Partida Rol por web

Clasificado para Malevolyn.

Nunca pensaste que tu vida te iba a dar un cambio radical conforme un arbiter se apoyo sobre tu hombro un buen dia y dijo...
"Es tu dia de suerte chico, haz las maletas o lo que tengas de valor en tus bolsillos, sarius quiere verte..."
Tras esta sorpresa, por fin viste que tus acciones como informador podrian haberte dado por fin un fruto merecido, quizas sea una recompensa adecuada para toda una vida llena de maltratos, pensaste...
Y aquí estas, en un cubiculo de 2 metros x 2 esperando llegar a tu destino donde solo te han comentado que una vez aterrizado en plena plancha de espaciopuerto te darian las siguientes instrucciones con alguien que llevara un simbolo sagrado en sus manos.
Así pues, te embarcas hacia un camino lleno de dudas con un proposito incierto, aunque la cuestion es, habra una recompensa por medio?...

Guss se acomodó en el asiento del pequeño compartimento que le habían asignado para llegar al espacio puerto, estiró las piernas lo que pudo y miró por la ventanilla. Sarius quería verle, despúes de los chivatazos que había proporcionado al cuerpo de arbites en las últimas semanas su trabajo había traspasado el interés de sus superiores inmediatos, parecía que se había fijado un miembro del santo cuerpo inquisitorial.

Por el Emperador que el pulso se le aceleró cuando esos pensamientos atravesaron su mente. ¿Qué querría este hombre? ¿Sería un loco purista capaz de quemarle por haber tenido contacto con una secta a la que había ayudado a exterminar? ¿O más bien querría contratar sus servicios?

Guss no se preciaba de ser un optimista innato, pero la verdad es que la idea de pertenecer al séquito de un inquisidor le ponía la piel de gallina, le gustaba la posibilidad y le ilusionaban los posibles trabajos que tendría que abordar al mando de un miembro del ordo hereticus. Podría ver cosas y secretos que la inmensísima mayoría de los humanos ni soñaban. La cosa prometía. Si, por el contrario era un purista con ganas de hacer una antorcha con su cuerpo... Prefería no pensar en eso, auque de forma instintiva tocó la pistola automática que llevaba bajo su abrigo rojo, agarrada a la pistolera de su cinturón. Pensándolo bien, no le habrían dejado llevar su arma si las intenciones no fueran positivas... Aunque nunca se podía saber.

Por primera vez en todo el trayecto se fijó en el paisaje que tras a ventanilla, se distinguía. Su querida ciudad colmena, desde allí arriba, parecía un animal descomunal y moribundo, sangrando humo por sus heridas y eserando que la decadencia lo acabase por consumir. Levaba allí muchísimos años, toda su vida, le gustaba aquel lugar, pero necesitaba un cambio, olvidar la muerte de su madre, hace ya mucho, y los malos ratos que pasó de crío, buscando comida y un lugar donde refugiarse del frío, aquella sensación de frío... La odiaba, le calaba los huesos solo de pensar en ella. Se cruzó el abrigo, instintivamente para cubrirse del frío, a pesar de que el cubículo estaba aclimatado a una temperatura agradable.

Un sordo y agudo pitido, repetitivo, le sacó de sus ensoñaciones, el aparato se preparaba para aterrizar. Había llegado el momento de conocer a ese Sarius y, tal vez, dar un giro a su vida, un giro que Guss ya estaba deseando dar, no hecharía nadie de menos en aquel lugar olvidado de la luz del Emperador.

Tras varias semanas en un cubiculo maloliente repleto de conocidos amigos Cucanoides correteando por todas partes, empiezas a comprobar por primera vez el suministro alimenticio que te queda, lo cual estaban en las ultimas, y empiezas a pensar en que si dura uno o dias mas este viaje tendrias que añadir a tus recientes amigos de las paredes en menu...

" Quizas esten mejores que la carne de grox", Pensando para tus adentros...

