Partida Rol por web

Ves como baja una persona por las escaleras

Te quedas esperando la reacción del guerrero, y justo en ese momento escuchas como una puerta se cierra y alguien empieza a bajar las escaleras.

Le miro, le hago un gesto con la cabeza y sigo comiendo.

En el lapso de tiempo en el que el guerrero te mira y te saluda con la cabeza, aparece detrás de ti un hombre bajito, que se dirige al mostrador.

Mientras bajas las escaleras, ves ante ti al final de las escaleras una persona de pie esperando.

Me levanto de la cama, y tras asearme....... voy al lugar que me indica la nota.

Sales de la habitación, y bajas a la taberna. Allí ves a un guerrero comiendo, a un hombre de pie al final de la escalera y a otro que está hablando con el posadero.

Poco a poco, vais bajando todos a la taberna de la posada. Allí, el posadero os va reconociendo uno a uno, y os pone en las mesas, mientras os sirve un desayuno. Al reconoceros, hace alusión a vuestro contratante y os indica que le esperéis, ya que él vendrá pronto a reunirse con vosotros.

Le devuelvo el saludo con la cabeza... y dirijo la mirada al hombre bajito... ¿de donde has salido tu?... le cojo por la solapa del pescuezo y lo levanto primero enseñándoselo al guerrero y después poniéndolo encima de la barra y con una sonrisa en la cara... ¿sabes alguna canción?... le susurro al oido escupiéndole en el... canta o lo vas a pasar muy mal...

Cako estaba observando al grupo a medida que se acercaba a la mesa guiado por el posadero: Un melnibones estirado, un guerrero con aspecto peligroso, un pantangiano bravucon y un sacerdote de Hionhurn...

Lo mejor de cada casa. Se acerco al pantangiano por detras y le susurro al oido:

-Te agradeceria que dejases en el suelo al sacerdote si quieres conservar tu cuerpo libre de agujeros no deseados..

Bajo las escaleras, absorto en mis pensamientos, cuando un energúmeno me espeta un:

 ¿de donde has salido tu?

con un acento pantangiano que se nota a la legua. Me agarra de la solapa y me coloca encima de la barra pidiéndome una canción, ¿¡una canción!?, amenazándome... En eso entra en escena otro individuo que le conmina a que me suelte o le agujereará el pellejo. Ciertamente esto se pone interesante...

¿Así que quieres una canción, eh? Pues conozco una, Oda a Hionhurn, seguro que te gustará... Mi mano derecha que, instintivamente, la había puesto sobre el pecho del pantangiano se desplaza sutilmente hasta su nuca, sujetándola, mientras que la izquierda busca la daga que llevo al cinto y apoyo su punta bajo su barbilla... Consiste en rajarte el cuello, sacar tu lengua por la abertura y escuchar como "cantas" a mi Señor mientras te ahogas con tu propia sangre.

Giro mi cabeza para enfrentar mi mirada a la suya, mi cara a la suya, separados por apenas unos centímetros. Otra opción es que dejes de tocarle los cojones a un sacerdote ungido de Hionhurn, el Ejecutor, un Dios al que deberías conocer, pantangiano. No creo que ni a nuestros dioses ni a tu teócrata les haga mucha gracia esta situación, así que, ¿qué va a ser, ver quién la tiene más larga o trabajar juntos por el bien de nuestra fe? 

Y clavo mi mirada en la suya, esperando una respuesta. Si hay algún movimiento brusco intentaré espetar su cabeza con mi daga...

