Partida Rol por web

Un avión era el metodo más seguro de viaje como todos bien saben, y a donde ir sino a Hawaii de vacaciones. El avión era uno extraño diseñado solo para ir a Hawaii, y paraba por varios paises antes de llegar a su destino, por ello había tantas personas de diversas culturas allí. De hecho el avión salía desde Hawaii por un extremo y volvía al mismo lugar por el extremo contrario. Es por ello que algunos tuvieron que soportar más trayecto de viaje que otros.

No obstante, por el camino ya muy cerca de Hawaii, hubo una gran tormenta nocturna en mitad del cielo

El piloto parecía tenerlo controlado, pero el tambaleo del avión era más que evidente. Algunos rezaban para que solo fuera un mal paso a través de turbulencias malas y se acabaran pronto. Otros no obstante estaban más alterados.

El mayor susto fue escuchar la tormenta que estaba alejada, en cuestión de un segundo a pocos metros. El miedo empezó a correr por el avión y en cuestión de minutos y otro rayo cercano, los pasajeros pudieron empezar a notar como el avión empezaba a caer en picado. Las bolsas de aire salieron de la parte superior, y el chaleco salvavidas estaba debajo del asiento, pero... ¿Realmente funcionaría algo de aquello?

Estaba agotada, por su culpa se había quedado encerrada en el aereopuerto y tendría que coger otro vuelo... ¡Por que se distraería tanto! Entró en el avión pensando eso mientras jugaba con un papel de caramelo entre sus manos, lo alisaba, doblaba, arrugaba... y volvía a alisar. Al parecer estaba nerviosa y era normal dado que no viajaría junto a sus padres, la azafata le indicó el asiento y sonrió satisfecha al verlo. 

Pasillo, podré estirarme un poco y relajarme más, además aún no han llegado mis compañeros de viaje. Sintió que la suerte le sonreía cuando se dio cuenta de que iban a despegar y a su lado no había personas, lo que quería decir que podría incluso tumbarse para descansar. El trayecto a escalas iba a ser larguísimo para ella, que solo quería volver a casa y aquello fue todo un alivio para su estres momentaneo. En cuanto el aviso de cinturón fue apagado, alzó los dos reposabrazos del asiento medio y ventanilla y se estiró sobre los tres asientos, quedándose dormida prácticamente en minutos pues el cansancio que llevaba acumulado era demasiado. 

Se levantó asustada por los tambaleos y el sonido de los truenos que la hizo sentarse de repente y ponerse el cinturón como si aquello fuera su salvavidas. Subió los pies al asiento aferrándose a si misma quedando en posición completamente fetal y metiendo la cabeza entre las piernas, intentando ahogar los gritos que pegaba cada vez que un trueno sonaba, les tenía verdadero pánico a las tormentas y justo estaban pasando por una. Se estaba poniendo histérica cuando uno de las azafatas le ayudó a colocarse la máscara y a hacer ejercicios de relajación, también le pidió que se colocara el chaleco salvavidas y no se quitase el cinturón por el momento. Nyamo en ese momento lloraba de angustia y no era precisamente por las turbulencias o por el hecho de que parecía que se irían a estrellar, no, ella lloraba porque le daba pánico aquella tormenta.

Hmm... al final no se como lo hice, pero mientras que mis amigos iban en un avión derechos a Hawaii yo tenía que coger otro... bueno en verdad si se como lo hice: me quedé dormido como siempre y tuve que coger otro avión más tarde. Tampoco creo que supusiera un problema... total, me iba a quedar dormido todo el viaje salvo cuando tocara comer, por lo que casi no notaría la presencia o no de mis amigos. Es más, fue casi instantáneo: nada más me senté me quedé frito sobre el reposacabezas, y ahí me podía tirar todo el viaje sin que incluso un accidente me despertase... o al menos eso creía yo.

Porque cuando el avión empezó a tambalearse si que me despertó. En principio pensé que no sería nada, y que la gente exagerada un poco. Sólo eran unos pocos rayos y unos movimientos... ni que fuera una tormenta de granizo en la que llueven muñecos de ventrilocuo que escupen arañas... entonces si habría que preocuparse.

