un volcán a punto de estallar, y necesito un firme apoyo que me devuelva a la realidad en momentos de flaqueza.

-Gloria Trace es la periodista que cubrirá todo lo que suceda durante la expedición, así como quién redactará el reportaje sobre el destino de la expedición de mi padre. Sé de buena tinta que es una mujer que ya se ha visto en infinidad de ocasiones en situaciones de peligro y que ha salido de ellas sin daños que lamentar. Ha jurado a mi buen amigo Henry Armitage, director de la Universidad de Miskatonic, que va a contar la verdad, sin elementos escabrosos ni sensacionalismo.

A pesar de su elogiosa presentación, Denise no pudo evitar mostrar un leve resentimiento por la presencia de una periodista en el grupo. No obstante, agradecía que le hubiesen enviado a alguien capaz, y no a una mera marioneta que resultase una carga.

-Henry Jones es uno de nuestros más eminentes anticuarios, amén de amigo personal de mi padre- Denise se aproximó y posó afectuosamente una mano sobre su hombro derecho- Es un brillante erudito, y uno de los tres expertos que conforman nuestra expedición. Es un hombre de total y absoluta confianza, y cuya presencia aquí se debe exactamente a lo mismo que la mía: tenemos intereses personales en encontrar a dicha expedición, por mi padre, por nuestro amigo Baldwin, y cómo no, por los cuatro muchachos.

-Y por último, es un honor para mí contar con este hombre, Omar Heket- dijo, señalando al de aspecto extranjero- Es, hoy por hoy, una de las mayores eminencias en el mundo de la Arqueología. Su especialidad es Egipto, no en vano es oriundo de allí, pero se encuentra aquí por su incurable interés por extender su especialidad a otras culturas, en este caso las culturas mayas y azteca. Además, creo recordar que colaboró con mi padre en alguna de sus excavaciones, así que no ha encontrado mejor manera de cambiar de especialidad que comenzando por ayudar a encontrar a un viejo amigo.

Tras las presentaciones, Gloria le quedó bien clara la organización del grupo de rescate: por un lado los "musculitos" que se encargarían de proteger el pescuezo de todo el personal, y por otro los "cerebritos" que se de dedicarían a investigar lo sucedido... "Me pido el grupo de musculitos..." pensó la periodista.

Estar en una selva, rodeada de peligros, animales salvajes y bicharracos de picada más que mortal...era para tomárselo en serio! Y parecía que aquellos Allans, Stuarts, Migueles y Gordons, sabían lo que se hacían. Aunque mostraran menos confianza que un perro rabioso en un parque infantil.

El grupo de "intelectos", a parte de romper la media de edad y obligarte a no imaginártelos dando miguitas de pan a las palomas de Central Park, se centraría en la investigación del suceso. Era cuestión de tener la oreja bien alerta para no dejar escapar ningún dato importante.

Vamos, que tocaba "dividirse" y mantener la buena relación con ambos grupos... "Venga nena, saca tu mejor sonrisa y intenta ser simpática!" pensó Gloria.

Allan tenía ya claro quiénes eran las personas que iban a acompañar la compañía al último infierno en la tierra.

Y no estaba precisamente contento. Entre el grupo de protectores, todos tenían un problema.

Ser un mercenario, un ligón de poca monta, o rematadamente tonto.

A cada cual de tres perfiles más peores. La pregunta es si como parecía todos irían por libre, librando a Miguel que iría detrás de su amo como un buen perro, o todos trabajarían a las órdenes de uno de ellos. Eso sería más práctico aunque causara sin duda más de un dolor de cabeza. No tenía claro si quería que le pidieran ser jefe de seguridad, o un mero trabajador.

Por otro lado, si bien entendía que hubiera que seguir el rastro, le sobresaltaba que necesitaran tres momias para seguir al otro grupo, que sin duda era de menor tamaño que este.
El no había venido para volver con la otra expedición y un montón de descubrimientos, solo para volver con los supervivientes de la otra expedición. Esperaba que la joven Williamson lo tuviera claro, porque sería un punto importante.

