Partida Rol por web

Poco a poco, el sol empezaba a entrar en aquella pequeña gruta, al igual que ahora el sonido del mar en calma. Al despertaros cada uno a su propio ritmo os disteis cuenta de varias cosas. La primera, que estabais desnudos, la segunda, que el fuego se había consumido, y la tercera y quizás la más importante, que lo ocurrido la noche anterior no fue un sueño.

Por suerte, habiais sobrevivido a la noche a pesar de toda la vergüenza posible que hubierais pasado, lo malo venía ahora, sobrevivir hasta saber donde estabais y huir de allí. ¿Pero que deberiais empezar a hacer en primer lugar?

Al despertar, notas que tienes mucha hambre. Normalmente a estas horas desayunarías un plato bien rico, pero ahora estabas sola junto a dos desconocidos de los cuales solo conocías sus nombres

Aunque estabas acostumbrada a resistir algunas penurias, se notaba que tenías hambre, pues el estomago ya te empezaba a hacer pequeños rugidos internos. Lo complicado ahora, sería sin duda confiar en perfectos desconocidos... y ocultar tu verdadera identidad. Ahora te gustaría haber cogido otra cosa en lugar de dinero del barco.

No le despertaron los rayos diurnos a la pequeña, si no el rugir de su estomago. Dolía mucho...

- ¿no habrán huevos frescos verdad? Ni un buen puré de col y patata... - - eran obviedades, pero por si acaso venía bien preguntarlo. ¿Quedarían algunos cocos por ahí?

Salió cubierta con una de esas grandes hojas y corrió al tendedero, no tardó más de lo que se tarda en sacudir y vestir una prenda. La niña estaba acelerada pese al hambre, parecía ser la primera en despertar, tal vez porque en su casa despertar a las 05:30 o las 06:00 era de lo más normal. Mil aventuras esperaban al que vivía al máximo.

No era lo común pero llevar el desayuno seguro que animaba a sus dos nuevos amigos, la noche anterior parecían algo decaidos.

Al despertarte, notaste algo de frio en tu cuerpo, no solo frio, sino que además un estornudo. ¿En serio después de todas las precauciones tomadas, habías pillado el resfriado? Por suerte, autodiagnosticandote, te das cuenta de que solo se trata de un constipado leve. No tenías fiebre ni malestar. Solo mocos y estornudos. De igual manera, algo de hambre si que tenías.

Desperté con el cuerpo algo dolorido y con bastante hambre. No es que la cama fuese una suite de lujo, había logrado dormir gracias al cansancio, y aunque me encontraba algo descansada tenía que solucionar lo del hambre. Me desperté poco después de Bridget y no me acordé de que estaba desnuda hasta que vi que la chica se estaba vistiendo.

- Buenos días. - Saludé mientras me acercaba a la ropa y comenzaba a vestirme. Tan pronto como se había levantado, Bridget salió corriendo fuera.

- ¡No te alejes demasiado de la cueva! - Aún conocíamos la isla y si temía que pudiese perderse.

Ahora tocaba pensar nuestros siguientes movimientos, pero no me atrevía a hacerlo sola.

- ¿Qué tal has dormido, Richard? - Pregunté tras terminar de vestirme y girarme por si quería intimidad.

Abro los ojos después de una noche que parece haber durado demasiado poco. Noto el frío y sé que han pasado varias horas mas mi cuerpo no ha descansado todo lo que hubiese querido. Tengo sueño, tengo frío, tengo hambre y tengo sed. Un día cualquiera en la civilización, eso no significaría gran cosa pues podría encender la calefacción y comer algo de la nevera. Acá no, acá no hay nada y esas pequeñas necesidades pueden ir creciendo hasta matarme.

Siento la nariz tapada y me hago un rápido examen para saber que tan comprometido está mi estado general. Rápidamente entiendo que solo es un ligero constipado, nada de lo cual preocuparse demasiado.

Veo que la pequeña Bridget se pone de pie y se viste mientras que Celeste también. Tomo mi ropa y comienzo a vestirme para responderle a la joven:

 - "Creo que pasamos una buena noche y eso ya es un logro importante. Tengo un pequeño catarro pero nada que me matará si lo cuido. ¿Y tú?"

Cuando ya estoy vestido, busco los cocos que la niña recogió la noche anterior y me propongo a abrirlos para poder beber su agua y luego comer su contenido. Recuerdo que los cocos tienen 3 agujeros en un extremo que no son madera sino fibra blanda. Busco algo con lo que perforar esa zona (una rama con punta, quizás con un extremo carbonizado más duro, una piedra afilada) pues no quiero tener que ensuciar alguno de los instrumentales afilados de mi maletín.

Cuando escuché la respuesta de Richard le miré por el rabillo de ojo y me fijé en que ya estaba vestido. Dejé la mochila que había salvado de un naufragio en un rincón de la cueva y me aseguré de que estaba bien cerrada. Ahora mismo no me servía. Luego aparté las hojas que habíamos dejado como leve cobertura para intimidad.