Pero ya cuando la cosa se puso más sería si que me asusté un poco, al ver las mascarillas descolgarse delante mía y ver a gente ponerse los chalecos salvavidas. Vale... ¿y eso como va a ayudar a que el avión deje de descender? De todas formas hice todo eso... y esperaba que por favor el avion recuperará altura. Porque como esto choque... ay Dios.

A pesar de que rezabais y rezabais porque al avión no le pasara nada, a pesar de que tratarais de refugiaros como si eso os fuera a salvar...

Sucedió

Un rayo alcanzó un ala del avión, dando un tumbo bastante fuerte y empezando a sonar de la peor manera posible. En vuestra mente, sabiais lo que iba a ocurrir, pero el miedo pedía que no ocurriera. No obstante, la inclinación del avión lo decía todo hasta que el sonido, os dejó con un momento que no supisteis que ocurrió con exactitud. Ahora os encontrabais en el mismo avión, pero el agua lo había inundado hasta arriba.

Angelo, notaste que la calma se perdió. El miedo se hacía mucho mayor a medida que el agua subia. Por lo menos no os estrellasteis en tierra, pero... ¿Y los demás? Al mirar alrededor no viste a nadie salvo... una chica de piel morena, la cual parecía inconsciente. Igual tenías la oportunidad de liberarla y salvaros los dos, pues a través de una ventana lograse ver algo de tierra.

Aaaah... mi cabeza...- fue el primer pensamiento que tuve mientras me despertaba... creo que no de un sueño... sino de haber estado inconsciente. Lo último que recordaba era el avión cayendo para abajo con el morro por delante... Y por la posición diagonal en la que se encontraba el avión y el agua que subía dé nivel... desde luego nos habíamos estrellado -No me jodas... he sobrevivido a un accidente de avión...- pensé mientras miraba alrededor -¿Pero y el resto de gente?- pensé... aunque creo que este no era el momento para fijarme en eso... ¡el agua seguía subiendo y yo seguía dentro! Como no saliera eso de haber sobrevivido al impacto no habría servido de nada.

Por lo que me solté el cinturón de seguridad y fui bajando por el pasillo agarrado a los asientos para no tropezarme en el inclinado plano y hacerme daño. Pero mientras bajaba, vi algo en unos asientos... ¡no me jodas! ¡Se habían dejado a una niña! -Parece inconsciente... ehh... si, respira... ¿entonces que hago?- pense algo shockeado. No estoy acostumbrado a estas clases de situaciones estresantes ni a pensar rápido, ¿que hago?

Bueno, desde luego no soy de esa clase de personas que dejan a niños en un avión semihundido... Y seguramente será cosa de la adrenalina del momento; pero al final le quite el cinturón y la cargue en mis brazos... Y eso que normalmente hasta me cuesta cargar las bolsas de la compra. Es igual, no podía perder más tiempo. Al final prescindi de agarrarme en los asientos y termine lanzandome al agua. Y ahora mismo como que me daba igual si estuviera fría, tenía que bucear para salir de aquel medio avión rápido, además de tener en cuenta la respiración de la chica para ello -Ay Dios... espero no dormirme ahora ni cagarla- y después de pensar esto, tomé aire y me sumergi en el agua... ¡rápido!.

Sentía frío.. humedad... estaba todo oscuro y le costaba respirar... se despertó cuando fue tomada en brazos por un desconocido, al principio soltó un chillido de socorro pero en instantes recordó por qué todo era un caos. Turbulencias que la despertaron, turbulencias que hicieron sentarse bien y seguir un protocolo de seguridad y llanto, tormenta, ahora le sonaba algo lejana pero probablemente seguía allí y era a causa del actual aturdimiento lo que le impedía tener la consciencia plena. Para no ser una mayor carga se desprendió del muchacho cuando este se dispuso a bucear para salir por el único lugar que podían... Por suerte los chalecos salvavidas no estaban inflados tal y como indicaba toda norma dentro del avion por lo que pudo sumergirse a su lado y rezar por salir con vida de aquel infierno helado junto a quien le salvaba. No se le daba nada mal la natación por lo que solo rezaba por no quedar entumecida a causa del poco oxígeno que restaba en un avión donde había visto el horror, varios cadáveres en sus asientos y otros en la parte de atrás fue lo que sus ojos vislumbraron mientras seguía en brazos de este. 