Así que mucho arqueólogo le parecía tira tiempo y recursos. Máxime siendo estos tan frágiles como el exoesqueleto de un escarabajo. Después de sopesarlo, con Henry Jones había más que suficiente, parecía ser el que estaba en mejor forma.

Solo esperaba que realmente sirvieran para algo.

Lo de la periodista era un incordio, y viendo su cara estaba seguro de que ella también pensaba lo mismo de aquel trabajo, pero entendió que había mucha gente con los bolsillos llenos esperando noticias sangrientas de la otra punta del planeta.

Si algo le llamo la atención, era la cantante. Ayudante personal. En mitad de la jungla. Sin duda estaba totalmente fuera de lugar. A menos de que no se fiara realmente de nadie más. Sin embargo, iba a pasarlo por alto, porque aquella mujer era misteriosa e interesante, más allá del mero atractivo sexual.

Algo que raramente se podía observar en la naturaleza libre.

Bien ya los había valorado a todos. Incluso a la joven cabecilla. Había aceptado el trabajo, no por el dinero, sino porque sabía que aquella chica provocaría su muerte, y era más que probable que la de alguna persona más. Y aunque no sería culpa suya si se negaba, luego le pasaría factura en su karma. Mierda de ideas de la india…

Éramos un grupo difícil de definir. Había grandes hombres dedicados a la caza y la protección, hombres que habían dedicado su vida al conocimiento (entre los cuales me encontraba), mujeres hermosas y capaces... Sin duda quienes más llamaron mi atención fueron Miguel y la Giana Stasi. Miguel no parecía un hombre hecho para vivir una aventura que podía costarle la salud, o incluso algo peor, y sin embargo allí estaba, aparentemente feliz de formar parte del grupo y dispuesto a todo. Probablemente la compañía de su amigo, a quien obviamente tomaba por guía, le servía de apoyo para sentirse a gusto. Parecía un muchacho muy amable.

Por otro lado, la cantante. Me chocaba enormemente que alguien así estuviese allí, por muy amiga que fuese de la organizadora. ¿Qué hace una mujer del espectáculo en una expedición de rescate? No tiene sentido. No podía aportar nada más que diversión en los ratos libres, pues no servía como guía, como médico o como protección. Es más, me pareció un detalle sumamente elitista y fuera de lugar por parte de Denise el llevarse una ayudante personal. ¿Dónde creía que íbamos, de vacaciones? En fin, supongo que es una de esas cosas que los hombres entrados en años y dedicados a pasar la vida entre libros y cinceles no entendemos.

A pesar de todo, y de que había quien no me agradase especialmente como era el caso de Lockly, estaba deseando partir. Cuanto antes nos pusiesemos en camino, antes podría explorar tierras nuevas para mí y antes podría estar de vuelta. Aquella misión prometía ser interesante.

Mmm... Muchas personas demasiado implicas y aún más implicadas demasiado poco...

Gianna arrugó la nariz mientras observaba el grupo. No creía que fuera de lo más práctico que se pudiera conseguir, no tanto por profesiones sino por personalidades. Aunque estaba segura de que nadie, salvo Denise, pensara que ella tenía un lugar justificado en la expedición. 

Aunque los miembros "pensantes" parecían personas en las que uno puede confiar, no le parecían muy todoterreno, por no decir que parecían autenticas ratas de biblioteca, excepto el Sr. Jones, que claramente había trabajado mucho sobre el terreno. Y en cuanto a los miembros prácticos... Bueno, estaba demasiado acostumbrada a tratar con hombres de ese tipo en los locales donde había trabado y no era dificil, salvo quizás por Lockly y Quarter. El primero hubiera tenido la entrada al local de Lou, o bien podría haber sido cliente VIP y en cuanto a Quarter, si bien parecía un tipo duro, ella seguía viendo a un cachorrillo asustado.

Por otro lado, no sabía muy bien en que saco meter a la periodista, algo en ella no le acaba de encajar del todo. Aunque puede que solo fuera la antipatía que le tenía Denise.

