Partida Rol por web

Los secretos de "El Roblón"

Donde mora el Ojáncano

Cargando editor
31/05/2015, 23:37
Director

Guillermo y Panes se fueron acercando con paso lento hacia su objetivo, tratando de hacer el menor ruido posible. Por suerte, Lucia seguía cantando. Aquello que parecía fácil, en realidad era complicado para la niña, pues la voz se le estaba cansando y le costaba mantener la entonación.

Alicia mientras tanto investigaba la cueva, buscando una salida alternativa a la que se había derruido, pero llegó a la conclusión de que solo podrían salir trepando por las grandes raíces que estaban a un par de metros por encima suyo. Quizás cuando hubiesen acabado con el Ojáncano podrían trepar, ayudándose los unos a los otros, o arrastrar piedras para hacer una rampa.
Mientras meditaba sobre el tema se giró a tiempo de ver como Guillermo y Panes conseguían asir el pelo blanco del Ojáncano...justo en el mismo momento en el que este abría el ojo.

Cargando editor
31/05/2015, 23:48
Ojáncano

El terrorífico ser lanzó un rugido y se levantó dispuesto a acabar de una vez por todas con aquellos mocosos. Aquel fue su gran error. Al levantar su grotesca cabeza no se percató de que el pelo blanco ya estaba firmemente agarrado por los niños y tiró de él con fuerza, arrancándoselo de cuajo.

El Ojáncano se tambaleó, tratando de volver a levantarse y lanzó una última mirada de ira a los niños, que aun conservaban el albino pelo en las manos. Ya sin fuerzas levantó la zarpa que tenía por mano, tratando de llevarse a uno de los niños con él, pero su brazo fue incapaz de levantarse más que unos pocos centímetros. Los niños estaban a salvo.

Cargando editor
03/06/2015, 22:37
Lucía

Aliviada, Lucía comprobó como sus amigos arrancaban el maldito pelo al Ojáncano a tiempo ya que, después de cantar tanto, comenzaba a sentirse cansada y a sentir un molesto picor en la garganta que tenía seca. Unos minutos más y no podría seguir con su canción. Pero parecía que el peligro aún no había pasado pues, al ver como el horrible ser levantaba la mano, la niña pensó que acabaría aplastando a uno de sus amigos.

Pero por fortuna el Ojáncano parecía haber quedado sin fuerzas una vez los niños habían conseguido el pelo blanco. Eso era algo que les daba la oportunidad de escapar sin ser perseguidos por el monstruo. Pero... ¿Escapar cómo? Miró a todas partes de la cueva viendo que la única salida era la del techo de la cueva.

¿Y si nos subimos encima del Ojáncano para llegar a las raíces? Si no puede levantar ni siquiera un brazo quizás no corramos peligro y así estaremos más altos para alcanzarlas y poder salir de aquí.

Cargando editor
05/06/2015, 11:43
Alicia

Sí, hay que salir de aquí y encontrar a la Anjana, ella nos dirá como tenemos que comer los huevos. La niña no pudo contener el escalofrió que le recorrió la espalda al pensar en esas masa gelatinosas que se movían, hubiera preferido comer berzas antes que “eso”.

Tiene que haber una forma más sencilla de subir, seguro que algún gnomo se ha dedicado a tejer las raíces en forma de escalera. Decía Alicia mientras daba vueltas alrededor de las raíces buscando el mejor sitio para subir.

Cargando editor
07/06/2015, 10:30
Lucio "Uzo"

Aliviado el pequeño Uzo al igual que sus compañeros, asintió a Lucía y se dispuso a subir por el ojáncano, agarrando las soladas de sus ropas y sobre todo sus pelos y barbas para poder subirse sobre él. Quizá llegar a las raíces desde allí sería mucho más fácil.

¿Gnomos, tu crees? -preguntó un poco incrédulo el chavalín-. Ojalá fuera así, pero Uzo no veía gnomos por ningún sitio.

Notas de juego

Uzo escala también (o lo intenta).

Cargando editor
07/06/2015, 23:28
Guillermo

Guillermo suspiró aliviado, todo ha terminado pensó fugazmente. Sin embargo rápidamente se dio cuenta de su error, aún había que neutralizar la ponzoña que fluía en sus cuerpos. De todos modos si había que salir de allí trepando por el cuerpo del Ojáncano tomó la decisión de esperar a que sus compañeros más ligeros ascendieran a la superfície.

- Que suba primero alguien delgado por si hubiera algún problema.

Cargando editor
10/06/2015, 01:13
Lucía

La niña observó como Uzo se encaramaba al Ojáncano para intentar coger las raíces y poder salir de allí de una vez, pero ella no hizo ademán alguno de seguirle hasta que no comprobara que se podía hacer sin problemas. Lucía pensó que, si se subían todos a la vez, quizás el Ojáncano se desinflara o algo parecido y por eso sería mejor que subieran de uno en uno. Además, tampoco tenía muy claro si podrían llegar hasta la raíces.

