Partida Rol por web

Salimos de esa sala y Fadrique comienza a olfatearme. Me resulta un poco incómodo pero no le doy mayor importancia. Yo mismo también me inspecciono los brazos y por debajo de la camisa para descartar que esas asquerosas pústulas amarillas no estén en mi cuerpo serrano. 

- ¿Qué dueño? - le respondo al enano con la confusión reflejada en mi cara - Sinceramente no se ni dónde estoy. Solo recuerdo que iba con mi amigo Jolack y vimos un cadáver. Cuando nos acercamos fuimos emboscados por alguien con túnica negra... - me estremezco un instante al recordar lo que le había pasado a Jolack e intento sobreponerme - Desperté maniatado en una sala llena de cadáveres. Poco más os puedo contar.

Sacudiendo su ancha nariz con la mano, el gnomo se mantiene un tanto al margen de lo acontecido, sin embargo, al escuchar la explicación del humano se acerca a él.

–Pero entonces. ¿Viste las advertencias de peligro y decidiste seguir por el camino? Me temo que eso no es demasiado inteligente.- Enseguida ve la mirada dubitativa del desconocido y agrega. –Sí, aquí estamos, pero nosotros venimos por encargo, no por gusto. –

Un instante despues se gira hacia el resto. –Es muy probable que el buen dueño de este lugar sea un necromante, como esos hay por montones entre los drow.-

Creo que somos nosotros los más lerdos, a pesar de venir por encargo, susurró Fadrique. Hacer estas cosas gratis, debía pensar. Lo gratis no se suele apreciar como es debido, y hay que redistribuir la riqueza. Un sacerdote también tenía que vivir: tener la oportunidad de atender al hambriento de maneras quizá más mundanas, pero también agradables (y él solía estar bastante hambriento, le estaba entrando un poco de gusa ahora mismo, a pesar del olor).

El señor Carter acaba de decir que le raptaron, querido Anrü. Nosotros también vimos cadáveres de esos antes de ver cartel alguno, pero se debieron cortar un pelo de atacarnos, pues eramos muchos, quizá. En fin, que aquí estamos. ¿No tendrás alguna pista más que nos ahorre trabajos para deshacer este despropósito, ¿verdad? Dijo a Carter. Sacó un bizcocho de viaje y lo mordisqueó pensativo. De repente miró al muchacho andrajoso pero pinturero y se dio cuenta de que la acción podría haberle dado hambre también. ¿Gustas? Tenemos más galletas. Come, come. Y permite que te tutee, por favor, creo que podemos considerarnos amigos y aliados, ¿cierto? Masticó furiosamente su galleta mientras esperaba respuesta.

- Se acabaron las presentaciones  Acabamos de activar una trampa que seguramente habrán escuchado por toda esta zona. Dinos Carter, por qué lado has llegado hasta esa sala ¿ Por aquí o desde el otro lado?  ¿ Conoces algo más de este sitio que debamos saber antes de movernos de aquí?   Pronuncia tajantemente el enano mientras le tiende al humano el hacha a 2 manos que pertenecía el Orco que capturaron... Ten, puede que te haga falta defenderte...

Y mientras esperaba una respuesta Galmor comenzó a investigar el inicio del túnel cuyo umbral estaba protegiendo con la intención de descubrir si su pendiente era ascendiente o descendiente, pues sospechaba que si había un nigromante, como Anru pensaba, estaría instalado en la zona alta de la montaña...

Te quedas parado unos momentos para evaluar el terreno. No te cuesta demasiado saber que el túnel tiene una leve inclinación ascendente por donde vinieron ustedes, mientras que los otros dos túneles se mantienen rectos hasta donde alcanza tu vista.

De uno de los túneles proviene un olor putrefacto (el que está enfrente de donde vinieron ustedes), mientras que por el que tienen al costado notas que es una especie de salida. Ya que una pequeña brisa te da la pauta que por donde entraron es un ingreso de aire y la corriente recorre todo el recinto. Lo más probable es que si lo siguen terminarán en la salida de la cueva.

A diferencia de la entrada, donde se notaba claramente que la formación era natural, aquí ves que hay trabajo de herramientas, picos, palas y herramientas de corte de piedra. Seguramente de algún humano, los cortes son irregulares e imperfectos. Muy distantes al trabajo más mediocre que un enano novato puede llegar a hacer.

El grupo de recién llegados no paraban de preguntarme y yo iba contestando como buenamente podía. Todavía me dolía la cabeza y las articulaciones por haber estado encadenado. 

¿Viste las advertencias de peligro y decidiste seguir por el camino? 

- Definitivamente vimos los carteles de peligro... - comento bajando la mirada por vergüenza - creíamos que serían para ahuyentar a niños o granjeros. Si lo llego a saber... - se me ahoga la voz al recordar lo estúpidos que fuimos Jolack y yo por seguir adentrándonos en este territorio cuando había señales bastante claras de peligro. 

 ¿No tendrás alguna pista más que nos ahorre trabajos para deshacer este despropósito, ¿verdad? 