Seguía pensando que su amiga se había equivocado un poco al buscar los miembros de su expedición, pero Gianna no dijo nada al respecto, al fin y al cabo, su misión estaba clara, por inútil que le resultara, de momento, a los demás.

Definitivamente si alguna vez alguien quería poner una foto para ilustrar el significado de la palabra variopinto debía de incluir una fotografía de los miembros de la expedición. Una periodista, una cantante, erúditos en diferentes materias y de diversa procedencia, todo tipo de tipos fuertes siendo alguno de ellos lo más cercano que jamas había visto a un matón...

Definitivamente Denise no había escatimado en gastos y recursos para encontrar a su padre, el cual estaría muy orgulloso de ver como su hija se hace cargo de una expedición tan ambiciosa como esta. Sabía que estaba sobradamente preparada para ello ya que había participado en alguna de las excavaciones menos peligrosas de su padre y había demostrado tener maneras.

Fuera como fuese estaba claro que estábamos perfectamente preparados para lo que fuese que nos fuésemos a encontrar. Tan solo esperaba que entre esas cosas que podíamos encontrarnos estuviera mi querido amigo con vida.

Al abrir el dossier, el primer informe presente era el siguiente:

HONDURAS BRITÁNICA

Honduras Británica es una colonia de la corona inglesa, en la costa oriental de Centroamérica. Se trata de un país minúsculo, con una superficie menor de 23.000 km2,y tan solo unos 20.000 habitantes de los que entre 1.500 y 2.000 son de origen europeo. La mayor parte de los británicos que viven allí son descendientes de bucaneros del Caribe. Honduras británica limita al Norte con México, al Sur y Oeste con Guatemala y al Este con el mar Caribe.

Su cultura está más estrechamente relacionada con la de las islas del Caribe que con al de sus vecinos centroamericanos. El grueso de la población lo componen antiguos esclavos de origen africano, con algún indio asiático y algunos americanos nativos. La mayor parte de estos últimos viven en las junglas del noroeste y en las montañas del suroeste, y tienen muy poco contacto con los colonos. Excepto en las cercanías de la costa, es más normal que los nativos hablen español que inglés.

La aproximación a la costa de Honduras británica es muy peligrosa por la coexistencia de una barrera de arrecifes de coral muy peligrosa (la segunda del mundo en importancia), que rompe el agua a lo largo de la costa en una serie de isletas denominadas cayos. Los barcos que se acercan a la capita, Belize, deben detenerse a la entrada del arrecife y esperar la llegada de un práctico. El puerto de Belize no dispone de amarres para navíos de gran calado, por lo que los barcos fondean en la bahía, y el desembarco se realiza en una chalupa.

El país tiene un relieve compuesto en su mayoría por montañas, pantanos y junglas tropicales. La itad Sur está dominada por las montañas Maya, que en el extremo más meridional están cuiertas de selva tropical, que es por donde deberán viajar los investigadores. La mitad norte no se eleva más de 60 m sobre el nivel del mar, y la mayor parte de las zonas son pantanosas. Al Oeste los pantanos se convierten gradualmente en bosques de hoja caduca y sabanas. La costa la componen principalmente pantanos y manglares. Los tres ríos principales son el Belize, el Hondo y el Nuevo. El que vamos a remontar es el primero.

Aunque Honduras británica está oficialmente en los trópicos, el clima es subtropical, con temperaturas que oscilan entre los 10 y los 32ºC. Los vientos dominantes son del Este, del Caribe La estación seca va de Febrero a Mayo, y durante el resto del año llueve ocasionalmente hasta Octubre, Noviembre y Diciembre, meses en los cuales no para de llover. La precipitación media anual es de 1.250 l/m2, pero en algunas zonas es mayor de 3.800 l/m2.

La capital de Honduras británica es Belize, y las poblaciones importantes son Stann Creek, Corozal, Orange Walk, Punta Gorda, El Cayo, Monkey River y Mullins River.

La línea telegráfica conecta Belize con Corozal al Norte y con Punta Gorda al Sur. No hay vías férreas ni carreteras utilizables por autoóviles, por lo que la mayor parte del transporte se realiza mediante vapores costeros. En Belize recalan con regularidad vapores correo procedentes de Nueva Orleans, Liverpool y Puerto Cortés en Honduras.