Oh Alicia... Eso estaría genial, si los gnomos o los duendes hubieran tejido alguna escalera entonces sí que podríamos salir sin problemas.

Cargando editor
10/06/2015, 17:04
José Sánchez "Panes"

Panes no podía creérselo, superando sus miedos se había acercado hasta el Ojáncano y había llegado a coger el pelo blanco que había en su poblada barba. Pensó que no tendría fuerzas suficientes para arrancarlo, pero se equivocaba, pues el monstruo hizo todo el trabajo. El simplemente tuvo que sujetar y la cana acabó en sus manos.

Sus compañeras estaban buscando una salida de la cueva, pero el niño volvió a fijar su vista en el huevo.- ¿Alguien ha pensado en cómo nos lo vamos a comer?

Cargando editor
17/06/2015, 19:29
Director

Mientras los niños se debatían el método de subir, el huevo del basilisco comenzó a moverse con más fuerza, haciendo que Panes se asustase. Cerca estuvo de dejarlo caer y caerse en mil pedazos, aunque aquello no ocurrió. Claro que, tampoco fue necesario para que se rompiese el huevo ya que esté estalló en mil pedazos. Durante unos segundos los niños se debatieron entre el terror de encontrarse el basilisco y el de morir abrasados de dentro hacia afuera, como les había dicho la Anjana horas atrás.

El espanto se convirtió en sorpresa al encontrarse ante ellos no a una especie de serpiente con patas de pollo, sino a un pequeño ser humanoide, que estaba acurrucado y revuelto como si fuese un contorsionista. Poco a poco aquel ser había ido creciendo y creciendo, a la vez que volvía a adquirir una posición normal. El misterioso ser era un duendecillo con la cara muy negra y los ojos muy verdes, e iba vestido con un traje que parecía hecho de musgo y hojas. El hombrecillo parecía reírse, pero lo más curioso de todo, era que el extraño picor que les había acosado durante toda la aventura había desaparecido.

Cargando editor
18/06/2015, 23:12
Lucía

Lucía seguía concentrada buscando la manera de salir de aquella cueva. Esperaba que el Ojáncano no se pudiera poner en pie y así, de esa forma, no pudiera volver a atacarlos. Sabía que no podían perder más tiempo, habían pasado muchas horas desde que toda aquella aventura tan desagradable había comenzado y, como no se comieran el huevo cuanto antes, lo que les había contado la Anjana que sucedería podía hacerse realidad.

Por el rabillo del ojo vio como el huevo se movía entre las manos de Panes. Se quedó petrificada, sin atreverse siquiera a decir nada, pues tenía miedo que incluso el sonido de su voz pudiera hacer que el huevo se rompiera. Pero el grito salió de su boca al ver el huevo estallar. Ahora sí que no había nada que hacer, estaban perdidos sin remedio y, sino era por culpa de esa enfermedad que se les había metido en el cuerpo, sería por culpa del basilisco que se los comería.

Se hubiera puesto a llorar sino fuera porque, para su sorpresa, un raro ser había salido del huevo. Desde luego no parecía un basilisco y ni siquiera parecía tan terrorífico. Abrió los ojos como platos al ver como aquel crecía hasta convertirse en ¿un duende? Sí, eso era lo que parecía... un duende.

Pero los duendes son buenos ¿no?

Justo en ese momento se dio cuenta que ya no se rascaba de forma inconsciente, ya que lo había acabado haciendo por costumbre. Dio un paso hacia aquel hombrecito y le observó con precaución.

Hola... ¿Tú quién eres? ¿Nos vas a ayudar?

Si no podían comer el huevo entonces... ¿Qué iba a pasar? ¿Estarían ya curados?

Cargando editor
22/06/2015, 17:13
Alicia

La niña pego un grito al ver como el huevo estallaba en mil pedazos. A punto estuvo de ponerse a llorar como una magdalena, nuca más vería a sus padres o a su hermana.   Se cubrió los ojos con las manos para no ver a la horrenda criatura pero al no escuchar ningún grito terrorífico abrió los ojos y miro entre sus dedos. Lo que vio le sorprendió, no era un horrendo ser, era un “niño pequeño”.  ¿Qué era ese ser? Con tantos sustos y sorpresas no se había dado cuenta de que el picor había desaparecido.

Cargando editor
24/06/2015, 20:04
José Sánchez "Panes"

El niño se estremeció al ver estallar el huevo en mil pedazos. Inconscientemente cerró los ojos para evitar fijar su mirada en el basilisco y permaneció completamente quieto, paralizado por el horror que sentía.

Se atrevió a abrir un ojo cuando escuchó a Lucía preguntarle algo al basilisco para descubrir que en realidad se trataba de un duende vestido con un traje confeccionado con musgo y hojas.-Ho.. Hola.- Se atrevió a decirle.- Yo soy José, pero todos me llaman panes.

Cargando editor
06/07/2015, 01:05
Guillermo

Guillermo no ganaba para sustos. Después de toda la jornada viendo monstruos y viviendo situaciones psicodélicas ahora estaba contemplando a un pequeño ser nacer de un huevo. Por un instante pensó que el monitor drogata les había echado algo a los bocatas porque tanta locura no era normal. Al final, ya cabreado se decidió a espetarle al extraño ser:

- ¿Quién demonios eres y de donde has salido?