Si, estaba viva, y no no parecía estar demasiado consciente pues Nyamo se despertó a tiempo para coger aire. Durante el trayecto buceando pudisteis ver algunos cuerpos flotando con sangre a su alrededor, equipajes de mano destrozados y mojados y lo peor de todo, una persona partida por la mitad. Esto último os hizo soltar una pequeña cantidad de aire, pero debiais centraros en salir. La parte en la que se partió el avión estaba cercana y decidisteis, con cuidado salir por ahí. Angelo salió el primero y trató de ayudar a Nyamo a salir, pero cuando esta salió del todo, un pequeño "click" sonó entre tanta agua y el chaleco salvavidas de Nyamo comenzó a inflarse haciendo que ascendiera sin control hasta la superficie. Por el susto tragó algo de agua. Angelo, ya fuera nadando o con el chaleco, salió de allí hasta la superficie a tiempo de poder respirar.

Por desgracia ahí no acababa todo. El mar no estaba en calma y las olas eran inmensas y duras, tanto es así que os arrastró violentamente haciendoos de nuevo perder el conocimiento.

Cuando lo recobrasteis notasteis arena en la cara y olas golpeandoos la espalda y las piernas. Habiais acabado en una isla, lejos del avión que al fondo del mar se hundia. Aquella playa era una pequeña cala cerrada

Lo estaba logrando, iban a salir ambos de allí a pesar de que le costaba mantenerse mientras observaba como bajo el agua había más cadáveres, si hubiese forma de ver las lágrimas bajo el agua se podría ver el sufrimiento en la cara de la chiquilla aunque el susto lo pasó cuando La mitad de una persona se apareció enfrente lo que la hizo gritar del susto y soltar aire por ello, aunque aquella visión fue el empujón de pánico que necesitaba en ese momento para ponerse las pilas y salir de aquel lugar, el chico lo logró primero y cuando le tocó a ella, sintió como se le enganchaba algo y al tirar con fuerza sonó un click, siendo de pronto arrastrada a la superficie a una velocidad vertiginosa a causa del chaleco que se acababa de inflar pues era de los nuevos que contenían para casos de emergencia un contenedor con aire para tener en caso de no haber alrededor. 

Tragó agua por el susto y sus ojos se abrieron buscando a aquel chico, estirando los brazos para intentar alcanzarlo aunque poco más podría ver y hacer Nyamo, en la superficie el mar era tan agitado que varios objetos que flotaban se zarandeaban violentamente y uno de ellos le dio en la nuca en un mal momento, mientras intentaba mantenerse, por lo que acabó de nuevo desmayada...

Se despertó de golpe, tosiendo con fuerza para escupir el agua que había tragado para luego girarse y sentarse, ahí fue cuando vio el avión hundiéndose mientras se sujetaba el pecho, el dolor y el mal sabor de boca que dejaba tragar agua de mar era algo que no quería volver a experimentar en una situación tan violenta. Le dolía la cabeza y no recordaba como había conseguido salir del avión, se veía todo borroso en su mente a partir del cadáver partido a la mitad el cual ahora, al recordarlo le empezaron a subir las nauseas. Fijó su mirada en el chico, también tirado allí en la playa para no pensar en lo que había visto y se empezó a preocupar por el, acercándose y lo zarandeó con cuidado.

-¡De-despierta! ¿Estás bien? ¡Dime que no estás muerto por favor!. . . . Agh... ¿Me oyes? ¿Hola? Vamos, ¡Despierta!

