Partida Rol por web

Ya con el libro acomodado entre sus pertenencias, Meriele emprendió el viaje con sus nuevos compañeros de travesía. El primer día tuvo poco destacable, salvo el encuentro con un caballero de Salumar. Meriele respondió al saludo con una sonrisa y un cabeceo, y no pudo evitar analizar las pertenencias que llevaban. Por supuesto, no se la iba a jugar robando a un caballero, y menos sin saber si sus compañeros la respaldarían.

- ¿Creéis que también investigan lo que está pasando por la zona? -dijo cuando se habían distanciado varios metros de la patrulla. 

Durante el resto del camino, Meriele no dijo mucho salvo cuando se le preguntaba. De vez en cuando sacaba a su ratón del zurrón para que le diera el aire y alimentarlo con algunas migas, o cogía el libro de Bruldenthar y le daba una ojeada*. Y habló aun menos cuando se dió cuenta de que no había por el camino forma de rellenar las cantimploras. Aquel fue un error tonto, pero Meriele no estaba acostumbrada a salir de las ciudades salvo cuando era de máxima urgencia, así que siempre había algún detalle que se le escapaba.

Cuando finalmente vieron Vado de la Sierpre, la seca boca de Meriele dio las gracias en silencio. Se mantuvo alerta en todo momento, pero no pudo evitar dirigirse directamente al río a beber agua y a rellenar su cantimplora. Cuando sintió que finalmente su boca no iba a lanzar chispas o arena si intentaba hablar, conversó con Anette y Alser en voz baja.

- El buhonero le compró el libro a un capitán de barca, quien parecía tener alguno más. Podríamos preguntar abiertamente, decir que conseguimos uno en Alerce Rojo y que nos dijeron que aquí encontraríamos más. No veo porqué debería levantar sospechas, pero si se os ocurre otra idea, adelante.

Echó un vistazo a su alrededor, no pudiendo evitar fijarse en aquel genasi que tanto destacaba entre el resto de marineros.

Apenas lleváis unas de viaje cuando algo parece ir mal cuando veis dos guerreros tribales agazapados preparados para atacaros, parece que los rumores de forajidos a las afueras de Alerce Rojo eran cierto.

Una lanza salió de uno de los arbustos clavándose a los pies de Lomán, nadie parecía saber de donde venía esa lanza a excepción de Sköll que había visto a otro guerrero tribal en los arbustos y tras un árbol vio a un berseker preparado para acabar con ellos

Al echar un vistazo al libro ves que se trata de un libro que detalla perfectamente la historia genealógica de los clanes enanos de Mirabar.

Rokutsuki mete la mano en su 'ebi' del cual saca un frasco de agua con la que rocía a sus 3 compañeros de viaje Bartinal, Loman y Sköll, mientras con la otra crea símbolos en el aire y susurra algunas palabras que no pueden ser del todo percibidas, 'Mang Æsir', 'Ast'

Permaneciendo atrás del grupo en posición inmóvil observando la batalla.

   Realmente no quise decir nada mientras estabamos en el mercado pues fue la iniciativa y movimiendo de Meriele las que consiguieron el libro, por lo que el credito debia ser para ella. pero... en cuanto nos comenzamos a alejar mas y mas hasta que llego la primera tarde no pude mas que..

    Muchacha.. dime por favor que traes entre esas prendas medio pan o unas frutas.... que si me dices enserio que nos fuimos sin comprar aunque sea una botella con agua... - mirando hacia atrás en donde el anaranjado atardecer perfilaba un lejano poblado, a lo cual solo suspiraba fuerte para ver a pestañitas - Ahhhhhhh.... al menos tu no te puedes quejar... ¿ verdad ? - le comentaba a mi equina compañera a la cual le acercaba parte de la alfalfa la cual comía sin demasiado problema.

  ...

   ¿ Ahhh...? s..si...si... p...puede...puede funcionar... - aletargada respondía ortopedicamente a lo que iba comentando la muchacha, tal que si no fuera por que la fresca brisa del alba me estuviera calando hasta detrás de mi nuca, lo mas seguro que estaría durmiendo mientras ahorraba energías - A...aunque quizás... lla..llamadme loca... pero llenar nuestros agotados cuerpos... igual puede estar un poco mas arriba en la lista... d..digo, s..solo es una propuesta... n...no es como que no hayamos comido en cuatro días, ni nada parecido... noooo...noooo... - agitando mi mano de un lado a otro mientras movía mi cabeza buscando algún sitio con algún cartel evidente 

Entre trago y trago de agua, Meriele escuchó la más que razonable petición de Anette. Quizás la elfa se había acostumbrado de niña a pasar hambre y sed, pero era cierto que el camino no había sido tan placentero como hubiesen querido.