- Me duele un poco la espalda, no es que las hojas que cogí fuesen demasiado cómodas.. pero se me pasará con algo de movimiento. - Me fijé en que estaba intentando abrir algunos cocos, no me importaba tomar algo. - ¿Puedo ayudarte? Si sabes cómo abrirlo puede que te sea de ayuda. - Quizás podría golpear el coco contra una roca o algo, no es que fuese muy fuerte, pero él podría saber algo más.

No quería volverme una carga y mirar mientras él se encargaba de todo.

Al amanecer, los rayos de sol os dieron directamente en la cara. Apenas había pared ya para que os cubrieran del mismo, pero que hubiera amanecido, era una buena señal. El mar estaba en calma y de los dos, muy juntos. Según os despertasteis, os disteis cuenta de varias cosas. Estabais varados en una isla desierta, chico y chica desnudos y además... Muy juntos

El calor humano era evidente y quizás también el sonrojo de alguno de los dos. Pero igual en breves deberiais abandonar estas ideas y centraros en sobrevivir y buscar alimento

Al despertar sientes que tienes hambre, con tu estomago rugiendote un poco. También notaste el cuerpo desnudo de Nyamo sobre ti, la pregunta es... ¿COMO LLEGO HASTA AHI?

Al despertar notas como tienes cierta hambre y también como tus mejillas se coloreán levemente cuando te ves tan cerca de Angelo. Quizás porque no recordabas, como es normal, que estabas en una isla al despertar, pues la rutina hacía mucho daño. Pero lo que si que se te pasaba era que estabas desnuda. Seguro que era esa parte la que daba ese punto de color a tus mejillas.

Al rato de salir Bridget a por los cocos, esta vuelve con los brazos llenos. Traia otros tres cocos que eran bastante grande, aunque quien lo supiera sabría que la capa más superficiar era solo fiibra incomestible, pero los hacía aparentar ser más grande.

Richard por otro lado, con unas cuantas piedras que había por ahí fue probando hasta que con una que parecía más propia para perforar, logró atravesar el primer coco, faltaría abrirlo, pero había agua en su interior, lo correcto sería vaciarlo primero.

Celeste trataba de ayudar a Richard y probando con las piedras de alrededor, aunque no tenía mucha fuerza, logró agrietar un coco. Por desgracia, el agua empezaba a escapase por esa grieta.

Sin duda los cocos serían una principal fuente de alimento y bebida, solo era necesario controlar la cantidad que hubiera y saber abrirlos de maneras más rápidas.

Al llegar a la playa viste unos cuantos cocos en la arena. En total y a simple vista, llegaste a ver unos cuatro. Por desgracia solo podías llevar contingo tres y con cuidado de que no se cayeran. No obstante miraste un poco más por alrededor y viste que los cocoteros que había cerca tenían unos cuantos cocos cada uno. Algunos verdes y otros marrones casi a punto de caer, igual con una buena patada estos caerían. Pero lo principal era llevar un coco a cada uno. Ahora tendríais dos cocos por cabeza, seguro que estarían muy contentos.

No pasaste por alto antes de ir a la cueva, como en la orilla había algunos materiales extraños que según pensaste, no parecían pertenecer a nada que fuera planta o animal, ni siquiera a la misma playa. Pero no sabias que era así que poco más podías hacer.

Dejando los cocos comuna sonrisa de satisfacción en el suelo, se apresuró a abrir la olla a presión que "cogió prestada" del barco, por tal de ponerla bajo el coco agrietado.

- así no se perderá el agua, la del mar está asquerosa... Por cierto, he visto cosas en la playa que no se que eran, como iba cargada no me he acercado a comprobarlo, y en los cocoteros, hay un coco más en el suelo y un puñado a punto de caerse, a parte de varios verdes. ¿Desayunamos primero? - Dos cocos por cabeza, puede que no fuera la comida de casa, pero se los comería encantada.

Consigo abrir el coco de forma discreta para que el agua en su interior no se pierda, pero Bridget saca una olla que parece haber bajado del barco antes del naufragio. Tomo la olla como me la ofrece y, comienzo a vaciar el agua de mi coco en ella dejando espacio para que Celeste haga lo mismo:

 - "Muchas gracias Bridget. Esto será de mucha ayuda para no perder nada."

Cuando he terminado de vaciar todo el contenido líquido, pongo el coco sobre una piedra y lo golpeo con otra para quebrajarlo un poco. Con mis manos termino de sacar pedazos sueltos y los empiezo a repartir entre los tres para que todos podamos comer un poco mientras respondo a la pequeña:

 - "Sí, creo que deberíamos comer algo antes de salir a explorar un poco del lugar. No sabemos qué encontraremos allá fuera y puede que hayan peligros. Lo mejor será ir lo mejor alimentados e hidratados que podamos."

Le pido a Celeste su coco para partirlo igual que hice con el mío. No abro más pues creo que con dos cocos es suficiente para los tres. Comúnmente con solo uno comerían dos personas pero somos tres y no deseo que pasemos hambre. Además, ya estaban abiertos y no creo que duren mucho a la interperie. Hay que consumirlos pues perderlos sería un crimen en la situación actual.