A medida que hablaba la fuerza en su voz y el miedo se hacían presentes además de que el zarandeo primero tan cuidadoso se transformó pronto en uno más potente dentro de lo que cabía debido a la desesperación de querer que estuviera vivo.

-No me dejes sola ¡Por favor! te lo suplico no estés muerto...

A pesar de lo que hablaba, si el chico no sabía Tahitiano o Francés poco la iba a entender, aunque ella lo intentaba con ganas en ambos idiomas. 
 

Yacia en la orilla de aquella playa con un montón de cosas en la cabeza: la chica que al final despertó, la zambullida en esa fría agua, el cadáver partido en dos, los chalecos salvavidas inflandose... Y a partir de la ola gigante no recordaba nada más. Lo que ahora notaba era estar apoyado en la arena inconsciente como un peso muerto... o al menos eso parecía. Unas sacudidas y unos gritos en un idioma que no entendía hicieron asomar unos ruidos -Zzz... zzz...- roncaba. Y si, eran ronquidos... porque ahora no estaba inconsciente; estaba dormido por efecto de mi narcolepsia.

Y tanto grito inteligible y las sacudidas potentes terminaron por espabilarme -Zzz... ¿eh...? ¿Eh?- balbuceaba mientras la chica me seguía zarandeando como un saco de patatas, hasta que al final le puse las manos en sus brazos -"Para"- le dije en italiano mientras la forzaba suavemente a parar. Seguramente no me entendería... pero yo tampoco la entiendo a ella, así que hay igualdad de condiciones. Además estaba dolorido, esos movimientos no ayudaban en nada. Mirando hacia un lado, podía ver al fondo como lo que quedaba de avión se hundía en el mar... al final nos habiamos librado por poco, al menos de momento.

Luego volvi a la chica. Era evidente que italiano no hablaría -¿Hablas inglés? Aunque sea un poco...- le pregunté con calma. Si, estaba en calma... aunque en el fondo no podía estar más preocupado; pero por el momento no lo aparentaba... no creo que sirviera de mucho -Calmate... ¿Como te llamas?.

El aire frio nocturno, os azota poco a poco sintiendo el frio del ambiente junto a vuestras ropas mojadas. Algo os decía que necesitabais calentaros y refugiaros. La playa en aquella cala, tenía una gran pared de piedra que hacía las veces de un pequeño acantilado desde dentro de la isla. Algo de cobertura os daría, pero era muy poco y cerca había unas ramas de palmera muy visibles que había dejado el mar en la orilla.

Se sobresaltó cuando este le tomó de los hombros pero pronto se relajó al ver que estaba bien. le dijo algo en un idioma desconocido para ella y cuando ya empezaba a ponerse más nerviosa, de pronto pudo entender lo que le decía, algo que hizo que suspirara de alivio asintiendo. 

-Conozco idioma....no hablo bien todo... Nyamo, me llamo Nyamo... ¿tú?...

No se había dado cuenta aún a causa de la adrenalina que corría por el momento, pero estaba tiritando de frío mientras de fondo se veía el sol esconderse por completo dando paso a la noche.

Vale... ya parecía que ya la chica se estaba calmando... menos mal; lo ultimo que querría sería alguien poniéndome nervioso en esta situación -Vale Nyamo. Yo me llamo Angelo- le respondí con calma mientras la veía tiritar y yo iba notando el frío en el cuerpo.

Estaba anocheciendo... como se hiciera de noche y continuaramos aquí nos íbamos a congelar sin tener nada dé luz con la que buscar cosas estaremos muy jodidos -No debemos quedarnos quietos... debemos buscar un refugio donde resguardarse del frío... ¿vale?- le dije, mientras ya me levantaria para inmediatamente buscar cualquier lugar donde no nos congelemos.

Movieendoos un poco empezasteis a ver ramas secas de algún arbol parecido a una palmera, pero no veiais ninguna cerca. Vuestra mente os hizo pensar que vendrían de otro lado de la playa. Más adentro en la pared había un pequeño hueco que si bien no se podría decir que fuera una cueva, os daría suficiente cobertura. Y con las ramas secas en aquel lugar, podriais encender un fuego... aunque a la antigua.