- Claro, tienes razón. Perdóname. -sonrió ampliamente a la gnoma.- Deberíamos conseguir también provisiones para la vuelta, y unos cuantos odres de agua de más. Aunque... -abrió su bolsa de dinero y vio lo vacía que estaba.- Tendré que conseguir algunas monedas.

Se puso seria de pronto y comenzó a estudiar sus alrededores. No conocía Vado de la Sierpe y hubiese deseado que fuera una ciudad grande, por donde se podría mover sin problema, así que debía ser más precavida. Habló con sus compañeros en voz baja.

- Busquemos un sitio donde comer y conseguir lo que necesitemos, pero antes voy a hablar con el genasi para preguntar si nos puede llevar a algún sitio y que nos espere, no me gustaría que se fuera sin poder hablar con él. Después intentaré conseguir dinero.

Casi sin esperar respuesta y secándose la boca con la manga, Meriele se aproximó a la barca gobernada por el genasi. Desde la orilla le hizo un gesto de saludo con la mano.

- ¿Llevas pasajeros río arriba? Estaríamos interesados en llegar al Alcázar de Guardarrío, aunque necesitamos aprovisionarnos antes. -Meriele empezó de pronto a hablar de un modo distinto, cambiando sus gestos.- Disculpa amigo, creo que tenemos conocidos comunes, ¿pudiera ser? ¿No nos habremos visto aquí?

Al decir esas palabras, Meriele apuntó con el dedo hacia el suelo y movió la mano, creando un dibujo mágico. Para muchos, tanto aquella última frase como el símbolo no tendrían ningún sentido, pero Meriele estaba usando jerga de ladrones. Le acababa de preguntar si él también se movía al otro lado de la ley, y el símbolo representaba "información", queriendo hacerle ver que estaba interesada en hacerle algunas preguntas.

Ya listos para viajar empecé a seguir a las chicas con una sonrisa optimista y una sonrisa en mi rostro, pero rápidamente esta sonrisa se desvaneció cuando la gnoma nos recordó sobre las provisiones, y como básicamente íbamos a pasar hambre en nuestro viaje. Me detuve al instante y volteé para ver hacia atrás por unos segundos mientras ellas seguían, pero luego de un rato volví a retomar el paso para alcanzarla. -Tranquilas, dudo que sea algo malo.-

4 Días después

- Esta fue... laputapeorideadelmundo.- Hablaba jadeante, como si cada palabra se pegara una con otra mientras hablaba con una mezcla de cansancio y fatiga, pero al finalmente llegar a nuestro destino. Al igual que Meriele me lancé directamente hacia el río, colocándome en la orilla para así juntar las manos y empezar a beber agua de forma desesperada, pero luego de varios tragos finalmente me quité la capucha, y de ella empezó a salir una araña con patas finas y de color negro, a excepción de las puntas de sus patas las cuales tenían unas manchas de color azul. -H-Hey... Hola pequeña.- Con una ligera sonrisa pude ver a la araña caminar por mi hombro, luego la tomé entre mis manos con delicadeza, y ella sin ningún problema se colocó en esta, comenzando a moverse hacia adelante, a lo cual giraba mi mano y luego colocaba la otra. -Ah sí, que descortés de mi parte, les presento a Anassa.- 

La serpiente dejó de moverse al tiempo que se la presentaba a Meriele, la cual volteó a ver a la mujer y como si fuera un saludo levantó su pata y la movió hacia los lados, lo mismo hizo en la dirección Anette, y sin más volvió a caminar por mi antebrazo antes de esconderse nuevamente en mi capucha. Al ver a Anette tan cansada me preocupó, así que luego de volver a llenar de agua la cantimplora me levanté del suelo al tiempo que Meriele mencionaba algo sobre el dinero. -Hey, anda, bebe un poco... Y tranquila Meriele, sabes que tengo dinero, si hace falta más podemos... ¿Meriele?- Al darme la vuelta para ver la última ubicación de la elfa no la encontré, no hasta alzar la vista y ver como estaba hablando con alguien más. -Vale... Creo que nos vamos a meter en problemas antes de tiempo.- Nuevamente volví mi atención a Anette para así darle mi cantimplora. 