Me separo de la oreja del sacerdote... jajajajajajaja... me rio, cuando veo a otro personaje entrar en escena, se pone detrás mia y me giro... jajajajaja... y empiezo a decirle... pareciera por tus ropajes... uno de los bufones que tenemos en Pan-Tang... lo usamos para deleitarnos las tardes aburridas apostando entre amigos en la arena, gente como tu... le señalo con el dedo... la atamos de pies y manos... luego en cada extremo ponemos un lagarto demonio joven... ¡JAJAJAJAJA!... la risa llegaba a ser molesta para culquier persona... ¿a que no adivinas que hacemos con el?... antes de que pudiera contestar, me giro al sacerdote otra vez apuntandole con el dedo... trozos de ti usamos como carnaza para atraer a los lagartos... separándome de los dos alzo las manos y grito... ¡Y RASHHH...!... gana la persona que haya apostado por el trozo de brazo o pierna que ha caído antes...  veo al tabernero invitarnos a sentarnos en las mesas y voy detrás de el... ehh... tu... dame algún brebaje que se me ha quedado seca la garganta... y no me des la misma bazofia de ayer... quedas advertido...
 

Cako se sienta y desayuna tranquilamente.

Miraba al pantangiano. Nunca me había encontrado con ninguno de ellos, y la verdad, por lo que estaba viendo, no parecían tan peligrosos. Quizás impredecibles y arrogantes. En efecto señor pantangiano. Pero no está en Pan-Tang, así que disfrute de su bazofia y no moleste. La gente tenía muy mala educación, y la verdad es que no iba a tolerar eso en mi presencia. Puede que fuera noble, y supiera hechicería, y fuera cruel, pero en mi presencia no iba a ser irrespetuoso

Entrecierro los ojos ante la actitud del pantangiano pero, satisfecho, me dejo caer desde lo alto de la barra y recompongo mis vestiduras, la amenaza desapareció tan pronto como apareció mi daga en su cuello y veía claro que el exceso de bravuconería intentaba disimular, mal, la retirada del mabden con el rabo entre las piernas. Lo bueno de ésto es que él había mostrado sus cartas por lo que en el futuro no le perdería de vista...

Miro al hombre que, sin conocerlo, me había ayudado, enfrentándose al pantangiano. Agradecido le hago una leve inclinación de cabeza.  Mi nombre es Sui Ken Yá, sacerdote de Hionhurn, os agradezco vuestra intervención. En mi tierra este tipo de gestos no quedan sin respuesta por lo que es para mí un honor estar en deuda con vos.

Viendo que todos se sientan en la mesa que indica el posadero yo los secundo y también lo hago, colocándome frente al pantangiano.

Solo agua, posadero, solo agua, no necesito más.

Luego el guerrero también interviene, parece que el pantangiano va a tener que empezar a morderse la lengua...

Os sentais en las mesas, y el posadero os va sacando bebida y comida. De momento parece reinar una paz tensa en el ambiente.

La entrada del Pantangiano había sido digna de elogio. Dos hechiceros y un agente sacando sus garras. Lo más emocionante que había visto desde que quemé con los dragones la flota de los Reinos Jovenes tras el saqueo de Imrrir. No obstante, tenía algunas lagunas de la noche anterior. No recordaba a mi contratista ni la conversación mantenida, y la verdad, la juerga con las dos meretrices no fué para que mi estado llegase a ese límite. Así que, queriendo romper un poco el hielo, hago una pregunta general. Como ha dicho el posadero, alguien nos contrató ayer. Pero la verdad es que no recuerdo absolutamente nada de la conversación. Alguien tiene la mente más lúcida y puede aportar algo de luz al asunto?

escucho las palabras del Melnibones mientras como. La verdad es que yo tampoco recordaba nada. No, no recuerdo nada de la conversación con aquel...... hombre? Solamente se que estoy aquí por una nota que yo mismo escribí. Respondo bastante mosqueado. No me sentaban bien los despertares con sobresaltos.

Cojo la bebida que me da el tabernero con desconfianza, me siento en una mesa, pongo los pies encima y le doy un gran trago... esto es otra cosa tabernero... ¡ajjgg!... dejo encima de la mesa la bebida y me vuelvo a acomodar... miro a los demás... a saber... seguro que algún niñito se ha perdido en el bosque... la mayoría de ustedes sois unos crios... miro al sacerdote... jajaja... no me refiero especialmente a ti... jajajajaja...