Por otro lado, no parecía haber nada de comida allí. Y para más Inri, no teniais nada de lo que trajisteis en el avión, ni visteis nada a flote.

Angelo.... Era un nombre extraño para ella aunque después de las vacaciones con sus padres se había acostumbrado a escuchar nombres de otras culturas.Tenía los nervios de punta y poco a poco iba sintiendose más ahogada, pero no podía dejarse llevar a pesar de las ganas terribles de llorar e hiperventilar que tenía. Sus respiraciones empezaron a ser pausadas como si estuviera en un ejercicio de relajación cuando asintió a las palabras de Angelo, levantándose del suelo sin pararse a quitar el exceso de arena que se le había pegado a la ropa y piernas pues no estaba por la labor.

_{"1 Playa, 1 roca, 1 grano de arena, 1 Chico, 1 prenda. . . . . . . ."}

Empezó mentalmente a ennumerar todo lo que viera, no por tener un registro mental o algo por el estilo, más bien era para mantener alejada la ansiedad el mayor tiempo posible, despistarse, "apagar" sus miedos por el momento o al menos mitigarlos ligeramente.

Vio como Angelo encontraba los palos y pronto un lugar donde resguardarse y se dirigieron allí para resguardarse como pudieran del frío. Cuando se sentó allí miró al chico y luego las ramas. " En los campamentos del cole nos enseñan..." 

-¿Me das palos? Yo hago en colegio. Se explicaba como podía en inglés, después de todo no era su idioma paterno ni materno si no algo enseñado en las clases del colegio y en las calles. Con esto dicho empezó el proceso de hacer fuego y aunque parecía que iba todo bien y se podía ver humillo ya saliendo, fue una falsa alarma y este pronto se extinguió por ser demasiado débil a lo que la chica empezó a sonrojarse y a frustrarse a partes iguales...
 

De acuerdo, fui examinando la zona buscando cualquier rincón donde pudiéramos refugiarnos del frío. De mientras encontré unas cuantas ramas y hojas de palmera, que fui recogiendo una tras otra para ver si con eso podíamos hacer una hoguera... al menos así es como lo hacían en los programas esos de supervivencia que ponían en la tele. Encontré una pequeña cavidad en la pared de piedra que había en la playa. Ahí nos refugiariamos bien.

Una vez sentados, la chica me pidió las ramas, ya que según ella sabía hacer fuego... así que se lo fui dando -Aquí tienes Nyamo- le dije mientras se lo dejaba y la veía trabajar e intentar hacerlo. Pero por lo que veía, la chica no conseguía hacer más que humo y enervarse un poco cada vez más -Se está estresando mucho... así no vamos a conseguir nada- pensé mientras me acercaba -A ver Nyamo... relajate. Yo te ayudo y lo hacemos juntos- le dije mientras me ponía tras ella y, apoyandome un poco en su espalda, extendía los brazos para coger el palo haciendo fricción con el en la hoguera. Empezó con algo de humo y a brillar una pequeña ascua, así que me aparte luego de la chica y lo sople para avivarlo... Y al final...

Pufff... conseguimos tener fuego. A ver si con eso y que me "haya ayudado" la consigo relajar para estar tranquilos. Así que le eche unas pocas ramas mas para que se mantuviera -Ya esta... podemos estar mejor con esto- le terminé diciendo -Deberíamos dejar nuestra ropa al lado del fuego... si dormimos con la ropa mojada nos constiparemos- le dije a la chica con cierta apatía. Alguno podría tener vergüenza o darle cosa quitarse la ropa ante un desconocido... a mi me daba igual la verdad; sobretodo por la situación en la que estamos.

Al fin, el fuego se inició y empezasteis a notar el calor entrar en vuestra piel. Aunque de la misma manera, el frio peleaba por ganar. Si bien lo mejor era esperar a que os secarais, la idea de Angelo no era mala, además, el cansancio se empezó a hacer denotar en vuestros musculos diciendoos que necesitabais descansar y con la noche encima, tampoco era mala idea.