El suministro de agua no era un problema ya que estos cubiculos empleaban un sistema depurador de agua fecales que usando los mismo fluidos soltados hacen que se depuren y vuelvan a usar nuevamente para su uso, aunque con resultados no siempre satisfactorios (o higienicos).
Ademas el sitio empezaba a notarse la ausencia de higiene, como si aqui nadie se hubiera duchado o sabido lo que era el agua durante meses, y eso que embarcaste hace casi dos semanas...
Bueno, no era el mejor camarote de lujo pero mirando sus costes estabas viajando gratis y con un posible sueldo mejor para compensar estos ligeros contratiempos, ademas de que tucasa no era mucho mejor que esto...

De repente, un aviso interno avisa de que llegais a Anquilia y tras ello sonidos de ruidos chirriantes y alarmas preparandose las aperturas de acceso a la colmena. Puedes ver un atardecer rojizo de dos soles justo antes de que vayais a introduciros en el enorme agujero de entrada ala colmena donde circulan naves imperiales y fragatas calibradas en el exterior, esos rayos rojizos por fin presagian luz real desde hace semanas y tus ojos se fruncen tras haber visto un rayo de luz real.

Piensas que una vista asi da que pensar en el aclamado emperador, pero tranquilamente te relajas cuando compruebas el perfecto orden de una armonia sismica tratando de aterrizar en el astillero reglamentario. Entonces es cuando piensas que es lo que deparara el futuro, un futuro sin duda incierto, pero prometedor....

Despues de casi dos semanas de beber sus deshechos y comer algo que sabe peor que la basura que rateaba en su planeta de pequeño, Guss Jandorian llega a Inquilia.

Al fin.

Guss estaba ansioso por llegar ante el que le habia reclamado. Todo era un misterio en aquel periplo, pero ese misterio llegaria a su solucion en breve. El granuja miró los dos soles, sin duda la luz sin filtros era mas bella de lo que siempre recordaba, nunca dejaba de repetirselo cuando veia algo asi.

El sonido del acoplamiento, las sirenas y las puertas abriendose, Guss se froto las manos, le sudaban, aunque no lo reconoceria nunca, estaba nervioso.

Suponia que habria alguien esperandole, un oficial, un miembro del cuerpo del Inquisidor, un arbite, o un simple chofer que le llevase hasta donde se le requería, porque él, pasadas esas puertas, no tenía más órdenes que ejecutar, ni un solo dato...

Con las tiradas adecuadas deberas averiguar como son y que es lo que buscas, pensando prudentemente.

Tras haber bajado del hangar numero 15, y despues de mezclarte junto con el resto del personal militar, observas un incleible espacio puerto a cientos de metros donde solo ves naves y una enorme fragata de combate semi en vuelo preparandose para despegar.
Cuando alzas la vista solo ves luces por todas partes de todos los colores y ante ti un enorme complejo subterraneo tras los muros iniciales del espacio puerto. Mirando y observando todo lo que te rodea te percatas que estas ante cientos de metros subterraneos desde donde entraste hasta donde estas ahora y la salida es un volcan donde practicamente hay barcazas imperiales y naves sobre volando el area, donde apostado en sus lados hay torretas y pequeñas ciudadelas imperiales a modo de vigias rodeando dicha aureola de salida del volcan.
El calor que emanan los focos tras bajar de la nave transporte son dignos de mencion, de hecho hay 50 metros de vallado prohibiendo el paso, tambien observas salidas y quemados escorchados sobre la zona de los focos.
Tras un aviso de varias sirenas, oyes una megafonia que indican los numeros a los que se asocian los tripualente para ir al puesto de control pertinente, tras este aviso te dirigen junto con la multitud desembarcada a tu numero correspondiente...

Al acabar los controles pertinentes Guss guarda sus documentos y respira hondo, nunca habia salido de su mundo natal, todo esto era extraño y excitante.

Aquí estoy, solo en este planeta y sin tener ni unas tristes instrucciones, igual esto forma parte de una prueba para ver como me desenvuelvo... Aunque preguntar un par de cosas en una ciudad va a ser un juego de niños. No tiene mucho sentido, pero bueno...

El joven granuja se acerca, una vez ha salido del asfixiante puerto de naves, a un arbite o guardia que vea por ahi.