- Sinceramente no se que se está cociendo aquí. El ataque nos cogió por sorpresa.  - Acepto gustoso la comida que me ofrece el sacerdote. Pese al pestilente olor que envolvía toda la zona, mi estómago rugía como si hubiese estado sin comer durante días. De echo no sabía a ciencia cierta cuánto tiempo llevaba ahí metido - Podemos considerarnos amigos, por supuesto. Siempre digo que es más fácil hacer amigos que enemigos. Y si vuestro objetivo es el individuo que me atacó a traición y me tiró como un despojo a la basura, creo que eso os convierte automáticamente en mis mejores amigos - pese a todo intento sobreponerme al dolor como siempre lo he echo, con una sonrisa. Resulta más fácil cuando el estómago deja de rugir.

por qué lado has llegado hasta esa sala ¿ Por aquí o desde el otro lado?  ¿ Conoces algo más de este sitio que debamos saber antes de movernos de aquí? 

- He llegado desde aquella dirección - señalo hacia la salida por la que había llegado - Por allí no hay nada más que cadáveres en descomposición. Ya he ojeado bien la zona para intentar escapar y la única ruta que he encontrado me llevaba hasta la sala donde me habéis encontrado. 

NO sé si lo he pillado.

Se supone que hemos vuelto a la sala de la trampa. Desde allí había 2 salidas, una que va hacia abajo y que lleva a la sala donde hemos encontrado a Carter ¿ Se supone que es ésta la que lleva a la salida de la cueva? Y otra a nuestro lado creo que derecho ¿ Se supone que por ésta es por la que llega el olor a podrido? La sala donde estaba Carter luchando tenía alguna otra salida?

- Actuemos y no nos demoremos en preguntas.
Rugió el escamoso ser tratando de salir de allí lo antes posible. No era dado a perder el tiempo perdido en palabras. heskan se asoma al pasillo y trata de ver algo iluminando el lugar. Avanzó un poco por el túnel de regreso con la finalidad de regresar a donde caí para investigar el *otro túnel que dejamos atrás, tratando de no alejarse mucho de sus compañeros. Entonces su voz retumbó medio rugido, medio palabras, como si las masticaras.
- ¿Continuamos?
El dragonborn espera a ver si alguien le acompaña.

Te seguimos, compañero Heskan. Pareces tener la iniciativa y las ganas, y todo mi entusiasmo (ahora que ya he comido).

Así que Fadrique se puso en su retaguardia y se dispuso a investigar ese mefítico lugar de una vez por todas.

El dracónido avanza con determinación y regresa a la fatídica cámara donde su torpeza le hizo caer. observó el nuevo pasillo que antes dejaron atrás. La fría y húmeda oscuridad le esperaba más allá, Heskan se detuvo en la entradal del mismo sin traspasar el umbral y no se adentró, sino que iluminó para observar las tinieblas que se abrían ante la presencia del resplandor de su antorcha. Observó y escuchó. Esperó con el corazón galopante y la respiración entrecortada.

Atala escuchó atentamente todo lo que decían sus compañeros y las respuestas que les daba el hombre al que habían salvado. La muchacha no tenía nada que añadir por lo que no abrió la boca en ningún momento durante la conversación hasta que Heskan propuso que continuaran investigando el otro pasadizo que habían dejado atras para ayudar a Carter.

-Estoy de acuerdo. Deberiamos continuar.- Dijo y saco su espada de la funda. -Con esto será más fácil darles a las criaturas esas.- Comenta acariciando con la mano izquierda la hoja.

Anru se mantiene en medio del grupo, sus habilidades cuerpo a cuerpo no son del todo inútiles, sin embargo, sabe perfectamente que su lugar se encuentra en el punto donde pueda ayudar o atacar en igual proporción. Pronto el enano y el semidragón comienzan a poner la pauta en las acciones a tomar. –Pues adelante entonces. -

NO sé si será por el tiempo transcurrido, pero estoy hecho un lio con la situación. te copio un post anterior recuperando la información que me diste:

~~Te quedas parado unos momentos para evaluar el terreno. No te cuesta demasiado saber que el túnel tiene una leve inclinación ascendente por donde vinieron ustedes, mientras que los otros dos túneles se mantienen rectos hasta donde alcanza tu vista.

De uno de los túneles proviene un olor putrefacto (el que está enfrente de donde vinieron ustedes), mientras que por el que tienen al costado notas que es una especie de salida. Ya que una pequeña brisa te da la pauta que por donde entraron es un ingreso de aire y la corriente recorre todo el recinto. Lo más probable es que si lo siguen terminarán en la salida de la cueva.

A diferencia de la entrada, donde se notaba claramente que la formación era natural, aquí ves que hay trabajo de herramientas, picos, palas y herramientas de corte de piedra. Seguramente de algún humano, los cortes son irregulares e imperfectos. Muy distantes al trabajo más mediocre que un enano novato puede llegar a hacer.

¿ Puedes indicarme qué túnel es el que sube, cual el que lleva a la salida y cual es el que lleva a la trampa de las piedras, o es que estamos en la sala de la trampa con el cofre en el centro? 

Mientras hablaban el enano había estado haciendo una ligera inspección por las salidas y tras mesarse la barba sussurró - Este túnel lleva a una salida cercana. Dijo señalando el camino en dirección sur - deberíamos volver a inspeccionar el pasadizo que dejamos atrás junto a la trampa.

Aham. Por mi estupendo. A ver si ya encontramos al responsable de todo esto y le matamo... le matáis.

Fadrique se acarició la calva pensativo. Jolines, añadió tras hacer movimientos de masticación y salivación con moderada elegancia, vuelvo a tener algo de hambre. ¿Alguien quiere una galleta? Ya estaba rebuscando en la mochila.