La moneda oficial es el dólar de oro norteamericano, aunque también son de curso legal el soberano y el medio soberano británicos. La casa de la moneda local emite billetes de 1, 2, 5, 10, 50 y 100$, así como monedas de plata de 5, 10, 25 y 50 cents. En la colonia rige el Derecho Civil británico.

Honduras británica está salpicada de ruinas Mayas, y algunos creen que también de otras de naturaleza más siniestra. La parte occidental del país está prácticamente inexplorada, y en ella apenas habitan europeos.

FLORA Y FAUNA

Los árboles de Honduras británica son en su mayoría de hoja caduca. En las zonas pantanosas de la costa Este predominan los manglares, y en las montañas del Sur las coníferas que, en el extremo más meridional ceden su lugar a la selva tropical. Por donde viajan los investigadores, la vegetación es la típica de las selvas tropicales, con lianas y diversas variedades de helechos.

Los animales incluyen jaguares, pumas, tapires, ciervos, cocodrilos y manatís, así como una amplia variedad de tortugas, reptiles, pájaros y peces. El país está situado en el extremo, tanto de la zona de fauna Norteamericana como de Sudamérica, por lo que la variedad es considerable.

BELIZE

La capital de Honduras británica es Belize (aproximadamente 10.000 habitantes). Belize está en la costa del Caribe, ocpando ambos lados de la desembocadura del río Belize. Las casas son de madera y disponen de altos tejados y amplias balconadas, a las que dan sombra los cocoteros. Los edificios principales son:

-En el centro, el Palacio de Justicia

-En en extremo Sur, la Casa del Gobernador.

-Al Norte, Fuerte George.

Otros edificios relevantes son el Banco de Inglaterra en Honduras, un hospital, un convento católico y ua iglesia metodista, que es el edificio más grande de la capital, y el favorito de la mayoría de sus habitantes.

Belize está rodeada por pantanos de manglares, lo que hace que sean muy comunes los brotes de fiebre amarilla, cólera y otras enfermedades tropicales. Sin embargo, Belize no es tan insalubre como otras ciudades de los trópicos, puesto que la marea alta cubre frecuentemente las marismas, y los vientos predominantes son brisas marinas, cálidas pero fuertes.

No hay conexión por carretera o ferrocarril entre Belize y cualquier otra ciudad, por lo que todos los enlaces se realizan mediante vapores costeros.

Era un extensísimo informe sobre el país y su capital, Belize. Una vez que termináis de leer dicho informe, es Morgan quien toma la palabra:

-¿Alguna duda? ¿Pasamos a conocer los detalles sobre la expedición desaparecida?

"Por dios!..." pensó la periodista, "...Pero esto que era un equipo de rescate o una vuelta a la universidad!".

La verdad es que Gloria no se esperaba aquel dossier tan completo sobre la localización del grupo desaparecido. Decidió echarle un ojo más tarde, en su habitación...o puede que decidiera "perder" el tiempo en otro tipo de quehaceres... Pero sabía que todo aquel papeleo que habían entregado a todos los miembros del grupo, le sería muy útil como presentación a su reportaje.

Lo que realmente esperaba, y en eso basaría el núcleo de su reportaje, era el motivo de la primera expedición, el modo en como habían desaparecido y su posterior rescate. Porqué aún creía que encontrarían a los miembros de la expedición inicial. Lo que no tenía muy claro era si "vivitos y coleando" o con un pie en el otro lado...

Removió su trasero en la silla y se dispuso a continuar escuchando al señor Morgan.

Allan no había abierto el dosier, había dejado que los demás le echaran un ojo, y en cuestión de minutos, todos habían acabado o estaban a punto.

El conocía la zona, a sus gentes y costumbres,  así como conocía la selva, conocía las fieras, y con eso, ya tenía lo que necesitaba para trabajar.

No obstante se lo leería mas tarde. Pero ahora, le interesaba más el resto de los datos.

Adelante caballero no se prive, y continúe.