Al momento pensó que el ser había salido de un huevo. Aún así mantuvo la pregunta en el aire, con todo el cabreo reflejado en su mirada que fue capaz de proyectar.

Cargando editor
07/07/2015, 14:40
Lucio "Uzo"

Lo que preguntó Lucía y luego Guillermo fue suficiente para el pequeño Uzo. Miraba con admiración y asombro (que no miedo) a aquel duendecillo. Al menos no era un extraño y peligroso ser capaz de aplastarles en un satiamén. Se quedó embobado, como cuando veía alguna película de Disney o leía alguno de sus libros. Lo analizaba con la mirada, esperando que aquel ser les diera la clave para sacarlos de allí.

Cargando editor
15/07/2015, 01:07
Director

¿Ayudaros?¿A qué? el duendecillo se echó a reír. ¿Acaso os pica algo? El curioso personajillo comenzó a moverse con rapidez por la cueva, recogiendo ramitas, alguna que otra piedrecilla y arrancando unos pelos del cuerpo del Ojáncano. Por un momento parecía que el hiperactivo ser no iba a responder al resto de preguntas cuando de pronto frenó en seco y se giró Pero que maleducado soy se quitó el sombrero de musgo haciendo una reverencia. Yo soy el Trenti, y vosotros debéis ser los niños que han acabado con la bestia.

Cargando editor
15/07/2015, 11:20
Alicia

La niña miro boquiabierta al pequeño duende corriendo por toda la cueva. ¿Qué estaba haciendo, iba a tratar de escapar? Pero parecía que su intención no era escapar.

Emm. Si y si, si a las dos cosas. Dijo aun con cierto asombro. Si nos pica y si terminamos con el ojancano, pero… ¿tú que eres? No pareces un basilisco. ¿Puedes ayudarnos a buscar un antídoto contra el veneno de los gusanos? Alicia estaba confundida, no entendía que estaba pasando, dentro de poco seria de día y si no encontraba una cura para el veneno moriría y nunca más volvería a ver a sus padres ni oír las historias de miedo de la pesada de su hermana.

Notas de juego

minicorrcción: "pero lo más curioso de todo, era que el extraño picor que les había acosado durante toda la aventura había desaparecido." Eso sí, Alicia puede no haberse dado cuenta xD

Cargando editor
29/07/2015, 20:49
Director

Ante el comentario de Alicia, quien aseguraba que aún les picaba la piel, se echó a reír con más fuerza. Alicia no se había dado cuenta de que no le picaba debido al miedo, pero el duende parecía saberlo de algún modo. ¿Seguro que os pica? A lo mejor te ha picado una pulga de ese bicho tan grande que habéis matado

Cargando editor
30/07/2015, 16:57
Lucía

Era cierto, el picos había desaparecido. Estaba tan acostumbrada ya a él, quizás por el miedo o por los nervios ante lo que fuera a ocurrirles cuando llegara el amanecer, que se solía rascar de manera inconsciente. Pero ahora... Ahora ya no había picor. ¿Eso significaba que se habían curado? No lo creía, ya que la Anjara les había dicho que tenían que comer el huevo, sin embargo el huevo ya no existía y a Lucía no se le ocurría comerse a aquel hombrecillo.

Y ahora ¿qué va a pasar? La Anjana nos dijo que comiéramos el huevo para curarnos pero... ¡Puag, qué asco! Yo no puedo comerte a ti. ¿Cómo nos vamos a curar? ¿Todo lo que hemos hecho no ha servido para nada?

Lucía seguía asustada pero también frustrada. A punto estuvieron de morir aplastados por el Ojáncano y, ahora que habían conseguido acabar conél, no había servido para nada.

Cargando editor
31/07/2015, 10:12
Alicia

Se rasco la cabeza preocupada buscando las pulgas, no le tenía miedo a las pulgas le tenía miedo a su madre y al champú que olía a vinagre para matarlas. La niña busco por todo el pelo y por la ropa las malditas pulgas y lo único que consiguió fue despeinarse más aún. Finalmente encontró una “pulga”, en realidad era un pequeño insecto negro, pero Alicia no tenía conocimientos suficientes de antropología y tampoco había visto una pulga en su vida, el pobre bicho murió a manos de la niña estrujado entre los dedos. Si, era una pulga, pero ya está muerta. Dijo con satisfacción.

Espero a que el “ser” contestara a la pregunta de Lucia, ella también estaba confusa y nos sabía que tenía que hacer ahora. ¿Podríamos volver al campamento?

Cargando editor
03/08/2015, 23:02
Guillermo

- Es verdad, ya no me pica nada. ¿Qué extraña magia nos has hecho?

Respondió Guillermo tras palparse la piel por varias zonas. Miró al personaje de arriba abajo por si pudiera recordar algo que hubiera leído sobre ese ser o alguien parecido.