Perdon, ¿podria indicarme la direccion de la sede del hordo hereticus?

Sin rodeos, asi es Guss.

Rapidamente un guardia que patrulla la zona te pone un aviso...

Mas vale que no pases la linea de seguimiento y te dirijas a la aduanera para registrarte en Inquilia forastero, el no hacerlo podria suponerte una expulsion por la via penal...

Te frunce el ceño y te dirije con el rifle con el resto de desmebarcados hasta la llegada de la aduanera...

Practicamente anodadado y con tanta expectacion sobre tus sentidos, el guardia te acompaña donde te dispones a moverte por donde va la multitud como un cordero mas al matadero siguiendo las pautas de los neones esfericos asi como los telefericos iluminados que te conducen por la enorme plancha de metal hasta una de las torres metalicas de plastiacero.

Una vez alli, te das cuentas que recorrido casi 700 mts desde la distancia en la que estabas y aun te sigue pareciendo como si apenas te hubieras movido por este espaciopuerto, excepto que la torre esta mas cerca de tu vista. Aqui contemplas estupefacto una heraldica de un martillo elaborado con un aguila entre medias y dos soles quemando una estrella negra, aparte de la ya conocida aguila bicefala imperial.

Sigues caminando entre luces y neones acompañado con el ensrodecedor ruido de las neves depegar y aterrizar junto con el estruendo de los altavoces chirriar sobre avisos y llegadas de personal y naves civiles.

De repente por fin tras tanto caminar el guardia deja de seguirte antes de llegar a la zona, te hace parar en una plataforma vallada, y tras de si goznes y engranajes os levantan por orden hasta alcanzar la torre a unos 150 mts de la altura en la que estabas andando, alli ves un control imperial y tras ella una aduana de registro....

Por la bendita luz del Emperador. ¿Cuantos kilometros de espaciopuerto necesitan en este planeta? Dice Guss distaidamente mientras observa todo a su alrededor, fascinado. Este planeta colmena es mucho mas grande que el suyo.

¿Mas controles? No se para que quieren aqui un inquisidor, si es imposible que entre cualquier resquicio del Caos... Piensa Guss mientras saca de nuevo sus documentos

Agente, ese escudo heraldico a quien pertenece, ¿a la familia regente del planeta? Me temo que no conozco muy bien las particularidades de Inquilia, y me gustaria saber más; tal vez me trasladen aqui... Dice el joven, mientras le enseña los documentos al guardia de la caseta de aduanas.

Y ya que estoy, ¿falta mucho para salir del espaciopuerto?

El guardia que permanece dentro de las plataformas moviles te mira con cara amarga y el rostro frio dando a entender que aqui las preguntas curiosas podrian acarrear problemas enseguida.

Aun asi escuetamente responde...

Pertenece a la Familia del Gobernador Manchuria cuyo linaje se remonta en Inquilia desde hace mas de 300 años, y ahora joven no hagas preguntas y espera llegar a la aduanera...

Acto seguido ves que hay una enorme fila agolpada en forma de campana haciendo una interminable cola desde donde estas hasta la boveda de la aduanera imperial.

Vaya... Esto es demasiada cola, tardaré horas.

Guss se intenta escabullir entre la multitud para colarse hacia los primeros puestos en pocos minutos, pero hay demasiada gente para eso. Así que vuelve a girarse al guardia y acude a su mejor talento, el engaño. Con voz firme y actitud casi militar le dice.

Guardia, pertenezco al sequito del Inquisidor Barius, traigo información privilegiada y esto es una perdida de tiempo vital, que puede costar la vida a muchos miembros de nuestra raza. Lleveme de forma inmediata al alto mando inquisitorial, o yo mismo le dare el informe haciendo constar que su acitud es la culpable de mi retraso y, creame, a Barius no le gustan los retrasos... El tiempo es de vital importancia.

El guardia viendo la urgencia y la seriedad de tu mensaje hace que se muestre receptivo y preocupado, enseguida notas que su preocupacion es la tuya.

No se preocupe señor, enseguida le llevo a la boveda de la ruta mas directa...