Dormía muy a gusto plácidamente en aquél suelo rocoso. Siempre se me hizo muy fácil dormir sea donde sea. Y en mitad de la noche senti un calor aparte de la fogata que me hizo dormir mejor... hasta que la luz del sol me golpeó en toda la cara me hizo arrugar la cara con desagrado. Poco a poco fui abriendo los ojos, y lo primero que vi fue a la chica con la que había naufragado encima mia... vale, ese fue el calor que note por la noche. Supongo que tendría frío y quería calor humano, una razón comprensible.

Con cuidado la aparte de encima mia y la deje a mi lado, intentando no despertarla. Uff, al hacerlo pude notar como me rugia el estómago y tenía la boca algo seca... eso me hizo recordar que estábamos naufragados en una isla desierta -Vaya por Dios... creo que no voy a poder prepararme unas tostadas para desayunar- pensé mientras me incorporaba y me arrodillaba un poco hacia la chica -Nyamo... despierta... ya es de dia- la traté de despertar con tranquilidad, para no alterarla demasiado. Después de eso ojee nuestra ropa, para comprobar si estaba seca y vestirme con ella para no pasar más tiempo desnudo... no quería quemarme la espalda por llevarla al descubierto.

Estaba riendo junto a sus padres, acababan de contarle un chiste muy gracioso allí en la playa paradisíaca donde se encontraban, el sol les daba de cara, la arena se sentía bajo sus pies...y se sentía bien la hamaca que había escogido. ¡AAH! Un movimiento brusco la hizo caer de la hamaca, sintiendo la arena por completo en su piel... demasiado?...real. -Mmmnh.... Empezó a escuchar su nombre y una voz diferente a las que acostumbraba por lo que dio un ligero manotazo y se dedicó a responder en tahitiano.

-No es justo... estaba durmiendo muy a gusto... 

Se incorporó aún con los ojos cerrados y empezó a frotarlos, se había despertado del todo y lo primero que vio fue a Angelo por lo que su expresión relajada se volvió triste mientras sentía que el hambre empezaba a arremeter contra ella.

-Buenos días...

Al parecer no se había coscado de que había estado llorando la noche anterior y eso le aliviaba el pensamiento mientras se iba vistiendo ella también. Cuando terminó de hacer eso estiró un poco la camisa del muchacho para llamar su atención.

-Tengo hambre... ¿Buscamos cosa?...

Sus ojos ya estaban buscando por cualquier sitio incluso maletas perdidas en el mismo lugar, cualquier cosa que pudieran tener como extra sería bien recibido por ambos muy seguro. 

Segun caminasteis por la playa apenas encontrabais gran cosa. Había un coco tirado en la orilla del mar. Muy mojado, pero al menos podriais perforarlo y comerlo a medias. No os alimentaría mucho pero era algo dentro de lo que cabía. El resto eran restos del avión que había quedado varado en la orilla. Mayormente era chatarra y telas rasgadas. Apenas si había algo de utilidad, salvo al fin un pequeño maletín.

Ese maletín era rojo y pequeño. No iba a contener prendas de ropa y mucho menos comida. Igual una barrita energia como mucho, pero no os daba esa sensación. En uno de los lados del maletín había un texto que ponía "Usar en casos de emergencia" Quizás por ello mismo lo abristeis.

Era una pistola de bengalas y tenía las tres bengalas intactas. Una ya cargada y las otras en el porexpan que recubría toda el maletín para mantener la pistola intacta. Igual había balsas cercas para veros o igual era mejor asegurarlas para cuando vierais alguien. Lo bueno es que había tres, malgastar una ahora no os supondría apenas ningún gasto.

En cierto modo sentía algo de envidia por la capacidad de Richard de manejar la situación. Parecía muy tranquilo y sabía lo que estaba haciendo, se estaba encargando de muchas cosas y yo mientras combatía los nervios. Bridget quizás no comprendía mucho de la situación, y aún así también colaboraba.

Imité al chico echando el agua del coco dentro de la olla y luego tomé los pedazos que me dio. Comida y bebida listos, yo estaba deseando salir de la cueva un rato. - Podemos guardar algo para cuando salgamos y ver ahora lo que Bridget ha encontrado, también nos vendría bien buscar un lugar alto donde podamos ver un poco más de la isla, ¿No? -

Dando alguna idea podría ser de utilidad, y con suerte, podríamos encontrar alguna señal que nos indicase dónde estábamos y dónde encontrar una ciudad o un pueblo.

Los cocos os repusieron lo suficiente para aguantar un rato, al menos vuestros estomagos no rugían. Por otro lado, y aunque el coco ya estaba humedo, el agua quedó en la olla express cubriendo apenas 1/5 parte de esta. Si os lo bebeis a medias sin duda os desariais de la sequedad en la boca, pero os quedariais momentaneamente sin agua potable.