Al apoyarse Angelo tras de ti para ayudarte colocando sus manos junto a las tuyas... pudiste notarlo...

Sus ropas mojadas se pegaban un poco con las tuyas y además se te pegaba un poco más de frio al notar ropas que no tenias encima mojadas ahora en tu piel. Quizás un movimiento torpe, pero surtió efecto para encender el fuego. Eso sí, había que hacer algo con esass ropas.

Se sonrojó muchísimo cuando aquel muchacho se apoyó en su espalda para ayudarla con el fuego, se sentía inútil y avergonzada, aún sabiendo que casi lo logró le faltaba siempre algo para conseguir las cosas. -Gra...Gracias.

Al principio el contacto lo sintió cálido, pero pronto notó aquel frío glacial que provocaban las ropas, hasta ahora solo había estado tiritando sin darse mucha cuenta de ello, pero aquel contacto había hecho reaccionar su mente, alejándose de la adrenalina lo suficiente como para poder notar que estaban calados por completo en un ambiente frío y que posiblemente eso los enfermara. Miró al chico cuando este se separó y asintió a sus palabras, a pesar de que tenía algo de vergüenza y que en una situación normal el guantazo se lo habría llevado, en esos momentos era cuestión de supervivencia por lo que sin rechistar se quitó la chaquetilla, el top, y la falda quedándose en bragas pues mucho pecho tampoco es que tuviera como para ponerse un sujetador. Dejó toda la ropa bien cerca del fuego y ella se colocó enfrente también, en posición fetal para evitar que se le viera el pecho demasiado y así también tener contacto con su propio calor corporal, no se atrevía a pedirle a aquel muchacho que se abrazaran o se pusieran espalda contra espalda pues, si bien lo había visto tanto en películas como en libros no estaba muy segura de aquello.

- ¿De donde eres?... Fue lo único que se le ocurrió preguntar, se sentía tan nerviosa por todo lo acontecido que tenía la necesidad imperiosa de hablar algo para alejar cualquier pensamiento. Todo ello mientras las palmas de sus manos miraban hacia el fuego, pidiendo a gritos calor. 

Yo ya había empezado a quitarme la ropa nada más le sugerí la idea a la chica sin esperar si ella haría lo mismo o no... desde luego yo por mi parte no me iba a resfriar en una isla desierta perdida solo porque diera vergüenza estar desnudo frente a una desconocida. Me quité los zapatos, los calcetines, la camisa y los pantalones, quedándome únicamente en calzoncillos mientras dejaba la ropa al lado de la fogata a una distancia justa para que se secase... no por el tema de pudor o vergüenza, sino porque no creo que unos boxers mojados vayan a resfriarme... y no quería arriesgarme a que una gaviota confundiera mi cosa con una lombriz jugosa que llevarse al pico... he visto mucha televisión.

Que la chica al final me hiciera caso y se desnudase me resultó totalmente indiferente. De hecho no me llamaba la atención ni un poco... eso estaba bien, significaba que no era un pedófilo... estaba bien saberlo. Me coloqué sentado con las piernas cruzadas frente al fuego, calentándome un poco, hasta que oí la pregunta de Nyamo -De Italia, Pisa- le respondí con brevedad. Sinceramente no es que me apeteciera hablar mucho, me gustaría más quedarme dormido ahora mismo en cuanto tenga suficiente calor en el cuerpo para estar cómodo. De hecho, mientras respondía ya estaba apartando cosas de mi alrededor que podrían resultar molesta como piedrecitas que no me clavase cuando me tumbase ahí.

Poco a poco, el sueño y el cansancio, vinieron de la mano haciendo que la adrenalina que sentisteis hasta ahora, fuera apagandose poco a poco y notarais de golpe que necesitabais un sueñecito. Además siendo de noche, era mejor dormir y con el sol ver que hacer.