Rokutsuki lanzó un hechizo sobre sus compañeros, sintiéndose bendecido, Lomán lanzó un hechizo de saeta de fuego, pero salió muy desviado, ni siquiera la bendición de Rokutsuki habría servido para enderezar esa saeta. Un guerrero tribal salió de entre los árboles, Sköll no tuvo tiempo de avisar a sus compañeros cuando el guerrero en un intento de matar a Rokutsuki terminó decapitando a la gallina de ésta.

El símbolo de Meriele tuvo respuesta

-Relajáos amigos, es alguien de confianza -dijo el genasi-. Mi nombre es Shoalar, decidme, ¿para qué queréis ir al Alcázar de Guadarrio? ¿Llevaros? Podemos hacerlo, os costará 10 monedas de oro por persona, pero nos encargaremos de daros de comer y beber. El viaje durará 4 días

Apenas habló con el grupo que Kaylessa había montado. Sus demonios internos no pararon de corroerle y de vez en cuando maldecía e insultaba al aire. Sólo cuando le preguntaron por enésima vez por su nombre lo acabó diciendo. A regañadientes. No estaba en un campamento de jóvenes enanos para aprender los tipos de piedras, ni para hacer ninguna amistad. Estaba allí para saber porque demonios había soñado y a que clase de tortura iba a ser sometido esta vez.

De pronto todos se pararon de golpe y una lanza voló hacia ellos. Dos guerreros tribales les miraban amenazantes y entonces sintió el poder de la mujer que iba con ellos sobre su cuerpo. Sintió asco al sentir el poder divino. ¿Dónde estaban los dioses cuando fue condenado a los nueve infiernos? Un gruñido primigenio se escapó de sus labios aguantando el ardor que sentía sobre su piel.

De pronto uno de los guerreros tribales les sobresalto y se lanzó de lleno contra la clériga decapitando la extraña mascota que llevaba. Aquella maldita gallina no tenía culpa de nada y sin embargo aquella bestia se había ensañado con ella. No se lo pensó dos veces y tras señalarle con su mano derecha con unas palabras arcanas que le grabaron a fuego en su cuerpo en el infierno el enano se lanzó al ataque sacando su pico de guerra y clavándoselo con fuerza en el hombro al guerrero.

Sacando el pico del cuerpo del guerrero miró a la clériga y la gruñó. - No vuelvas a hacer eso.

Meriele mostró una amplia sonrisa al ver que el genasi entendía jerga, mientras borraba la marca mágica con un gesto de mano.

- He oído hablar de alguien llamado MentónTorvo y que podría encontrarlo allí. Me gustaría saber si tiene algún negocio que me pueda interesar. ¿Sabes quién es? -hizo un gesto hacia Anette y Alser.- Mis amigos y yo necesitamos un descanso y comprar un par de cosas. ¿Tienes pensado zarpar en breve? ¿Nos esperarías?

Apenas nos da tiempo siquiera a reaccionar cuando unos guerreros tribales nos atacan mediante una emboscada algo chapucera, eso sí, pero no por ello menos peligrosa. Uno de ellos alcanza a la gallina de Rokutsuki y Barry se lanza al rescate.

Tras un árbol vislumbro a uno de ellos, oculto y me lanzo a por él para no dejarle la opción de actuar, cargando mientras acumulo el poder estelar en mis garras... ¡¡¡Garras relámpago!!!

      N..no t..tenias para que - intentaba sonar desinteresada, pero lo cierto es que mi mano temblaba por aquella cantimplora, ... la cual cogía como perro callejero que tiene a su alcance un trozo de carne... 

*Glup~glup*

     Bahhhhhh....- potando parte de la boca terrosa a un lado para que no se notase, para beber esta vez en serio - L..lo siento - un tanto avergonzada - e..el sabor e..era mas molesto de lo que creen - y aunque buscaba una buena escusa por mi tosco comportamiento, noto aquella arañita la cual presentaba Dalaran - A..anda otra compañera para nuestro rustico viaje, mi nombre es Anette y ella es Pestañitas - para luego mirar  hacia Meriele quien se le veía bastante tranquila hablando con el tipo de azul. 

    No quiero ser una aguafiestas Mery... pero quiero recordar nuestra situación económica y ese viaje... - apuntando a la barca - suena a una inversión un tanto... poco amigable para nuestros bolsillos.. si puedo decir.