Acto seguido, empieza a empujar a la cola como si fueran borregos que van a un matadero haciendo mas sencilla tu tarea de llegar a la aduanera. En cuestion de minutos te plantas alli haciendo que te lleven directamente al acuartelamiento imperial sacandote de la aduanera, alli el guardia habla con uno de los oficiales al mando y este interacciona contigo...

El Oficial al oir que provienes de una mision del inquisidor y al escuchar su nombre de la mano del guardia cuando lo comentaste con urgencia hace que dude inmediatamente al ver tus ropas y el estado en el que vas te pregunte rapidamente...

Bienvenido a la boveda de la aduanera de Inquilia señor, me ha parecido que Usted viene con una mision directa del Inquisidor, es correcto eso?.

Si, es correcto. Soy informador y debo presentarme ante el Inquisidor personalmente lo antes posible, esas son las órdenes directas, siento no poder decirle más sobre ellas, pero entederá el caracter confidencial del asunto.

Al menos todo esto es cierto. Piensa para sus adentros Guss.

Agradezco la rapidez de acción y la predisposición del cuerpo de guardias imperiales a atender las demandas del Inquisidor. Se tendrán en cuenta estos gestos, sargento.

Tras una pausa Guss sugiere.

Quizas fuera demasiado pedir un medio de transporte que me llevase al centro de mando inquisitorial...

El oficial esboza una mirada fria y directa mientras sonrie, acto seguido hace una pausa y un gesto atrayendo a un peloton de combate a sus espaldas que rapidamente apunta a tu cuerpo.

El oficial asiente mientras te explica lo siguiente.

Muchacho, en Inquilia no conocemos a ningun señor con el nombre de Barius y menos que sea un señor inquisidor, por ello mis chicos te van a registrar a fondo para saber quien eres y si lo que dices es correcto, registradle.

El oficial mientras se retira informa a su peloton de lo siguiente.

Si no forma parte de la comitiva que espera en el que esta en el quimera o no tiene algo que le identifique, matadle en un rincon.

Zas! Cazado... Guss sonrie para sus adentros. Al menos me he saltado la cola de aduanas...

Retomando rapidamente la compostura, el granuja empieza a hablar, levantando las manos y poniendolas sobre la cabeza, un gesto al que está irremediablemente acostumbrado.

¡Señor! Me temo que es altamente probable que sea de esa comitiva de la persona que espera en el quimera. De todas formas, ¿de veras no conoce al Inquisidor Barius? Me cito aquí personalmente. Soy Guss Jandorian, mis documentos están en el bolsillo interior de mi abrigo, por si alguno de sus chicos quiere venir a comprobarlo...

El oficial hace que compruebe rapidamente tus bolsillos mediante los guardias y practicamente no constatas nada de ningun valor exceptuando una acreditacion imperial de tu mundo natal sobre ciertas actuaciones en el paso, nunca pensaste que una simple licencia de informador de arbiter podria salvarte la vida...

El guardia responde...

Sargento, hemos encontrado una licencia modelo 2a de los Adeptus Arbites de su mundo natal, dicen que es informador de los mismos.

Al comprobar esta licencia el Oficial asiente con la cabeza responde airadamente.

Supongo que no nos ha mentido del todo este chico, llevadlo al quimera y a ver si el Arbite que tiene la reliquia distintiva sabe algo de el.

Te recogen entre 4 y te obligan a llevarte al quimera de marras, rezando para que el Arbite de el visto bueno sobre tus acciones...

Exacto, creo que esa será la mejor solución. Dice Guss, dando gracias por llevar ese papelito que casi siempre estaba olvidado en el fondo del cajón de los calcetines.

Recobrando parte de su dignidad y rodeado por cuatro soldados, se encamina hacia el vehiculo blindado, donde le espera un Arbite que decidirá su futuro inmediato. Un Arbite que, confiaba, conociera al Inquisidor y estuviese al tanto de las órdenes que Guss recibió, porque si no... digamos que el Granuja tendría que sacar a relucir todo su talento...

Te paso a la seccion que tienes conjunta con Kerred Skym, buscala.