Barry estaba furioso, por el grupo que había tenido, por el no comprender el motivo de su pesadilla y nada de ello mejoró cuando les atacaron, pero fue peor aún cuando Rokutsuki en un intento de ayudar terminó por cabrear al enano que se lanzo cegado por la ira a por el guerrero tribal, el pico del enano golpeó en el cuello del guerrero, cuando extrajo el pico, el cuerpo inerte de su enemigo cayó al suelo sin vida.

Sköll vio a uno de los atacantes, el que parecía ser el jefe tras los árboles, corriendo hacia él atacó con sus garras antes de que pudiera pillar desprevenido a alguno de sus compañeros que aún no se habían dado cuenta de su presencia. Su garra hirió a su adversario, pero ese simple ataque le informó que su enemigo era más fuerte que los demás. Así lo demostró cuando golpeó con su gran hacha a Sköll, de un rápido y fuerte golpe había conseguido hacer resollar a hombre lobo que sentía que no podría resistir un nuevo golpe como ese.

Uno de los guerreros quiso vengar la muerte de su compañero lanzándose contra Barry, pero el enano era diestro en combate y no te costó esquivar el ataque que lanzaban contra él.

Algo debía sucederle a estos humanos con los animales, pues el otro guerrero tribal que quedaba se lanzó contra la gata atigrada de Loman y la atravesó con su lanza acabando con la vida del pobre animal que desapareció sin dejar rastro.

La bella Kitsune observa a su pobre gallina decapitada y susurra su nombre, _Henshi...

Conteniendo su ira se dirigió hacia su compañero, Barry, no entiendo tu desprecio hacia las deidades, pero respetare tu petición, además agradezco que te hallas encargado de este... ser, ahora yo creo que debo pasar a la ofensiva. Rokutsuki empieza a susurrar mas palabras mientras dibuja círculos en el aire y otras formas, luego extiende su mano hacia el atacante de Sköll, ¡¡Rense!!

Una luz descendió sobre su objetivo al terminar de declarar aquella sentencia.

Tras extraer el pico no le dio tiempo ni a revisar el campo de batalla otro de aquello guerreros tribales se lanzó sobre él pero no tuvo problemas esquivar su ataque. El rojo de sus ojos brilló mientras el maleficio que había lanzado pasaba de guerrero caído al que ahora tenía delante. Fue entonces cuando escuchó la voz de la clériga haciendo que acabara irritado.

Deidades, que sabía ella de esos malditos dioses que jugaban con ellos como peones. Sólo soltó un gruñido como respuesta al sermón y lanzó su ataque pero la cháchara de la mujer sobre los dioses le despistó lo suficiente como para hacerle fallar su ataque. ¿Dónde demonios le había llevado el mil veces maldito Badrazel? Volvió a escuchar su risa atronadora en los oídos mientras por sus ojos volvía a ver como fallaba el ataque aún usando la gracia de los dioses. Notaba en su brazos como le quemaban y con un ardor y un escozor que no había sentido antes en la superficie.

Meriele se giró hacia Anette, algo sorprendida por su intervención. Había pasado tanto tiempo moviéndose sola que estaba perdiendo la costumbre de dar explicaciones. Aun y así, que le llamara Mery le hizo una inusitada gracia y sonrió ampliamente. Hubiese incluso reído en otra situación, pero prefería que Shoalar no viese un comportamiento poco profesional en ella.

- No te preocupes por eso. -le dijo a la gnoma.- Ya oíste a Alser hace un momento, el dinero no es un problema. ¿Verdad, Alser?

Meriele borró la sonrisa y miró al mago, con la esperanza de que entendiera lo que quería decirle. Volvió a girarse hacia Shoalar, queriendo terminar aquella conversación cuanto antes.

- ¿Nos esperarás, entonces? No tardaremos demasiado.

El que parecía el líder contratacó con fiereza haciéndome apretar los dientes por el dolor. Tenía que acabar con él rápidamente o podría sobrepasarme y no podía permitirlo. Con un rugido, descargo una lluvia de golpes con mis garras sobre él, combinándolos con codos y rodillas para maximizar el efecto.

Vuelvo a intentar usar mi conjuro saeta de fuego, aunque creo que he vuelto a fallar.

Loman tendrás que usar el estoque. De pronto recuerdo que hace rato que no veo a Sandoki.

Me concentro un instante intentando enviarle un mensaje. – Son peligrosos, escóndete.